Día 12.- Volcano Bay

17 de agosto de 2023. Hoy es el día de descanso que pasaremos en Volcano Bay. Además, como último día en los parques Universal hoy tenemos pendiente cierto tour gastronómico, entre ellos, El Caldero Chorreante y, como lo prometido es deuda, volver a Toothsome Chocolate Emporium

Una vez más, cuesta levantarse a dos tercios de la family. Yo no puedo esperar ni un minuto para desayunar esos donuts que me pierden así que voy a por el mío y a prepararme un café. ¿Dónde están? Juraría que anoche los dejé aquí, encima de la bancada. Miro por todas partes, no los veo. La llamativa y enorme caja rosa no puede pasar desapercibida. Sólo me queda mirar en la nevera. ¡No puede ser verdad! Quiero llorar… ¿Cómo es posible que estén ahí? Volando no han llegado, no. Juan Pedro las ha puesto ahí con toda la buena intención del mundo pensando que se mantendrían en mejor estado. Pruebo mi Dirt, noooooo. Esto no se puede comer, está reseco. Justo hoy una parada en Voodoo Doughnut no nos viene de camino. Empezamos bien…

Todavía nos queda pan de molde de Walmart así que me voy al patio de comidas para usar la tostadora y para hacer un desayuno self service al estilo de nuestra estancia en Disney. En el patio de comidas está la tostadora esperándome. Además de la tostadora, hay vasos de plástico, pajitas y un dispensador de cubiertos desechables junto a otro de servilletas. Al otro lado se encuentra una zona con lo necesario para mis tostadas, no es una amalgama de productos excesiva, lo justo y necesario, mantequilla, mermelada, miel, salsas varias de estas que tanto gustan en Estados Unidos, azúcar, etc. Me llama la atención que hasta hay queso Philadelphia. A la izquierda encuentro la zona de bebidas, hay una máquina de Coca-Cola Freestyle y los habituales refrescos además de chocolate caliente, té y café. No cojo café porque tengo cafetera en la habitación, la probaré, hoy me he levantado atrevida. Volviendo sobre mis pasos en dirección a la habitación paso por una zona contigua donde venden comida sin gluten, perfectamente indicada y bien grande, no pasa desapercibida, otra cosa que me ha sorprendido gratamente. 

Suerte que traigo tostadas, mantequilla y mermelada para todos, no hay donut comestible sin verdadero esfuerzo, todo un despropósito. Hoy toca desayunar así, no pasa absolutamente nada, esta noche iré a por donuts aunque sea lo único que haga. Estoy agradecida por que esta tienda se encuentre a 7.000 kilómetros de mi casa. ¡Qué perdición!

Voy a preparar el café. La máquina es de la marca Cuisinart, me lleva un tiempo descubrir cómo funciona de tan sencilla que es. Roza el absurdo. Por un lado no quiero romperla pero por otro no veo que tenga mayor complicación, es extraño esto. 

Al dar al botón de encendido teniendo el agua puesta y la cápsula de café ya funciona, cuando se calienta el agua sale el café. Oh my God! Qué café está saliendo, esto no puede estar bueno ¿o sí? Mira que hay un starbucks en este hotel, tendría que haber hecho una paradita, iría sobre seguro. Lo pruebo, está aguado, es el café americano que esperaba encontrar aunque no sé si es que ya me he acostumbrado o es que tengo todavía el gusto a donut reseco que os diré no me sabe tan mal como imaginaba mientras goteaba el café poco a poco pero pierde muchos puntos en comparación con el del patio de comidas de los hoteles Disney. A decir verdad, he llegado a estas tierras americanas concienciada totalmente de que el café sería algo tan espantoso que el líquido que sale por estas cafeteras no me hace vomitar. Lo que hace la mente.

Conseguimos poner rumbo a Volcano Bay nada más y nada menos que a las 10:00. Lo sé, soy totalmente consciente, casi puedo leer vuestros pensamientos. Sin embargo, si hay algo bueno en todo esto es que dada la hora que es, la piscina está abierta y podemos entrar y coger tres toallas para llevarnos al parque acuático, hecho que nos ahorrará 21$, parece ser una práctica extendida. En Volcano Bay las toallas se alquilan al precio de 7$ cada una, no obstante, está permitido llevar las propias toallas. De haber aprovechado la entrada temprana, la piscina del hotel la hubiéramos encontrado cerrada por lo que la forma de no pagar ese alquiler hubiera sido coger las toallas el día anterior. 

Por si no fuéramos bastante tarde ya, vemos los coches clásicos que bordean la parte donde se encuentra el lobby del hotel cual museo de automóvil y nos entretenemos unos cuantos minutos extra. No tenemos remedio, I know. Entre las bellezas, tenemos un Shelby, ¡un Shelby! Y si todo esto no os ha parecido suficiente, de camino al parque pero todavía en los dominios del hotel, vemos un Challenger azul pitufo, un SRT 392. Éste tiene propietario, no forma parte del patrimonio del resort así que no podemos o más bien no debemos cotillear demasiado, eso pienso yo porque Juan Pedro curiosea hasta el infinito y más allá, espero que quien ostente la propiedad (o posesión temporal) de esta maravilla siga durmiendo.

Ahora sí seguimos la ruta bordeando el hotel porque para llegar al parque acuático Volcano Bay vamos caminando. Habéis leído bien, vamos a pie durante un corto trayecto, ya que hay una acceso peatonal directo desde el hotel hasta el parque. Una auténtica gozada y para ser sincera, os confieso que si hubiéramos tenido que ir en autobús no sé a qué hora llegaríamos, tardísimo, más aún. Como veis en el mapa hemos hecho ya unos cuantos pasos, hemos recorrido el hotel casi de punta a punta y dado un pequeño rodeo para ver los coches. Es más largo el trayecto desde nuestra suite hasta poco más allá del edificio de recepción que de ahí al parque. Al menos esa sensación tengo. Sigo acordándome de aquél chico de recepción que me dijo que estaba cerca. De haber tenido una habitación en las torres, nos costaría el mismo tiempo que un parpadeo llegar a la puerta de Volcano Bay. Como si fuéramos a una piscina más del resort.

Llegamos por fin al parque acuático, mostramos nuestras entradas y nos proporcionan una especie de reloj de pulsera que se hace llamar Tapu Tapu. ¿Qué es esto? Es otro ingenio de la ciencia para facilitarnos hacer ciertas atracciones. Se trata de un dispositivo que funciona a través de radio-frecuencia y acercándose a los puntos interactivos (al estilo de pasar la Magic Band en Disney) podemos hacer fila virtual en esa atracción. De esta forma, no estamos plantados bajo el sol de Florida esperando, sino que podemos seguir deambulando por el parque y montar en ciertas atracciones, como son las que indique Ride Now o aquellas que no tengan fila virtual. Además de esto, también tiene el poder de activar ciertos elementos interactivos. El Tapu Tapu no tiene coste extra y se debe devolver al salir del parque. Otra de sus funciones es que se puede pagar con esta pulsera vinculando la tarjeta bancaria a través de la aplicación oficial de Universal Orlando. En cuestión de ventas todo son ventajas.

En mi planificación a 7.000 kilómetros de distancia, ya sabéis, me había hecho una lista de las atracciones que están abiertas durante la hora temprana. Ilusa de mí… Aquí las podéis consultar y estudiar porque ya os adelanto que los nombres de las atracciones no dejan impasible a nadie. 

Si hay algo que tengo como prioridad absoluta después del estudio previo hecho del parque es que lo primerísimo que tenemos que hacer es pasar el Tapu Tapu por el correspondiente tótem de la atracción Krakatau, que ya vamos tarde. ¿Kraka qué? Krakatau Aqua Coaster es como su nombre indica una montaña rusa acuática, una auténtica fantasía, un sueño hecho realidad. Ahí tenemos que ir con toda la prioridad del universo porque es una atracción con mucho tiempo de espera y cada minuto que lo posterguemos significa más tiempo de espera. Eso es lo que pienso yo. Juan Pedro,  que no ha planificado a 7.000 kilómetros de distancia pero lleva la carga playera, insiste en que lo primero es dejar los bártulos en la taquilla. Sólo llevamos una mochila de playa con motivos de Mickey Mouse, esto es necesario puntualizarlo, una pequeña mochila de Pequeviajera y las toallas que hemos cogido de la piscina del Cabana Bay. Sigo pensando que conseguir la fila virtual de Krakatau es primordial pero esta batalla está perdida, ni siquiera conseguimos ubicarnos bien para saber dónde está la atracción. Eso sí, antes de ir a los lockers dejamos las toallas para asentar campamento en una zona ya no estratégicamente situada pero sí magníficamente resguardada. Aquí no hay debate posible y, además, está a lado de las taquillas. 

Tal cual entramos al parque continuamos por la izquierda del volcán y tras pasar los dos toboganes de color azul y verde (Kala & Tai Nui Serpentine Body Slides), justo a la derecha hay una zona con hamacas, al otro lado de los toboganes de color violeta y verde (Ohno Drop Slide). Esta zona la he elegido por contar con una estructura techada, estructura que, además de contar con ventiladores y proteger del sol, protege de la lluvia. Además, es una zona que parece estar escondida por lo que aún siendo de reducido espacio suele estar menos concurrida. Fijaos que son las 10:30 y no tenemos problema para encontrar tres hamacas juntas.

Muy cerca de este lugar tenemos las taquillas, las de la zona de Rainforest Village que es donde nos encontramos. Aquí me voy a permitir daros un pequeño consejo. De no querer la ubicación que os he comentado antes, seguramente la primera opción que se nos ocurriría es utilizar los lockers de la entrada ya que son los primeros que vemos pero es preferible esperar a tener una ubicación en el parque para dejar nuestras pertenencias ya que hay lockers repartidos que nos pueden resultar más próximos. Concretamente hay cinco cuyas localizaciones exactas las podemos ver en la app de Universal. 

Las taquillas son de pago, of course, aquí no hay cortesía para huéspedes de hoteles Universal. Tienen un coste de 14$ la pequeña, 20$ la mediana y 25$ la grande.  Aquí conviene venir ligeros de equipaje para ahorrar dolarachos. Nosotros ya vemos que en el pequeño no cabe lo que queremos guardar, básicamente todo. Elegimos el mediano porque el pequeño es un poco más grande que el de los parques Universal vecinos.

El funcionamiento es muy sencillo. La apertura y cierre se realiza con el Tapu Tapu, así nos olvidamos de estar pendientes de una llave, una maravilla. Simplemente tenemos que escanear el Tapu Tapu por el lector, elegir el tamaño de la taquilla y pagar su precio. Se abrirá automáticamente una taquilla donde podremos dejar las pertenencias y cerrarla. Cada vez que queramos acceder a la taquilla sólo tenemos que acercar el Tapu Tapu al lector que se ubica generalmente en la zona central cada cuatro o seis columnas de taquillas. Algo destacable es que se puede asociar hasta cuatro Tapu Tapu a la taquilla que hemos alquilado, de esta forma cada persona puede acceder a ella independientemente.

Ahora sí, sin dilación posible vamos a por la fila virtual de la atracción. Tengo la impresión de que damos mucha vuelta y que está lejos pero no nos cuesta más de tres minutos, qué largos se hacen los segundos cuando quieres llegar cuanto antes. A falta de  un cuarto de hora para las 11:00 llegamos al tótem que custodia la entrada, acercamos el Tapu Tapu y… 155 minutos de espera. Lo que yo decía,  cada minuto perdido suma. Una vez pasado el Tapu Tapu por la pantalla ubicada en el tótem, ese tiempo de espera se marca en nuestro Tapu Tapu y va descontando de forma que podamos ver en el dispositivo el tiempo restante y acudir cuando falten 5 minutos o ponga ride now.

Hecho esto, sólo nos queda emplear esas dos horas y media en atracciones que indique enjoy anytime o ride now. Otra cosa que también podemos hacer es curiosear el interior del volcán y pasear por el parque que este mapa no lo he memorizado y no me ubico con facilidad aunque todo se encuentra rodeando el volcán.

Muy cerca de Krakatau está Raki of Taniwha Tubes donde podemos montar ya mismo porque no tiene tiempo de espera. En la entrada de las atracciones hay una estantería en forma de tabla de surf para dejar las chanclas. Nosotros, conocedores de esto y de nuestro TOC al respecto, vamos con escarpines, con este calzado sí podemos montar. El cast member de la entrada me hace el alto. ¿Qué ocurre? Pienso que será para que dejemos los escarpines, tal vez haya cambiado algo y ya no lo permitan. Pues no, resulta que no está permitido montar en las atracciones ni con cámaras de aventura del estilo GoPro ni con cámaras acuáticas de las de toda la vida. Hacemos pleno, llevamos las dos. Sólo me dejan pasar con el móvil. Nada, toca volver a la taquilla para dejar ambos artilugios. Encima tengo que ir sola, no me quieren acompañar, sólo espero no perderme porque, para variar, están sin teléfono móvil a mano.

Paseíto de ida y vuelta hecho, ahora sí nos deja pasar. Esta atracción consta de dos toboganes sinuosos, uno de color azul (Raki) y otro verde (Tonga). Sin embargo, se accede a ambos por el mismo sitio, escaleras arriba, al llegar a la entrada del tobogán estará la bifurcación. Lo fantástico es que el flotador no tenemos que cargarlo nosotros mismos sino que él solito sube por una rampa.

Llegamos arriba y vemos que, efectivamente, hay una entrada para el tobogán verde y otra para el tobogán azul. Los flotadores son de hasta dos personas por lo que nos tenemos que dividir. Hago la consulta al chico que se ocupa de esta atracción por si acaso cada tobogán termina en una piscina diferente. Lo cierto es que estoy algo despistada hoy y no tengo este parque lo suficientemente estudiado como para recordar los nombres impronunciables de la mayoría de las atracciones ni como para recordar la forma y color de los toboganes a fin de diferenciarlos. Pequeviajera y  yo elegimos el azul, nos situamos y en ese momento me dice el cast member que el móvil debe ir debajo de la camiseta. Caramba ya me lo podía haber dicho antes mientras le preguntaba si ambos toboganes desembocan en la misma piscina. Rápidamente coloco el teléfono dentro de la camiseta. Es una camiseta acuática con protección solar, una maravilla para evitar que el sol tan potente de este país nos queme y, ya puestos, tengo cierta manía a las rasgaduras y heridas que algunos toboganes tienen por costumbre hacer.

La atracción es muy familiar, el nuestro es un tobogán íntegramente cerrado, Juan Pedro ha montado en el verde que tiene algunas zonas abiertas. Al final es casi lo mismo, vueltas y más vueltas hasta el final. Aún así nos ha resultado divertida. Lo que más me gusta es no tener que cargar con el flotador y para que esto funcione debemos dejar los flotadores en un mecanismo que hay en el medio para que vuelvan arriba a través de la rampa. Una magnífica ingeniería, oiga.

Mientras el contador de la fila virtual para Krakatau sigue bajando pero no lo suficiente, vamos a emplear este tiempo en ver el interior del volcán. Las atracciones interesantes funcionan con la fila virtual, no podemos montar en ellas sin cancelar la de Krakatau, algo que, obviamente, no pienso hacer bajo ningún concepto, con la espera que tiene. Para llegar a la entrada del volcán damos cierto rodeo, llegamos hasta Honu of the Honu Ika Moana, ya veis que los nombres son fáciles de recordar. En esta atracción también tenemos muchas ganas de montar, tiene que ser una fantasía pura, parece que vayas a salir de la atracción volando. Ahora no puede ser, cuenta con fila virtual y con la demanda que tiene aunque sea poco tiempo de espera no indica ride now, lástima.

Junto a esta atracción encontramos un punto fotográfico. Es un tótem con uno de esos puntos por los que pasar el Tapu Tapu para que se active. Una vez activado, corre y ponte en posición fotográfica, en unos segundos hace las fotos.  Si hubiéramos comprado el photopass de Universal estaría incluido. Aún así, nada nos impide hacer unas pocas payasadas y reírnos un rato. Después, se pueden ver en la pantalla y si has hecho alguna más hasta ese momento también aparecerá.

Seguimos y seguimos caminando porque no tenemos muy claro dónde se encuentra la entrada al interior del volcán. Realmente es un parque que me tiene desorientada. Hay señales con indicaciones de la ubicación de las atracciones, atracciones con nombres de difícil pronunciación, como para recordar cuál es cuál. Y por si todo esto fuera poco, hay atracciones cuyo nombre se repite porque, por ejemplo, cuenta con dos toboganes, (léase Honu of the Honu ika Moana) En serio. Por favor, yo no consigo entender nada. Quitando Krakatau que la tengo muy pero que muy interiorizada, ésta es fácil, el resto no consigo aprenderlas.

Algo que os puedo decir de este parque acuático es que hay vaporizadores de agua en el suelo por todas partes. Quizá os preocupe que el sol tan potente haga que el suelo queme, sin embargo, aquí no, el suelo está continuamente mojado. Aún sabiendo eso, nosotros estamos cómodos, felices y despreocupados con nuestros escarpines.

Bueno, por fin llegamos a la entrada del volcán, quizá haya caminos más directos, no lo sé, a mí me ha parecido que hemos dado mucha vuelta. Fijaos que son las 11:30, aún nos quedan horas de entretenimiento hasta que nos toque fichar en Krakatau. Ha pasado una hora desde que llegamos pero tengo la sensación de que ha pasado una mañana entera.

En esta entrada lo primero que vemos es una roca mapeada que nos está hablando, amistosamente o no, no lo sé, no consigo entender nada con tanto ruido, si es que dice algo, claro. Me lo imagino con voz de ultratumba. Además, acaban de resurgir chorros verticales con impulsos desafiando la gravedad por todas partes, ahí no se libra nadie. Parece que varios géiseres unidos se ponen de acuerdo para empaparnos, suerte que estamos en un parque acuático. Os voy a contar un secretito, por aquí el agua de estos chorros está fría, una gozada en este mes de agosto con las temperaturas que todos conocemos ya a estas alturas del relato.

Al cabo de un rato en esa misma piedra ya no aparece la proyección de un ser extraño y quizá de mal humor sino una serie de imágenes que resultan entrañables, aparece un barco que me recuerda a Vaiana, sé que esto no es Disney ¿será que tengo morriña?

Siguiendo el camino, el único que veo para recorrer el interior del volcán, podemos ver parte de Krakatau y los toboganes Kala & Tai Nui. En mi opinión una de las mejores partes de Krakatau ya que es justo cuando sube, es alucinante ver cómo una balsa acuática se mueve en una montaña rusa a tal velocidad. Antes de llegar a esta zona para ver cómo disfrutan quienes ya han podido subir a la atracció, pasamos por un lugar donde activar un punto interactivo con el Tapu Tapu. Hecho esto, no hay vuelta atrás, unas piedras talladas con un enorme agujero nos soplarán tan fuerte como sepan hacer.

Os diré algo sobre estos puntos interactivos. Allá donde encontremos el símbolo que, os aseguro me recuerda otra vez a Vaiana, significa que hay opción de interactuar, bien para hacer fila virtual en atracciones (donde generalmente estará en un tótem), bien para activar juegos, entre los que encontramos uno que tiene unos joystick y se manejan los chorros de agua que caen a una piscina. 

Una de las entradas (o salidas) nos empapa con una cortina de agua en forma de cascada, no hay escapatoria. Pasamos por debajo de las cascadas del volcán.

Como no hemos tenido bastante juego con los elementos interactivos que hay dentro del volcán, nos vamos a jugar un rato más a la zona The Reef, allí hay otro elemento y de paso esperamos en la piscina de olas. Este tótem no tiene mayor juego que escupir chorros de agua desde las manos que hay grabadas, después remueve un poco el agua que tiene a su alrededor, aún así es divertido, si tapas un agujero va saliendo el agua por otros.

La piscina de olas, en Waturi Beach, os diré que está más fría, algo que se agradece. Nos ponemos en posición. Cuando suena una música como de tambores significa que va a comenzar el oleaje, dos palmas arriba y dos palmas en el agua a modo de ritual. Preparados, listos, ya.

Después de toda la planificación hecha, que no es poca, he de confesar que la que pude dedicar a Universal no ha sido tan minuciosa como la de Disney, básicamente porque ya se me echaba el tiempo encima. Fijaos, un año y medio de máster en organizar un viaje a Orlando y voy yo a contaros que no me dio tiempo a todo, es de chiste. Así y todo, sé que la piscina de olas de Typhoon Lagoon cuenta con las olas más agresivas por excelencia, no tiene rival según dicen, todavía no ha llegado nuestro día en el parque acuático de Disney y no puedo dar mi opinión ni comparar en este momento. El caso es que tras tanto tambor, tanto ritual gimnástico y tal expectación de quienes se hallan esperando allí, me siento defraudada. Me parece una piscina de olas al uso, nada destacable salvo por la estampa del volcán y, bueno, la parafernalia previa mola, hay ambientazo, de eso no cabe duda alguna.

Todavía nos queda un rato largo, bien largo para Krakatau así que nos vamos a Teawa the fearless river, el río rápido para entendernos. En esta atracción es necesario ponerse un chaleco salvavidas (hay varios tamaños). La corriente es muy rápida y hay zonas con oleaje. También caen chorros de agua durante el recorrido. Discurre alrededor del volcán. Tiene zonas verdaderamente rápidas así que atención con los peques. El recorrido es largo. Hasta aquí la teoría, vamos a la práctica. 

Este río es rápido, sin duda, pensaba yo que podría ser una expresión, una mera denominación, es divertidísimo. Y como en todo río rápido que se precie, el tráfico está en hora punta todo el día y debemos intentar sortear los obstáculos en forma de personas descontroladas y lidiar contra la corriente para no ser nosotros el obstáculo. Parece fácil y sencillo pero sobre el campo de batalla no lo es tanto. En un momento dado, vemos a unos niños entusiasmados, están realmente eufóricos. Nosotros como buenos novatos no sabemos lo que nos viene. A un lado hay una rejilla enorme escondida, de ahí salen propulsadas corrientes y más corrientes, el oleaje aumenta hasta tal punto que nos cuesta continuar unidos. Cada uno sale desperdigado por un lado. Es un momento de tensión por el desconocimiento pero es divertidísimo, con razón estaban esos niños esperando el momento con euforia. ¿Cómo acaba el río rápido? Hay varias salidas que a la vez son entradas. Entrar no cuesta nada pero salir sí, salir cuesta lo suyo. Te encuentras atrapado por la corriente y no es tarea fácil librarte de ella. Cuando uno lo consigue parece que el resto va a ser arrastrado. Como os decía, nos ha resultado divertidísimo. Hemos conseguido salir los tres indemnes pero Pequeviajera sale más ligera de lo que entró. No están las gafas de natación. Esto es una catástrofe porque no tenemos ninguna de repuesto. Este verano ha batido el récord en perder gafas de natación. Preguntamos al socorrista que está cerca. Esto es misión imposible, en un río que discurre a tal velocidad, vaya usted a saber dónde quedaron las gafas que para más dificultad son de color gris claro, ¿siendo de color fosforito hubieran sido más fácilmente identificables entre la corriente? Las damos por perdidas, hoy Pequeviajera se tendrá que quedar sin su quehacer favorito en piscinas.

Una vez fuera de este río sanos y salvos pero con un accesorio menos, vamos a seguir haciendo tiempo hasta que nos toque el turno en la fila virtual de Krakatau, se está haciendo de rogar. Vemos que hay unos paneles informativos con los tiempos de espera de las atracciones, vamos a cotillear. Da pavor, a Krakatau ya la tenemos en 230 minutos. El siguiente récord en tiempo de espera se lo lleva el tobogán del interior del volcán, Ko’Okiri con 85 minutos y el tobogán sinuoso de color violeta y verde, Ohno con 60 minutos.

Viendo lo poco que nos queda por hacer sin tener que pasar el Tapu Tapu, nos dirigimos a Maku of the Maku Puihi round raft rides, una atracción que nos apetece hacer y se encuentra en modo ride now

Esta atracción consiste en un recorrido sobre un flotador gigante en forma de flor donde caben 6 personas. Es una atracción que nos llama mucho la atención porque tiene zonas en las que da la impresión de que vamos a salir disparados del tobogán. Con lo poco acuática que soy yo, no sé bien cómo me atrevo a subir a todas estas atracciones. Sencillamente no lo pienso, me pueden más las ganas de probarlas en un tipo de parque al que no estoy acostumbrada. Aunque, por otro lado, reconozco que estaría más tranquila si fueran atracciones al uso y no de agua. Subimos y subimos escaleras, qué alivio no tener que hacer esto cargando con un enorme flotador. Seguimos subiendo, esto está alto, será divertido bajar.

Llegamos a la cúspide. Hay dos toboganes, uno verde y otro amarillo, son similares en cuanto a las curvas que nos van a proporcionar la sensación de salir volando. Así, desde fuera de los toboganes, el verde parece menos sinuoso y con menos zonas abiertas (las que hacen pensar que saldremos despedidos). Nos toca el verde, vaya. El cast member nos indica cómo situarnos para equilibrar el peso. Y no es para tomarlo a broma, es un flotador para seis personas que vamos a ocupar tres con diferentes pesos.

Esta atracción es otra de las que nos ganan, es bastante familiar pero cuando llegas a las zonas abiertas y el flotador va hacia arriba haciendo esa curva donde parece que vayas a salir volando es de lo más divertido. Realmente consiguen que tengas esa impresión, es fantástica y eso que ésta, como digo, es más familiar, estoy ansiosa por probar la de la ballena. 

Seguimos sin poder montar en Krakatau. ¡Ay la importancia de madrugar! Voy a hacer un pequeño inciso para comentar este punto. Puedo deciros que llevamos doce días en Orlando casi non-stop. No madrugamos, eso ya lo sabéis, pero nos acostamos tarde (al día siguiente, a decir verdad) todas y cada una de las noches desde que aterrizamos así que, aquí viene un consejito, debemos ser conscientes de que el ritmo debe bajar en algún momento. En algún momento del día, de cada ciertos días, de la semana, cada cual según sus posibilidades. Nosotros hemos colocado estos días de relax cada semana incluyendo resorts como Discovery Cove o parques acuáticos.

Hecho este inciso, no podemos ir a ninguna atracción que tenga tiempo de espera, seguimos bloqueados por Krakatau pero falta muy poquito ya, así que nos vamos paseando hasta la zona de nuestras hamacas para aplicar crema solar que resulta ya preciso.

Sin duda, esta zona es muy buena. Como os había dicho antes, el techo protege no sólo del sol sino también de la lluvia, cuenta con ventiladores, poca fe tenía yo en ellos pero ahora que estamos aquí se nota que están. Las tumbonas son muy confortables y no son de plástico, todo un lujo. Por si todo esto fuera poco, al solamente contar con unas cuantas hamacas, aquí nos encontramos pocas familias, estamos bien avenidos. Nos embadurnamos de protector solar, el mantra de reaplicar, reaplicar y reaplicar se nos ha ido de las manos hoy aquí, vamos tarde, ya han pasado casi tres horas.

Ahora sí, nos vamos sin dilación al top 1 del día. Llevamos la friolera de tres horas esperando para esto y bloqueados para todas aquellas atracciones con fila virtual. Aunque sólo sea por haber sido infinitamente pacientes nos hemos ganado el recorrido de esta súper atracción con creces. Por esta razón es recomendable  priorizar Krakatau la primera del día ya que las colas son superiores conforme el día avanza. Estoy pensando que tal vez hubiéramos rascado algunos minutos de haber ido directamente. Nota mental: la próxima vez que vaya a Volcano Bay, dejaré a la family con la tarea de los lockers, hamacas, etc y yo me iré con los tres Tapu Tapu a pedir fila en Krakatau. Ya se me había podido ocurrir esto esta mañana…

Atentos todos, son las 13:34 cuando subimos a Krakatau. Recordad que pasamos el Tapu Tapu a las 10:45. Casi tres horas después podemos montar. Ahora mismo Krakatau tiene 220 minutos de espera en fila virtual y nosotros conseguimos fila virtual con 155 minutos, finalmente han sido más. Quien pase el Tapu Tapu ahora…

Krakatau es, como os decía, una montaña rusa acuática posible gracias a su funcionamiento con propulsiones hidromagnéticas y otro de sus alicientes es  que surca las entrañas del volcán. Subimos en unas balsas en las que caben hasta cuatro personas. Es una atracción sorprendentemente rápida teniendo en cuenta su funcionamiento técnico y el trayecto dura un minuto. Vale, todo esto me parece perfecto, pero ¿realmente merece la pena toda esta espera? En mi opinión y en la del resto de la family, sí, la merece y lo volveríamos a hacer. Sólo intentaremos mejorar el hecho de llegar antes y de que pasar el Tapu Tapu para esta atracción sea lo primero que hagamos al entrar al parque.

Tras Krakatau, nos vamos a Honu of the Honu ika Moana, vaya nombrecitos para recordar. Aquí nos encontramos con dos filas, una para Honu y otra para Ika Moana. A pesar de tener unas ganas infinitas de montar en Honu, pasamos el Tapu Tapu en Ika Moana, ya que marca 10 minutos de fila virtual, de modo que sólo esperamos un poquito porque con 5 minutos ya nos dejan entrar. Honu marca 30 minutos así que nuestra idea es montar ya mismo en Ika Moana y al bajar, pasar el Tapu Tapu en Honu y aprovechar esa media horita en comer algo o en descubrir las zonas de alrededor.

Pasados cinco minutos, nos marca cinco en el Tapu Tapu pero no nos dejan pasar a todos, por lo visto, al conseguir la fila virtual ha habido un desfase de segundos que ha implicado que uno de los nuestros todavía marque 10 minutos. Vaya, siendo que vamos los tres juntos ya podrían dejarnos pasar. Nada, esperamos a que todos los Tapu Tapu marquen 5 minutos. Ahora sí. Adelante. Vamos subiendo la torre escaleras arriba, la vista es una pasada y desde ciertos puntos tenemos un primer plano de Honu, ¡madre mía cómo suben esos flotadores! es como una pared inclinada y el flotador hace un movimiento semicircular, la gente grita un montón. Empiezo a pensar que tendríamos que haber hecho primero la fila virtual de Honu, haber invertido el orden. Ya no hay nada que hacer. Seguimos subiendo. Tardamos unos diez minutos en completar la fila físicamente, subiendo y parando, subiendo y parando. Afortunadamente hay bastante sombra.

Aquí ocurre lo mismo que en otras atracciones donde subimos tres en un flotador y es que nos organizan según el peso. Ready? Go! 

Esta atracción es un tobogán interior con alguna zona exterior pero es un simple tobogán sinuoso, nada de paredes empinadas y sensación de salirse del mismo. Es divertido, sí, teniendo en cuenta que es eso, un tobogán sin más. Al bajar, de nuevo nos despreocupamos de los flotadores, sólo tenemos que dejarlos en la rampa para que ellos mismos suban hasta lo más alto.

Ahora sí, nada más salir de esta atracción vamos a conseguir fila virtual para Honu. Sigue con 30 minutos de espera. No tenemos hambre, raro en nosotros ciertamente siendo, además, casi las 14:15. De nuevo cambio de planes y haremos tiempo por aquí cerca que tenemos una zona infantil donde Pequeviajera quiere pasar un rato, ya le toca elegir a ella algo.

Hay dos zonas enfocadas a los más pequeños pero no exclusivamente para ellos, nadie nos va a vetar entrar salvo en los toboganes donde no se puede exceder de cierta altura. Estas dos zonas son Runamukka reef y Tot tiki reef. Nosotros nos encontramos en la primera.

Pequeviajera avista los toboganes a los que quiere subir ya. Se va corriendo. Juan Pedro la llama para explicarle o preguntarle algo, esfuerzo en vano, Pequeviajera ya está subiendo las escaleras. No hay nada aquí que nos haga estresarnos porque salga corriendo, desde donde estamos se ve perfectamente tanto las escaleras como los toboganes. Eso sí, no sabemos por cuál bajará ya que hay dos toboganes en espiral que desembocan cada uno en una punta de esta zona.  Ah, aquí vuelve, qué raro, vuelve por donde se ha ido. ¿Qué ha ocurrido? Lo primero que pienso es que no le permiten montar en el tobogán por la altura pero no, resulta que en esta zona no puede subir a los toboganes con escarpines ni con calcetines. Ya me extrañaba que volviera para saber qué quería decirle su padre, me estoy riendo yo sola. 

No le dedicamos mucho tiempo a esta zona porque nos espera la fila de Honu, el Tapu Tapu marca que faltan 10 minutos, vamos ya, sabemos que a falta de 5 podremos montar, nos puede el ansia.

Ahora repetimos la misma operación que en su tobogán hermano Ika Moana, subimos y subimos escaleras, sin flotador a cuestas, es una maravilla. De pronto, empieza a llover. Otro día que me he confiado y no he mirado la aplicación meteorológica. Pero bueno, ¿aquí qué ha ocurrido? ¿Cómo hemos podido pasar de un sol radiante y acalorante a la máxima potencia a esta lluvia torrencial. Bueno, de momento no me preocupo en exceso porque veo que la fila se mueve algo y no veo a nadie bajando. Me pregunto cómo debe ser esta atracción bajo la lluvia. Para los parques acuáticos llevo lentillas de un uso diario, por lo que pueda pasar, no sería la primera vez que tengo una pérdida semejante. Estamos muy arriba pero todavía nos falta un poco hasta llegar a la cúspide.

Pasan un par de minutos que me parecen horas. Empieza a bajar gente. Bueno seguimos unos cuantos por aquí, así que ya falta menos. Pasan unos minutos más, ya estamos a punto de coger el flotador. ¡Oh, no! El cielo se está rompiendo, tal lluvia en mi ciudad ya habría provocado inundaciones irreparables. Llegó el momento que temía pero mi mente no quería admitir. RIDE CLOSED. Noooooooo. Sé que es por nuestra seguridad pero es que hoy es nuestro último día por aquí. Mañana embarcamos en un crucero. No me lo puedo creer, tengo Universal gafado. Lluvia vespertina, again. 

Abatidos nos vamos hacia nuestras hamacas. Pequeviajera se alegra de que no podamos montar, desde el momento que ha visto llover, ha temido por tormenta eléctrica y por su vida si llegamos a montar en Honu. No os podéis hacer una idea de la lluvia que cae, cae con fuerza, estamos a escasos tres o cuatro minutos de la zona donde hemos dejado nuestras toallas. Nos cuesta caminar. La lluvia es tan intensa que la gente va muy alocada de un lado a otro, otros se resguardan bajo los toldos haciendo una barrera complicadísima de atravesar. Los restaurantes están cerrados, sólo queda abierto algún bar pequeño o puestecito. A ver cómo lo logramos, tenemos nuestras hamacas al otro lado, seguro que hay otro camino para llegar pero si llevamos todo el día un poco desorientados, ahora es mucho más difícil ver el camino. No, no es una forma de hablar, apenas vemos mucho más allá, qué barbaridad de lluvia está cayendo. 

Llegamos a nuestras hamacas, tenemos una de las toallas completamente empapada porque la hemos dejado encima del respaldo de la hamaca y justo ahí se ha colado algo de la lluvia. Todo lo que cubre la estructura de esta zona está completamente seco. Las mochilas que habíamos dejado encima de la hamaca están completamente secas. Realmente ha sido todo un acierto asentarnos en este lugar. Además, al estar más escondido sólo estamos unas pocas familias aquí y estamos bien a gusto, nada de los apelotonamientos que acabamos de sufrir.

Aquí estamos muy bien bajo techo pero en algún momento tendremos que decidir si quedarnos un poco a ver si vuelven a abrir las atracciones o si tirar la toalla, casi literalmente, volver al hotel y continuar el día improvisando. Ya son casi las 15:00, voy a mirar la aplicación meteorológica a ver si nos da un poco de luz. Pues no. Según esto parará de llover en algo más de media hora y sinceramente, no me fío de que tras esa media hora sea así y reabran las atracciones. Casi que cuando amaine un poco volvemos al hotel. Por cierto, con la que está cayendo y tenemos una sensación térmica de 39º y no lo digo yo, lo dice Accuweather. Pensar que está cayendo un diluvio universal y que ni por esas nos libramos de la temperatura infernal…

Para un poco. No parece que mejore las pocas horas que quedan para que cierre el parque. Será cuestión de hacerse a la idea de marchar por si acaso vuelve a diluviar. Con bastante pena devolvemos el Tapu Tapu y nos dirigimos a paso ligero por el sendero que en nada y menos nos hará llegar a nuestro hotel. No me acordaba que nuestra querida suite se encuentra a la otra punta del resort…

Llegamos, al fin. No hemos comido y son casi las 16:00. Empezamos a tener algo de hambre pero aquí se nos plantean dos opciones. Comer algo en el patio de comidas de este hotel o esperar un poco y hacer una merienda cena en el Caldero chorreante, única oportunidad. Estaréis de acuerdo conmigo en que le daremos instrucciones al cerebro para que dé órdenes al estómago de estar calmado hasta llegar al Caldero, como buenos Potterheads no podemos irnos sin comer en al menos uno de sus restaurantes temáticos. 

Si os digo que la duchas, llegar a la parada de autobús y que éste aparezca nos ha llevado una hora y media no sé si me creeréis. Tomamos el autobús desde el hotel hasta el Citywalk. Aquí tenemos que pasar el control de seguridad y ya os adelanto que no tiene nada que ver con aquél que pasamos antes de tomar el barquito en el hotel Royal Pacific. Aquí hay cierta cola para pasar este control. Revisión de mochilas, venga pase. Ahora atravesamos el Citywalk. Con el barquito llegamos mucho más cerca. Todo son ventajas. El barquito está en los hoteles Premier (Royal Pacific, Portofino y Hard Rock) pero también en el Sapphire Falls y, aquí va una pista, éste último se encuentra junto al hotel Aventura y cerca del Cabana Bay. Ahí lo dejo. De no ser porque mañana nos vamos y no iremos a los parques, sería una opción.

Llegamos a Island of Adventure. A ver, ¿no has dicho que vais a merendar al Caldero Chorreante? Sí, pero ayer se nos quedaron aquí cositas por hacer y os recuerdo que el Hogwart Express tiene experiencias diferentes según el sentido del tren. Nosotros sólo hemos hecho una ruta. Vamos a ver cómo están los tiempos de espera porque hoy ya no contamos con pase exprés. 

Entramos en el parque a las 18:00, buah, Velocicoaster está imposible, será que ha estado cerrada y ahora está todo el mundo haciendo fila allí. El parque cierra a las 20:00. Ahora tenemos otro dilema como el de ayer. Nos siguen faltando grandes atracciones por hacer. Sin embargo, tenemos dos horas para aprovecharlas al máximo y no voy a pasarlas en ninguna fila porque cierren debido al temporal y/o tormenta eléctrica, con el aprendizaje de ayer en el vuelo del Hipogrifo ya tengo para dos vidas más. Vamos a atracciones interiores y a disfrutar del mundo Potteriano que tanto nos gusta. Siempre hay que dejar algo y así tener excusa para volver.

Llegamos a la zona de Seuss Landing y es que me resulta tan llamativa, necesito dar una vuelta por ahí y montar en The Cat in the Hat. Son este tipo de incomprensibles acciones del ser humano que nos caracterizan. Atracción loquísima donde las haya y no precisamente por intensidad. Juegan con las luces, los colores, los sonidos, zonas psicodélicas, una fantasía un poco loca.

De aquí ya nos vamos sin dilación a Hogsmeade, tenemos otro check que anotar en la lista. Queremos ir a Honeydukes. ¿Para qué? Para  comprar las Grageas Bertie Bott de todos los sabores, algo importantísimo. Cotilleamos un poco la tienda, las compramos y nos vamos, no podemos perder el tren. Las grageas nos cuestan 13,85$ incluidas las tasas. Ya pueden estar buenas. Ya me entendéis…

Para no tener pase exprés, sólo hacemos 10 minutos de fila para subir al tren. Ni tan mal, el día se empieza a arreglar un poco. Como os dije, las proyecciones son diferentes, nuestro nivel de frikismo es tal que no podemos hacer sólo la  ida o la vuelta, tienen que ser las dos, cueste lo que cueste.

Llegamos a nuestro callejón más querido dejando atrás el mundo muggle y la estación de tren que probablemente ya no veremos más. Enfilamos hacia el Caldero Chorreante. Cerebro, ya puedes decirle al estómago que en breve le llegarán provisiones. ¡Qué puedo decir de este lugar!… Cada detalle está tan logrado, en su esencia. El personal está tan metido en su papel, parece que estemos inmersos en una aventura. Volvemos a poner los pies en la tierra que ahora viene lo bueno, la comida. En la vitrina del restaurante hay unas réplicas de los platos que sirven pero como imaginaréis, por aquí ya sabemos lo que queremos comer. Entramos y un chico muy atento e interpretando su rol a la perfección nos acompaña a nuestra mesa. En la mesa hay una pegatina con un código QR, escaneamos el código y podemos hacer el pedido móvil de la comida. Yo elijo Beef, Lamb & Guinness Stew, una especie de guisado dentro de una hogaza de pan, Juan Pedro elige Fish & chips y Pequeviajera elige Mini Pie. Todo esto nos cuesta 34,05 $ con las tasas incluidas, aquí no hay propina aunque sí traen la comida a la mesa. Al haber escaneado el código QR de la mesa, el camarero ya sabe dónde tiene que llevar la comida. Respecto a la bebida, si queremos agua podemos pedirla en el mostrador, agua que nos sirven en unos vasos acordes al lugar.

Al poco de hacer el pedido, el chico aparece con dos platos, uno de Fish & chips y otro de Bangers & Mash, unas salchichas con verduras. Los deja rápidamente en la mesa. Disculpe, esto no es nuestro, nuestro pedido es de tres platos y no hemos pedido salchichas. ¿Sabéis que nos contesta el camarero? Que ya lo ha dejado en la mesa y no se lo puede llevar. Pero si no lo hemos tocado, lo acaba de dejar. Nos dice muy amablemente que una vez dejado en la mesa no se lo puede llevar. Entiendo. Dice que ahora nos trae nuestro pedido. ¿Cómo? Nos vamos a juntar aquí con cinco platos. Según nos dice tenemos dos opciones: podemos comernos los cinco platos habiendo pagado tres o dejarlos en la mesa y posteriormente los tirarán. Este hombre no nos conoce, ¿cómo vamos a dejar que se echen a perder dos platos de comida? Don’t worry. Thank you so much. 

Cinco platos de comida para nosotros tres, pensaréis que estamos locos. Bueno, a nuestro favor he de decir que no hemos comido. A Pequeviajera el Mini Pie no le entusiasma pero los Fish & chips le encantan, menos mal que tenemos ración doble. Mi hogaza está deliciosa aunque he de decir que los Fish & chips también lo están, mucho. Me está sorprendiendo esta comida gratamente. Está todo muy bueno. El día se está arreglando, sí señor.

Salimos del restaurante satisfechos. Hemos comido muy bien y sin duda en abundancia, nadie puede negar tal circunstancia. El ambiente es absolutamente acogedor, sin embargo, nos vamos a por otro ítem para el estómago que nos falta. Seguro que estáis pensando en una cerveza. Habéis acertado. Nos falta probar la famosísima mundialmente cerveza Duff. Bueno, yo digo que nos falta probar pero en puridad la va a probar Juan Pedro porque a mí, a pesar de que esto que os voy a decir me llene de haters, no me gusta la cerveza.

La cervecería está muy bien tematizada, es una barra de bar donde te sirven la cerveza que pidas. Sin embargo, pese a ser algo que, a priori, no parece que encuadre en nuestro mapa mental de establecimientos con propina, ésta viene sugerida en el ticket. Vaya… ya estamos otra vez. La cerveza Duff Gardens cuesta 12,78 $ con las tasas incluidas, a nosotros nos cuesta un 20% extra, generosos que somos. En mi estudio intensivo sobre este viaje al otro lado del Atlántico, a 7.000 kilómetros y sobre el sufrido papel, creía saber cuándo y cuánto debíamos dejar de propina, conocedora de lo que esto significa en los salarios estadounidenses. Sin embargo, ahora mismo estoy confusa, o no he estudiado lo suficiente o empiezan a sugerir propinas sacadas de la manga. 

¿Cómo está la cerveza? Pues no lo sé, Juan Pedro dice que está rica pero sin más, no es una cerveza que destaque según su opinión. Por otro lado, siendo la hora que es se la tiene que tomar más deprisa que despacio.

Con la cerveza todavía en la mano de uno, nos dirigimos a una de las pocas atracciones que nos falta en este parque y que, además, tengo entendido que es muy divertida. Mientras llegamos nos deleitamos con las vistas al atardecer con cierta nostalgia ya que nos quedan los últimos minutos para que cierren el parque y le digamos adiós a Universal.

La atracción remanente no es otra que Men in black Alien Attack. Es una dark ride donde nuestra misión es disparar a los aliens desde unos vehículos donde los tres asientos de la fila trasera están escalonados más alto, por lo que todos tienen una buena vista de la acción y una oportunidad igual para maximizar su puntuación. Como curiosidad Steven Spielberg aparece en las primeras escenas, a la derecha. Bueno, sin duda esta atracción es muy divertida, está totalmente tematizada acorde a la película. Otra atracción donde el pique está garantizado. 

Veréis, os cuento que de esta atracción tenía apuntado preguntar a un cast member por el inmigration tour. Por lo visto es un tour gratuito a través del back stage. Con la hora que es, hemos considerado que no es el momento de esto e imagino que a escasos minutos del cierre del parque ni siquiera harán ese tour. 

Bueno, bueno, bueno, no os lo vais a creer. Nos quedan apenas cinco minutos para que cierre el parque, tenemos The Simpsons Ride a pocos pasos. ¿Estamos todos pensando lo mismo? Venga, lo intentamos, vamos a ello. 

¡Conseguido! Entramos antes de las 20:00, somos unos cracks. La fila es supersónica, se nota que es hora de cerrar y que quedan muy pocos rezagados como nosotros. Con deciros que en menos de 20 minutos ya hemos salido de la atracción os lo digo todo. Es la segunda vez que montamos en esta atracción, esta vez sin pastillita antimareo y os diré que no nos hemos mareado nada de nada. Una vez más nos lo hemos pasado en grande con esta atracción. Nos gustan mucho Los Simpsons desde su inicio, somos de esa generación que los ha visto desde la primera temporada en tiempo y forma. Es posible que seamos subjetivos con nuestra opinión.

Nos vamos hacia la salida porque ya sabemos el protocolo aunque no sin que Pequeviajera intente robarle el donut al jefe Wiggun. No ha habido suerte, lo tiene bien agarrado. Quienquiera le quita un donut a este hombre…

Ponemos rumbo a nuestra próxima parada gastronómica… Sí, queridos lectores, podéis perfectamente pensar que no paramos de comer. Hoy es el día de hacer check tras check en nuestra lista de pendientes. El caso es que, de camino, llegamos a la Universal Studios Store. Nos entretenemos un poco aunque vamos a por tazas, tengo una absoluta debilidad con las tazas rozando el síndrome de Diógenes. Siendo la hora que es, no nos encandilamos demasiado y compramos una taza de Tonight Show (17$) y otra de E.T. (15$). En la caja nos atiende una mujer extremadamente amable. Nos informa que en compras mínimas de 40$ se puede añadir el peluche de E.T. por 10$ más. Buah, ya la hemos liado. ¿Cómo vamos a rechazar esta proposición? Sin duda la estrategia es perfecta, es E.T., es adorable, todos lo sabemos, saben llegar a la fibra sensible. Nuestra compra asciende a 32$ así que nos falta añadir algo para llegar a esos 40 dólares. La dependienta nos dice que si queremos bolsa para llevar las compras hay unas de Harry Potter muy bonitas, de diferentes tamaños y que son de un material tipo rafia. Con la bolsa de 6$ ya cumplimos porque los 40$ es una vez sumadas las tasas. Bueno, desde luego, empiezo a pensar que nos espían o es que todos tenemos los mismos gustos. Leo en los ojos de Pequeviajera que nos vamos con la bolsa de Harry Potter y con E.T. No puede ser de otro modo. El peluche de E.T. es del cuarenta aniversario y está abrazando un corazón. Ya estamos derretidos todos, se vienen la bolsa, las tazas y E.T. con nosotros. El total de esta parada suma 40,47$, ni tan mal. Os aseguro que E.T. es adorable, juzgad vosotros mismos.

Estaréis de acuerdo conmigo en que la tarde nos ha cundido bastante pero todavía nos queda otro ítem de la checklist por tachar. Un milkshake de Toothsome Chocolate Emporium. Os dije que no nos iríamos sin volver a por ello. 

Para pedir un milkshake no es necesario reservar ni esperar para ser atendido como en la ocasión que comimos aquí. Para el batido hay una zona específica donde lo pides, lo pagas y esperas a que quien se ocupa de preparar el pedido diga a viva voz el número asignado. Hay infinidad de batidos, la elección no es fácil, nada fácil. Tengo una pequeña lista de varios batidos para probar, lista pensada en que pidiéramos uno para cada uno. Inviable ahora mismo, hemos comido cinco platos y si de algo estoy segura es de que el batido llena mucho, mucho, mucho. Uno para compartir entre los tres. Finalmente elegimos Strawberry Cheesecake, éste cuesta 17,04 $ con las tasas incluidas y viene en un vaso souvenir, de plástico pero souvenir. Cuando lo terminemos le pediremos amablemente si lo puede enjuagar un poco. Se viene a casa para mis plantas.

Esperamos en una mesa. Esperamos. Esperamos. Me canso de esperar, me voy directamente a cotillear cómo los preparan y de paso controlo cómo va y cuándo le tocará al nuestro. Me puede el ansia. Sigo esperando. Caray sí que tienen pedidos… ¡Ah! Por fin, ahí va el nuestro. 

De nuevo, la experiencia gastronómica en este lugar es nivel supremo. Eso o es que tenía tantísimas ganas de probarlo, era una necesidad de tal calibre que no puede resultar mediocre. Me faltan adjetivos para describir lo rico que está este batido. Me voy a olvidar de lo insano que debe ser a estas horas de la noche (probablemente a cualquier hora). Eso sí, llena muchísimo, lo estamos compartiendo para los tres y os aseguro que no echamos en falta pedir alguno más.

Antes de volver al hotel, otra paradita. Sí, no hacemos más que paraditas para comer, beber, volver a comer, soy consciente. Esta compra de ahora no está en nuestro checklist porque es de obligado cumplimiento. Vamos a por nuestro desayuno para mañana en mi lugar favorito, Voodoo Doughnut. En esta ocasión hacemos el pedido online. Pedimos dos Glazed, un Miami Viceberry para Pequeviajera, yo no lo quiero ni ver, un Oh Captain, My Captain y un Chuckles. Los cinco donuts nos cuestan un total de 13,58 $ con las tasas incluidas y sin ningún extra de imprevisto. Ya me he acostumbrado a los precios del lugar y esto me parece baratísimo.

Junto a la caseta de recogida de los pedidos hay una zona con mesas y sillas junto a la laguna que me parece muy chill out. El ambiente en Citywalk es de infarto, la música, la gente, es maravilloso y este lugar es para mí chill out. Nos gusta tanto que estamos pensando todos al mismo tiempo cuándo podremos volver. Pensé que este viaje a Orlando iba a ser el primero y el último y ahora mismo sólo puedo pensar en cuándo volver. Cuánta razón encuentro en los viajeros de Foroparquesdisney que así lo sentían y lo sienten. Sin duda, con razón hay quien lo llama The Happiest Place on Earth

Con nuestros donuts en la característica caja rosa nos dirigimos al autobús que, de nuevo, nos llevará a nuestro hotel por última vez. Creo que es el primer día que nos vamos a la cama antes de medianoche, por poco. Mañana nos espera una mañana de relax, disfrutar un poco del hotel, algo que todavía no hemos hecho con tanto parque y tiene unas piscinas que prometen. Pero lo más importante de mañana es que nos trasladaremos al puerto de Cabo Cañaveral y embarcaremos en mi regalo de cumpleaños, el Wish.

DÍA 11.- Universal Studios e Island of Adventure

16 de agosto de 2023.  Hoy nos cambiamos del hotel Royal Pacific al hotel Cabana Bay Beach sin ocuparnos de nuestro equipaje. Cambiaremos de parque con el Hogwart Express para llegar, entre otras cosas, a nuestra reserva gastronómica de hoy, Mythos

Nuestra primera tarea del día, aquella que anoche no pudimos hacer, es conseguir los donuts con los que he estado soñando esta noche, para bien o para mal. Antes tenemos que dejar las maletas en recepción con la indicación de que las lleven a nuestra próxima casa, el hotel Cabana Bay Beach. Tenéis que saber que el traslado de equipaje aquí no funciona como en Disney, donde no discriminan en función de la categoría del hotel. Aquí sí, se ocupan de nuestro equipaje porque nos mudamos de un hotel de categoría superior a uno de categoría inferior. De ser esto al revés, no se ocuparían de las maletas, tendríamos que transportarlas nosotros de un hotel a otro. Esto ya lo sabía de antemano, de modo  que aprovechamos la circunstancia ya que llegamos en Uber desde Disney y después del Cabana Bay nuestro siguiente alojamiento es un camarote.

Hecho esto, nos vamos hacia el embarcadero para que el siguiente water taxi nos lleve a los parques. Este medio es fantástico porque, como recordaréis, evitamos perder el tiempo con el control de seguridad del Citywalk y, además, en un agradable paseo de 10 minutos aproximadamente nos deja justo delante de nuestra primera parada, Voodoo Doughnut

Podríamos hacer el pedido a través de la aplicación para nuestros donuts, sin embargo, queremos ver el local y esos donuts en vivo y en directo. No hay nadie, con la hora que es… no me extraña. Pasan de las nueve y cuarto. Otro día más que vamos tarde.

No sé cómo estarán los donuts pero sólo con la decoración y la forma de presentarlos, a mi modo de ver tétrica, ya me encanta. La carta es un ataúd, ¿no es una chulada? Eso sí, es todo muy rosa, una de cal y otra de arena. 

Con toda la variedad que hay nos cuesta elegir sólo uno. Esto os digo que nos pasa por ser el primer día, dentro de unos cuantos es probable que hayamos probado ya toda la carta, por suerte de tanto en tanto hay donuts especiales. Aquí lo tienen todo pensadísimo. 

Tras un rato de indecisión familiar, Pequeviajera elige Eight Mile y me convence no sé cómo para que yo pida Miami Viceberry, Juan Pedro pide un Glazed. No las tengo todas con mi elección, tiene pinta de ser extremadamente empalagoso y ya sabéis cómo me llevo yo con el dulce. 

Dentro del local no hay espacio para comer estos donuts decentemente, Sin embargo, a un lado del local hay unas mesas y sillas que vamos a ocupar para desayunar estas delicias. ¿Delicias? Como mi intuición me decía mi donut es empalagoso, la cobertura tiene ese toque de vainilla que sí me gusta pero el azúcar de frambuesa azul es excesivo para mi gusto. El resto de los donuts están espectacularmente buenos. Hemos adjudicado una parada diaria aquí asegurada.

Nos dirigimos ya sin dilación al parque Universal Studios porque ayer nos quedó pendiente alguna que otra atracción. Ya nos conocéis un poco, será algo rapidito, tenemos reserva para comer en Mythos en el otro parque, Island of Adventure, donde llegaremos con el Hogwart Express. Ahí vamos, sólo son las 09:30, comparado con la hora de entrada de ayer, vamos sobradísimos, hoy se nos dará bien el día. Seguro.

¿Qué vemos en Hollywood Boulevard tras pasar los tornos de entrada y caminar unos cuantos metros? Algo impensable, personajes. No contaba con esto hoy. Nos encantan, lo sabéis pero no puedo evitar pensar que como haya muchos, de aquí no saldremos. Vocecita silenciada, dejemos fluir.

Como decía, vemos a Shaggy y a Vilma, ¡qué grata sorpresa! No contaba yo con ver personajes y menos a estos dos, fantástico. Vilma está totalmente en su papel. Esto no es todo, un poco más adelante, en la esquina donde se encuentra Bourne Stuntacular, justo al lado de Schwab’s Pharmacy, vemos la camioneta de Scooby-Doo, sí la Máquina del Misterio, la misma.

Continuamos en Hollywood Boulevard y llegamos al cruce con Vine St, a la derecha junto a Horror Make-Up show encontramos a los pingüinos de Madagascar, grandísimos estos pingüinos, qué risas nos echamos y eso que no nos entendemos. 

Siguiendo Hollywood Boulevard, todo recto, pasando el café La Bamba, en Garden of Allan Villas, escondidos a más no poder encontramos a los encantadores gatos con botas. Son realmente adorables y eso que seguimos sin entender el idioma de estos animales, no suena a Antonio Banderas pero se esmeran en que la comunicación no verbal sea bárbara. 

De aquí giramos hacia la derecha a Exposition Boulevard, para probar suerte de nuevo en la atracción E.T. Adventure, ayer había mucha fila aún con pasé exprés, vamos a ver si hoy tenemos más suerte. Justo antes de llegar, nos encontramos con la piña más famosa del fondo del mar. ¡Cómo no vamos a parar aquí! Nuestro amigo Bob Esponja. Este punto fotográfico es una tienda pero en un ladito junto al ventanal se encuentra la zona donde saludar a estos peculiares personajes, además, estos sí tienen nivel, tiene fotógrafo. Fotografías que de poco o nada me sirven porque no he contratado el servicio en Universal. Nos encontramos con Calamardo y con Patricio, por favor qué achuchable es, achuchable Patricio, Calamardo no está por la labor. Calamardo es buenísimo, me hace echar unas cuantas risas sólo con sus gestos, reconozco que tengo cierta debilidad por este tan particular personaje. Aquí nos quedamos sin Bob Esponja, vaya por Dios, volveremos después de E.T. que quizá con suerte ya haya vuelto.

Ahora sí, después de una charla con el fotógrafo estamos dispuestos firmemente a entrar en la atracción E.T. Adventure cueste lo que cueste, como si tiene media hora de cola en la fila exprés, que como sigamos postergando esta atracción lo mismo nos quedamos sin montar y eso no puede ser bajo ningún concepto, tengo muy buenas referencias de ella y, bueno, es E.T. ¿no es adorable?

Os dije que hoy iba a ser un gran día, en menos de 10 minutos ya estamos dentro, bendito pase exprés. El recorrido de la fila ya es embriagador, aderezado con música y luz que todavía lo hace más bonito. A mi parecer vamos deprisa porque, una vez más, parece que si me encandilo como sólo yo sé hacer alguien va a denunciarme, que pasen todos y que me dejen ser feliz, por favor. ¡Qué prisa tiene todo el mundo! Llega un momento en que la fila se bifurca y quienes llevamos pasé exprés nos iremos hacia la izquierda. Que esto no os genere ningún tipo de preocupación, además de una señalización, hay personal indicándolo. Lo bueno de esta fila es que es interior y bien fresquita, se agradece.

Algo que me gusta especialmente de esta atracción es el vehículo que nos transportará. Éste tiene tres filas y cuatro asientos en cada una pero lo realmente bonito es que cada asiento es una bicicleta. No tenemos la suerte de estar en primera fila, estamos en la del medio pero estoy en un lateral y consigo así tener una visión más clara de lo que sucede. El sistema de movimiento del vehículo me recuerda al de la atracción de Peter Pan, salvando las distancias. La próxima vez que tengamos ocasión de montar aquí, pediremos primera fila. Cuando ya termina la atracción, más o menos, sin ánimo de hacer spoiler sucede algo curioso que hace E.T. con el nombre que nos han solicitado al entrar en la atracción. Esa tarjeta que nos dan tenemos que devolverla al finalizar, lástima para quienes tenemos cierto síndrome de diógenes con este tipo de souvenirs.

Al salir de la atracción, pasamos obligatoriamente por la tienda. Esta tienda tiene algo especial y es que aunque no quisieras comprar nada puedes hacerte una foto muy simpática con la bici y con E.T. 

Cumplimos lo dicho anteriormente y nos acercamos a comprobar si Bob Esponja ha vuelto. Han pasado poco más de quince minutos desde que salimos de aquí, última oportunidad. ¡Ahí está! ¡Qué suerte! Venga que no hay nadie esperando, hoy el día se nos da bien, sí, sí y sí. Está Bob Esponja junto a Patricio. Bob Esponja es… Bob Esponja. Patricio, sigue siendo igual de achuchable que antes. También vemos a Gary al salir del encuentro, dentro de casa, invadido por una luz un tanto psicodélica, parece estar escondido en la piña más hogareña del fondo del mar, ¿dónde sino?

Volvemos por Hollywood Boulevard, vamos adelante y atrás, un poco de desorden sí llevamos hoy pero está todo muy cerca. Vemos que allí donde estaban los gatos, ahora están Fiona y Shrek. Allá vamos, aunque no os lo creáis, no somos especialmente fans de los personajes de Dreamworks pero estos nos resultan simpáticos y encima los tenemos a los dos juntos. Hay una familia delante, esperamos. Justo cuando nos toca, hacen un descanso. Esperamos. Al cabo de unos minutos de calor aparece Shrek. Excuse me! ¿Dónde se ha quedado Fiona? Le pregunto al personal que acompaña a Shrek por si acaso salga en un momento, quizá esté retocándose y aparezca en un minuto. Mi gozo en un pozo, se ha ido y ya está, volverá a no sé qué hora que no estamos dispuestos a regresar. Menudo chasco. Aún así el encuentro es muy gracioso, Shrek es un fortachón bonachón y bueno, nos resulta curioso ver a todo este tipo de personajes, estamos más acostumbrados a ver a los de Disney.

En el 6431 de Hollywood Boulevard, donde vemos el letrero gigante de Montmartre, fuera del edificio de color rosa, están los personajes más top, la familia Simpsons. Llevamos una hora entre unas cosas y otras desde que entramos al parque, nos queda bastante por hacer y tenemos un estresor temporal que es la reserva de restaurante en Mythos pero ¿cómo no vamos a saludar a esta familia? Tiene una fila importante, lógico y normal. Esperaremos.

Al cabo de un nanosegundo de estar en la fila, oigo música, viene de la zona del restaurante Mel’s Drive-In. Suena fantásticamente. Al ritmo de Rock around the clock el personal del restaurante baila dándolo todo. Ya me he teletransportado y ahí estoy yo curioseando mientras el resto sigue en la fila, realmente esta música atrae. Termina la música, vaya. Pienso que ha terminado pero nada de eso, ahora suena Elvis, Let’s twist again, no me digáis que no está sonando lo más pegadizo para bailar, mis pies se mueven sin mi permiso, tienen vida propia. Lo mejor viene ahora, todo el personal forma una fila y en círculo bailan al son de Locomotion pero esta vez buscan voluntarios que los acompañen. De pronto, veo que me hacen una señal para entrar. Estoy pendiente de la fila de los Simpsons, cada vez están más cerca pero esta música me invade y me invita a unirme al baile nunca mejor dicho. No lo pienso dos segundos más, allá voy, entro al ruedo. ¡Qué bien me lo paso! Por favor, quiero una de éstas cada día, es divertidísimo y el ambiente es fantástico, me he transportado totalmente a la época, sólo me falta el outfit adecuado. 

Terminado el bailecito, me fijo en que en la esquina está el león de Madagascar pero no puedo hacer fila ahí ahora y después no nos va bien que tenemos todavía mucho que hacer hoy. Con tanto encuentro se nos está yendo la mañana. Vuelvo directa a la fila de los Simpsons que nos va a tocar ya mismo.

¡Qué revuelo llevan los Simpsons! Es que son la sensación por aquí y lo saben. Bart se marca un bailecito de los suyos y a Homer le explicamos que no hemos tenido oportunidad de probar la cerveza Duff pero sí hemos estado en la taberna de Moe donde le pusimos falta, Barney sí cumplió. Nos despide con un bailecito estilo Bart para disculparse. Aquí nos faltan Lisa y Maggie, no sé dónde estarán, Lisa sí sé que ha estado hace un rato. No sé qué pasa hoy que se nos van los personajes de forma abrupta.

Nos vamos a la atracción Transformers: the ride, está justo al otro lado del restaurante Mel’s Drive-In. Esta atracción es un simulador 3D que nos transporta en medio de una batalla con los grandes. Aquí también contamos con fila exprés, hoy sí estamos aprovechando y sacando partido al pase. En nada y menos estamos en la puerta para montar. La fila regular marcaba 40 minutos y hacemos 10 con el pase exprés.

El vehículo consta de tres filas con cuatro asientos cada una de ellas. Un lateral del vehículo sí cuenta con una pared pero el otro está descubierto que es por donde entramos. En cualquier caso, la acción sucede en el frente. En cinco minutos que dura la atracción estamos ya listos para la próxima. Sin embargo, sé que algún que otro personaje como Optimus Prime o Bumblebee suelen dejarse ver fuera de la atracción, vamos a probar suerte.

Nos topamos con Optimus Prime pero tiene una cola imposible así que nos contentamos con verlo, sin más. De camino a nuestra próxima atracción, nos encontramos con Vector, el malo malísimo de los Minions que viste de naranja, pues ése. Otro que tiene una fila lo suficientemente considerable como para que pasemos de largo. Creo que se nos ha acabado la buena racha de esperas en personajes. Son las once y cuarto, quizá sea porque a “primera hora” la gente aprovecha para hacer atracciones mientras que nosotros no paramos de entretenernos por el camino interactuando con personajes. ¿Vamos a contracorriente?

Ahora nos dirigimos hacia la atracción Race Through New York Starring Jimmy Fallon, otra imperdible. La fila consiste en atravesar los estudios NBC para dirigirnos al plató de grabación. Al finalizar la fila, vemos a un quinteto que también, salvando las distancias, me recuerdan a los Dapper Dans de Disney, aquí se hacen llamar Ragtime gals. Nos entretienen un par de minutos, lo justo y suficiente hasta proceder a la siguiente sala donde nos espera el pre-show. Éste dura unos minutillos y es donde Jimmy nos cuenta qué es lo que vamos a hacer y ya puestos nos hace reír un rato. Y ¿qué es lo que vamos a hacer? Pues recorrer la ciudad de Nueva York a toda velocidad en un vehículo junto al mismísimo Jimmy.

Esta atracción combina el show y el simulador basándose en el show que presenta Jimmy Fallon, The Tonight Show. Tras el pre-show entramos en un teatro con gafas 3D, estas gafas me aprietan y me pinchan, no sé si son todas iguales o sólo las nuestras están defectuosas. Como ya estoy dentro porque tengo esa costumbre de no probarlas antes, me toca aguantarme. Intentamos sentarnos lo más cerca del medio posible sin embargo, nos vamos sentando según entramos tampoco podemos elegir todo el teatro. Donde sí tenía clarísimo que no nos debíamos sentar es en la primera o primeras filas ya que hay una barandilla que tapa la visión de la pantalla. Esta atracción nos encanta mucho, mucho, mucho y hasta aquí el spoiler porque se debe comprobar por uno mismo.

De aquí nos vamos a la atracción Revenge of the Mummy, se encuentra justo al lado y si hay otra atracción que no puede faltar es ésta. Otra que tengo muchísimas ganas de probar porque las expectativas están a punto de llegar a la luna. Como veréis estas atracciones de hoy han sido la causa de que repitamos parque y nos dejemos Island of Adventure para después. ¿acierto o error?

Antes de entrar tenemos que dejar las mochilas en los lockers, ya nos habíamos olvidado de ellos, para ello hay dos entradas una para la atracción y otra para los lockers. La fila es absolutamente espectacular y eso que estamos accediendo con el pase exprés, donde intuyo que algo se pierde. Esta atracción es una montaña rusa interior, una dark ride, que alcanza cierta velocidad con caídas y algún que otro golpe brusco, en algún momento echa un poquito de agua y hay momentos de fuego donde se nota el calor.  Realmente es divertidísima. 

Al salir, tenemos un encuentro más, en este caso dirigimos la mirada a las grandes alturas, ahí está la momia rozando el cielo, dispuesto a hacerse una foto con nosotros. Hablar lo que entendemos por hablar va a ser que no.

Estando Hollywood Rip Ride Rockit cerrada, por aquí sólo nos queda una atracción en este parque por hacer, Fast & Furious Supercharged, odiada por muchos. Aún conocedores de la opinión casi mayoritaria de lo pésima que es la atracción, nosotros no podemos irnos sin probarla. Tenemos que opinar por nosotros mismos y, además, Juan Pedro es muy fan de estas películas que ya deben ir por la centena y compartimos el gusto por los coches que espero ver.

Aprovechamos el pase exprés, afortunadamente los coches se ven igualmente desde la fila regular que desde la exprés. El primero que nos llama la atención, posicionado estratégicamente, es el Charger de Toretto, el icónico.

Tras un par de mini shows, montamos en un autobús que, madre del amor hermoso, es una discoteca ambulante con la música electrónica a todo volumen. Este autobús tiene ocho filas con cinco asientos cada una. Me parece que el lateral izquierdo tiene más actividad que el derecho, es sólo una percepción. Atención porque aquí también un poquito nos mojan, echan humo, todo acorde a lo que vemos. Al salir, nos espera de nuevo un Dogde de Toretto, esta vez el Challenger, también estratégicamente situado.

Hecha esta atracción, una y no más, siendo que ya pasan de las doce y media, nos vamos directamente hacia zona Potteriana un ratito y después cambiaremos de parque en tren. Sí, con lo cerca que están uno del otro esta experiencia es otro must, además necesitamos imperiosamente tomar este tren en ambos sentidos ya que la experiencia es diferente. 

El callejón, qué deciros, nunca me cansaré de verlo. Hoy vamos a investigar un poco la zona y a que Pequeviajera se compre un colgante del que se ha encaprichado. Entran en la tienda Madam Malkins, yo les espero fuera y así me deleito con el fuego del dragón y, de paso, intento que me dejen cotillear en las tres escobas, donde no sé si podremos comer o cenar algún día.

Llevan más de 10 minutos dentro o eso me parece a mí, no llevan móvil operativo ninguno de los dos, se suponía que era entrar y salir de la tienda. No los veo por ninguna parte, me empiezo a inquietar pero no me puedo mover porque será peor si nos perdemos. Hay tantísima gente que me cuesta distinguir a las personas, afortunadamente hoy vamos todos con outfit Minion y es más fácil buscar a dos personas con camisetas amarillas. 

Por fin, ahí están, me ha parecido que ha pasado por lo menos una hora pero efectivamente han sido diez minutos. ¿Cómo es posible? Me explican que Pequeviajera se había encaprichado también con un coletero de Gryffindor que Juan Pedro no le ha dejado comprar. Ante esto, que no ha sido ningún drama, en absoluto, una familia americana que parece estaba a su lado, ha comprado el coletero para Pequeviajera y se lo ha regalado. Un coletero de 15$ más tasas a una completa desconocida, una niña muy dulce, sí, pero una desconocida al fin y al cabo. No salgo de mi asombro.
Después de este rato bajo el sol se me ocurre que necesito algo frío, bien frío. Yo lo tengo claro, cristalino, un helado de Florean Fortescue, también tengo claro, cristalino el sabor: caramelo salado.  Pedimos uno cada uno, no presto atención a qué piden los demás porque tengo todos mis sentidos puestos en mi cucurucho antes, durante y después, eso sí la cuenta sube a 22,47 dólares más tasas, la friolera de 23,93$ por tres helados. Ya pueden estar buenos. El helado en sí es el hard pack con galleta tipo waffle. No sé si existe la palabra para describir el éxtasis para los sentidos que supone este helado, OMG.

Enfrente de Florean se encuentra Ollivanders, una tarea pendiente, importantísima. Realmente ya pasa un poco de la una y vamos fatal de tiempo, le propongo a Pequeviajera que vayamos a la que hay en el otro parque esta tarde. Sin embargo, recapacito. Imaginad cuán importante es este tema que no podemos postergarlo más, no hay prácticamente fila y sabiendo que suele ser un lugar muy concurrido, accedo. Vamos a probar suerte tantas veces como sea necesario hasta que elijan a Pequeviajera para formar parte del show. En esta tienda venden las varitas, todas las que podáis imaginar. Dentro de la tienda, tras pasar las estanterías llenas hasta los topes sin dejar centímetro vacío, se encuentra un lugar donde se hace un ritual de lo más característico. 

La varita elige al mago. El guardián de la varita elige a uno de los asistentes, tengo entendido que suelen ser niños, así que yo pierdo toda esperanza, no es prioridad. La prioridad máxima es Pequeviajera, ella sí tiene papeletas para ser elegida por su edad y porque va ataviada con la capa, con el colgante y con el coletero de la casa Gryffindor, entre otras cosas.

Entramos un grupo de unas quince personas aproximadamente. Hago una rápida inspección, hay tres niños más, no veo nada en ellos característico del mundo Potter, aún así no las tengo todas conmigo. 

De pronto, se abre una puerta escondida entre los millares de varitas y accedemos a una sala pequeña donde el wandkeeper nos explica un poco acerca de la tienda y nos invade magia. Reconoce que hay bastantes muggles pero que hay un poder especial extraño. Así como quien no quiere la cosa, se acerca a nosotros. Pequeviajera está en primera fila, no puede ser de otro modo. Si de algo nos hemos ocupado es de que se haga ver.

El hombre pasea delante de quienes están en primera fila. Va, vuelve, se va hacia su mesa. Pequeño chasco porque ya pensé que al pasar delante de Pequeviajera la elegiría. Al momento, vuelve a salir, se acerca, se aleja, parece que va a pasar de largo, vuelve un poco sobre sus pasos, la elige. La ha elegido. Ha sido seleccionada. Estamos que nos invade la emoción y no os podéis imaginar hasta qué punto. Las lagrimillas ya empiezan a asomar. El ayudante del wandkeeper no me deja grabar el momento, no sé qué tiene de malo si se trata de mi hija, no voy a grabar a nadie que no sea ella y al señor guardián de las varitas que debe tener cedidos sus derechos de imagen. Me quedo sin poder inmortalizar tan emotivo y mágico momento. No os voy a destripar el show, sería un despropósito. La varita elige al mago. Estamos con los pelos de punta, los lagrimones campando a sus anchas. Pequeviajera está aguantando el tipo, lo está haciendo realmente bien, todo es en inglés pero es muy intuitivo. Finalmente, habemus varita. El árbol, madera de álamo y la criatura mágica, el unicornio. 

La varita que ha elegido a Pequeviajera puede correr dos tipos de suerte, que la compremos o que la dejemos en la tienda. No hace falta que os diga qué suerte corre esta varita en particular. Pequeviajera sale del show con su varita directa hacia la caja. Ha estado ahorrando para pagar esta compra. ¿Cuánto cuesta tan afamado artículo? Pues os diré que la varita interactiva cuesta 63$ más TAX, lo que hace un total de 67,10$.

Varita en mano ¿qué vamos a hacer con ella? Como no puede ser de otra manera, ya que viene acompañada de un mapa con las ubicaciones e indicaciones para conseguir efectos no aptos para muggles, vamos a probar suerte con todos esos trucos que se pueden hacer por la zona. Sí queridos lectores, sabéis que no nos sobra tiempo pero la felicidad no entiende de horarios.

No resulta fácil hacer estos trucos o quizá sea que la varita no funciona bien y algunas personas en la fila detrás de nosotros se impacientan e incomodan. A ver, estemos tranquilos todos, seguro que al próximo intento lo conseguirá. Sin presión.

Seguimos con los trucos, hay unos cuantos dentro del callejón más oscuro, ya sabéis a cuál me refiero, la otra cara del callejón Diagón.  Efectivamente, el callejón Knockturn. Aquí es donde encontraremos todo lo relacionado con las artes oscuras, nada tenemos que hacer aquí salvo curiosear. Accedemos porque recordaréis que hemos dejado atrás el mundo muggle y, bueno, hay  una señal que nos indica el camino, no tiene pérdida. Allá donde comienza la oscuridad, ahí es.

¿Sabéis qué es lo mejor hoy de este callejón? Esta perpetua oscuridad significa sombra y frescor contínuo. Magnífico lugar para huir del calor. Aunque tengamos cuidado… merodear por aquí… Es un mal sitio. Mejor que nadie nos vea. Es arriesgado y peligroso.

Salimos del callejón oscuro, que sí, se está a gusto en cuanto a temperatura pero tanta oscuridad no es buena para nuestra vista. Además, atención porque son las 13:45 y tenemos reserva para comer en el otro parque a las 14:30. Sí, sé que faltan tres cuartos de hora pero aquí el tiempo vuela.

De camino al Hogwarts Express vemos de nuevo el autobús noctámbulo, esta vez sí echamos un ojo a su interior con ocasión de que el conductor está entretenido. Pequeviajera baja la varita no vayamos a tener un disgusto, no queremos subir, menuda locura, menos mal que sigue entretenido, estamos a salvo por ahora.

Estamos en la estación de King Cross en Londres para tomar el Hogwarts Express en dirección a Hogsmeade. En esta estación de Londres es donde se encuentra el andén 93/4. Llegó otro de los momentazos del día, como sabréis en este andén es donde se puede simular que atravesamos la pared. Esto implica que una persona se quede a un lado del espejo para poder inmortalizar el momento mientras el resto pasan por el otro lado del espejo atravesando así la frontera entre el mundo muggle y el mágico. Inconveniente, que para que se pueda ver esta simulación implica que alguien esté obligatoriamente al otro lado del espejo. En este caso, también implica que alguien se queda sin inmortalizar su propio momento, osea yo. Claro, esa zona de simulación es parte de la fila así que o subimos dos veces por esta estación o el grupo vuelve sobre sus pasos para hacer lo propio. Según cómo estén los ánimos de la gente en la fila esto puede ser la antesala de un linchamiento. Hoy vamos con cierta prisa por nuestra reserva de restaurante así que no nos planteamos la vuelta, me quedo sin la simulación pero estoy enormemente contenta de que Pequeviajera disfrute con este momento.

Hemos accedido por la fila exprés, de nuevo, bendito pase exprés. Subimos al tren, cada vagón puede albergar a 8 personas en total, cuatro en cada lado de frente. ¿Dónde nos sentamos? Pues donde nos dejan porque somos los últimos en entrar al vagón pero como somos sólo dos familias (cada una en un lado) es garantía de que nadie nos tapará las proyecciones. Ups, os destripo un poco esta atracción que nos es únicamente un medio de transporte. Las ventanas son pantallas donde veremos proyecciones inmersivas y, hasta aquí puedo leer, no voy a desgranar más, sólo recordar que estas experiencias inmersivas son diferentes en cada sentido. Es decir, hay dos experiencias diferentes, así que en algún momento tendremos que subir al tren de vuelta a la estación de King Cross.

Bajamos del tren y aquí un pequeño consejo, una de las mejores vistas del tren (si no la mejor) la tenemos cuando termina este trayecto desde King Cross ya que cuando bajamos del tren nos dirigen hacia la salida por la parte delantera del Hogwart Express, se puede ver muy bien pero esto sólo ocurre en esta dirección.

Salimos de la estación, seguimos las indicaciones hacia Hogsmeade, no hace falta, oímos el rugido de la moto de Hagrid. Deberíamos girar a la izquierda hacia Mythos en la zona Lost Continent, pero todavía faltan 20 minutos para nuestra reserva, estamos frente al arco de entrada ¿cómo vamos a estar aquí y no parar un momento en Hogsmeade? 

Tras una breve toma de contacto con el lugar, inmersivo donde los haya, nos despedimos con un hasta luego, después de comer será la prioridad. Cum Laude para Universal, la tematización de las zonas de Harry Potter es grandiosa. 

El restaurante Mythos es uno de los que tengo muchas ganas de probar. Universal no destaca por la calidad y variedad gastronómica, no es comparable a Disney. Sin embargo, resultó ser premiado como restaurante table service número uno de parques temáticos del mundo. Esto fue así de 2003 a 2008 y de 2019 a 2022. En la entrada del restaurante hay un enorme cartel que reza Awarded “World’s Best Theme Park Restaurant” de forma que parece un galardón recién otorgado. En cualquier caso, tenemos que probarlo para opinar.

Hacemos el checkin y esperamos unos cinco minutos para entrar. La reserva, por cierto, la hice en la propia web de Universal Orlando. Lo puedes hacer en este link pero para reservar tienes que estar registrado en la web de Universal. 

Nos acomodan en una mesa situada en el centro, desde aquí tenemos vistas al lago y a Marvel Island aunque no estamos junto a los ventanales con esas magníficas vistas en primera fila. La tematización del local sin duda es lo que más llama la atención. A primera vista parece ser una caverna con todo su exterior rocoso, dentro juegan con una combinación de luces y colores, pretendiendo parecer el interior de una gruta. El ambiente es realmente acogedor y, personalmente con lo que me fascina la mitología griega y romana, no puede no gustarme. Confieso que para elegir este restaurante me incliné más por la temática que por la comida, y bueno, las reviews gastronómicas y que hubiera ganado esos premios años atrás también hizo a su favor.

Para comer elijo Mythos Signature Lamb Burger (21$), una hamburguesa de cordero con lechuga, tomate, cebolla y salsa de queso, Juan Pedro elige Brick Oven Roasted Chicken (27$), pollo asado con hierbas aromáticas y Pequeviajera pide Beef Medallions (11$), lomo con puré de patatas y judías. Con la comida sirven pan con mantequilla.

El servicio es lento, 40 minutos para servir la comida, juzgad por vosotros mismos. Es un servicio de mesa, lo sé, sé que voy a emplear tiempo en ello, es algo que asumo pero pensaba emplearlo comiendo tranquilamente y no esperando eternamente. No está el restaurante lleno ni mucho menos. Respecto a la comida, la hamburguesa está muy buena, la verdad. El pollo también está bueno aunque por alguna razón quedó un poco seco, la salsa que dice el menú que tiene no la termino de ver. El menú infantil sí que es escaso como podréis comprobar en la fotografía, ahí sí que suspenden, no es para nada abundante para lo que venimos acostumbrados, incluso aquí en Universal, en los restaurantes de Citywalk. El total de esta comida sube a 59$ más 3,84$ de las tasas, más 10,62$ de propina, en esta ocasión hemos dejado 18%.

En el fondo todo este amago de enojo conjunto también es porque está lloviendo. Con tanto tiempo de espera para que nos sirvan la comida me he dedicado a observar a través de los ventanales el panorama, incluso a salir a una especie de terraza que hay desde donde poder divisar The Incredible Hulk Coaster en todo su esplendor. Está mojado y llueve cada vez con más fuerza. De momento estamos a resguardo pero en mi mente sólo puede pasar la idea de que lo que nos falta por hacer en Universal son atracciones al aire libre en su casi total mayoría. Me intento autoconsolar con que las lluvias en Orlando son fuertes pero pasajeras. Con suerte cuando terminemos de comer habrá parado.

Hemos terminado de comer y sigue lloviendo. En algún momento tendremos que salir de aquí, sea como fuere, allá vamos. Estamos preparados para la lluvia pero no para que cierren todas las atracciones que nos faltan por esta causa. 

Con cierta resignación, le vamos a poner buena cara al mal tiempo, así que aprovechamos para descubrir una atracción indoor que no hemos hecho, Harry Potter and the Forbidden Journey, atracción que como imaginaréis es un must ineludible.

Entramos en Hogsmeade y conforme damos un paso más, nos acercamos al imponente castillo de Hogwarts. La atracción está ahí, dentro del castillo. Realmente la estampa es increíble, la tematización de la zona es espectacular pero el castillo al fondo sin duda le aporta el grado de excelencia.

Está lloviendo, no es una lluvia molesta pero sí lo suficiente como para que las grandes atracciones al aire libre sigan cerradas, riesgo de tormenta eléctrica. ¿Cómo no se me habrá ocurrido mirar la aplicación meteorológica esta mañana? Si hay algo que tenía anotado y aprendido de memoria es que la probabilidad de lluvia aumenta exponencialmente durante la tarde, algo básico, de primero de planificación de viajes. Tantísimos días con ola de calor asfixiante y sin lluvia me han hecho confiarme y olvidarme de su posible existencia.

Son las 15:30, aprovechamos las últimas horas de pase exprés y nos vamos directamente a la fila en cuestión. Stop. No nos dejan pasar. ¿Qué ocurre? Ah dice que tenemos que dejar nuestras backpacks en los lockers. ¿Dónde están los lockers? Bordeando el castillo por la izquierda. Está lloviendo pero algo que va dentro de los lockers son los paraguas, no me apetece entrar en la atracción con chubasquero, también se queda. La varita que eligió a Pequeviajera también va dentro del locker, con caja incluida. Ya nos hemos vuelto expertos en organización de pertenencias y consiguiente tetris para que quepa todo en los casilleros gratuitos, son lockers estrechos pero con cierta profundidad.

Paseíto bajo la lluvia hasta el castillo, ahora sí pasamos por la fila exprés, qué bien nos van las fundas de plástico transparente de los lanyards. La fila es una auténtica fantasía para los fans. Lo primero que llama la atención son los cuadros y enseguida vemos a Dumbledore en su despacho. Tras esto aparece el cuadro con la famosa Dama Gorda y finalmente el Sombrero seleccionador. Está explicando algo pero no consigo oir nada de nada, qué ruidosos estamos en la fila hoy todos, será que el mal tiempo altera. 

Llegamos a las puertas de la atracción en sí y aquí he de hacer el apunte de que sí se pierde parte de la fila tematizada por ir con el exprés porque hay bastantes elementos que esperaba ver y no he visto. Quizá esté despistada pero tanto… Esta atracción parece que es una de las que más marea, hoy hemos tomado pastillita también por si acaso aunque no sabemos si nos hará efecto o no. 

La atracción es como novedad, un simulador. Fuera bromas. En esta atracción, el vehículo está formado por cuatro asientos, su revestimiento me recuerda a los del altar de ciertas iglesias. Para mi gusto estamos muy juntos unos de otros, a mi lado tengo a alguien que parece no controlar sus piernas y de tanto en tanto invade mi espacio vital. Durante la atracción veremos Hogwarts, jugaremos un partido de Quidditch y como no podían faltar, nos toparemos con dementores. Apenas dura cinco minutos y no, no nos hemos mareado, tendremos que probar alguna atracción sin pastillita para comprobar el efecto. Otra atracción que nos ha encantado pero a decir verdad, reconozco que como buenos fans, una vez más, no somos objetivos.

Recogemos nuestras cosas del locker y vamos a la atracción Flight of the Hippogriff, están abriendo y cerrando continuamente las atracciones grandes, vamos a probar suerte porque en la de Hagrid ya lo hemos intentado sin éxito. Nos sucedió que la aplicación de Universal indicaba que Hagrid estaba abierta, un montón de personas aglomeradas frente a la atracción, igual que nosotros, no llovía. Sin embargo, el personal encargado de la atracción nos hizo escampar a todos porque según me explicaba tiene que hacer muchas pruebas hasta poder reabrir. Así que viendo lo visto, probamos ésta que sí está abierta y después ya veremos qué nos depara el clima y decidimos hacia dónde ir.

Pasan unos minutos de las cuatro, la paran porque llueve. No puede ser verdad, qué racha llevamos en este parque. Al cabo de un rato, arranca la atracción en pruebas, suben los primeros. Siguiente turno. Pasa un cuarto de hora, no más, empieza a llover a cántaros. Paran la atracción a causa de la lluvia con la gente montada, están literalmente mojándose bajo un diluvio, sin escapatoria. Estoy sufriendo por esas pobres personas, ¿por qué no las evacúan? Están muy cerca del final de la atracción y en llano, por favor, sólo tienen que mover el vehículo unos metros y liberarlos de lo que les está cayendo encima, es bárbaro. 

Después de que finalmente liberen a estas personas cuya ropa debe pesar unos tres kilos más, seguimos en la fila sin saber muy bien qué hacer. Si parara de llover podríamos optar por movernos hacia otro sitio, hacia atracciones cubiertas, de las poquísimas que hay en este parque, o por quedarnos aquí hasta que podamos subir y nos quitamos ésta ya que estamos aquí. Tras un rato de deliberación sin bola de cristal, nos quedamos con la segunda opción, entre otras cosas porque llueve tantísimo que es preferible estar aquí a cubierto que salir y lidiar con tal barbaridad de agua que está cayendo, se está rompiendo el cielo, tal cual. Otro apunte que tenía de estos diluvios es que duran un rato y después sale el sol como si nada. Pues aquí echamos una hora, esperando y esperando a ver si amaina. Eso sí, hemos aprovechado para ponernos los chubasqueros y las fundas impermeables para los zapatos ya que se están formando charcos y justo hoy llevo puestas las Converse. Como se mojen estaré unos días sin ellas, les cuesta mucho secarse.

Cerca de las 17:30 funciona la atracción, por fin ha parado de llover, han hecho la prueba correspondiente y subimos. No sé si ha sido un acierto o un error pasar una hora aquí, el subconsciente a veces genera expectativas que no se cumplen, como que en un ratito deja de llover, reabren la atracción, montamos y nos vamos a otra cosa. En cualquier caso, si algo bueno de esto hemos sacado es que estamos secos, la mayoría de viandantes parecen recién salidos de una ducha aún con chubasquero y/o paraguas.

Aprovechamos que ha parado un poco la lluvia pero que las atracciones grandes siguen cerradas para descubrir fugazmente la zona de Seuss Landing. Sin duda, es una zona muy curiosa que tenía ganas de investigar, llamativa a más no poder por su decoración, ya que alberga la literatura del Dr. Seuss, a quien seguramente conocéis por ser el creador del Grinch, entre otros. Esta zona es de paso, no nos podemos entretener más porque el tiempo corre en nuestra contra y todavía nos quedan unas cuantas atracciones por hacer.

Vamos a hacer un recorrido circular, estábamos en la zona de Harry Potter, Hogsmeade, zona de inicio y fin de la ruta. Así, hemos pasado por  Seuss Landing y ahora nos dirigimos a Marvel Super Hero Island, la atracción The Amazing Adventures of Spider-Man nos espera, hoy le vamos a sacar jugo al pase exprés. Además, la estrategia improvisada es hacer las escasas atracciones de interior que tiene este parque y las de agua. En concreto, las atracciones de agua también están cerradas de tanto en tanto, desconozco si por el temporal o por fallos técnicos. Qué día de cierres llevamos hoy.

La atracción The Amazing Adventures of Spider-Man es un simulador 3D/4D. ¿Recordáis lo que os he contado del vehículo de la atracción de Transformer? Pues éste diría que es idéntico. Es un vehículo de tres filas con cuatro asientos cada una, con una pared en un lado del vehículo, todo igual, vaya, hasta el color diría. Esta atracción, además, combina el recorrido por diferentes escenarios de acción. Aquí os diré que la fila está tematizada y es muy interesante ya que veríamos el Daily Bugle y digo veríamos porque nosotros accedemos por la fila exprés, todo esto nos lo perdemos. La atracción nos ha gustado mucho, también somos fans de Marvel, ya sé lo que estáis pensando.

De aquí continuamos con el recorrido circular para llegar a la zona Toon Lagoon, llegó el momento del reto de atracciones de agua. La primera en la lista es Popeye & Bluto’s Bilge-Rat Barges que por fin parece que ha abierto, venga que llegamos, hoy luchamos contra la lluvia. Me consta que de esta atracción se sale empapadísimo así que montamos con los chubasqueros y con las fundas impermeables para los zapatos (una alternativa que ocupa menos espacio que las chanclas como hicimos en Animal Kingdom). En las atracciones de agua de Universal si quieres resguardar tus mochilas el locker es de pago (4$ el pequeño, 5$ el grande hasta 90 minutos) así que como seguimos en modo tacaño para ciertos lockers, no lo pagamos. En esta atracción puedes guardar las mochilas en un compartimento tapado con una especie de funda que hay justo en el medio de la barca. Pasamos por la fila exprés aunque en este momento, como imaginaréis, la diferencia en tiempo de espera es irrisoria. Durante el recorrido por los rápidos veremos escenas de Popeye y escucharemos la canción icónica de los cortometrajes. Caen chorros de agua por todas partes, la familia que va en nuestra barca, sin chubasquero, sin nada que los proteja del agua, están completamente empapados al poco de estar en la atracción.

Me da la sensación de que ésta va más rápida que la de Animal Kingdom, son similares así que la comparación resulta inevitable. Hay un tramo en el que tenemos unas vistas privilegiadas de Velocicoaster, justo el tramo de la subida y posterior caída, lástima que siga cerrada y no pase ahora mismo por aquí ningún vehículo, hubiera sido lo más.

Después de mojarnos un poquito con Popeye, nos toca la siguiente acuática, nada más ni nada menos que Dudley Do-Right’s Ripsaw Falls, me encanta especialmente por la caída final que tiene. No podemos esperar más, vamos allá.

En esta atracción vamos en unas barcas de cuatro filas con un único asiento por fila, aquí la mochila va entre las piernas si no la has dejado en un locker. Nosotros no, así que ahí va la mochila y la intentamos tapar con los chubasqueros.

Esta atracción nos lleva a través de un recorrido combinando zonas interiores con exteriores, es una atracción de altura con alguna que otra caída. Lo mejor (o lo peor según se mire) es que hay un momento en que la zona es de completa oscuridad, o casi y ahí es donde nos encontramos el primer contacto. Me resulta curiosísima la cortina de agua que conforme llegamos con la barca se modifica para que no caiga agua justo en la zona donde pasa la barca, a ver si al final no nos vamos a mojar y son todo exageraciones. Tras un poco más de recorrido llegamos a una zona donde nos paran un momento, eso sólo puede significar que aquí viene lo grande. Caemos. Sin duda, esto es lo mejorcito de la atracción pero cuidado porque es tal la cantidad de agua que se viene encima que temo una vez más por una de mis lentillas, al final tendré que montar a este tipo de atracciones con gafas de natación. La atracción es bien larga, como unos 5 minutos, después de la caída todavía queda un pequeño tramo de paseo relajante y con algún regalo en forma de chorro de agua, por si se diera el caso de  no habernos mojado.

Todavía nos queda una atracción interior de camino para aprovechar el pase exprés. Esta atracción no es otra que Skull Island: Reign of Kong. Para llegar a ella tenemos que pasar bajo los colmillos de Kong, empezamos fuerte. Aprovechamos la fila de pase exprés y estamos dentro en menos de dos minutos y ya sabéis lo que esto significa, otra fila tematizada que nos perdemos. El vehículo es una suerte de autobús de 11 filas en las que caben unas cuatro personas en cada una de ellas.  Esta atracción es una dark ride y simulador. Otra atracción bien larga, ésta dura 6 minutos. Durante el recorrido nos encontramos con diversos animalitos que parece nos vayan a comer y santo cielo qué grande es Kong así de repente. Aquí un apunte y a la vez spoiler. Si queréis ver la pantalla en la que aparece el gigante Kong, ésta aparece a la derecha por lo que si la queréis ver sin posibles obstáculos, elegid el lado derecho del vehículo.

Listo, ya hemos hecho todas las atracciones que nos faltaban aprovechando el pase exprés. Ahora tenemos un grandísimo dilema. Parece que ya están en marcha las atracciones grandes, mañana pasaremos el día en Volcano Bay, tenemos que tomar la primera difícil decisión. Son las 19:20, quedan 40 minutos para el cierre del parque hoy, nos queda mucho por hacer en Hogsmeade y especialmente la atracción de Hagrid pero también la de Velocicoaster, atracción que Pequeviajera tiene unas ganas locas por subir. Las dos no puede ser, será por la lluvia pero las colas son tremendas aún con pase exprés. Sólo podemos garantizar una y poder disfrutar de la zona de Hogsmeade, ya sabéis lo Potterheads que somos por aquí. Tras unos momentos de tensión y de no querer elegir pero saber que debemos hacerlo cuanto antes, dejamos atrás la zona de Jurassic Park para adentrarnos en The Wizarding World Of Harry Potter

Lo primero que hacemos es comprobar que la atracción de Hagrid sigue imposible, yo no comprendo qué está pasando si ya funciona prácticamente el 100% del parque. Frente a esta atracción tenemos otro lugar donde disfrutar de algo importantísimo que no hemos hecho aún. Como supondréis esto tan importante es probar la Butterbeer, la famosa cerveza de mantequilla. Con todo el tiempo que hemos estado por aquí y todavía no hemos tenido oportunidad, ¡cómo se nos va el tiempo! Necesitamos after hours en Universal. 

Nos vamos a Hog’s Head. Este bar se encuentra pegado al restaurante Las Tres Escobas, donde no me dejaron cotillear ayer, hoy sí saciaré mi yo más curioso aunque tomemos las bebidas en otro lugar, comparten espacio.
Aquí venden la popular Butterbeer en tres estados diferentes (fría, helada y caliente) entre otras bebidas como el zumo de calabaza y la exclusiva Hog’s Heads Brew. Nosotros pedimos una Butterbeer fría (8,49$) y un Pumpkin Juice (4,99$). Estas dos bebidas nos cuestan 14,36$ con las tasas. Nos las llevamos afuera donde hay una zona techada muy agradable con mesas y bancos pero lo mejor de aquí es poder tomar estas bebidas con unas magníficas vistas a Velocicoaster, pasa tan sumamente cerca que parece que nos podamos subir ahí mismo.

Lo más importante, ¿qué tiene esa Butterbeer para ser tan famosa? Pues os diré que nada de lo que lleva su nombre, ni cerveza ni  mantequilla, la receta inglesa original por supuesto que sí lo lleva. Es una especie de refresco con muchísima espuma. Es dulce y con un cierto sabor a vainilla. Como persona que prácticamente sólo consume azúcar en los excesos gastronómicos de estos parques junto a los de Disney, os diré que no me resultó tan empalagosa como pensaba. ¡Ah! Algo que también difiere de la receta original es que no lleva alcohol por lo que es apta para todos los públicos.  ¿Y el Pumpkin juice? Nada, un zumito de calabaza con algún toque de frutas exóticas que no termino de descubrir. Un zumo sin más que a Pequeviajera no le ha gustado y me termino tomando yo. 

Ahora que faltan poco más que escasos 15 minutos para cerrar el parque vamos a la atracción Hagrid’s Magical Creatures Motorbike Adventure. Esta vez ya no me voy de la fila, digan lo que digan montaremos tienda de campaña allí si hace falta. 

Esta atracción no cuenta con pase exprés pero sí está abierta en la Early Park Admission (1 hora antes de la apertura oficial del parque), descartado para nosotros. Otra atracción que cuenta con locker, dejamos todo excepto el móvil y seguimos en la fila. Qué horror de día, ahora vuelve a llover, ¡en serio! ¿qué le hemos hecho esta tarde al mundo? Estamos en la fila minuto tras minuto, no demasiado tranquilos, no es como ayer en la atracción de Gringotts. No, aquí estamos todos un poco ansiosos porque llueve, de momento no es lluvia excesiva y parece no haber alerta de tormenta eléctrica que sería causa inmediata para el cierre de la atracción.  A todo esto, la fila es una chulada, cada centímetro es para pasar un ratito admirando los detalles. Seguimos en la fila, sin saber muy bien qué pasa, no se mueve apenas. A que nos quedamos sin poder montar, después del sacrificio con la dura elección. Qué final de día tan lleno de estrés, por favor. 

Finalmente, nos movemos. Bien, buena señal. Tras un ratito llegamos a las puertas donde ya van llegando las motos. Montamos bajo la lluvia, no me lo puedo creer, sueño realizado. Hemos hecho una fila de unos 30 minutos así que quitando el estrés por la lluvia y posibilidad de volver por donde hemos venido sin montar, ha estado fenomenal porque, os diré que esperando se nos ha hecho de noche. Vamos a montar de noche. Emoción máxima. Aquí los vehículos son una réplica de la moto de Hagrid, por lo que una persona puede subir en la moto y la otra en el sidecar. Por supuesto, todos queremos la moto, será Pequeviajera quien tendrá el honor. Subimos las dos solas y delante tenemos a un padre con su hija con quienes hemos estado charlando largo y tendido en la fila. ¡Qué bien lo pasamos! Esta atracción es muy buena, sin embargo, con la velocidad que alcanza y teniendo la lluvia de frente, os podéis imaginar qué sucede. Otra vez el agua en mi ojo y vuelvo a temer por una de mis lentillas. Llevo repuesto, por supuesto, no soy capaz de ver nada sin ellas pero como se salga justo en este momento no voy a ver nada de esta atracción. ¡Ay qué ratito me da! 

La atracción discurre a través del Bosque Prohibido, vemos a Hagrid, a Fluffy (el perro de tres cabezas), el coche de los Weasley… A Hagrid sí lo veo junto al escreguto de cola explosiva (aportación de Pequeviajera, es una enciclopedia Potteriana) porque ralentiza la velocidad y da un pequeño rodeo, es imposible no verlo, también el coche de la familia Weasley pero el resto me lo cuenta Pequeviajera, yo no soy capaz de verlo todo con claridad, de noche no veo nada bien y encima estoy empleando mis sentidos en no perder una lentilla. Menudos gotarrones me caen directos como flechas en los ojos.

Bajamos de esta atracción con unas ganas inmensas de repetir, algo impensable sin duda, entre otras cosas porque ya ha cerrado el parque, pero oye de ilusión también se vive. Esta atracción parece una simple montaña rusa sin demasiada intensidad pero tiene, al menos, un par de cosas que la hacen brillante, no hago spoiler. ¡Qué pasada de atracción!

Saliendo de Hogsmeade nos tenemos que despedir de todo aquello que vemos, son las 20:45, hace tres cuartos de hora que cerró el parque y en breve veremos al personal de Universal que nos redirigirá hacia la salida.

Antes de tomar el bus que nos llevará al hotel Cabana Bay Beach, hacemos una parada en Voodoo Doughnut para comprar el desayuno de mañana. Estos donuts están riquísimos y aguantarán perfectamente hasta el desayuno. Además, mañana vamos a Volcano Bay a través del acceso peatonal del propio hotel así que este takeaway es la opción ganadora, sin lugar a dudas.

No hacemos el pedido online y entramos en la tienda porque, de nuevo, no hay nadie. Esta vez elegimos otros donuts diferentes. Si llegamos a estar más días, terminamos probando todos y cada uno de ellos. Elegimos Dirt para mí, Little Pink para Pequeviajera y Chocolate cake para Juan Pedro. Hemos comprado un extra también del donut Dirt. Sí, cuatro donuts para tres personas, resultamos más golosos de lo que pensamos.

En el ticket veo que cargan un concepto extra, Specialty Charity, casi 3$ extra. ¿Esto qué es? Tengo, generalmente, la costumbre de calcular aproximadamente lo que me va a costar aquello que compro o consumo y después comprobar el ticket, así que esos 3$ extra llaman mi atención y los reclamo. Madre mía del amor hermoso, no sé a santo de qué me han hecho ese cargo extra que yo no he aceptado pero cuesta horrores que me lo devuelvan. Tiene que venir el encargado que ahora no está disponible… Don’t worry, I’ll be waiting here. Al cabo de un rato aparece quien tiene la magia de poder hacer devoluciones y me dice que no me puede hacer la devolución tal cual, sino que emite un ticket con la devolución de un donut que yo no he comprado y me da el resto en efectivo. Bueno, esto es el colmo, a saber qué está sucediendo aquí, en cualquier caso empiezo a estar aburrida de esto, que haga lo que quiera. Me molesta esta situación en cierto modo, me da la impresión de ser algo turbia. Quizá sea mi percepción y esto sea lo más normal. Mientras tanto, he tenido tiempo de curiosear en Google y comprobar que es un cargo a modo de donación que la empresa repartirá a una serie de organizaciones. Todo esto me parece maravilloso pero salvo que haya sido un error por su parte, me podían haber preguntado si quiero colaborar o no. Como digo tal vez fue un error o tal vez pensaran que no miraría el ticket, que esos 3$ no marcarían la diferencia o que ni siquiera tendría la paciencia de esperar por su devolución… Yo prefiero pensar que ha sido la primera pero caramba, error que me cuesta tiempo y más tiempo.
De aquí, atravesamos el Citywalk para tomar el bus que nos llevará al hotel. Estamos verdaderamente agotados hoy, mañana es nuestro día de descanso semanal y se nota el cansancio acumulado. Para llegar a la zona de estacionamiento de autobuses tenemos que seguir las indicaciones a través de las pasarelas y finalmente bajar unas escaleras mecánicas. Aquí paran bastantes autobuses, cada uno con su zona de estacionamiento asignada, así que vamos primero a ver el mapa para ubicarnos y no empezar a caminar sin rumbo, no estamos para hacer kilómetros extra.

Ya en el lugar correcto para tomar el bus asignado a nuestro hotel, subimos y una vez más soy apenas la única despierta en él, no me da tiempo a reflexionar mucho hoy, llegamos en poco más de 5 minutos. Es un plus alojarse en un hotel Universal por este tipo de beneficios. 

A falta de un cuarto de hora para las 22:00 llegamos al hotel Cabana Bay Beach, ahora nos toca ir a recepción para hacer el checkin. Allí mismo hay unos sofás donde Juan Pedro y Pequeviajera van a descansar mientras yo hago la cola que hay para que me atiendan. Realmente veo que no tengo muchas familias delante pero el ritmo que llevan es muy lento. Sin duda, un punto extra para Disney es que con el servicio Direct-to-room puedes obviar este trámite e ir directamente a la habitación. Os aseguro que es un auténtico lujo. Aquí y ahora, tengo que esperar el rato que sea en esta fila sólo para poder acceder a la habitación. 

No sé cuánto tiempo ha pasado porque no tengo ánimo ni para mirar la hora pero me parece una eternidad. Por fin me toca. El chico que me atiende, hace todos los trámites necesarios y nos asigna la habitación. Me muestra el plano del hotel, rotulador en mano comienza a dibujar círculos, flechas, números y una serie de letras ilegibles e incomprensibles. Escribe en tamaño gigante el número de la habitación y su ubicación bien señalada. Edificio 2 – Thunderbird, habitación 2207.

Según me indica la ubicación de la habitación lo primero que le digo es que está lejísimos. Me mira con cara de sorpresa absoluta. Más me sorprendo yo que tenía entendido que en Estados Unidos utilizan el coche hasta para las distancias más pequeñas, algo exageradisimo. Y con las caminatas, llevamos dos semanas por aquí, ya hemos comprobado que no caminan demasiado, no. Según este chico, la habitación está cerca, cruzando la piscina dice. La verdad es que no estoy para cambios, ni para más charla, ni para nada que no sea llegar a la habitación. Acepto la que me ofrece. A estas horas pocas habitaciones deben quedar libres. 

Ahora nos toca, la segunda fase. ¿Acaso pensábais que ya nos íbamos a descansar? Pues no. Tenemos que recoger el equipaje que nuestro anterior hotel, el Royal Pacific, debe haber trasladado. Además, hace unos días compré en Walmart una maleta grande porque empezamos a tener exceso de equipaje, es necesario con tanto traslado y es algo que ya estaba en nuestra mente cuando compré los billetes de avión hace un año. 

Por si resulta de interés, hice la compra de la maleta en la página web de Walmart. Como ya estaba registrada por la anterior compra que hice, sólo tuve que acceder a mi perfil, elegir la maleta y pagar su precio porque, además, este envío no tiene gastos de envío. El caso es que tengo dudas sobre qué habrá ocurrido con este paquete. Cuando hice la compra puse la dirección del hotel Cabana Bay por la fecha que me asignaron. Sin embargo, la entrega ha sido más rápida y hace un par de días recibí un aviso de que el paquete estaba entregado. Sé que en Disney esto no es un problema pero de Universal no lo tengo tan claro, he leído opiniones de todo tipo. Vamos a comprobarlo.

En la zona de guardaequipaje, el personal parece estar de guasa. Aquí estoy notando bastante diferencia con respecto al hotel del que venimos, el Royal Pacific. La atención es sumamente diferente. Al rato aparecen con nuestro equipaje. Bien, una cosa menos. Falta el paquete. No lo encuentran, me preguntan si es pequeño. Por favor, organícense y si no, ya lo recojo mañana, que no veo el momento de llegar a la habitación y aunque el chico de recepción se empeñara en lo contrario a mí me parece que está lo suficientemente lejos. Insiste en que va a buscarlo otra persona. Afortunadamente lo localizan, viene con una caja en la que seguramente cabe una o dos personas dentro. Uff ¿cómo vamos a transportar todo esto? Se ofrecen a llevarlo ellos. Ni hablar. Conforme están sucediendo los acontecimientos en este hotel me veo durmiendo con la ropa de hoy. Mejor lo transportamos nosotros con ayuda del carro portamaletas que acabaremos antes.

Decía el chico de recepción que atravesando la piscina llegamos enseguida… Ya, en primer lugar vamos cargados de equipaje y, en segundo lugar y más importante es que la piscina está cerrada, aquí cierran antes que en Disney. Aunque quisiéramos no podemos cruzar por ahí. ¿Sabéis qué es lo mejor? Que para una persona que haga uso de sus piernas para caminar podría llegar bordeando la piscina pero para un carro portamaletas o cualquier elemento como podría ser una silla de ruedas resulta inviable hacerlo así ya que hay bordillos de suficiente altura que lo impiden. Al menos nosotros no somos capaces. Menuda vuelta damos para poder pasar. Este hotel no me cómodamente accesible.

Tras no sólo bordear la piscina sino también la acera cada 10 metros, conseguimos llegar a nuestra habitación. Son las 22:30, fijaos que entre el checkin, la recogida de equipaje y llegar se nos han ido nada más y nada menos que tres cuartos de hora.

Entramos a la habitación y… ¡Qué disgusto me llevo en cuanto la veo! A decir verdad estoy enfadada. Es una suite con precio de suite y no de habitación estándar. Vale que gracias a Deviajelos4 conseguí esta suite a precio de habitación estándar incluso algo menos que la que tenía reservada inicialmente con vistas a Volcano Bay que resulta más cara que la estándar pero sigue siendo una suite con precio de suite y debería estar a la altura. 

La habitación me parece vieja, descuidada en cuanto a mantenimiento y es que los interruptores de luz parecen de los años 50, seguramente la intención fue buena para darle un toque vintage o retro pero deben ser los mismos de cuando inauguraron el hotel hace ya casi 10 años. Encima uno está roto, uff, empiezo a no poder con esta situación y me digo a mí misma que ello no implica que haya algún problema eléctrico. Intento autoconvencerme. En el baño también tenemos un inconveniente con la alcachofa, a simple vista parece que se vaya a descolgar en cualquier momento, veremos cómo van las duchas. Juan Pedro me dice que pidamos el cambio de habitación y razón no le falta pero el cansancio ha hecho mella en suficiente grado como para que no me apetezca volver a recepción y muchísimo menos con el hándicap que hemos tenido con el traslado de equipaje. Tal vez sea ésta una consecuencia de hacer el checkin tarde, ya es la segunda vez que nos pasa algo así. Nos aguantamos con esta habitación a ver si mañana nos levantamos más despejados y la vemos con buenos ojos. 

Podríamos haber cenado en el Citywalk que tanto nos encanta pero como teníamos que hacer el checkin en este hotel, se nos ha hecho bastante tarde y la suite que tenemos reservada cuenta con una mini cocina con una bancada donde poder comer además de una zona de estar, pensamos que lo más práctico sería comprar una pizza en el patio de comidas y comerla tranquilamente en la habitación. 

Empezamos con los turnos de ducha mientras Juan Pedro va a comprar la pizza, son las 22:44 cuando la compra, ¡cómo se nos ha ido el tiempo hoy! A las 23:00 cierra, por poco nos quedamos sin cenar. La pizza de Pepperoni cuesta 13,85$ y el capricho de Juan Pedro de un mini bote de Pringles 4,75$, con las tasas pagamos finalmente 19,84$. 

Os diré que la pizza está muy buena, no esperaba esta calidad y mucho menos a estas horas. Bueno, no será tan malo el final del día. Hemos sobrevivido a las duchas con una alcachofa que parece se va a caer en algún momento, hemos cenado a gusto, no os voy a engañar, así que ya nos toca un merecido descanso para reponer fuerzas y mañana poder darlo todo en el parque acuático que más ganas tengo de visitar. Me voy a dormir soñando con llegar a la entrada temprana de Volcano Bay (30 minutos antes), un beneficio para los huéspedes de hoteles Universal. Sí, queridos lectores, ya debería haber tirado la toalla en este asunto pero si consigo que mañana se movilicen con cierta celeridad será un gran hito. 

GENIE + EN DISNEYLAND CALIFORNIA

El funcionamiento de Genie + en Disneyland Resort en California no es muy diferente al de Walt Disney World en Orlando (información del Genie + en Walt Disney World) aunque sí tiene alguna que otra diferencia destacable. En este post trataré de explicar cómo funciona y qué estrategias y consejos podemos seguir para tratar de sacarle el mayor rendimiento posible. 

Aquí encontramos la primera diferencia respecto a Walt Disney World y es que en Disneyland Resort sólo se puede comprar Genie + bien con anticipación incluyéndose en la compra de las entradas o bien una vez hayamos entrado en alguno de sus dos parques en Anaheim.

Si decidimos comprarlo con antelación, las entradas costarán alrededor de 30$ más por persona y día pero si, por el contrario, decidimos comprarlo in situ en el parque, el coste es variable y, quizá, un poquito más caro.

Ya tenemos comprado el Genie + (bien sea con antelación bien sea tras pasar los tornos de entrada al parque), lo siguiente es reservar nuestro primer Lightning Lane. ¿Light qué? Este nombre se ha elegido para denominar el carril de fila rápida, que es lo que queremos, un acceso más rápido que la fila regular (stand by queue). 

Aquí otra diferencia con el funcionamiento de Walt Disney World. En Disneyland la primera reserva se hace una vez hayamos accedido al parque y no antes. En Walt Disney World la primera reserva se puede realizar a las 07:00 horas. Ambas tienen sus ventajas e inconvenientes.

Para reservar el primer Lightning Lane accederemos a la aplicación de Disneyland y desde el acceso directo Lightning Lane o desde Tip Board tendremos la lista de reservas a las que podemos optar.

Disneyland park:

Disney California Adventure:

En todo caso, esta relación de atracciones se puede consultar actualizada aquí ya que puede variar según el día de visita.

No debemos confundir Lightning Lane con Individual Lightning Lane. La primera está incluida con Genie + e incluye la lista de atracciones que acabamos de enumerar. Sin embargo, la segunda, Individual Lightning Lane, tiene un coste extra por persona y por atracción. En Disneyland sólo está disponible para dos atracciones, Star Wars: Rise of the Resistance en Disneyland Park y para Radiator Springs Racers en Disney California Adventure.

¿Cuál elijo como primera opción? Aquí dependerá de diversos factores, como si se llega pronto para Rope Drop. Una pista nos puede dar el tiempo de retorno de los Lightning Lanes. Aquellos cuya franja horaria sea más tarde en el día serán los más solicitados. En cualquier caso al final de este post os contaré algunos consejos sobre esto. Ahora vamos a ver cómo funcionan las selecciones.

Para poder reservar el siguiente Lightning Lane deben pasar una de estas dos situaciones: que hayan pasado dos horas desde la anterior reserva o que hayamos accedido a la atracción que hemos reservado (tras pasar la Magic Band + o las entradas por el terminal de acceso a la fila rápida).

En el primer caso, la regla de las dos horas, consiste en que puedes reservar el siguiente Lightning Lane pasadas dos horas desde la reserva del anterior. Esto no es cada dos horas porque si nos despistamos y no reservamos a las dos horas podrían convertirse en tres o más, lo que implica esperar dos horas más el retraso por nuestro despiste. Es decir, si yo reservo un Lightning Lane a las 8:00, el siguiente lo podré reservar a las 10:00 pero si me despisto y lo reservo a las 11:00 el siguiente no lo podré reservar a las 12:00 sino a las 13:00. Para evitar esto, aquí viene un consejo, lo mejor es ponernos alarmas en el móvil unos minutos antes de la hora en que tengamos que reservar nuestro siguiente Lightning Lane.

En el segundo caso, tras pasar el control de acceso en la atracción, significa que una vez hayamos accedido a la atracción, tras pasar nuestra Magic Band + o, en su defecto, las entradas, podemos seleccionar el siguiente Lightning Lane aunque no hayan pasado dos horas. Es decir, si yo reservo mi primer Lightning Lane a las 08:00 para una atracción a las 08:30, a esa hora o a la hora que entre en la atracción (lo veremos a continuación) puedo reservar el siguiente Lightning Lane sin esperar a las 10:00.

Cuando reservamos un Lightning Lane tenemos una franja horaria para ir a esa atracción que hemos seleccionado. Esta franja horaria es de una hora. Si hemos reservado un Lightning Lane para las 08:45 tendremos hasta las 09:45 para poder llegar a dicha atracción. No obstante, existe un periodo de gracia a esta franja horaria que son cinco minutos antes de la hora inicial (en el ejemplo, podríamos acceder a las 08:40) y de 15 minutos después de la hora final (en el ejemplo anterior, las 10:00).

En el caso de que tengamos reservado un Lightning Lane pero queramos cambiar la hora o cancelarlo, existe esa opción. Para ello, iremos a nuestro panel principal (Tip Board), en el Lightning Lane reservado, seleccionaremos los tres puntos que aparecen a la parte superior derecha de la reserva. En este momento podremos modificar o cancelar.

La cancelación no tiene más explicación pero la modificación sí. Ya que aunque no queramos modificar una reserva hecha de Lightning Lane esta opción es interesante para poder conseguir un intervalo horario de Lightning Lane para una atracción que tenemos reservada más próximo en el tiempo. A veces, podemos tener una reserva para las 16:00 por ejemplo y en un momento dado aparece una reserva para esa misma atracción 20 minutos antes. Estamos ganando tiempo y, con ello, mayor posibilidad de obtener más Lightning Lanes en el día.

¿Cómo se consigue esto? Refrescando la pantalla continuamente. Si bien es cierto que esta estrategia funciona mejor en Walt Disney World donde la gente está casi contínuamente modificando y cancelando reservas de Lightning Lane, en Disneyland aunque no sea tan frecuente, sí se puede conseguir ahorrar tiempo de esta forma. Algo importante es que no empleemos más de cinco minutos en actualizar la pantalla (deslizando el dedo de arriba a abajo) porque ahí sí estaríamos perdiendo un valioso tiempo sin éxito.

Algo importante a tener en cuenta al respecto es que salvo excepciones en las que debemos cancelar por ejemplo porque ya nos vamos del parque y no vamos a utilizar el Lightning Lane, es preferible modificar a cancelar. Y esto es así porque al cancelar estamos perdiendo esa reserva y si quisiéramos reservar otra, tendríamos que esperar bien a pasar por el acceso de la atracción bien dos horas. Sin embargo, si modificamos, seguimos teniendo todas las reservas intactas, sin perder la que estamos modificando.

De nuevo, aquí otra diferencia con Walt Disney World. En Orlando hay atracciones que se pueden agotar en minutos en la primera opción de reservas, a las 07:00. Esto no sucede en California, afortunadamente. Aquí sí puede ser que nos encontremos con intervalos horarios lejanos pero no sin poder seleccionar la atracción. 

Esto hace pensar en qué atracciones tienen más demanda y, por lo tanto, la franja horaria será más alejada. Sin duda, Indiana Jones es una de ellas. Independientemente del tiempo de espera, esta atracción es una de las que conforme pasa la mañana, el horario de Lightning Lane puede llegar a ser para la tarde y más. 

Otras atracciones cuyos intervalos horarios se demoran conforme pasan las horas son:

DISNEYLAND:

  • Indiana Jones Adventure
  • Mickey & Minnie’s Runaway Railway
  • Big Thunder Mountain
  • Space Mountain
  • Haunted Mansion

DISNEY CALIFORNIA ADVENTURE:

  • Guardians of the Galaxy – mission: BREAKOUT!
  • Toy Story Midway Mania
  • WEB SLINGERS: A Spider-Man Adventure

En mi opinión personal y teniendo en cuenta que no llegamos demasiado pronto a los parques, la primera atracción que reservaría en el parque Disneyland sería la de Indiana Jones y en el parque Disney California Adventure, Guardians of the Galaxy – mission: BREAKOUT! No obstante, es algo que se tiene que ver día a día y en función de la planificación realizada. A día de hoy, esa es mi estrategia. No dudéis en que os contaré qué tal ha ido en cuanto la ponga en práctica.

Como os decía al principio de este post,  os dejo unos cuantos consejos para intentar sacar el máximo partido al Genie +.

  • Intentar no reservar Lightning Lane muy alejados en el tiempo porque de ese modo no podré reservar más hasta que pasen mínimo dos horas. Este supuesto tiene la excepción de que vayamos a un espectáculo o a un restaurante donde vayamos a emplear bastante tiempo.
  • Tener en cuenta la duración de las atracciones al reservar los primeros Ligthning Lanes en las primeras horas de apertura del parque. Durante el tiempo de atracciones largas, es tiempo que se desaprovecha de otras atracciones con menos fila, especialmente si hemos llegado en Early Entry o hemos hecho Rope Drop.
  • Llegar 5 minutos antes del primer intervalo horario. Es decir, si tengo un Lightning Lane para las 09:55 podemos llegar a las 09:50 ya que estaríamos en ese periodo de gracia de 5 minutos, de esta forma conseguimos adelantar un poco.
  • Aunque esto ya lo he comentado, no está de más incidir en ello. En el caso de seguir la regla de las 2 horas, poner una alarma previamente para que no se pase el momento.
  • Seleccionar las atracciones preferidas para que aparezcan las primeras del Tip Board (las seleccionamos de forma manual), seleccionar una o dos, así visualmente se localizan más rápido.
  • Refrescar la pantalla para intentar obtener horarios más próximos, pero no emplear más de 5 minutos porque en ese caso será una pérdida de tiempo.
  • Modificar preferiblemente a cancelar (salvo que se quiera cancelar porque ya no se vayan a reservar más Lightning Lane). Esto es porque si modificamos una reserva las reglas del juego siguen siendo las mismas y conservamos las reservas que tengamos, sin embargo, si cancelamos esa reserva, la perdemos y no podremos obtener una nueva hasta que cumplamos la regla de las dos horas o haber accedido a la atracción que corresponda.

Para finalizar el post, os dejo otro consejo que pude descubrir gracias a SoCal Dad y es que si hay una atracción que está cerrada y está próxima la hora de Lightning Lane que aparece disponible, si cogemos ese Lightning Lane y llegada la hora sigue cerrada, nos darán un pase multiexperiencia, es decir, un pase válido para una serie de atracciones. En tal caso, podremos conseguir repetir alguna atracción. 

Enlaces útiles

Aplicación Disneyland: iOS/Android

Web Disneyland Resort: https://disneyland.disney.go.com

Post sobre el funcionamiento de Genie + en Walt Disney World

DÍA 10.- Universal Studios

15 de agosto de 2023. Hoy abandonamos un hotel Deluxe para ir a otro de esa categoría pero en los parques vecinos. Nos mudamos al hotel Royal Pacific porque comienzan nuestros días en los parques Universal. Nuestra degustación gastronómica de hoy se centra en Toothsome Chocolate Emporium y Bubba Gump Shrimp & Co. Hoy sin duda, el día promete.

Nos levantamos hoy en nuestra estancia del hotel Animal Kingdom Lodge con bastante pena porque en unas horas tenemos que abandonarla. En esta habitación tenemos una pequeña cocina con microondas, tostadora y utensilios necesarios para desayunar. Sin embargo, no tenemos ningún recipiente apto para microondas así que mientras el resto de la family holgazanea un poco me voy a rellenar el Mug a The Mara (el quick service de estel hotel) que se encuentra a pocos pasos de nuestra habitación saliendo por la puerta de acceso trasera (la de la piscina). Es más, se ve desde la terraza de la habitación, con un poco de imaginación, apartamos los árboles, ahí está.

Pasan de las ocho cuando me dirijo hacia The Mara. Me gustan especialmente las mesas y sillas que hay en el exterior donde hay algo de sombra. Calor aparte, serán una opción estupenda cuando el tiempo acompañe, realmente me resulta muy agradable el ambiente y el lugar. Conforme entro, me cuesta un poco adaptarme porque no es como el patio de comidas del Pop Century al que estaba acostumbrada y teníamos más que dominado, o el del All Star Music que al final están hechos a imagen y semejanza. Tal vez se deba a que no he entrado por la puerta principal.

Parece mentira pero tengo que preguntar dónde se encuentra la zona con el dispensador de café, chocolate y demás bebidas, no consigo dar con ella. Según me indican se encuentra en un rincón justo al  lado de la gran masa de mesas y sillas pero yo no lo veo a la primera. A mi favor diré que está detrás de una mesa de madera, a modo de isla dividiendo espacios abiertos, donde se ubican las servilletas y condimentos. Localizada la zona ahora viene lo bueno. He bajado con el Mug y nada más pero tengo que llevarme café y chocolate. Hoy estoy sembrada… Veo a un  hombre con un vaso de cartón con intención de hacer exactamente lo mismo que debería hacer yo. Allá donde fueras haz lo que vieras. Le pregunto amablemente dónde ha cogido el vaso, a la otra punta o eso me parece pero allá voy. Vuelvo con el vaso, lo lleno de café y lleno el Mug hasta arriba de chocolate. Misión cumplida.

Poco o nada os puedo enseñar de este local porque hoy empieza a ser serio el problema de almacenamiento con el que me he estado encontrando estos días. He contratado almacenamiento extra en la nube pero tengo tal descontrol con las fotografías y vídeos que ya no sé cuáles están en la nube, cuáles no y no me atrevo a borrar a diestro y siniestro hasta que lo ponga en orden. Parece mentira que con tantísima organización, planificación y estudio para este viaje no haya pensado en algo tan básico.

Vuelvo a la habitación con calma aunque no puedo evitar pensar que ya hemos empezado a consumir minutos de nuestro día con pase exprés en Universal. Y lo que nos queda…

Ahora sí, repartimos la bebida y las tostadas. Tenemos que aprovechar y amortizar la mantequilla que compramos anoche en Zawadi Marketplace al módico precio de 4,25$. Al abrir el paquete de lo que a simple vista me parecía una barra de mantequilla, resulta que dentro del envoltorio la mantequilla está dividida en porciones individuales, de verdad que aquí lo tienen todo pensado. Disney, como sugerencia propongo que se también se venda individualmente que para una mañana de desayunos no necesito tantísima mantequilla. 

Recogemos todas nuestras pertenencias y decidimos que nos vamos a disfrutar del hotel un poco hasta la hora de checkout. Podéis pensar que estamos desperdiciando horas de pase exprés de Universal, razón no os falta. Sin embargo, este hotel nos ha enamorado, echo en falta una noche más aquí para poder disfrutarlo con más calma. Por unanimidad decidimos que la hora que nos queda hasta las 11:00, hora en que debemos dejar la habitación, la vamos a aprovechar viendo animales y curioseando los exteriores de esta zona del hotel (Jambo House). A la zona de Kidani no nos da tiempo de ir aunque es donde parecen encontrarse más animales. Aún así, con el calor que hace no tengo demasiadas expectativas de éxito.

Comenzamos atravesando el impresionante lobby de este hotel que no me cansaré nunca de admirar para salir por la parte de atrás, ahí donde se encuentra el gran ventanal. Subimos escaleras, bajamos escaleras, no entiendo cómo damos tantas vueltas pero al fin llegamos a la puerta que nos separa de la Savannah y de nuestra temperatura favorita. Justo al salir por este lado se encuentra la zona donde a la hora estipulada se pueden quemar malvaviscos. La hoguera rodeada de mecedoras de madera tiene un encanto especial. Otro hotel en el que nos perdemos esta actividad para la lista.

Seguimos recorriendo el exterior, buscando puntos de observación y de pronto, Pequeviajera encuentra a una cast member que en breve comenzará una misión. Todavía faltan cinco minutos para que empiece la actividad, no es que nos podamos entretener mucho porque vamos contrarreloj para dejar la habitación pero accedemos, esperamos para que juegue. Pensándolo bien casi es preferible tener este estresor temporal, de lo contrario nos dan las uvas en la Savannah.

Esta actividad consiste en divisar ciertos animales, atender la explicación de la cast member y así conseguir una figura más para el collar, en esta ocasión unos prismáticos. Con esto, se nos ha pasado casi un cuarto de hora así que nos vamos a otra zona porque de momento sólo hemos visto aves y no sin dificultad.

En la eterna búsqueda coincidimos con una familia latina simpatiquísima. Son más hábiles que nosotros encontrando animales así que nos allanan el camino. El pequeño junto a su abuelo resultan muy graciosos y nos hacen pasar un rato verdaderamente divertido. El buen ambiente que se respira entre las personas que nos encontramos es sin duda un plus en este viaje. No nos queremos ir de aquí, qué maravilla de lugar, ¿cómo hemos tardado tanto en dar este paso viajero?

Antes de volver a la habitación, tengo que encontrar una zona que he visto una y mil veces, ese mirador con las mecedoras donde descansar, relajarte y, lo mejor de todo, en la sombra. Este lugar se encuentra frente a la zona donde aparecen los pelícanos. Hay paneles informativos por todas partes y en este mirador no iba a ser diferente. Además, en cada panel hay un código QR que enlaza a una guía con los animales que podemos encontrar. Os dejo el enlace al documento aquí.

Después de un pequeño y agradable descanso divisando la Savannah nos tenemos que despedir de toda esta maravilla, recoger el equipaje y solicitar un coche que nos lleve a nuestra siguiente casa por una noche más, el hotel Royal Pacific.

El plan de hoy, ya sabéis, el del tan sufrido papel, era levantarnos más o menos pronto y dirigirnos sin dilación a la recepción del hotel Royal Pacific para hacer el checkin cuanto antes y así obtener nuestros codiciados pases exprés para los parques Universal y evitar todas las filas posibles. Ya veis que de ahí a la realidad actual hay un pequeño trecho.

Para el traslado ya teníamos planificado utilizar Uber o Lyft. Como parte de la organización del viaje, descargué ambas aplicaciones y estuve trasteando con ellas para familiarizarme un poco. Para nosotros, aunque parezca mentira esto es nuevo. La única vez que hemos utilizado este servicio fue para ir y volver de Discovery Cove, dos días atrás como seguro recordaréis, somos unos completos novatos. Lyft suele ser más barato aunque la recomendación es consultar siempre ambas aplicaciones y comparar. En este trayecto Lyft es, efectivamente, más barato pero por alguna razón que desconozco no hay forma humana de que el coche nos recoja en Jambo House, sólo me da opción de recogida en Kidani, esa zona está lo suficientemente alejada como para ir caminando con el equipaje y aunque hay bus interno, no merece la pena tanto esfuerzo por unos dólares. Lo intento una y otra vez, por si fuera algo puntual, sin éxito. Con cierta resignación reservo el trayecto con Uber aunque sea más caro ¡qué le vamos a hacer!

Finalmente lo reservo a las 11:13 (ya veis que con cualquier cosa se nos va el tiempo), hago el pago con la tarjeta que previamente he registrado en la aplicación (la tarjeta Revolut) y en 8 minutos ya estamos en camino. El trayecto dura media hora y nos cuesta 26,97$ que ya se han cargado en la tarjeta. Cuando finaliza el trayecto tienes la opción de dejar propina, de hecho, es una opción que aparece sólo terminar el trayecto, así que la propina la pongo mientras bajo. Puedes poner uno de los porcentajes indicados o la cantidad que elijas. Nosotros dejamos el 20% de propina, seguimos espléndidos. Así, el trayecto nos cuesta un total de 32,36$.

Llegamos al hotel Loews Royal Pacific Resort at Universal Orlando, este hotel es de los más baratos dentro de la categoría Premier. Es probable que os estéis preguntando por qué hacemos tanta mudanza. Pues veréis, la razón por la que este hotel es tan goloso es muy sencilla: incluye pase exprés para todos los huéspedes desde el día del checkin hasta el día de checkout, sin coste extra. Sí, sí, habéis leído bien. Os lo explico.

Hay dos tipos de pase exprés, el Universal Express (sólo permite acceder por una fila especial una vez por atracción) y el Universal Express Unlimited (acceso a la atracción por la fila específica sin límite de veces). Hasta aquí está claro, todos queremos subir sin hacer cola o al menos minimizar la espera en las atracciones disponibles tantas veces como queramos subir y no sólo una. La diferencia entre ambos pases obviamente es el precio. El precio varía en función de si es para un parque, para cuál de los dos, de la fecha y por supuesto del tipo de pase. Así, a modo de ejemplo, el más barato comienza en 79,99$ (más TAX) y si ese mismo lo queremos ilimitado hay que sumarle 30$ extra, por persona y por día. Esto no queda aquí, porque ese mismo pase de 79,99$ en función de la fecha puede llegar a costar 249$. 

Con la estancia de una noche en este hotel, tengo tres pases exprés ilimitados para dos días, válidos para dos parques (Universal Studios y Islands of Adventure), no está incluido Volcano Bay, a mi parecer no es necesario. El coste de este mismo pase para mis fechas es de 169,99$ por persona y día, más tasas, no nos olvidemos. Haced números pero ya os digo que es de escándalo. ¿Sabéis cuánto he pagado por esta noche de hotel en una habitación con dos camas queen y vistas al jardín? 297 euros. Juzgad por vosotros mismos.

Como imagino estaréis todos convencidos con esta aplastante comparación, querréis saber cómo conseguí ese precio. Pues aquí es donde entra en juego el trasiego monumental de hoteles. Un año antes del inicio del viaje, me topé con la información que os acabo de explicar, así que lo primero que hice fue monitorizar este hotel (además del Portofino y del Hard Rock, que son los otros dos Premier con esta ventaja incluida, aunque más caros). La web de reserva de alojamiento que comentaban quienes leí es central de reservas, ahora sé que hay bastantes más donde poder hacer simulaciones. El caso es que un buen día busqué y me encontré con este súper precio cuyo único inconveniente es que sólo estaba disponible dos noches en las tres semanas que estaríamos en Orlando así que, con cancelación gratuita, no me lo pensé dos veces, reservé una de esas dos noches al azar. Esta reserva junto a la del hotel Animal Kingdom Lodge donde sólo encontré una noche disponible condicionaron prácticamente todas las reservas de alojamiento del viaje. Sin embargo, con los números que os he dado, estaréis de acuerdo conmigo en que merece la pena.

El hotel me gustó muchísimo en su momento por su ambientación en lo que a mí me recuerda a la Polinesia. Algo que corroboro in situ, resulta muy acogedor. Conforme entramos, una chica de lo más amable nos coloca un collar de flores (sintéticas, claro) a cada uno. Es una chica encantadora que nos hace una sesión fotográfica con mi réflex, imaginad qué magnífico recibimiento, también nos acompaña en la fila del checkin que es bien larga, además, habla español. Realmente no nos acompaña en puridad, sino que está para atender a todas las familias que van llegando pero le debemos caer bien que en cuanto puede se viene a charlar con nosotros. Empezar el día así es una auténtica maravilla. Bueno, empezar lo que se dice empezar… estamos más cerca de la hora de comer, ya es mediodía.

El proceso de checkin es muy sencillo, tardan un poco con todas las familias (imagino que por la gestión de los pases exprés) llevamos media hora de espera. La tarjeta que nos da acceso a la habitación es a la vez el pase exprés para las atracciones así que más nos vale custodiarla bien. Para ello, dado que las tenemos que sacar en cada atracción con fila exprés y para resguardarlas de las inclemencias meteorológicas, las llevamos en un lanyard con una funda de plástico transparente. Resulta verdaderamente cómodo. Además, las entradas de Universal, salvo que las tengamos descargadas en el móvil, están hechas a la antigua usanza, en cartón.

Mis entradas para los parques de Universal son un pdf incómodo que tendré que enseñar cada vez que entre al parque así que sé que en el hotel pueden canjear las entradas digitales por unas físicas en Vacation Planning Center, un puesto ubicado junto a la recepción del hotel. Sin embargo, me dicen que no dan las entradas en formato cartón ahí, no me las han querido dar, por más que insisto y le explico que a otra familia unas semanas antes sí se las dieron, me dice que vaya al parque y la obtenga allí porque tengo entradas móviles.  O la chica es nueva o no tiene la menor intención de imprimir esas tarjetas, esto en Disney no pasa.  En fin… no voy a perder un minuto más con esto.

Dejamos el equipaje en la consigna ya que no tenemos la habitación preparada y nos vamos al embarcadero del hotel. Porque, queridos lectores, otra ventaja de este hotel y de los otros dos que os he nombrado antes (además del Saphire Falls, en este caso concreto) es que cuentan con transporte directo a los parques en barco. ¿Qué ventaja supone esto? Pues la gran ventaja de que pasas el control de seguridad antes de embarcar, lo que reduce la espera significativamente, pura estadística, hay menos mochilas que revisar que en la entrada del Citywalk. Y por si esto fuera poco, es un agradable paseo de 10 minutos con vistas magníficas a los restaurantes y zonas de los parques. 

Llegamos en un minuto al embarcadero y en tan sólo unos minutos llega el barco. El control de seguridad lo pasamos en nanosegundos y es que sólo hay una familia delante porque claro… falta un cuarto de hora para la una… ya debe estar todo el mundo en los parques.

El paseo en barco es increíblemente agradable, hemos empleado la mañana entre unas cosas y otras pero no tenemos esa sensación de pérdida de tiempo y dinero, será la brisa y el relajante paseo que nos obnubila. Las vistas son también preciosas. Qué decir de la estampa del Toothsome Chocolate Emporium. Idílico.

Si en este viaje hay una prioridad máxima en gastronomía (de acuerdo, una de tantas) esta es sin duda tomar un milkshake en Toothsome Chocolate Emporium. Un año y medio soñando con deleitarme ante tal placer de la vida. La intención es esa pero dada la hora que es, decidimos comer y pedir el batido de postre. 

No hemos hecho reserva previa porque no estaba contemplado en nuestros planes comer sino tomar un batido y para esto último no es necesario. Sin embargo, la chica que nos atiende en la entrada nos dice que en 30 minutos podremos comer, así que como no hemos perdido suficiente tiempo hoy y ya que estamos allí nos dedicamos a curiosear el restaurante y aprovecho para pedirle que nos ubique en los booths (la zona donde están esos sofás tan chulos que he visto en internet). Por la cara que pone, doy por hecho que no  podrá ser aunque dice que lo intentará.

Este restaurante es mundialmente famoso por sus milkshakes. Batidos de todo lo que os podáis imaginar, son pura fantasía para los sentidos y eso os lo digo sin haberlos probado aún. El exterior del restaurante nos recuerda a la película Charlie y la fábrica de Chocolate pero el interior goza del estilo steampunk. 

Link con el vídeo del restaurante

La confirmación de esta reserva me llega a través de un sms, fantástico, funciona. Bastante controlado lo tienen hoy, a los 26 minutos me llega otro mensaje de texto avisando de que ya tengo la mesa lista y que me dirija a la recepción del restaurante con todo el grupo al completo.

Nos asignan un camarero que nos acompaña hasta nuestra mesa, no ha habido suerte con los sofás, sin embargo la mesa no está nada mal situada, está en una zona tranquila y con bastante luz, nada mal. Nos da la carta para elegir, pero como imaginaréis ya tenemos la selección hecha. No contaba con comer pero los deberes sí estaban hechos. De nuevo, Valizan nos recomendó probar los Totchos, por supuesto le hicimos caso, si bien es cierto que nos avisó de que sólo con este plato ya se puede comer. Cuanta razón llevaba. El caso es que nos vinimos arriba y pedimos los Totchos que vienen a ser unas bolas de patata con salsa de queso y bacon (11,95$); un plato de pasta con salsa de tomate del menú infantil para Pequeviajera, Marinara Garganelli (9,95$) y una hamburguesa para Juan Pedro y para mí, elegimos la Cheddar Bacon así simplemente (18,95$). Con muchísimo trabajo consigo convencerlo para pedir sólo una para los dos ya que de lo contrario nos sobrará comida. No pedimos el postre hasta terminar la comida como suele ser habitual. Traen los Totchos, madre mía del amor hermoso, ¿esto qué es? ¡Qué barbaridad! Aquí comen siete, la fotografía no hacen justicia a la cantidad ingente que hay. El caso es que están tan ricos que no podemos parar de comerlos. Llega la hamburguesa… a ver quién puede con esto, llevamos un buen rato comiendo Totchos y queda medio plato… Santo cielo, de aquí vamos a salir rodando y nos esperan atracciones de intensidad. OMG.

En este restaurante sé que suelen pasearse Penélope y Jaques. Lo he consultado al entrar aunque no tenía la garantía de poder verlos, sin embargo, como yo soy yo así de preguntona, insisto y se lo comento a nuestro camarero. Seguimos sin garantía de éxito porque pasa un buen rato y no los vemos. De pronto, cuando ya había perdido la esperanza, Pequeviajera me alerta de su presencia. ¡Qué mediodía tan redondo llevamos hoy! Así, sobre la marcha…

Intentamos terminar de comer pero no somos capaces, se quedan algunos Totchos. Desgraciadamente, estamos tan llenos que nos resulta imposible pedir el batido, tristeza máxima. Os aseguro que aquí tenemos que volver en algún momento para pedir el batido aunque me vaya la vida en ello. No caigo en la cuenta ahora mismo pero me pongo inmediatamente una nota mental para la próxima vez pedir las sobras para llevar, qué ricos están los Totchos, por favor. Pagamos esta fantástica comida que nos ha costado 43,50$ con las tasas incluidas, más el 20% de propina que, aunque hemos tardado media hora en entrar y no me han ubicado en los sofás, soy consciente de que no teníamos reserva y nuestro camarero ha sido súper agradable.

Salimos de Toothsome Chocolate Emporium a escasos minutos para que den las 15:00, nos dirigimos sin dilación a los parques Universal,  nos estamos luciendo en nuestro primer día de pase exprés, como nos entretengamos más no lo usamos hoy… 

Ya nos hemos hecho la foto de rigor con la icónica esfera de la entrada así que no hay distracción posible, aquí no hay esa cantidad ingente de fotopaseros que vemos en Disney. Estamos en este punto junto a la esfera porque nos dirigimos al parque Universal Studios, de haber elegido ir al parque Island of Adventure hubiéramos girado a la derecha al salir del restaurante.

Llegamos a los tornos de Universal Studios, el primer acceso es más lento porque nos tienen que escanear la huella digital y no sé por qué razón da algún que otro error. La prioridad en este parque ahora mismo es ver The Bourne Stuntacular, el show de Bourne para abreviar, tengo las expectativas altísimas y más con todo lo que he leído. Las opiniones son muy buenas, son enormemente buenas. Vamos ya mismo. 

Para llegar de forma más rápida os cuento un secreto a voces, podemos acceder por un pequeño atajo. Conforme pasamos los tornos de entrada en lugar de seguir recto (hacia los Minions), giramos a la derecha donde se ubican los lockers y los baños. A la izquierda de éstos veremos tres arcos, tras cruzarlos llegaremos más rápidamente porque, entre otras cosas, la gran mayoría de la gente sigue el mismo camino en línea recta y por aquí vamos pocos. A primera hora seguro que es una opción excelente para evitar tumultos en la entrada, algo que no sé si llegaremos a averiguar dados nuestros antecedentes matutinos en este viaje.

El show de Bourne cuenta con acceso a través de pase exprés, una maravilla aunque a esta hora no resulta estrictamente necesario ya que no hay prácticamente nadie en la cola. Accedemos por la fila exprés sin mirar el horario del show, horario que está perfectamente indicado en la entrada. No hay prácticamente nadie tampoco en la fila regular. Cuando llegamos al final de la fila por el acceso exprés, una cast member nos informa de que faltan 25 minutos para el próximo show, ¡uf! con razón no hay fila. Tanto no vamos a esperar y menos contando con pase exprés, nos vamos y ya volvemos luego teniendo en cuenta los horarios y con un poquito más de organización.

Para hacer tiempo hasta la hora del show, vamos a una atracción que tenemos muchas ganas, Villain-Con Minion Blast,  la atracción de los Minions para entendernos, la nueva que abrió el pasado 11 de agosto, apenas hace cuatro días. Lo mejor es que se puede acceder con pase exprés, si al final nos saldrá rentable incluso llegando tan tarde hoy. Marca una espera de 25’ en fila regular pero nosotros con el pase exprés pasamos en menos de 5 minutos. Lo dicho, es una maravilla.

La atracción cuenta con algo novedoso, al menos para mí y es que se recorre a través de una cinta transportadora en la que te sitúas en un punto específico naranja o azul (en función del que te toque) para desde ahí apuntar y disparar con la pistola E-Liminator X a una serie de objetos que aparecen en la pantalla, si aciertas, consigues y sumas puntos. Al finalizar, aparece el ranking de ganadores y el pique, por supuesto, está garantizado. Es posible sincronizar el blaster a través de la app de Universal. Esta atracción es realmente divertida aunque es cierto que el blaster pesa un poquito. Arma que, por cierto podéis comprar en la tienda que hay a la salida de la atracción, Universal también hila fino, no es algo exclusivo de Disney.

Link con el vídeo de la atracción

Ya que estamos aquí, seguimos con la otra atracción de los Minions que se encuentra justo al lado, Despicable Me Minion Mayhem, un simulador que nos adentra en la casa de Gru y nos lleva en un recorrido a través de su laboratorio, pero cuidado que todo esto lo haremos convertidos en Minion. Somos Minions, para bien y para mal. Aquí también pasamos por la fila exprés y en menos de 10 minutos estamos dentro. Esta atracción consta de un pre-show y acto seguido entramos de lleno en el simulador, dura algo más de 15 minutos en total. También nos resulta divertida aunque da algún que otro golpe, no nos olvidemos que somos Minions. Al salir de la atracción encontramos una tienda de lo más cuqui.

Seguramente al haber leído la palabra simulador os preguntaréis lo mismo que me pregunté yo en su momento ¿nos vamos a marear? Si hay algo que caracteriza a los parques de Universal, entre otras cosas, es la cantidad de simuladores que hay. Estábamos advertidos de que algunos (o muchos, según la percepción de cada uno) marean. Tenemos un crucero en unos días y aunque nunca nos han hecho falta pese a haber surcado algún que otro mar de viento, hemos venido a disfrutar y queremos evitar cualquier atisbo de mareo por un sólo momento. 

Con esta idea en la cabeza, en la compra online que hice a Walmart  desde casa, incluí Dramamine (nuestra Biodramina, vaya). Como pasa a veces en las compras online, no tienen el producto seleccionado y te proponen uno similar como sustitución. Cosas de la vida que esta propuesta me llegó por correo electrónico cuando estaba sobrevolando el océano Atlántico fruto de que Lufthansa retrasara nuestro vuelo casi tres horas. Ante mi falta de respuesta,  Walmart envió las pastillas para el mareo que consideró oportuno, otra marca que no conocía. De momento, primer simulador y ni un ápice de mareo.

Ahora sí, volvemos sobre nuestros pasos para ver The Bourne Stuntacular. No sin antes disfrutar de la explosión de colores que desprende la zona de Minion Land. Somos fans declarados de los Minions (y de 10.000 cosas más, no tenemos remedio) así que esta zona nos encanta, está muy lograda para no tener más que un restaurante, dos atracciones, tiendas y poco más.

Llegamos y esta vez sí nos fijamos en el horario aún habiéndolo comprobado en la aplicación de Universal veintisiete veces. Faltan 10 minutos para el siguiente show y con el pase exprés podríamos volver para otro show a punto y hora pero siendo que quedan únicamente dos hoy no nos vamos a arriesgar. Esperamos esos 10 minutillos.

Este espectáculo, de 26 minutos de duración, se basa en la película de Bourne, otro guiño para los entusiastas. Sin embargo, no haber visto la película no es para nada un impedimento para disfrutarlo. Los efectos que vemos en este show son increíblemente espectaculares, combinando teatro, cine, acrobacias, pirotecnia y pantallas led.  El espacio para este show es como un teatro, con las butacas y escenario. La inmersión es de tal calibre que sentimos estar en una película de acción sin estar en ella. No se permite grabar ni fotografiar por lo que no puedo mostraros ninguna imagen pero sin duda este espectáculo se gana la merecidísima fama que tiene. Es un imprescindible en la visita sí, sí y sí. 

Al salir del show veo que tengo un sms del hotel en el que me informan de que mi habitación está lista y que nos han asignado la habitación número 3224. El envío es a las 16:34, un poco tarde ¿no?, ahora mismo no vamos a emplear un minuto de parque para ir a nuestra habitación con lo tarde que hemos entrado, ya llegaremos en algún momento de esta noche. 

Un inciso que tengo que hacer sin falta es que son casi las 17:00 y desde las 15:00 que hemos entrado no he visto un sólo personaje. Intuyo que aquí todavía se van más pronto que en Disney. Mañana lo comprobaremos, mal se nos tendrá que dar el día para llegar tan tarde como hoy.

Seguimos la ruta con la intención de ir a la atracción de E.T. Adventure pero en la fila del pase exprés hay cola de entre 15 y 20 minutos según nos explica la cast member, así que con toda la pena del mundo lo tenemos que dejar para otro momento porque vamos muy justos de tiempo para lo que nos queda hoy por hacer en base a nuestras prioridades que son la zona de Los Simpsons y la de Harry Potter, no os equivocáis si pensáis que somos fans. Pequeviajera es fan de Harry Potter hasta límites insospechados. 

Continuamos hacia la zona de Springfield U.S.A Home of the Simpsons. Me faltan palabras para expresar lo muchísimo que nos gustan estos seres amarillos, somos fans declarados again, curioso, algo tenemos con los personajes amarillos. Es posible que penséis que somos fans de todo, lo sé, ya os lo he dicho, de 10.000 cosas. Además, es otra serie con la que hemos crecido y con la que también crece Pequeviajera. Vuelve la nostalgia. Y para nostalgia absoluta una parada en el camino, el DeLorean DMC-12, ¿quién no ha visto Regreso al Futuro? Hasta Pequeviajera las ve en bucle, no pasan de moda, al menos para nosotros. Además, es un coche muy especial, entre otras cosas, porque fue el único modelo que fabricó la compañía DMC. Justo al lado vemos al tal vez menos conocido tren de Julio Verne, el ELB de Regreso al Futuro III.

Ahora ya sí, sin paradas hacia Springfield que ya son casi las 18:00 horas. ¡Qué deciros de este lugar! Es una zona pequeña que te transporta a los escenarios más icónicos de la serie. ¿Se os ocurre algo más icónico de Los Simpsons que el donut?

Desde el punto en el que dejamos el Delorean, ya vemos la calle principal de Springfield, Fast Food Boulevard, con menos de 200 metros en línea recta. A la derecha, Krusty Burguer, a la izquierda, Bumblebee Man’s Tacos y justo a su lado está nuestra parada, Lard Lad Donuts, donde podemos comprar el Big Pink (el gran donut gigante con glaseado de color rosa) por 11,70$ con tasas. Este donut es tan grande que pedimos uno para los tres.

¿Con qué acompañaríais esta delicia? Correcto, con un flameado de Moe y así nos sentamos tranquilamente en un ambiente menos caluroso. No me estáis leyendo quejarme mucho del calor hoy, parece que la ola de calor se ha ido a otra parte pero, creedme, seguimos asfixiados aunque en menor medida.

Cogemos el donut que viene en una caja y nos trasladamos a la taberna de Moe. Allí estamos como en la serie porque han logrado crear el ambiente a la perfección. Al atravesar la emblemática puerta, nos encontramos con Barney petrificado porque se le ha acabado la cerveza, tiene la jarra vacía, esto puede ser una catástrofe. La ambientación del local es sublime, la barra con las butacas granate, el billar (aquí convertido en mesa), la máquina del amor (love tester), todo al detalle. Como era de imaginar, las mesas tan particulares que todos conocemos están todas ocupadas. De momento, nos quedamos en una mesa alta que hay tras pasar la puerta de entrada, eso sí, con los ojos bien abiertos y todos los sentidos puestos en que alguien se levante y nos deje una libre. Dicho y hecho. Conseguido. Esta vez ha sido Pequeviajera quien ha estado atenta. A Juan Pedro le ha tocado la tarea de comprar los flameados.

Mientras tanto Juan Pedro cruza  la taberna, tras el arco se encuentra el patio de comidas donde se vende el Flaming Moe, curioso pero es así. En un ratito llegan los dos burbujeantes flameados con vaso souvenir, al precio de 8,99$ cada uno más tasas, total 19,15$. Imagino que os estaréis preguntando a qué sabe el famosísimo flameado. Pues la respuesta rápida es que a mí me sabe a jarabe de naranja, no me parece ni refresco, de hecho no lo volveré a pedir pero reconozco que tenía que probarlo y la experiencia es graciosa. El vaso se divide en dos partes siendo que la de abajo lleva una pastilla efervescente que provoca el burbujeo casi incesante en el vaso. Aquí estamos un ratito bien a gusto sentados con Big Pink en una mano y Flaming Moe en la otra, nos falta Aerosmith en este capítulo.

Al salir de la taberna, justo enfrente nos encontramos con la estatua de Jebediah Springfield, poca atención le prestamos y no porque no se la merezca, sino porque pegadito está el Jefe Wiggum. Donut y café en mano, bien contento está pese a que acaba de estrellar el coche de policía contra una boca de incendios, cosas que pasan. Él es la autoridad y lo sabe. 

Seguimos con las distracciones porque a dos pasos del Jefe Wiggum está la cervecería Duff, donde podremos comprar y degustar la cerveza por excelencia de Homer. Por si acaso pasara desapercibida esta cervecería, en la entrada tenemos la campaña publicitaria de la mano de los siete Duffs y el llamativo Duffman. Todavía estamos digiriendo el flameado así que la cerveza tendrá que ser para otro día.

En esa calle se encuentra la fachada de Krusty Burger, Moe’s Tavern, Cletus’ Chicken Shack tal y como la recordamos de la serie pero este es el aspecto exterior, el interior de ellas se congrega en Fast Food Boulevard que viene a ser un patio de comidas donde se encuentran también Lisa’s Teahouse of Horror, The Frying Dutchman, Flaming Moe’s y Luigi’s Pizza. Pura fantasía. Aún hay más, en la esquina entre Fast Food Boulevard y Evergreen Terrace nos encontramos el badulaque, Kwik-E-Mart, aquí una tienda. Fuera del badulaque, sentado en un banco está Milhouse tomando un Fresisuis consigo mismo y al fondo la famosa pared representando la escena del jefe Wiggun en busca y captura de El Barto donde Pequeviajera no puede evitar aportar un poco de paz y amor.

Seguimos por esta calle principal, que como veis es un no parar. Estamos casi al final para llegar a la joya de la corona, The Simpsons Ride, fijaos si da de sí esta calle con lo corta que es. Antes, ya que estamos ahí, hacemos la atracción de Kang & Kodos’ Twirl ‘n’ Hurl, la de los Aliens para entendernos. No tiene mayor interés que subir en un platillo volador movido a merced del hermano alienígena, en fin, es un paseo a baja altura con vistas del parque pero no tiene fila, es normal, así que teníamos que probarla.

Ahora sí que sí entramos en The Simpsons Ride, fácilmente reconocible por su tamaño y porque entramos a través de la gran sonrisa de Krusty el payaso. Esta atracción también cuenta con pase exprés por lo que entramos rápido. Al final de la fila, antes del pre-show, ya vemos guiños que nos introducen en lo que va a ser la atracción. Se abre una puerta y lo primero que vemos es el pre-show en una pequeña habitación donde nos ponen un vídeo con la explicación de la atracción y nos cuentan las medidas de seguridad como en un capítulo más de los Simpsons. Tras ello, otra puerta se abre y de pronto nos encontramos en un habitáculo bastante pequeño donde está el simulador que viene a ser un vehículo con dos filas en las que caben cuatro personas en cada una. La atracción consiste básicamente en que montamos en una montaña rusa, a priori divertidísima, que con la aparición del actor secundario Bob haciendo de las suyas se modifican las reglas del juego y hasta aquí puedo leer porque no quiero hacer spoiler. Este simulador da algún que otro golpe brusco tenedlo en cuenta. La pregunta del millón: ¿Este simulador marea? Nosotros no nos hemos mareado nada de nada, es cierto que al entra en el primer simulador del día hemos tomado pastillita porque estábamos sobre aviso. 

Salimos de la atracción que, por cierto, nos ha encantado mucho a los tres y son ya las 19:00, con lo que nos hemos entretenido nada más y nada menos que una hora y media en esta zona y eso que ya os he dicho lo cortita que es la calle principal donde se encuentra aquello más destacable.

¿Sabéis cuál es nuestra siguiente parada próxima a la zona de los Simpsons? Seguro que habéis acertado, estamos a pocos pasos de Diagon Alley. Puedo imaginar cómo va a ser la llegada, atravesar la estación de King Cross y encontrarnos de pleno con el callejón que tanto hemos leído y visto. Somos fans de Harry Potter, bastante fans diría pero especialmente Pequeviajera, ella llega a un nivel estratosférico. A su edad ha leído todos y cada uno de los libros en menos de seis meses. Pura pasión. Ella no podía parar de leer y yo no podía creerlo, cada quince días en la librería. El último de la colección se resistió, ya que al ser edición especial todavía no estuvo a la venta hasta dos meses después, ¡qué angustia y qué largos se hicieron esos 60 días! Perdonad que me estoy desviando. El caso es que este momento es infinitamente especial, tal vez no todos entiendan lo que significa pero las emociones se desbordan, es inevitable. Éste, sin duda, va a ser uno de los momentazos del viaje.

En puridad, entre la zona de los Simpsons y de Harry Potter se encuentra World Expo que alberga la atracción Men in Black Alien Attack, atracción que pinta muy bien pero hoy no es el día para parar aquí, ya volveremos, necesitamos imperiosamente ir directos sin distracción alguna a nuestro destino principal.

Antes de pisar territorio Potter, Pequeviajera ya se ha convertido en alumna de Hogwarts, el sombrero seleccionador sabe que pertenece a la casa de Gryffindor, que así sea. No hay calor suficiente que consiga despojarla de su capa.

Lo primero que vemos es el número 12 de Grimmauld Place donde Kreacher nos observa desde la ventana y no sin razón, hay orden de búsqueda y captura para Sirius. Si queréis ver a Kreacher, tendréis que tener algo de paciencia pero fijaros atentamente en el edificio que destaca por ser más oscuro y dirigid vuestra mirada a la ventana de la derecha del primer piso. Para saciar el frikismo os diré que este edificio lo podemos ver en Londres, en Claremont Square.

A la izquierda está aparcado el Knight Bus, lo hemos oído y pese a que ahí está el conductor, no nos vamos a subir, menuda locura. Lo vemos de pasada, ya volveremos sobre nuestros pasos, Pequeviajera ya va a paso firme para entrar en otra dimensión.

No entramos a la estación de tren, donde encontraríamos el Hogwart Exprés que nos llevaría a Island of Adventure, algo que podríamos hacer porque tenemos entradas park to park. No, nos dirigimos a Leicester Square Station pero por un lateral y cruzamos por un pasadizo que nos hace dejar el Londres de los muggles atrás para entrar en territorio mágico. Os podéis imaginar la llegada, si en nuestra cabeza ya era impresionante, una vez allí, no damos crédito.

Mires donde mires, aquello que primero llama nuestra atención y probablemente la vuestra es el banco de Gringotts. El imponente dragón que lo custodia no pasa desapercibido. Recordaréis a este Ironbelly seguro, ya que escupe fuego cada 10 minutos (a las horas en punto, cuando da la hora y diez minutos, veinte minutos, treinta minutos, etc).

Os diré que la idea para hoy era hacer la atracción Escape from Gringotts y después tomar el tren Hogwart Express desde la estación de King Cross hasta Hogsmeade para ir a la atracción de Hagrid’s Magical Creatures Motorbike Adventure.  Sin embargo, ya sabéis que nuestros planes están para cambiarse y como nos encontramos con ciertas dificultades para encajar nuestras pertenencias en el locker de Gringotts, pasa el tiempo suficiente para que veamos que amenaza tormenta eléctrica y por tanto, para que procedan al cierre temporal de varias atracciones, entre ellas la de Hagrid.

Ante este panorama, pecaremos de prudentes pero nos quedamos donde estamos, con cierta calma y pericia conseguimos finalmente hacer caber  nuestras mochilas en los lockers sacando algunas cosas de ellas y jugando un poco a Tetris entre los tres casilleros. Conseguido, somos unos cracks algo tacaños. Si no queréis pasar por esto podéis abrir lockers algo más grandes pero no gratuitos. El locker de pago cuesta 2$ la primera media hora, a partir de ahí, 3$ extra cada 30 minutos hasta un máximo de 20$.

A todo esto os preguntaréis cómo funciona el locker, pues veréis, es muy sencillo. Veremos más o menos en el centro de los casilleros un pilar central (rental station), con un lector. Para abrir un locker, tendremos que escanear nuestra entrada al parque en ese lector, se abrirá un locker cualquiera, depositamos nuestras pertenencias y cerramos el locker. Para abrir de nuevo el locker al salir de la atracción, haremos el mismo proceso, escaneamos la entrada al parque y se abrirá automáticamente. Aunque no es estrictamente necesario, mi recomendación es que hagáis una foto del locker donde habéis depositado las cosas porque al salir de la atracción, a veces, se puede llegar por otro lado y/o se acumula muchísima gente y cuesta encontrarlo.

Ligeros a más no poder, qué bien se va sin mochilas, vamos a la fila de la atracción Escape from Gringotts, pase exprés en mano. Los lockers se encuentran en otro edificio a pocos pasos, salimos de nuevo al callejón. Accedemos a las 19:30, no veais como pasa el tiempo aquí, es increíble. La tematización de la fila es absolutamente impresionante, entramos en el banco de Gringotts y si os digo que me paso el rato ojiplática es poco. En el vestíbulo de mármol, vemos a los cuatro duendes pesando oro, realizando tareas de pura burocracia y de tanto en tanto, alzan la vista y nos miran fijamente. Realmente los animatronics son de tal nivel que por un momento pienso que en una de esas miradas fijas me van a llamar la atención por fotografiarlos, tienen cara de pocos amigos.

Había leído que en la fila con pase exprés se perdía parte de la experiencia, sin embargo, la entrada en el vestíbulo donde vemos a los duendes es la misma para la fila de pase exprés que para la fila regular, al menos a media hora del horario de cierre del parque que es cuando estamos nosotros aquí. Con el pase exprés nos plantamos casi a las puertas de la atracción, qué maravilla, oiga. 

A los pocos minutos de espera, nuestra intuición nos dice que algo no va bien. Enseguida oímos por megafonía que hay un fallo técnico y que están trabajando en ello. Menuda tarde hoy, la atracción de Hagrid está cerrada y ésta estropeada. Vale ¿qué hacemos? Faltan algo más de 15 minutos para el cierre del parque, aquí no hay atracciones cerca, esta atracción suele tener filas largas, lo más sensato es quedarnos aquí por si termina por funcionar y en el peor de los casos tal vez nos den un pase para mañana. Nos quedamos. 

En la fila se nota la tensión cada vez que suena la megafonía. Estamos todos expectantes, a escasos minutos para que cierre el parque, el ambiente se puede asimilar al desempate a penaltis. 

Pequeviajera nos está amenizando un poco la espera porque ataviada con su capa de Gryffindor convierte la valla separadora de las filas en su Saeta de Fuego particular. Nada como esperar en las filas para que aflore la creatividad.

Faltan cinco minutos para el cierre, cuatro, tres… aviso por megafonía, se hace el silencio. ¡YA FUNCIONA! Aplausos de todos aquellos estoicos que todavía quedamos por aquí, euforia, hemos ganado el partido a tres minutos del final.

La atracción es inmersiva a la máxima potencia, subimos en un simulador 3D a modo de montaña rusa con caídas leves y movimientos bruscos pero en ningún momento estamos boca abajo. Accedemos al banco de Gringotts y nos adentramos en las bóvedas de las cavernas donde nos persigue Belatrix de quien intentaremos escapar así como de quien no debe ser nombrado, para ello contamos con la ayuda de Harry Potter, Ron y Hermione.

La atracción dura 4 minutos pero una vez más se alarga en el tiempo porque en mitad de la atracción se para. Se encienden las luces. Oh, no, esto no pinta bien y menos en nuestra emplazamiento actual, nos quedamos parados en una posición cuanto menos curiosa, diría que en un ángulo de 45 grados hacia delante. Vemos las entrañas de esta parte de la atracción aunque no presto demasiada atención como lo haría en cualquier otro momento porque a Pequeviajera le aprieta muchísimo el cierre de seguridad por lo visto se ha apretado aún más en las bajadas. Estamos en medio de la nada o eso nos parece y en estas condiciones. Me estoy preocupando mucho pese a que me dice que puede aguantar, menuda angustia.

Al cabo de un rato, que seguramente sea muy poco pero dadas las circunstancias con la pequeña me parecen horas, vuelve a funcionar la atracción. La experiencia ya no es igual así que tenemos claro que debemos repetir en algún momento. Nuestra sorpresa llega cuando éstaa termina y deberíamos bajar del vehículo. El cast member que se encuentra allí nos informa que debido al fallo técnico podemos optar por no bajar y volver a hacer la atracción. Juan Pedro se baja, no le ha sentado bien. Pequeviajera y yo nos quedamos, lo tenemos clarísimo, esta atracción nos ha gustado mucho pese a la avería, queremos vivirla sin interrupciones y bueno, para qué engañarnos, menos fila que ahora mismo no haremos nunca. Repetimos. Ahora sí, pedazo atracción, no somos muy objetivas por ser Potterheads pero debo reconocer que la atracción es realmente buena, es inmersiva a la máxima potencia y la simulación es tal que en ocasiones parece que vayamos a caer, no hago más spoiler. El cierre de seguridad vuelve a estar apretado para Pequeviajera pero es algo soportable, mejor que antes. 

Esta atracción tiene bonus fotográfico pero para los parques de Universal no hemos comprado photopass. Para tres días nos hubiera costado 109$ en compra anticipada así que dado que hay pocas atracciones con fotografía y conocedores de que la cantidad de fotógrafos en el parque no es ni de lejos la de Disney nos ahorramos estos dolarachos.

Hecho este inciso, de nuevo, ¿esta atracción marea? Para nosotros no, hace muchas horas que tomamos la pastillita, no sé si es porque sigue haciendo efecto, porque estamos blindados al mareo o porque directamente no marea.

Salimos de Gringotts a las 20:30, media hora después del cierre del parque, vemos el callejón de noche, sencillamente espectacular. Sin prisa nos deleitamos con todo lo que nos rodea aunque en cuanto cruzamos la estación ya nos esperan los cast member para dirigirnos a la salida y no con tanta calma como en Disney, aquí sí hay prisa por evacuar.

Dejamos atrás los parques de Universal y nos dirigimos hacia Citywalk para cenar en el restaurante Bubba Gump Shrimp Co. (Bubba Gump para los amigos) al que tenemos que ir sin falta hoy para aprovechar los 25$ que tengo de regalo de cumpleaños, sí, caducan hoy, in extremis. De camino al restaurante pasamos frente a Voodoo Doughnut, no soy especial fan del dulce pero estos donuts los tengo que probar. Después de cenar volveremos para deleitarnos.

Damos muchísima vuelta hasta llegar al restaurante Bubba Gump, está cerca, lo veo desde aquí pero subimos las escaleras del Citywalk, no vemos la entrada, bajamos, qué desesperación hoy, qué despistados estamos, al final lo conseguimos. 

Después de la experiencia en el restaurante T-REX con la tarjeta Landry, aquí me espero cualquier cosa, sin embargo está todo perfectamente señalizado. Hay dos filas una con unas caritas sonrientes y otra con círculos de color rojo con el símbolo de Landry, nosotros pasamos por la fila roja. Es una sensación extraña porque en la otra fila hay familias esperando y nosotros somos los primeros de la nuestra, recién llegados. Juan Pedro se inquieta hasta tal punto que parece que estemos cometiendo un delito por lo que en el momento que veo a un trabajador se lo comento. Efectivamente, estamos donde corresponde. Al momento nos acompañan a nuestra mesa. Bendito club Landry. Estamos cansados, la verdad es que no sé si hubiéramos podido aguantar una larga espera.

El restaurante es muy bonito, está ambientado en la película Forrest Gump y una de las cosas más curiosas es que en cada mesa hay unos carteles metálicos con las palabras run o stop. El cartel de color azul RUN FORREST RUN significa que el personal  no se parará en la mesa entendiendo así que estamos decidiendo qué comer o en caso de tener ya la comida que no necesitamos nada más. Por contra, el cartel de color rojo STOP FORRES STOP significa que necesitamos algo de ellos y por lo tanto, se pararán en la mesa y preguntarán qué queremos, bien por pedir la comida o cualquier otra cosa. 

Nos traen la carta, una vez más no nos hace falta, ya sabemos qué vamos a pedir. Únicamente no hemos podido ver de antemano el menú infantil y aunque hay bastante variedad, Pequeviajera lo tiene claro.

Para nosotros pedimos Calamari y Lt. Dan’s Surf & Turf. Pequeviajera elige la opción de hamburguesa con patatas. El menú infantil viene servido en un barco de cartón, a un lado la hamburguesa y al otro las patatas, muy acorde a la temática del restaurante todo. Nuestros platos son para compartir y llegan poco después. Las costillas, acompañadas de salsa barbacoa y patatas fritas, están increíblemente ricas aunque demasiado tostadas, algo que también nos ocurrió en Rodeo Roundup BBQ y en Docking Bay 7 Food and Cargo, en Hollywood Studios, a ver si es que aquí se cocinan así. Las gambas están también muy ricas, los calamares normalitos acompañados de una especie de chipirones con una salsa de tomate y otra salsa más picante. 

El servicio ha sido increíblemente lento para tomar la comanda y han pasado 20 largos minutos más hasta que nos han traído la comida que, pudiera parecer que no es tanto pero es que, además, tardan una eternidad en traernos la cuenta y al presentar la tarjeta Landry y pagar parte de la cena con ella, todavía tardan más porque han de ir y traer un nuevo ticket con el descuento para que lo firme. Son casi las 22:30 horas, como imaginaréis, no tenemos el cuerpo para esto. Además, como al principio pedimos para todos, olvidamos seleccionar la bebida del menú infantil, de modo que al pagar se la pido a un camarero que pasa por nuestro lado, imaginad lo que tarda en traer un brick de leche. Sin duda, la lentitud ha sido desesperante. No ayuda el cansancio de todo el día. Pequeviajera ya está extendida en el sillón con tanta espera. 

A todo esto, así como en el restaurante T-REX vino un supervisor a preguntar cómo estábamos y si la comida era de nuestro gusto, aquí no ha vendido nadie en ningún momento.

El precio de la cena es de 53,97$, más tasas y más propina pero tengo los 25$ de regalo del club Landry, que puedo gastar como máximo hasta el 15 del mes siguiente al de mi cumpleaños, sí queridos lectores como os he dicho antes, hoy es ese día límite. Así, a los 53,97$ se le restan los 25$ y al resultado se le aplican las tasas y la propina.

Salimos del restaurante contentos porque toda la cena nos ha costado 36,86$, bendito club Landry. Hemos dejado 6$ de propina. En cierto modo la camarera que nos ha atendido ha sido infinitamente despistada y lenta pero bueno, somos tacaños para los lockers pero para las propinas no tanto.

Salimos del restaurante con intención de comprar unos donuts para el desayuno de mañana pero ¿qué pasa hoy con el tiempo? Pues sí, está cerrado, claro no es para menos, hemos tardado tanto en salir de Bubba Gump que hemos sobrepasado el horario de apertura. Maldición.

Ya de camino al embarcadero, disfrutamos del ambiente de Citywalk, ambiente que, por cierto, nos encanta. Aquí tenemos que terminar cada noche y aprovecharlo un poco más. La música que invade el lugar contagia alegría y ganas de pasarlo bien a todo el mundo. ¡Cómo nos gusta esto! Al otro lado se encuentra nuestro destino, vemos un barco pero a esta distancia no sabemos hacia dónde se dirige. Ni siquiera si llega o se va. ¿Está oscura esta zona o sólo me lo parece a mí? Ya en el embarcadero para tomar el barco que nos llevará de vuelta al hotel no sabemos muy bien dónde debemos cogerlo. Preguntamos a una pareja que acaba de desembarcar y nos indica de aquellas maneras. Resulta que hay cuatro hoteles con servicio de transporte en barco y no tienen ni idea de cuál es para cada uno. Allá vamos a investigar y dar un poco de vuelta hasta que localizamos el del Royal Pacific, estamos cansados hoy y eso se nota.

Montamos en el barquito con un agradable paseo, se agradece la fresca brisa que nos embriaga, sí, estáis leyendo bien, por fin algo de cierto frescor. Si pasada la ola de calor, o eso creo, a casi media noche en un barco a cierta velocidad no se nota algo de fresco…

Llegamos al hotel con unas ganas inmensas de invadir nuestra habitación, como bien supondréis. Pues no, tenemos que ir a recoger el equipaje que hemos dejado esta mañana en consigna. ¡Qué pereza, por favor! 

Equipaje en mano, vamos a explorar nuestra habitación. Está muy cerca, desandamos el tramo que previamente hemos realizado porque nuestra torre es justo la que se ubica junto al embarcadero, a muy corta distancia. 

La habitación en sí es tal y como había visto en imágenes y vídeos solo que ahora es noche cerrada, tanto que en breve ya cambiamos de día. Una vez más. En su día reservé esta habitación con dos camas queen y vistas al jardín porque algunas habitaciones que, bien no lo indica expresamente, bien indica una cama king size, puede ser una cama y un sillón así que para tres personas y sabiendo este tipo de distinciones en este hotel no osé tentar a la suerte. 

Como os decía, la habitación es lo suficientemente amplia, la decoración es una cucada, sutil a la par que sencilla y además de las dos camas queen hay un sillón moderno, parece cómodo a simple vista. El mueble donde se sitúa la televisión tiene cajones, algo de espacio para almacenaje. Abriendo las puertas de éste encontramos una pequeña nevera y una cafetera con todos los utensilios necesarios para poder preparar café o té. Además, nos han dejado dos botellas de agua de 500 ml. Al lado hay un asiento en forma de baúl y un escritorio con flexo. Cuenta con un armario con capacidad suficiente para los tres pero sin exagerar, no podemos guardar toda la ropa ahí aunque sí es más grande que el del Pop Century, bastante más grande. El baño es moderno, está extremadamente limpio. Venimos de Disney donde la limpieza brilla por su ausencia, así que esto me inunda de satisfacción. Lástima que sólo sea una noche. En este tema no hay comparación posible con Disney, aquí sí pasan a limpiar cada día y con el concepto de limpieza que entendemos nosotros. Lo que me llama la atención es que hay pocos puertos USB y pocos enchufes americanos, en el baño veo dos.

Deshacemos un poco el equipaje, lo justo y necesario para una noche que no ganamos en tiempo para tanto hacer y deshacer maletas. ¿Sabéis que encuentro? La mantequilla, santo cielo que me había olvidado completamente de ella. Con la de horas que lleva fuera de la nevera… Aunque bien pensado en las estancias del hotel el frío es de tal calibre que bien valdría. La deshecho, mi intención es desayunar los donuts que no he podido comprar hoy.

Como buenamente podemos nos aseamos para dormir que buena falta nos hace, estamos muy cansados. Comprenderéis que he perdido cualquier atisbo de esperanza de levantarnos pronto mañana y llegar temprano a los parques.  En este hotel no hay terraza de modo que se ha esfumado la posibilidad de disfrutar de uno de mis momentos mágicos. Mañana cambiamos de hotel al Cabana Bay Beach y nos queda mucho Universal por descubrir.

DÍA 9.- Animal Kingdom Logde y Epcot (Food & Wine, Extended Evening Hours)

14 de agosto de 2023. Hoy seguimos cumpliendo sueños y cambiamos de casa nada más ni nada menos que al hotel Animal Kingdom Lodge. Tenemos reserva en el restaurante Boma, en Yak & Yeti y comienza nuestro gozo con el Festival Food & Wine de Epcot. Además, hoy disfrutaremos por primera vez de las Extended Evening Hours gracias a la estancia en un hotel Deluxe. Hoy tengo mucho que contar.

La idea inicial del día de hoy, la de la planificación a 7.000 km de distancia que nunca olvidaremos, era madrugar (perdonad que me entre la risa) para entrar de los primeritos en el parque Animal Kingdom con la intención de repetir Flight of Passage y hacer aquello que no pudimos en nuestra anterior visita. Hoy el parque abre prontísimo y se encuentra a 7 minutos en autobús aproximadamente del hotel Animal Kingdom Lodge, así que nos daría tiempo para llegar bien a nuestra reserva para desayunar en Boma a las 11:25 y después nos quedaríamos en el hotel porque tendríamos la habitación preparada para entonces. Ahí es nada, todo bajo control.

Pues bien, la realidad supone que nos levantamos en el All Star Music con cierta dificultad porque pese a ser ayer el día de descanso también nos acostamos tarde debido a las circunstancias que ya habréis leído y el cuerpo lo nota, no hace falta que insista en que el calor que hace nos desgasta enérgicamente aún más. Como siempre, me levanto yo y el resto de la family sigue REM in eternis.

Para desayunar, tenemos nuestras galletas de Gideon que compramos ayer. Por favor, qué ganas tengo de probarlas, con la fama y el precio que tienen debe ser un éxtasis gastronómico como poco.

Aquí, algo que imagino todos querréis saber ¿qué tal están las galletas? Pues bien, os diré que mi opinión se basa en que no soy especialmente amiga del dulce, ni del salado, ni de las galletas. Teniendo en cuenta esto, de las tres elegidas, la de plátano y chocolate (chocolate chip banana bread) está muy rica, la original está bastante bien (es una apuesta clásica pero segura) y la que yo elegí por ser la edición limitada del mes no os diré que esté mala pero me cuesta comerla. Sin duda, la de plátano y chocolate es la opción ganadora por goleada. Estas galletas duran mucho en perfectas condiciones (incluso días posteriores) así que es un tentempié perfecto para cualquier momento. ¿Recomiendo las galletas? De nuevo, sale mi mitad gallega, depende. Si estáis en Disney Springs y no veis cola (a veces esto ocurre) o no os importa hacer una fila de 20 o 30 minutos (como una atracción más) y el precio no es un inconveniente, o tenéis unas ganas locas de probarlas (como yo tenía), sí recomiendo que las probéis, siempre es mejor poder opinar por uno mismo. Sin embargo, ir a Disney Springs sólo para comer estas galletas, sin que se dé ninguna de las anteriores circunstancias, es un no claramente. Dicho esto, además, hay que acertar con la que nos pueda gustar.

Volviendo al momento, se nos han hecho más de las 09:00 horas y seguimos en la habitación. Siendo la hora que es, empiezo a pensar que no es buena idea tener el desayuno a las 11:25. Era buena idea con el plan anterior que mucho dista del actual. Ya no vamos a comenzar el día temprano en Animal Kingdom de modo que lo más sensato es adelantar el desayuno y que fluya el día. Desde que empiezo a pensar en la modificación, llegamos a un consenso entre todos y busco disponibilidad, hasta que procedo a la cancelación en la aplicación de My Disney Experience pasa el tiempo suficiente como para que no me permita hacerla. El tiempo máximo para modificar y/o cancelar la reserva de esta forma tan sencilla es de hasta 2 horas antes de la hora reservada y no os creeréis que son las 09:27 horas. Nos pasamos por escasos dos minutos, en serio, no me lo invento.

Maletas hechas, llamo a Bell Services (hay una tecla específica en el teléfono) para que las recojan en la habitación, esta vez sí aún pensando que tengo que esperar aquí hasta que vengan a por ellas. Sin embargo, la chica que tengo al otro lado del teléfono me pregunta cuántos bultos son y me dice que las dejemos juntas en un lado, las recogerán durante la mañana. No está mal la idea. Pese a no tenerlas todas conmigo, no quiero perder un segundo más que ya son las 09:30, nos la jugamos. Nos despedimos del equipaje no sin antes rezar para que esta modalidad del servicio split stay de Disney funcione correctamente. Soy consciente de que llevamos todo el viaje rezando a todos los dioses con cierta frecuencia y no vamos a abusar, con que lleguen me doy por satisfecha, no vamos a implorar que lleguen antes que nosotros, eso sería demasiado pedir.

De camino al autobús que nos llevará a Animal Kingdom pero no para disfrutar del parque sino para hacer trasbordo dirección al hotel Animal Kingdom Lodge, llamo por teléfono a Disney a ver si me pueden cambiar la reserva ellos mismos porque veo en la aplicación disponibilidad para dentro de una hora. Sinceramente, pierdo la noción del tiempo con la llamada porque se corta un par de veces y… vuelta a llamar y a dar la pertinente explicación. Finalmente, tras un lapso temporal indeterminado ¡reserva cambiada! Me han anulado la que yo tenía y han hecho la reserva en Boma para las 10:25, tenemos tiempo suficiente de hacer el cambio de autobús y llegar al hotel con calma. No me lo puedo creer.

Supongo que habéis creído de verdad que tendríamos esa calma… Los autobuses son un ente independiente con horarios que no aparecen en ninguna parte de forma fiable para poder ir con un poquito de organización, así que puedes llegar a la parada y tener la suerte de que esté ahí esperando a que se haga la hora de partir o que no haya bus alguno. En las paradas sí tienes unos bonitos paneles con el horario del siguiente y es cuando levantas la vista que te llevas la grata sorpresa o el disgusto.

Entre la espera y los cambios de autobuses, llegamos al hotel Animal Kingdom Lodge a las 10:15 ¡casi una hora nos ha costado! Sí, llegamos a escasos 10 minutos de nuestra reserva y si ya nos conocéis un poquito, podréis imaginar que nos vamos a entretener un rato en el lobby porque, para variar, me he espoileado algo y no me puedo perder esta instantánea inicial.

En la entrada nos recibe una cast member con su mejor sonrisa y con una vestimenta que nos introduce en lo que vamos a ver, también nos recibe el Welcome Home digno de los alojamientos DVC. Este hotel es grandioso, me faltan adjetivos para describir lo bonito que es. Sólo atravesar la puerta de acceso al vestíbulo es un no parar para los sentidos, admiración a cada centímetro. Lo que quizá más impresiona es la altura de esta estancia, su revestimiento de madera, la decoración al más puro estilo africano y la luz que la invade proveniente de la savannah. La chimenea central, sí, es agosto, a temperaturas que no hace falta recordar, lo sé, me fascina la chimenea, tengo debilidad. Además, nada tiene que envidiar Siberia a la temperatura que hay en el interior de los edificios de Walt Disney World y me atrevería a decir que prácticamente de toda Florida, la chimenea está bien.

A la que me descuido un poco en mi ensimismamiento con lo que estoy viendo, me encuentro sola. Otra vez. Caramba, ya nos hemos vuelto a perder. ¡Ah! Ya los veo ¿Qué están haciendo? Fijaos hasta qué punto es inmersivo este hotel que los localizo en un puesto donde están expuestas diversas heces de animales y están haciendo un juego. Este juego tan didáctico consta de cinco excrementos de animal y cinco tarjetas con la imagen y denominación de un animal. La finalidad del mismo es descubrir a qué animal pertenece cada deposición. Sé que estaréis pensando que menuda guarrada, es comprensible. Son reales (eso dice el cast member) pero han sido sometidas a un proceso en el que nosotros las vemos como si fuera una figura barnizada e inodora ¡qué menos! Aunque os parezca increíble, este puesto no le resta glamur al hotel. El cast member monta bastante fiesta al final del juego porque Pequeviajera ha hecho pleno, ha acertado todas y cada una de ellas. Ha sido divertido y hemos aprendido a diferenciar las heces de elefante, cebra, jirafa, ankole y rinoceronte, que oye nunca se sabe qué nos deparará el futuro y qué conocimientos vayan a ser necesarios ¡qué más se puede pedir!

Ahora ya no nos entretenemos más que aún llegaremos tarde. El restaurante Boma se encuentra al bajar unas escaleras que hay en el vestíbulo, llegamos en cinco segundos. Hacemos el check-in como en todos los restaurantes con reserva y esperamos diez segundos para entrar. Nos acomodan en una mesa en el centro del restaurante, unas cañas de madera nos separan de otras mesas y de la zona acristalada, todo acorde al estilo del hotel. Estamos muy a gusto en esta mesa, está cerca del bufet pero lo suficientemente alejada como para que el tránsito humano no nos moleste.

Tengo unas referencias buenísimas de este restaurante, especialmente en el desayuno, las expectativas están en la estratosfera y más allá. Sólo sentarnos nos llenan los vasos de POG (el zumito de fruta de la pasión, naranja y guayaba tan famoso por aquí) lo recordaréis de nuestro desayuno en Topolino’s Terrace. Adoro este zumo, por favor, me encanta y aquí no pueden ver un vaso a medias, lo rellenan continuamente.

En el bufet no sabemos por dónde empezar, me llenaría el plato con un poco de todo pero no quiero abusar, así que sin orden ni concierto cojo un bol de fruta, la uva tiene una pinta exquisita; una galleta que a simple vista parece un bollo; porciones de queso; huevos rellenos (deviled eggs); yogur con muesli y fruta; una miniensalada de pomelo, aguacate y papaya; un pastel de carne, champiñones y huevo (bobotie); más fruta y el recomendadísimo plato de avena y coco. Sin olvidarnos de la french toast. De todo esto, el plato de avena no me gustó especialmente como para que sea tan recomendado y la galleta que parece un bollo estaba algo seca para mi gusto, el resto delicioso y para repetir hasta la saciedad.

Nos ha encantado el restaurante, el ambiente, la comida, la atención de nuestra camarera ha sido de 10 y nos ha llevado una hora aproximadamente desayunar. Este desayuno es de precio fijo, vuelven a cobrarnos el menú infantil para Pequeviajera, qué majos son todos por aquí y es que con diez años está justo en la edad en la que cuenta como adulta. El total de este desayuno es de 116,94 $, dejamos el 22% de propina, como habitualmente y esta vez estrenamos la gift card que recogimos ayer para pagar.

Os diré que el desayuno es fantástico, hay tal variedad y cantidad de alimentos que es una comida. Es por esto que un desayuno tardío es una opción buenísima ya que tiene un coste inferior y os aseguro que los desayunos por aquí nada tienen que envidiar a una comida, cantidades ingentes a libre disposición. Este restaurante lo recomiendo totalmente y no descarto volver, me ha encantado, a mí y al resto de la family, salimos de aquí rodando y bien contentos.

Terminado el desayuno, curioseamos un poquito el hotel, ahora el exterior que es igual de impresionante o más que el interior. Mi subconsciente me dice que tendríamos que dirigirnos a algún parque porque opina que tenemos que amortizar el precio pagado por las entradas pero este lugar es tan acogedor y hay tanto por descubrir que nos quedamos. A cada esquina hay entretenimiento. Sin darme cuenta Pequeviajera ya está con una cast member completando una misión para conseguir una de las figuras que conforman un collar. Estas actividades consisten en juegos infinitamente didácticos sobre algunos animales de los que podemos encontrar en la savannah y, una vez completado, consigues la figura correspondiente a ese animal. Menuda sorpresa me llevo con este hotel, da para no salir de aquí en varios días.

Las actividades que podemos encontrar son: Animal Tracking (Arusha Overlook); BioBlocks (Pembe Overlook); Flamingo Behavior (Uzima Flamingo Pond); African Wonders (Jambo House Lobby); Have you Heard? (Kidani Village Terrace); Animal Enrichment (Uzima Overlook); Music of the Savanna (Jambo House Lobby) y Have a Ball! (Kidani Village Lobby).

Los horarios de cada actividad se pueden consultar en los tótems informativos y al personal encargado de realizar estas actividades.

Estamos en plena investigación del exterior del hotel, es una auténtica maravilla. De repente… me llega una notificación de Disney: You’re room is ready! Qué alegría me da este mensaje, son las 12:00 horas. Nuestras plegarias han sido escuchadas. Vamos ya mismo. Pequeviajera sigue con una de sus misiones y a mí me puede la impaciencia, qué ganas tengo de ver lo que nos espera y de comprobar si será la tercera vez que Disney hace caso omiso a mis peticiones. En esta ocasión solicité a Disney a través del chat de la aplicación y, además, a través de correo electrónico, lo siguiente: «Jambo, Flr 5,N-facing room. Like room 5134».

Nos han asignado la habitación 5006 así que desde donde me encuentro y con ayuda de la web de touringplans (Room Finder) intento buscar la ubicación de la habitación. Ya veo… es el edificio que hay junto a los flamencos. Allá vamos. Entramos, subimos, recorremos pasillos, preguntamos… Va a ser que aquí no es. Nos paramos, nos centramos un poco, preguntamos de nuevo. ¿Qué dice este hombre del lobby?, ¿por qué tenemos que ir al lobby? Seguimos sus indicaciones y me intento ubicar mejor, de lo contrario terminaremos en el laberinto del Minotauro.

Llegamos al edificio principal entrando por la zona de la piscina, subimos en el ascensor donde ya veo que indica que nuestra planta es DVC, vamos bien. Saliendo del ascensor tenemos el impresionante lobby, seguimos el pasillo que nos llevará a nuestra habitación mientras pienso que nos quedará un buen recorrido hasta llegar a ella ¡Menos mal que vamos sin maletas! Veo la primera puerta, la numeración me hace inquietarme mucho, o estamos cerca o esto es raro. Se mezclan las habitaciones DVC con las de hotel. Seguimos caminando y tras 50 metros, Pequeviajera me avisa ¡Es ésta! Oh my God! 5006, lo miro, vuelvo a mirar. Veo encima del número de la habitación el logo de Disney Vacation Club, no hay duda. Pasamos la Magic Band… se abre, Holly Molly! No doy crédito, no sé cómo será la habitación pero estamos ubicados a escasos 50 metros del pasillo con las vistas tan impresionantes al lobby, ¡ubicación más que fantástica! Lástima que sólo sea una noche.

Tras atravesar la puerta nos inunda la música instrumental africana, qué maravilla de lugar, qué inmersivo es. Desde la entrada veo al fondo la terraza, la cortina está abierta, las vistas son muy buenas para haber reservado un Studio Value Standard sin vistas a nada y con las expectativas por los suelos fruto de las anteriores experiencias en las Room Request hechas a Disney. Esta vez han tenido en cuenta mis peticiones, gracias, gracias, gracias. Me declaro abiertamente amante del DVC. La habitación se ubica en la zona Jambo House que es donde se encuentran este tipo de estudios de Disney Vacation Club (hay también alojamiento DVC en la zona de Kidani). Desde la terraza veo la piscina, no es una piscina grande ni tampoco llamativa como las de otros hoteles pero resulta curiosa por intentar imitar una playa aunque ello implique que los accesos a la misma no estén comunicados. Al fondo están los flamencos, bueno, ahí están, yo no los veo porque, entre otras cosas, los tapa un árbol pero sé que ahí están, venimos precisamente de estar en ese lugar.

No ha llegado el equipaje así que ir a la piscina ahora no es buena idea porque no sabemos cuándo llegará, en recepción no tienen la menor idea. En cualquier caso, no era éste el plan inicial por lo que no tenemos con nosotros la ropa de baño. Tenedlo en cuenta si algún día os pasa algo así, siempre bañador en la mochila. Como son casi las 12:30, se me ocurre que quizá lleguemos a tiempo para entrar en Epcot y solicitar fila virtual en Guardianes de la Galaxia a las 13:00, Pequeviajera está como loca por volver a montar, bendita atracción. Me emociono solamente de pensarlo. Vamos a ello.

Tenemos reserva en Yak & Yeti a las 15:30, en el parque Animal Kingdom. Lo sé, no encaja con los planes actuales pero inicialmente lo reservé así porque vendríamos de un desayuno contundente en Boma casi a la hora de comer, estaríamos en el parque Animal Kingdom y no podía perderme probar los Fried Wontons, Pineapple Upside Down Cake y Mango Key Lime Cheesecake. Pues bien, viendo la hora que es y cómo se está desarrollando el día, cambio la reserva de parque a Epcot y cancelo la reserva del restaurante. Adiós a nuestra oportunidad de repetir un poquito Animal Kingdom y de probar esos postres pero la atracción de Guardianes lo merece.

Enfilamos hacia la parada del autobús que nos llevará a Epcot, sorpresa en el panel que indica que el próximo bus saldrá a las 12:49, dentro de cinco minutos, vaya. Deciros que suelen llegar antes de la hora marcada pero no os hagáis muchas ilusiones, en el mejor de los casos a ciertas horas suele ser muy pocos minutos de adelanto. Vamos un poco justos de tiempo para conseguir fila virtual para Guardianes de la Galaxia, tristeza máxima pero no perdemos la esperanza, sé que en alguna ocasión se ha conseguido incluso más tarde y, en cualquier caso, a las 18:00 tendremos otra oportunidad para unirnos a la fila virtual gracias a las Extended Evening Hours. No me cansaré de decir lo maravilloso que es el mundo DVC y todo lo que lo rodea.

Llegamos a las puertas de Epcot pasados pocos minutos de las 13:00 horas, venga que lo conseguimos. Atravesamos el temido control de mochilas. No puede ser verdad, me toca revisión. Me dirijo con toda la prisa del mundo a que registren mi mochila, como me quede sin fila virtual por esto… El control de seguridad más lento de la historia de mi viaje (probablemente de mi vida) y eso que a kilómetros se nota la prisa que tengo, además, por si hubiera duda le aviso que quiero entrar rápido para poder obtener la fila virtual. El hombre sigue con lo suyo lentamente como si no hubiera oído nada. Este pequeño estrés no es infundado y es que no puedo solicitar la fila virtual hasta que todas las personas del grupo que quieran unirse hayan pasado el torno de entrada. Acabado el registro me voy corriendo a pasar la Magic Band, verde, ¡bien! Siguiente. Verde, ¡bien! Siguiente. ¡Rojo! ¿Cómo? ¿Qué pasa? Sólo me falta esto, ya estoy con el dedito para darle a unirme y me falta Pequeviajera. ¡Ah! Ha puesto el dedo de la otra mano, le ocurre con cierta frecuencia. Venga Pequeviajera, es el otro dedo, dale que nos quedaremos sin fila. Son las 13:15 horas, le doy al botón, ¡fila conseguida! Grandioso. Me pregunto a qué hora llamarán a nuestro grupo de embarque habiendo conseguido fila tan tarde.

Ahora sí, entramos en Epcot donde nos recibe la gran esfera geodésica (Boloncho para los amigos). Respiro, me relajo, ya tengo la fila virtual, ya puedo empezar a desestresarme ¿y de qué mejor manera? Se me ocurre que probando puestos de comida pero por unanimidad creemos que hacer una carrera en un Chevrolet diseñado por nosotros a toda velocidad, unas 65 mph, o eso espero, será más eficaz e infalible en el corto plazo. Nos vamos a Test Track.

¿Qué sería de nosotros si no paráramos con uno o todos los Fotopaseros que vemos? Pues es que en las inmediaciones de nuestra querida esfera gigante se concentran una cantidad ingente de ellos, nos hacemos un reportaje fotográfico de tal calibre que sólo hoy ya habríamos amortizado el coste del Memory Maker.

Esto no acaba aquí, mirando la esfera de frente dejando la puerta principal a nuestra espalda, a la izquierda tenemos el Fotopasero más codiciado, el súper zoom (para esta foto os hará moveros a un punto concreto). Justo al lado de éste se encuentra el magic shot 360º (Tiny World), nosotros no lo vemos o no nos damos cuenta. Emocionados es poco, con éste, ya tendremos tres de cuatro, casi pleno, esto se está convirtiendo en un juego, en un reto. En cualquier caso, por si cambian de ubicación, os recomiendo que consultéis la aplicación y que asaltéis a todos los Fotopaseros que veais por allí.

Ahora sí, a dos pasos tenemos nuestro destino. Esta atracción tiene Single Rider, cola en la que te pierdes diseñar el coche, así que haremos una cola interminable por la única razón de que somos unos románticos y por ser la primera vez queremos vivir la experiencia completa y así diseñar nuestro propio vehículo. Faltan 5 minutos para las 14:00 cuando entramos en la atracción y no es hasta casi una hora más tarde que empezamos a diseñar el coche. Para ello, tenemos un límite de unos tres minutos y medio para completar el diseño. Comenzamos con que Pequeviajera y papá quieren diseñar cada uno a su estilo, creedme que se pierde tiempo con esto, durante la eterna fila, además de admirar el resplandeciente Chevrolet Miray que está expuesto, podríamos haber establecido roles o unificado criterios. Después de convertirnos en parte de la élite de ingenieros de la Chevrolet, a cinco minutos para las 15:00 horas montamos en Test Track. Esta atracción es un recorrido interior y exterior en un vehículo que consta de dos filas con capacidad para tres personas en cada una de ellas. La atracción no tiene más, el pelo al viento, el aire en la cara, la velocidad pero no tiene más, sin embargo algo tiene que invita a repetir, de noche debe ser espectacular. También tiene bonus fotográfico esta atracción. Se encuentra tras pasar los coloridos y enormes rótulos de los tests (capability, efficiency, responsiveness y power) y justo antes de las puertas que se abren para hacer el recorrido exterior, a la derecha.

A la salida tenemos un miniconcesionario de Chevrolet donde Juan Pedro pasaría el resto del día y más con coches para todos los gustos o casi todos. Desde la maravilla de coche con puertas de tijera hasta el que necesitas una escalera de tres metros para ver a través de la ventanilla. Hay entretenimiento para todos, sin duda. Después de quedarnos boquiabiertos con el despliegue de vehículos, no queda otra que pasar por la tienda así si no has podido comprarte un Chevrolet minutos antes (sí, se venden) puedes calmar el impulso con algo más asequible para el bolsillo. De aquí salimos con una gorra que es más fácil de transportar que un coche y entra dentro del presupuesto inicial del viaje.

Tras darnos el aire en un descapotable lo suficiente como para despeinarnos, de soñar con coches tamaño gigante y de cotillear la tienda un rato, sin más dilación, nos vamos a probar comida de los puestos del festival del momento en Epcot que ya va siendo hora. Disfrutar del festival por excelencia en este parque durante estas fechas, el Food &Wine, es algo que me quedé con ganas de hacer en las dos últimas visitas a Epcot. Es un festival de algo que nos gusta, comer y beber. En los puestos habilitados para ello podemos encontrar comida y bebida típica del país. Para nosotros vendría a ser como ir de tascas por el mundo. Tenemos la guía gastronómica de este año pero os diré que ya nos la habíamos estudiado y la lista de «tapas» que quiero probar es kilométrica así que tenemos que reducir y priorizar.

La primera parada la hacemos en The Fry Basket, no porque sea el top sino porque está en nuestra lista y nos queda muy cerca. Son las 15:30 y es ahora cuando ya tenemos hambre desde el desayuno en Boma. En este puesto de comida, el combo de Fry Flight es lo más recomendado, sin embargo, elijo las Adobo Yuca Fries, las patatas con alioli de cilantro que llevo viendo por todas partes en los últimos meses de preparación del viaje, están en la lista de prioridades. Hay cola para pedir, normalmente os diría que es buena señal pero por aquí no es significativo ya que hay cola para todo.

Las patatas me cuestan 5,50$ y no os lo vais a creer pero aquí no hay que sumar extras (léase TAX), las tasas son… redoble de tambores… 0%, así que aquello que veáis del Food & Wine es precio final, sí, sí, estáis leyendo bien, precio final. Fijaos que me he acostumbrado tanto a sobrecostes en el precio marcado que no me doy cuenta hasta bien tarde de esto. Vuelvo a pagar con la gift card, además de poder consultar el balance online en el ticket también va a indicar siempre el montante que queda en vuestra gift card justo antes de las tres líneas habituales en ellos donde Disney te da las gracias por visitar Walt Disney World y te desea un día mágico.

Adobo Yuca Fries

Nos sentamos a comer las patatas que bien ricas están, con razón estaban todos los influencers con ellas en la mano. Para este ratito que aprovechamos de descanso elegimos un lugar a la sombra, más o menos, gracias a un enorme árbol en función de la ubicación del sol y a la zona techada con uralita traslúcida (algo es algo) de Refreshment Station antes era Cool Wash (os pongo la ubicación más abajo, las sombras en Epcot son escasas, tenerlas localizadas os hará bien, creedme).

En un momento, así sin darnos cuenta, Pequeviajera se ha ido y vuelve con una botella de agua ¿De dónde la has sacado? Señala un puesto de venta de bebidas, entre otras cosas. Pequeviajera, eso es de pago… ¿Cómo puede ser que te hayan dejado marchar así? Toma tu tarjeta y págala, por favor, estarán esperando que vuelvas con el dinero o directamente pensando que somos unos delincuentes. La inocente agua de Pequeviajera le cuesta 3,75$, tened siempre llenas vuestras botellas para ahorraros la hidratación a 45$ la hora porque os aseguro que esta botellita no dura ni cinco minutos.

Después de llenar mínimamente el estómago nos vamos a cotillear el Brew-wing Lab at the Odyssey de nuestros amigos Muppets. Nadie se atreve a probar el batido de pepinillos (Pickle Milkshake), me he informado antes y este batido pierde 100 a 1 así que no somos tan atrevidos y nos contentamos con echar un ojo al local.

Deberíamos seguir comiendo que ya son las 16:00 pero nuestra próxima parada gastronómica festivalera se encuentra en China, así que de camino vamos a visitar a nuestro querido Number 1 mejicano que la última vez se había ido ya y si hay algo que no puede ocurrir bajo ningún concepto es que nos vayamos sin saludarlo y charlar con él un rato. Hacemos 15 minutos de fila porque sabemos que es muy popular, es el número uno, lo sabe, lo sabemos. Viene, se va, vuelve, si es que con el calor que hace es imprescindible que vaya a chapotear un poco cada cierto tiempo, es insoportable e infernal.

Despedimos a nuestro querido Number One con toda la felicidad del mundo, no posamos para las fotos, no, este lugar es pura magia y se transmite en cada centímetro cúbico de aire (la magia acompañada de calor, no nos olvidemos). De camino a China, pasamos por Noruega, no vamos a llegar nunca a nuestro próximo destino, qué risa por favor. Aquí hay Fotopasero, encuentro con las hermanas de Arendelle… No podemos seguir sin parar por este pabellón, además, no hay fila ¿dónde está todo el mundo? El fotopasero que hay frente al meet & greet de Anna y Elsa nos hace un reportaje fotográfico con Magic Shot incluido, es Bruni, el bichito azul tan adorable. Las fotos que nos hace resultan tener unos reflejos que no me gustan, como si estuviera el objetivo sucio. Otro consejito que os doy, revisad las fotografías y no deis por hecho que los Fotopaseros son infalibles.

Entramos en la casita donde se encuentran las hermanísimas. Continuamos haciendo que el Memory Maker eche humo. Las fotografías aquí las hace una máquina automática y al finalizar cada encuentro hay otra máquina donde pasamos la Magic Band y las fotos se cargan automáticamente. Se debe ser paciente ya que si no, os pasará como a nosotros, tenemos las fotos de la chica que iba delante con todas sus poses, que no fueron pocas. Pequeviajera es muy rápida pasando la Magic Band. Este encuentro también tiene bonus, es doble. Además de doble personaje, al salir hay un estudio donde si quieres te hacen un buen reportaje, otra vez Pequeviajera es la protagonista. Yo no es que quiera quejarme ni nada parecido, no, estamos todos encantados con el book que le hacen a la niña continuamente pero resulta que al ser yo quien suele estar detrás del objetivo, pocas fotos decentes tengo de mi persona. Aquí también nos encontramos con un Magic Shot, otra vez Bruni pero con otro fondo. Aquí sí que se nos va el tiempo con tanta foto y se nos han hecho las 16:30 horas, nos vamos ya sin más paraditas a comer algo, qué maravilla es el festival Food & Wine, me encanta.

En nada y menos llegamos a China, fijaos cuántos países estamos recorriendo en minutos. Aquí pedimos Pan-fried Chicken Dumplings con salsa agridulce, vienen dos, uno para Juan Pedro y otro para mí, a Pequeviajera no le apetece probarlos, no le gusta el aspecto que tienen. Los dumplings nos cuestan 5,25$, más… nada más, seguimos con 0% TAX. De sabor están bien sin más y no es un plato que llene ni mucho menos, os diría que ni siquiera como guarnición.

Pan-fried Chicken Dumplings

Son casi las 17:00 y esta hora me parece crucial, siento que es la fina barrera entre la cual podemos encontrar personajes o llevarnos la sorpresa de que ya se han ido, así que nos vamos dentro del pabellón de China, para encontrarnos con Mulán con su atuendo hanfu. Este pabellón llama mucho la atención porque es el templo del cielo de Pekín, con buen tamaño y llamativos colorines. Tuvimos la oportunidad de verlo justo cuando lo adecentaron para los juegos olímpicos de Beijing y os diré que en Epcot han hecho un trabajo excelente. Entramos a la réplica y será por la hora que es pero sólo tenemos un par de familias delante. Nos toca el turno, aquí también hay Fotopasero, nos convertimos en guerreras pero hay algo aquí que no me resulta tan inmersivo, tal vez soy yo quien está cansada, acalorada (esto segurísimo). No os voy a decir que no me guste el encuentro porque es un personaje muy particular que hasta ahora no habíamos tenido el gusto de conocer en esta versión. Lo que sí es un plus es que al ser dentro del pabellón estamos bien fresquitos.

¿A que no sabéis quién nos está esperando fuera del pabellón? Pregunta fácil. Sí, un Fotopasero. Aquí nos hace unas cuantas fotos con el templo de fondo, unas mejores, otras peores, me quedo con la parte positiva que es tener un montón de fotografías juntos.

Dejando al bonito templo detrás nos vamos a comer algo más, que en China no parece que hayamos acertado hoy (otro dejà vu a unos cuantísimos años atrás y mi encontronazo con la gastronomía allí). Tenemos cerca el puesto de Kenia y aunque no lo tenemos en la lista estamos viendo algunas personas con un plato que pinta espectacularmente. Investigamos un poco y se trata del Piri Piri Skewered Shrimp, nos cuesta 7$, precio final, acordaos que no lleva TAX. El plato consta de cinco gambas, un poco de cuscús que sabe como a cítricos y un pisto de judías, tomates, cebollas y pimientos que pica bastante para mi gusto y para el del resto de la family. Sin embargo, nos hemos asentado en una zona muy agradable para tomarnos este tentempié, junto al lago y a la sombra (entended esta palabra en un sentido algo figurado pero menos es nada, los parasoles algo hacen) ¡Qué momento tan a gusto pasamos! Sólo nos sobran los alrededor de cuarenta grados centígrados que nos acompañan durante todo el día. Os dejo la imagen con la ubicación de algo que brilla por su escasez en Epcot, lugares a la sombra.

Piri Piri Skewered Shrimp
Zona con mesas y sillas (también parasoles) entre China y Alemania.

Seguimos hacia Alemania, y no podríamos parar en otro lugar que Karamel Küche, un paraíso del dulce aún para los que no somos especialmente golosos. Hemos crecido rodeados de caramelos Werther, es más un momento nostálgico que glotón. Pequeviajera muere por probar la manzana cubierta de chocolate y aunque insisto en que no es lo más apropiado, nada le hace cambiar de opinión. Estoy imaginando el catastrófico final de este dulce de precio estratosférico, 13,83$ con tasas (sí, amigos, aquí sí hay tasas que ya nos habíamos acostumbrado, no es un puesto del festival). Esa cobertura de chocolate a 40ª a la sombra, no puede terminar bien.

No os lo creeréis pero faltan escasos dos minutos para las 17:30, están a punto de cerrar y no tenemos tiempo ni de negociar con Pequeviajera ni de comprar toda la tienda como quisiéramos, no nos dan ni un microsegundo para elegir algo más, no hay palomitas de caramelos Werther recién hechas dada la hora que es y embolsadas no las quiero, además la chica me ha dicho que no son iguales, tal vez sea verdad, tal vez sea para despacharnos rápidamente. Cogemos esta manzana y ya porque nos están echando, eso sí con todo el amor del mundo Disney. Os había dicho que no me parecía lo más apropiado ¿verdad?, pues así es, no es recomendable comprar este dulce para comerlo en la intemperie infernal de Florida y mucho menos en el lugar como es Epcot donde las sombras son espejismos cual oasis en el desierto. No tarda ni tres segundos en fundirse, chocolate derretido por todas partes. Hoy es el día de los consejitos, llevad toallitas o algo que os sirva para limpiaros si llegáis a ser tan temerarios como nosotros.

Seguimos paseando por la zona de World Showcase, pabellón tras pabellón, nos topamos con uno de los conciertos Eat to the Beat frente al American Adventure y aquí nos entretenemos un ratito solamente. En este parque hay distracciones a cada metro, nos cuesta lo suyo avanzar.

Conciertos 2023

Siguiendo ruta, entramos en la tienda del pabellón de Japón, a Pequeviajera le falta este Kidcot y sello en el pasaporte. Ya os dije dónde se sitúan estratégicamente estos puntos. Pues aquí no es diferente, atravesando la tienda, según nos explica la cast member saliendo a la izquierda o a la derecha, sinceramente no lo sé porque hace rato que mis sentidos están ocupados con otros menesteres ¿Qué os puedo decir de esta tienda? Me quedo en ella, el olor del incienso me tiene embriagada, no me muevo de aquí, lo quiero todo. Acompañados por una encantadora cast member se van a completar la misión, porque no hay forma de que encuentren el sitio y yo no estoy por la labor de buscarlo con todo lo que me rodea. Mientras ellos completan la misión yo me deleito en esta maravilloso lugar de donde no quiero salir.

Vuelven de completar su misión y yo la mía, no he podido evitar comprar alguna que otra cosita, no sin contenerme al máximo para no llevarme la tienda entera, una perdición. Ya pasa un poco de las 18:00 horas, llevamos bastante tiempo comiendo, toca beber un poquito. Nos acercamos al puesto de Brasil porque tengo ganas de probar la Caipirinha, pido la Frozen a 12$ (0% TAX, great!) por un granizado en un vaso de plástico que no me termina de gustar, no sé qué tiene exactamente que no me sabe a Caipirinha, qué chasco tan grande me llevo. Me lo termino enterito que para eso lo he pagado aunque sea con la gift card. Nuestros gastos de hoy están subvencionados por Disney Irlanda y su oferta, léase gift card de 200$. Respecto a esto, os diré que hoy lo estamos pagando prácticamente todo con la gift card, entre otras cosas para que Revolut no me juegue una mala pasada con tantos pagos de poca cuantía en tan poco tiempo y me bloquee la tarjeta aunque no pasaría nada porque se desbloquea con una facilidad infinita. Y… qué diantres en el fondo parece que pagando con la gift card nos sale el día gratis.

Frozen Caipirinha

Seguimos paseando por Epcot, nos está gustando mucho este parque pero no es el más indicado para sobrellevar el calor y estamos realmente cansados. Juan Pedro quiere ir al hotel a descansar un poco, yo sé que eso significa entrar en una dimensión temporal donde vaya usted a saber a qué hora volvemos, hoy tenemos Extended Evening Hours y no pienso desaprovecharlas. Vamos a hacer alguna atracción más de las que están próximas a la salida y a ver si con suerte llaman a nuestro grupo de embarque para Guardianes de la Galaxia que son las 18:30 y para mi gusto ya se está demorando demasiado. Les convenzo porque algo me dice que debo aplicar el dicho de no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy. Eso sí con la condición de que sean atracciones sin espera.

Comenzamos este pequeño estirón de cansancio con The Seas with Nemo & Friends, la atracción de Nemo para entendernos. No tiene nada de fila, siguiendo con la estrategia de esta última hora de parque: descubrir aquello que tiene poca o ninguna espera cerca de la entrada principal para poder tomar el bus hacia el hotel. Este parque es kilométrico y con las obras de la atracción Journey to the water en medio hace que debamos rodearla y dar más y más vueltas.

Esta atracción es una buena opción para sobrellevar el calor porque la fila es interior, además, está tematizada aunque sin grandes logros, no os voy a engañar. Una vez llegados al how many montamos en unos vehículos en forma de almeja al estilo de la atracción de la sirenita en Magic Kingdom. En estos vehículos caben bien dos personas, tres si una de ellas es pequeña, para que os hagáis una idea nosotros utilizamos un vehículo para los tres. La atracción en sí es una dark ride que nos muestra un resumen de la película pero lo más interesante de esta atracción es que las proyecciones se emiten sobre el acristalamiento del acuario que se encuentra en el mismo pabellón. El recorrido dura unos 6 minutos desde que subimos y hasta que bajamos del vehículo marino.

Al salir de la atracción y ya que estamos en este pabellón (Sea Base), nos adentramos en el acuario y… voilà… perdemos completamente la noción del tiempo. Ya lo sé, la perdemos con frecuencia, ¿es buena señal, no? El caso es que nos deleitamos contemplando casi todos y cada uno de los peces que hay aquí, sin duda podríamos estar aquí horas y horas. Vemos manatíes, tortugas, tiburones, rayas y un sinfín de peces de arrecife. Así contemplando el mundo marino nos dan casi las 19:00 ya os digo yo que el tiempo pasa volando.

Nuestra última parada es el pabellón donde se encuentran las atracciones de Soarin y Living with de Land, está justo al lado del acuario pero para no perder la costumbre no vamos directos, nos vamos un momento a la zona de la salida de la atracción Figment Journey to the imagination, donde están Vanellope y Alegría a ver si podemos recuperar sus firmas que hoy sí hemos traído el paspartú, aprendimos la lección. Estarían de haber llegado antes de las 17:00 vaya, mira que lo sabía. El caso es que Pequeviajera se quedó prendida de los juegos intractivos que hay aquí, quiere volver a jugar un poquito. Sólo un poquito que ya veo que echamos las Extended Evening Hours aquí y no puede ser.

Tras el desencanto de irnos sin estas firmas tan valiosas, volvemos sobre nuestros pasos, sólo un poco, y vamos terminando esta parte del día con la curiosa atracción Living with the land y es que esta atracción es un paseo guiado en un barco que, según lo mires, a mí me parece más un tren por su forma. A través de este paseo descubrimos el pasado, el presente y el futuro de la agricultura. En la parte final vemos invernaderos con plantaciones muy curiosas. Es una atracción para estar fresquitos y descansar, ¿nos ha gustado? Sí, no sé si resulta muy objetivo porque nos gusta todo pero no es de las que repetiría salvo que esté asfixiadísima de calor (todavía más) y necesitara imperiosamente descansar.

Bueno pues son casi las 20:00 y todavía no han llamado a nuestro grupo de embarque para Guardianes, esto es desesperante. Sin embargo, lo más desesperante de todo es que hoy tenía la posibilidad de reservar fila virtual a las 18:00 ¿recordáis dónde estaba yo a esa hora? Sí, en la tienda de Japón encandilada. Os diría que es un aprendizaje más del camino pero os mentiría, ha sido un error con todas las letras y bien grandes, uno de los errores más grandes. Y aquí os dejo una recomendación absolutamente vital, otro consejito del día, poned alarmas en el móvil porque si no, es muy fácil que se olvide. Como a mí, que estoy tan ensimismada con todo que no sé ni qué hora es y mucho menos acordarme de algo tan particular como la fila virtual a la que tenemos el privilegio por ser el día de Extended Evening Hours y estar alojados en hotel Deluxe. Qué oportunidad tan desaprovechada y perdida, la fila virtual que tengo reservada no llega nunca y la que hubiera podido reservar para montar esta noche en Guardianes, la he perdido.

Con toda la pena del mundo porque siguen sin llamar a nuestro grupo de embarque y porque no sé si me podré perdonar haber olvidado unirme a la fila virtual de las 18:00, decimos hasta pronto a Epcot y nos vamos a nuestra casa por hoy. Juan Pedro tiene una necesidad imperiosa de descansar y Pequeviajera de darse un chapuzón en la piscina. No podemos desaprovechar el maravilloso hotel por quedarnos en el parque, volveremos más tarde que para eso tenemos acceso extra de 21:00 a 23:00 horas.

Dejamos a Juan Pedro en otra dimensión y nos vamos a la piscina, siendo la hora que es quizá haya alguien que todavía piense qué vamos a hacer en la piscina. Está todo pensado, cierran a las 23:00. ¿Es noche cerrada? Sí ¿Eso importa? No. Aquí la gente disfruta como si estuviéramos a pleno sol y el agua está caliente como si efectivamente a pleno sol estuviéramos. Me atrevería a decir que mucho más, parece un jacuzzi gigante. Esta piscina es peculiar ya que podría decirse que imita una playa. Sin embargo hay varias entradas y no veo paseo posible para caminar alrededor, para ir de un lado a otro tienes que darte un chapuzón, al menos desde donde nosotras accedemos. Entramos por la puerta que está próxima al lobby ya que desde nuestra habitación hay un ascensor que nos lleva a la puerta de acceso de la piscina donde se encuentra el tobogán. Ahí quiere ir Pequeviajera ipso facto, lanzándose al agua desde ya porque claro, le sobra todo, la tengo que parar… no puedo dejar nada aquí. Tenemos que dar la vuelta por fuera y buscar unas hamacas aunque sea para dejar nuestra ropa y toallas.

Pasamos un buen rato en la piscina, como imaginaréis Pequeviajera no quiere salir de ahí y eso que no es una piscina especialmente atractiva pero es que ya son más de las 21:00 y empiezo a descontar minutos de los extra. Nos vamos a la habitación donde Juan Pedro sigue tal cual lo dejamos. Ahora toca ducharse rápidamente para ponernos en marcha de nuevo hacia Epcot cuanto antes.

Salgo de la ducha y me da un poco de frío, no doy crédito, no hubiera imaginado que pudiera decir algo así. El aire está apagado, ¿cómo puede hacer este frío en esta habitación? Seguro que os sorprende muchísimo porque es la primera vez que me leéis quejarme del frío pero en serio que no es normal lo que sucede en los interiores de Walt Disney World y probablemente de toda Florida. Qué contraste de temperatura, me sorprende que no hayamos caído enfermos ni un día.

Entre unas cosas y otras llegamos a Epcot pasadas las 22:15, somos unos cracks en la gestión del tiempo y ya no sólo de mañana. Llegamos más de una hora después del inicio de las Extended Evening Hours. Aunque durante la primera hora todavía queda gente avispadamente rezagada que entra en los últimos minutos en las atracciones, así que ahora ya sólo debería quedar la minoría que accede como nosotros. Me inculco este mantra para autoconsolarme.

Las Extended Evening Hours son unas horas extra nocturnas accesibles de forma gratuita para huéspedes de ciertos hoteles seleccionados (puedes consultarlos aquí). Como no podía ser de otra manera los DVC están en esa lista. Este privilegio consiste básicamente en que se tiene acceso a dos horas extra tras el horario de cierre oficial del parque durante ciertos días de la semana. Suele ser los lunes en Epcot y los miércoles en Magic Kingdom aunque en determinadas fechas añaden parques y/o modifican días. Siempre hay que consultar estas fechas porque a pesar de seguir cierta tendencia pueden ser objeto de modificación. Imaginaréis que nuestra reserva en un alojamiento DVC para hoy no es casual. Además, este privilegio es válido desde el día de check-in hasta el día de check-out.

Hecho este inciso informativo, nos adentramos en el parque con una estrategia algo diferente a la que yo llevaba planificada. Ya entramos una hora más tarde y sin estar condicionados por el grupo de embarque de Guardianes de la Galaxia, uno por haber pasado ya y el otro el grave olvido. Lo primero que hacemos es asaltar Fotopaseros para seguir con nuestros buenos hábitos, ya sabéis dónde se concentran y es que de noche la Boloncho es tan bonita que me quedaría un buen rato contemplándola de no ser porque como me descuide nos cierran el parque, tenemos escasos 45 minutos antes de que nos inviten amablemente a salir. Este Fotopasero nos gusta mucho porque tiene un sinfín de Magic Shot. No olvidéis preguntar siempre porque por alguna razón durante la fila veo familias que apenas hacen un par de fotos y otras que hacen muchísimas más. Se nota cuando hacen un magic shot porque tiene que trastear algo en su maquinita.

Os voy a contar la estrategia que había planificado de haber llegado a las 21:00 (o no haber abandonado el parque), la del papel al otro lado del Atlántico:

Sería un buen momento para ver Epcot Forever si nos despertara interés, no es el caso, si fuera Harmonious sí sería buen momento. El top 3 de atracciones se centraría en Frozen, Ratatouille y Test Track. El orden de estas tres atracciones lo organizaría in situ en función del tiempo de espera y las distancia desde nuestra ubicación. A esta lista hubiéramos añadido Guardianes de la Galaxia de haberla reservado a las 18:00 en punto. Para esta atracción hay menos afluencia al inicio de las horas extra y al final. Como veis nada digno de estrés. Dejemos fluir.

Pues bien, en este momento, después de la sesión fotográfica, nos queda media hora escasa para el cierre. Decidimos ir a la atracción de Frozen, todavía no la hemos probado, ahora no tendrá apenas espera y es una de las que tiene fila interminable durante el día. Llegamos a las 22:40 a la atracción y es que las distancias en Epcot son mayores de lo que parecen.

La fila de la atracción está tematizada y es realmente bonita, no nos da tiempo a investigarla con atención porque vamos caminando sin pausa pero sólo entrar en ella nos aguarda el interior del castillo, también vemos la sauna de Oaken y si nos fijamos con atención en la ventana ¡sorpresa!

Durante la fila Pequeviajera empieza a cantar (es entrar en dominios de Elsa y contagiar la musicalidad, Let it go!) sin duda es un don que tiene pero estamos tan acostumbrados a escucharla que no nos llama la atención tan poderosamente como a las personas que tenemos detrás. Tanto es así que se dirigen a nosotros para explicarnos que llevan un rato intentando averiguar de dónde proviene el canto (estamos en territorio mágico todo puede suceder) y al descubrir a la pequeña no podían sino expresar su admiración. Qué gente tan adorable nos encontramos por aquí.

Tras un tiempo de espera ínfimo, montamos en la barquita vikinga. Esta barca tiene cuatro filas donde caben tres personas en cada una de ellas. La atracción parece ser un paseo en barca de lo más agradable pero no del todo. Sí, es un paseo en barca y sí, es agradable aunque con sorpresas que hacen que quieras repetir (salvo porque no quieras mojarte). Ahora es cuando viene el spoiler puedes saltar al siguiente párrafo pero yo os tengo que contar que te mojas, sí, y tanto que te mojas. Durante el paseo en barca hay varias zonas lentas donde vemos a Olaf y a los trolls, bajadita… volvemos a ver a Olaf, a Anna, Kristoff y Sven, For the first time in forever… llegados a este punto vemos a Elsa Let it go… ésta nos empuja suavemente como el viento y vamos marcha atrás, bajadita incluida. Cuando llegamos a ver a Merengue (Marshmallow), la bola de nieve que crea Elsa para proteger el castillo de hielo, ahí, bajamos, caídita que me recuerda a la atracción de piratas del Caribe, quizá más rápida es ésta. Para terminar vemos los fuegos artificiales en Arendelle y a Olaf deseándole a las hermanas feliz verano. Esta atracción también tiene bonus fotográfico, justo al pasar la bola de nieve. A todo esto, Pequeviajera parece no haber subido a la atracción, no hemos pedido primera fila (aprendizaje) y la posición de las dos personas de la primera fila en conjunto con la nuestra en la segunda fila hace que sea invisible en la foto. Tendremos que volver a montar en esta atracción.

Faltan 5 minutos para la hora de cierre, fijaos que hemos tardado 13 minutos en entrar y salir de la atracción, con la de larguísimas esperas que tiene durante el día. El tiempo de espera lo siguen inflando hasta bien llegada la hora de cierre, ¿Disney nos sigue contando mentiras para vender más Genie +? Ahí lo dejo.

Recorremos el camino hacia la entrada principal, sin embargo, faltan 7 minutos para las 23:00 lo que supone que todavía podemos apurar un poco más. No madrugamos, no, pero en extender el día hasta el infinito y más allá nos estamos convirtiendo en expertos. El caso es que Pequeviajera adora la máquina que hay en el pabellón de Mexico, aquella en la que puedes personalizar esqueletos cambiando la ropa, el pelo y demás que os conté el sábado. ¿Os acordáis que ese día conseguimos marcharnos del parque bajo juramento de volver aunque sólo fuera para esto? Pues he aquí la prueba de que somos padres de palabra. Nuestro último quehacer en Epcot en las Extended Evening Hours es esto, llenarnos de satisfacción cumpliendo promesas y viendo cómo Pequeviajera disfruta.

Ahora sí, misión pendiente cumplida, nos vamos despacito pero sabiendo que no nos podemos entretener ni un minuto más, hay cast members por todas partes dirigiendo a todos los rezagados que quedamos.

Con cierta pena dejamos hoy el parque y vamos a tomar el bus hacia el hotel, estamos realmente cansados hoy. Ya sabéis que el viaje de vuelta en autobús es mi momento de reflexión, todo el mundo duerme menos yo, así que me planteo que quizá podía haber intentado entrar en la atracción de Guardianes aunque hubieran pasado horas desde que llamaran a nuestro grupo de embarque, tal vez hubiera sido posible montar, quién sabe.

Llegamos al hotel, es tardísimo y nuestro equipaje no está en la habitación, oh my God, esto si que no puede ser. Mañana nos vamos a Universal. Llamo a Bell Services para intentar averiguar qué ha pasado, la cast member que me atiende me comunica que nuestras maletas están ahí y que las suben enseguida. Bueno, espero que así sea, cansados como estamos hoy sólo nos falta esperar más. Mientras esperamos las maletas intentamos montar la cama donde dormirá Pequeviajera, hasta ahora ha sido un sofá pero se convierte en cama seguramente con muchísima facilidad. Nosotros no tenemos ahora mismo todos los sentidos en orden porque no nos aclaramos. Qué agotador. Afortunadamente antes de que nos pongamos a buscar tutoriales en Youtube llega un cast member con nuestras maletas y aprovecho para decirle si sabe cómo funciona. Efectivamente en un nanosegundo y de forma extra fácil (para él) tenemos la cama montada. Ya está hecha, sólo había que abrir el sofá, algo tan simple que no hemos sabido hacer. Este chico tan amable y que nos ha salvado de perder más tiempo se merece propina. Le doy los 15$ que me quedan sintiendo que es poco pero me mira y se alegra como si le hubiera dado medio millón, qué simpático es.

¿Qué deciros del servicio Split Stay de Disney? Hasta ahora es una maravilla, te olvidas del equipaje literalmente y si así lo prefieres no tienes que ocuparte de llevarlo ni recogerlo tú mismo. Por contra, con tanto split stay que hacemos nosotros, es una ruina en propinas. Podríamos haber utilizado un Uber o Lyft para estos cambios pero supone cierto tiempo en traslados y en dejar igualmente el equipaje en Bell Services del hotel de destino nosotros mismos. De modo que, queridos lectores, nos alojaremos en un total de cinco hoteles Disney, el tiempo es oro y se paga.

Con las camas en orden para todos, me despido por hoy desde la terraza que, sin querer estropear el momento final de este post, a estas horas sigue siendo una puerta que nos lleva a una nueva dimensión de calor infernal. ¿Tienes frío? Sales a la terraza. ¿Tienes calor? Entras en la habitación con aire acondicionado apagado. Pese a esto, es mi lugar preferido. Sigo ahí un rato más aún casi sin luz mientras el resto sigue su ritmo circadiano.

Check-in online de un crucero Disney paso a paso

Si has reservado un crucero Disney, el proceso de registro online será un momento importante. Abre la posibilidad de reservar ciertas actividades que, pese a ser algunas de pago, se agotan enseguida. Sin embargo, la razón más importante de hacerlo cuanto antes y con cierta rapidez es que en este momento es cuando se asigna el horario de embarque (Port Arrival Time) y, si como yo, tenéis ansia por disfrutar del crucero lo antes posible, estaréis atentos a la hora en punto.

El proceso en sí no es complicado pero sí resulta tedioso si no cuentas con algunos trucos que te explicaré en este post. La finalidad es completar el registro lo antes posible, empieza la carrera.

  1. CUÁNDO ES POSIBLE HACER EL CHECKIN
  2. PROCESO DE REGISTRO
    1. CHECK-IN ONLINE PASO A PASO
      1. A) GUEST INFORMATION
      2. b) onboard account
      3. c) traveling with children
      4. d) travel plans
      5. e) port arrival time
      6. f) Cruise contracT
    2. DOCUMENTACIÓN A CARGAR 
    3. CONSEJOS PARA REALIZAR EL PROCESO MÁS RÁPIDO
    4. DATOS A CUMPLIMENTAR
  3. RESERVA DE ACTIVIDADES (ONBOARD FUN)
    1. PROCESO DE RESERVA

Desde mayo de 2023, el registro se hace por etapas según el nivel Castaway Club que tengas. Desde 2021 y hasta entonces, comenzaba para todos el mismo día (30 días antes) y ahí sí que resultaba fundamental ser lo más rápido posible.

En función del nivel de Castaway Club que se tenga, la fecha de check-in variará:

  • Miembros Perla (25 cruceros realizados) y quienes reservaran camarote Concierge: 40 días antes del embarque.
  • Miembros Platino (10 cruceros realizados): 38 días antes del embarque.
  • Miembros Oro (5 cruceros realizados): 35 días antes del embarque.
  • Miembros Plata(1 crucero realizado): 33 días antes del embarque.
  • Primer crucero: 30 días antes del embarque.

¿Cómo sé qué día es exactamente? En la app de My Navigator y en la web de Disney Cruise Line aparece la fecha exacta en la que podremos hacer el check-in.

¿A qué hora puedo empezar con el registro? No sólo es importante hacer el check-in el primer día sino a primera hora. Para ello, estará disponible desde las 00:00 horario Este de Estados Unidos, es decir, 06:00 horario peninsular español.

El día D a la hora H, accederemos a https://disneycruise.disney.go.com/ con nuestro usuario y contraseña, es importante asegurarse de estar identificado. Seguidamente accederemos al desplegable desde Already booked > Mi Disney Cruise > Online checkin.

Aparecerá una pantalla con la visión global del proceso que vamos a realizar y para comenzar el registro pulsaremos el botón Begin Check-in.

CHECK-IN ONLINE PASO A PASO

Para obtener la hora de embarque necesitaremos cumplimentar bastantes datos de todos los pasajeros. Además, deberemos cargar la fotografía del pasaporte, del ESTA (o visado) y una fotografía reciente de todos y cada uno de los futuros navegantes (distinta de la que aparezca en el pasaporte).

A) GUEST INFORMATION

Para este apartado el mejor consejo que os puedo dar es que previamente tengáis en un documento aparte todos los datos cumplimentados. De esta forma, el proceso es muchísimo más rápido (principal objetivo), además de minimizar posibles errores. Al final de este post os dejo los campos en blanco de los datos a cumplimentar para que podáis copiarlos.

Tendremos que rellenar los datos de todos y cada uno de los pasajeros individualmente. Al inicio del formulario de cada uno aparecerá por defecto el nombre completo y la fecha de nacimiento.

Datos identificativos

Para los datos relativos al contacto de emergencia sí tenemos la opción de reutilizar la información ya cumplimentada para los siguientes pasajeros.

Datos de idioma para las comunicaciones y contacto de emergencia

Para facilitar la imagen del pasaporte podemos hacerlo de dos formas, bien cargando una fotografía que ya tengamos en nuestro archivo, bien tomando la foto en ese mismo momento. Si decidimos cargar la imagen desde nuestro archivo, ésta tiene que ser en formato JPEG. Los datos que nos pide del pasaporte los podemos copiar del documento que tengamos aparte ya hecho, recordad que la fecha es en formato mes/día/año.

Datos y fotografía del pasaporte

Si seguimos el orden, el siguiente documento que nos va a solicitar es la información y fotografía del ESTA o visado. Para ello, seguiremos los pasos que previamente hemos realizado para cargar el pasaporte. Es importante tener en cuenta que la fechas son en formato mes/día/año.

Datos y fotografía de ESTA o visado

Para finalizar esta sección deberemos cargar una fotografía de cada pasajero que cumpla ciertos requisitos. Debe ser reciente, en color y de frente desde los hombros, sin filtros. Debe poder verse claramente el rostro, sin gafas de sol o cualquier accesorio en la parte superior de la cabeza.

Esta fotografía también será en formato JPEG y, además, diferente de la fotografía que consta en el pasaporte. Elegid la fotografía que os convenga porque será la que se utilice para reconocernos durante el crucero, especialmente para el embarque y desembarque en cada uno de los puertos.

Fotografía de seguridad

Tras todos estos pasos, habrá dos preguntas adicionales en función del sexo y de la edad del pasajero cuyos datos estemos cumplimentando.

b) onboard account

Esta es la sección donde se puede incluir una tarjeta de crédito o débito para los cargos a bordo como compras, bebidas con coste extra, restaurantes con coste extra, tratamientos de spa, excursiones, etc. También se puede optar por pagar estos cargos en efectivo. Si hay más de un adulto, es posible designar diferentes métodos de pago para cada uno. Si se prefiere que el método de pago de uno de los adultos sea válido para el resto del grupo, se indica expresamente en este apartado.

TIP: indicar que se pagará en efectivo para avanzar y después del check-in se puede volver a este apartado para modificar el medio de pago e introducir los datos de la tarjeta bancaria. 

c) traveling with children

Esta sección es adicional si viajamos con menores de 18 años, de lo contrario no se cumplimentará. Es aquí donde deberemos indicar ciertas autorizaciones o no acerca de si pueden desembarcar solos o no o sobre el acceso al club, por ejemplo.

Aquí podemos hacer un registro previo en el club infantil o juvenil (también se puede realizar a bordo). También podemos crear una palabra secreta que nos solicitarán para recoger a los menores de estos clubes salvo que hayamos autorizado que puedan entrar y salir solos. Nosotros no autorizamos que Pequeviajera entrara y saliera sola, sino que fuéramos nosotros quienes nos ocupáramos de llevarla y recogerla. Para ello, elegimos la palabra MAGIC. Recordad siempre la palabra que hayáis elegido.

En este apartado se nos informará de la política al respecto en estos clubes, se nos solicitará datos relevantes sobre alergias, intolerancias o medicación. Además, indicaremos quién puede llevar y recoger al menor.

d) travel plans

En esta sección nos van a solicitar que indiquemos la información sobre qué medio de transporte utilizaremos tanto para llegar como para salir del puerto (avión, coche propio o de alquiler, etc. ) y sobre el alojamiento.





TIP: independientemente del tipo de transporte que utilicemos, para adelantar en este apartado indicaremos que no tenemos vuelo ni antes ni después ya que una vez obtengamos la hora de embarque podemos volver a este apartado y cumplimentar la información de vuelo/s.

e) port arrival time

Completados todos los apartados anteriores, que no son pocos, llegamos al más esperado que es la hora de embarque. Aquí nos aparecerán los intervalos horarios disponibles para embarcar. No será la hora de embarque propiamente dicha sino la hora a la que se nos permitirá acceder a la terminal del puerto para poder embarcar. Este proceso que puede llevar 45 minutos según la cola que haya o si llevamos artículos no permitidos. A esto, nosotros llevamos nuestro droide BB-8 construido en Droid Depot en Hollywood Studios. Sabíamos que no está permitido subirlo a bordo y que lo confiscarían antes de embarcar. Nos lo devolvieron tras el desembarque (esto os lo cuento con todo detalle en el día correspondiente de la review).

En nuestro caso, ha sido el primer crucero con la naviera Disney Cruise Line por lo que pudimos comenzar el check-in 30 días antes cuando ya habían podido hacerlo todos los miembros de Castaway Club. A las 06:00 comencé el registro utilizando todos los tips que os he ido contando y para cuando llegué a la pantalla de elección del horario de embarque ya veis que el primero disponible es a las 12:15, bastante bien.

f) Cruise contracT

Ahora que ya hemos elegido la hora de embarque ya podemos estar tranquilos y volver a los apartados que nos hemos dejado para modificar después para finalmente formalizar el contrato y obtener el documento que viene a ser nuestra tarjeta de embarque.

El Contrato de Crucero es el documento oficial que describe los derechos y responsabilidades de ambas partes en relación con el crucero. Echad un vistazo a este contrato ya que, por ejemplo, exime d Disney Cruise Line expresamente por los daños causados a los artículos confiscados. tras la aceptación de este contrato se da por finalizado el check-in.

Durante un tiempo en la sección Guest Information aparecerá pending approval en la parte inferior. No os preocupéis, esto es porque Disney Cruise Line revisa todos los documentos de identidad, fotografías, etc. Por ello, este trámite puede llevarle algunas semanas. Cuando esté todo revisado lo sabremos porque nos enviará un correo electrónico.

DOCUMENTACIÓN A CARGAR 

Fotografía de cada huésped.  La foto que subas debe ser una imagen a color sin filtros, una persona por foto, con un fondo neutro. No puede usar un sombrero o gafas de sol en la foto, o cualquier otro tipo de gafas que oscurezcan sus ojos. No puede usar la misma imagen que aparece en su pasaporte.

Escaneo del pasaporte y ESTA (o visado) de cada pasajero.

CONSEJOS PARA REALIZAR EL PROCESO MÁS RÁPIDO

Si el archivo con la fotografía tiene un tamaño significativamente grande lo podemos reducir, entre otras formas, haciendo una captura de pantalla y guardando dicha captura en formato JPEG.

Si al cargar la foto dice que no cumple los criterios, guardar igualmente y seguir adelante. Tras el check-in se puede modificar.

Para la cuenta a bordo, seleccionar efectivo. Si queremos que los gastos a bordo se carguen a una tarjeta bancaria, posteriormente se puede modificar y establecer la tarjeta de crédito que queramos tener guardada.

En los planes de viaje (desde y hasta el puerto), seleccionar “drive” de esta forma no nos pedirá más datos, si queremos introducir los datos del vuelo u otros datos relativos posteriormente lo podremos realizar.

Al terminar de cumplimentar todos los datos y haber obtenido el grupo de embarque, podemos volver atrás y actualizar estos datos que no hemos cumplimentado para adelantar.

La hora de embarque podría cambiar por lo que es recomendable comprobar de tanto en tanto la aplicación por si fuera el caso poder modificarla.

DATOS A CUMPLIMENTAR

Para avanzar en este proceso (recordemos que el objetivo es ser rápidos hasta conseguir la hora de embarque) es altamente recomendable tener un documento con los datos cumplimentados que nos solicitan el en registro. De esta forma no sólo evitaremos posibles errores en los datos, perder tiempo comprobándolos diez mil veces así como en copiarlos.

HOME ADDRESS

COUNTRY

STREET ADDRESS

CITY

STATE (OPCIONAL)

ZIP CODE (OPCIONAL)

CONTACT INFORMATION

EMAIL ADDRESS (OPCIONAL)

COUNTRY CODE (OPCIONAL)

PHONE (OPCIONAL)

EMERGENCY CONTACT

NAME

COUNTRY CODE

PHONE

RELATIONSHIP

PASAPORTE

SURNAME

GIVEN NAME

ID NUMBER

DATE OF BIRTH

EXPIRATION DATE

ESTA

SURNAME

GIVEN NAME

ID NUMBER (OPCIONAL)

DATE OF BIRTH

EXPIRATION DATE

Otro aspecto importante es la reserva de actividades a realizar durante el crucero. Algunas, como Royal Gathering (encuentro con cuatro princesas) se puede reservar el mismo día que se abre el check-in. Esta actividad en concreto se agota con rapidez. Las clases de mixología también se agotan con rapidez.

De nuevo aquí nos encontraremos con diversas fechas para realizar estas reservas en función del nivel de Castaway Club que tengamos:

  • Reservas en camarote Concierge: 130 días antes del embarque.
  • Miembros Perla (25 cruceros realizados) 123 días antes del embarque.
  • Miembros Platino (10 cruceros realizados): 120 días antes del embarque.
  • Miembros Oro (5 cruceros realizados): 105 días antes del embarque.
  • Miembros Plata(1 crucero realizado): 90 días antes del embarque.
  • Primer crucero: 75 días antes del embarque.

En este link podemos obtener más información sobre la reserva y precios de estas actividades.

Del mismo modo que para hacer el chek-in online, podemos acceder desde la web o desde la aplicación My Navigator. Para ello, entraremos desde Book/Manage Cruise Activities como se ve en la imagen. Después desde el botón My Plans accederemos a los días de crucero individualmente y pulsando en el que nos interese aparecerán las actividades disponibles. Tened en cuenta que algunas actividades se proponen en varios días por lo que si no encontramos disponibilidad en uno de ellos podemos revisar en otros días.

Nosotros intentamos reservar la clase de mixología (45$ por persona), no lo conseguimos con antelación pero sí previamente al embarque. Reservamos el encuentro con princesas Royal Gathering, éste sí es gratuito pero es necesario estar pendiente el día que se abre la posibilidad de hacerlo porque también se agotan los horarios enseguida.

TIP: si alguna actividad está agotada, una vez en el puerto se puede intentar reservar, aparecen nuevas disponibilidades como por arte de magia. Nosotros conseguimos así reservar las clases de mixología, gracias al consejo de @lamaletadeferylau. Además, actividades como el tour por el barco Wish aparecen para su reserva en ese momento.

DÍA 8.- Discovery Cove y Disney Springs

13 de agosto de 2023. Hoy es día de descanso y el lugar elegido para ello es Discovery Cove donde cumpliremos otro sueño, nadar con delfines. Como el resort cierra pronto iremos a Disney Springs para recoger nuestra gift card y emprender la misión de probar las codiciadas y famosas galletas de Gideon’s Bakehouse, ¿lo conseguiremos? Como broche final, tenemos reserva en el restaurante T-REX aprovechando las ventajas de la tarjeta Landry.

Hoy nos levantamos ya en el hotel All Star Music, es una corta estancia ya que llegamos anoche bien tardecito (para no perder la costumbre) y hoy pasaremos el día en Discovery Cove. Mañana volvemos a cambiar de hotel, veremos si podemos aprovecharlo un poquito.

Antes que nada os cuento un poco sobre este hotel. Este hotel forma parte de los All Star por lo que alojarnos en cualquiera de sus tres hoteles (Music, Movies o Sports) nos da acceso a disfrutar de las piscinas de todos ellos. La idea en mi planificación a 7.000 km de distancia (habíais olvidado esta frase, ¿verdad?) era aprovechar las piscinas de estos hoteles ayer… porque nos iba a dar tiempo de volver a mediodía para descansar, ya sabéis cómo evolucionó el día con tanto hopper (y si no, podéis leerlo aquí), de modo que lo último que pudimos hacer fue volver al hotel. Todavía tendremos otra oportunidad ya que tenemos reservado el hotel All Star Movies para dos noches hacia el final del viaje.

El hotel, como su nombre bien indica, representa la temática musical y cada zona corresponde a un estilo de música. A nosotros nos asignaron la habitación en la zona Rock (mi request fue para la zona de Broadway pero como ya sabéis si habéis leído el día anterior, hicieron caso omiso y no fui a recepción para proponer un cambio).

La habitación es prácticamente idéntica a la que ya conocemos del hotel Pop Century, cuenta con el mismo armario reconvertido en taquilla. No sé si llegaré a comprender cómo y con qué finalidad llegaron a este diseño. Aquí no me fastidia tanto porque con la estancia tan corta que vamos a hacer prácticamente no deshacemos la maleta pero de verdad que es algo para reflexionar. Este armario no cuenta con baldas debajo del perchero como el del Pop Century (donde encontramos tal cantidad de mugre). Tenemos la misma nevera y la misma cafetera. Los enchufes son los mismos, dos USB y dos enchufes americanos al lado de la cama y encima del mueble principal a los lados del televisor. La misma mesa convertible en cama con dos sillas que, para nosotros, vuelven a ser galán de noche. El baño también es exactamente igual excepto en la ducha, ésta se encuentra fijada a la pared. Es cuestión de gustos pero yo prefiero que sea extensible. Realmente la diferencia más significativa respecto al Pop Century es la decoración exterior, las piscinas y el transporte con skyliner.

Hecho este inciso para comentaros mis primeras impresiones del hotel, volvemos al día de hoy. Discovery Cove abre a las 09:00, sin embargo se recomienda llegar entre las 07:00 y las 08:00 para realizar el checkin (comienza a las 07:15). Soy consciente de que esto es importante ya que el encuentro con los delfines se asigna por orden de llegada y es una forma de asegurar la actividad si tuvieran que cancelarla por causas meteorológicas, como las temidas lluvias tropicales a partir de las 14:00. Nosotros, en nuestra línea, salimos de la habitación del hotel a las 07:45 ¡Qué os tengo que decir que no sepáis ya!

Nos dirigimos al patio de comidas de este hotel, es muy similar al que ya hemos visitado en el hotel Pop Century aunque me parece que hay más productos de cortesía, de los de sírvase usted mismo. De hecho, encontramos manzanilla, me sorprende mucho porque había leído en diversas ocasiones que justo esta infusión no se podía encontrar en Walt Disney World. También hay una zona donde puedes coger servilletas, cubiertos y platos tú mismo. Se encuentra en la zona de recogida de pizzas.

Discovery Cove es un resort todo incluido, lo que implica que tenemos un desayuno bufet esperándonos, sin embargo, nosotros nos tomamos un tentempié en el patio de comidas y después ya volveremos a desayunar en Discovery Cove, al ritmo que vamos habitualmente, entre llegar, hacer el checkin y demás será como un almuerzo.

Os lo he contado en el post sobre cómo organicé el viaje y en el post del presupuesto pero os lo recuerdo, la entrada a este parque nos ha costado 444€ para los tres incluyendo la opción de nado con delfines, os aseguro que es un buen precio para lo que fui observando. Otra cosa que observé y aquí viene un tip es que hacen muy buenas ofertas para este parque durante Black Friday, tanto en la propia web del complejo como en attractiontickets (revisad la versión inglesa además de la irlandesa ya que suelen tener mayor porcentaje de descuento aunque conlleve cambio de divisa) o undercovertourist.

Una vez aposentados en el patio de comidas pido un Lyft a través de la aplicación para que llegue en un cuarto de hora, así tenemos tiempo de tomar un tentempié y, además por no pedirlo para su llegada inmediata, es más barato. Esta es la primera vez que pedimos un coche de esta forma, ha sido realmente fácil, ya me había registrado y vinculado la tarjeta Revolut previamente, ha sido rápido. En menos de 5 minutos me llega una notificación de Lyft avisándome que el coche solicitado llegará en 4 minutos. ¿Perdona? Lo he pedido para dentro de 15 minutos para poder desayunar aunque sea rápidamente. ¿Habrá un día que no empecemos corriendo? Terminamos como buenamente podemos, ¡qué angustia, por favor! Menos mal que el coche llega frente al Lobby y el patio de comidas está justo al lado.

Frente a la entrada principal nos está esperando nuestra conductora, salimos a las 08:06 y llegamos al complejo Discovery Cove a las 08:22. Este trayecto nos cuesta 15,99$ propina incluida. Sólo llegar vemos una larga fila para hacer el checkin y no me extraña, llegamos una hora después de que comenzara la posibilidad de hacerlo aunque la conductora del Lyft nos dice que es lo habitual.

Pese a la aparente kilométrica cola en 10 minutos ya están todos los trámites hechos. Nos han pedido las entradas y el documento de identidad. Sacamos nuestra mejor sonrisa porque ahí mismo nos hacen una fotografía para identificarnos. Nos dan un landyard de Discovery Cove, un mapa y la tarjeta con los datos necesarios donde aparece la zona y horario del encuentro con delfines (Sand Dollar, Seahorse o Starfish). En nuestra tarjeta indica Starfish SF 1:15 PM Pod 7B. Bueno, dentro de todo lo que cabe tenemos el grupo antes de las 14:00 y no parece que vaya a llover. Seguimos con ola de calor para lo bueno y para lo malo.

Atravesamos la recepción y nos encontramos ya en un pequeño paraíso.

Tenemos que llegar al restaurante Laguna Grill, lugar donde se sirve el desayuno bufet. El horario para el desayuno es de 07:30 a 10:30 horas, así que como pasa un poco de las 08:30 vamos bien, podemos desayunar tranquilamente ¿o no?

Desayuno bufet en el restaurante Laguna Grill

Quizá os parezca un bufet con bastante surtido, quizás no. Yo esperaba más, bastante más en variedad y en calidad, había leído bastante sobre este resort y coincidían en que se come mucho y bien. Mucho no lo dudo porque estamos ante un todo incluido, ya sabemos lo que eso significa, si quieres puedes pasar el día entero comiendo y salir rodando, siempre hay algún restaurante o bar abierto pero no me ha parecido que la calidad de los productos lo merezca. Además, tenemos invitados para desayunar, con lo poco que a mí me gusta este tipo de compañía…

RESTAURANTES:

Nuestras simpáticas acompañantes se dedican a terminar los restos que dejan las personas que no han recogido su bandeja así que forman bastante revuelo justo a mi lado. Nos cambiamos de mesa, van a terminar por hacer que me siente mal este desayuno. No dejan de darnos sustos porque planean tan cerca que pienso van a terminar chocando conmigo. Pequeviajera no puede soportar más esta tensión y se aleja sin terminar del todo el desayuno. Me quedo sola con estas aves, no tardo ni dos minutos en engullir lo que me queda y salir de allí corriendo.

El desayuno no ha estado mal del todo aunque tenía las expectativas mucho más elevadas y la calidad de los alimentos no me ha entusiasmado especialmente. He tomado zumo de naranja, revuelto con pimiento, un par de french toast que sí están ricas. El muffin no me ha gustado, me ha parecido demasiado industrial. La fruta sí, es siempre opción ganadora y el yogur con muesli y arándanos aprueba justito. El café, no, éste no me ha gustado ni para ser USA. Además, esto de tener la compañía que más detesto para comer al aire libre no ayuda. Sí, sé dónde estoy pero no hace falta que se suban en mi mesa y planeen sin control. Aún así, el precio que hemos pagado por persona (148 €) para desayunar, comer, merendar y picar a diestro y siniestro en este pequeño paraíso, nadar con delfines y el equipamiento que nos proporcionan, realmente está muy bien, no me voy a quejar.

A todo esto, os estoy contando el desayuno y mi atascado encuentro con estas aves tan revoltosas sin daros a conocer lo más importante. ¿Qué está incluido exactamente con la entrada a Discovery Cove? Como os he dicho la comida y bebida, con alcohol únicamente cerveza y vino, para mayores de 21 años (hay packs de bebida premium que incluyen otro tipo de bebidas alcohólicas pero no está incluido con la entrada general, es un extra de pago). El uso de los vestuarios, de las duchas (tanto privadas en el vestuario como las duchas exteriores), de las taquillas, del chaleco o traje de baño de neopreno, del equipo de snorkel, de los flotadores (o chalecos) y de las toallas. También hay protector solar a disposición y éste es necesario porque es un protector especial para no dañar a los animales. El parking también está incluido con la entrada y la tarjeta personalizada e impermeable de la que os he hablado un poco antes.

Tras el desayuno con unos cuantos sustos gracias a estas famélicas aves, tenemos que ir a por nuestro traje de neopreno. Para llegar a los vestuarios (y al resto del complejo) desde el restaurante tenemos que atravesar una zona con arena, odiamos tener arena en los zapatos así que hacemos el cambio ya mismo por los escarpines que hemos traído de casa. No nos movemos un metro sin antes cumplir con las normas de tráfico y ceder el paso a los flamencos.

Otra cuestión importante, escarpines ¿sí o no? Con sangre gallega por mis venas os responderé que depende. Depende de cada uno, por supuesto. Sin embargo, nosotros nos duchamos en todos los hoteles, sin excepción, con chanclas (un pequeño TOC). Intuiréis que aquí nos resultan imprescindibles y no sólo por esta cuestión maniática sino porque el lugar está lleno de montículos y zonas donde sé que no me va a gustar lo más mínimo poner un pie descalzo, además de que resbalan. Entre ellas, la «especie de roca» que hay al fondo de The Grand Reef. Para el nado con delfines me parece importante llevar este tipo de calzado. Aún así, allí hay personas con escarpines, con chanclas, con calcetines de agua y descalzos. Personalmente voy muy cómoda con los escarpines de no ser por la arenilla que se me cuela y me está fastidiando un poquito, tenedlo en cuenta. Como no suelo usarlos, los escarpines que he traído son heredados y, a priori, no parecía que pudiera entrar la arena. Los escarpines de Pequeviajera sí son perfectos para esto porque no se cuela nada de arena, son ligeros y realmente cómodos.

Hecho este inciso sobre los escarpines, seguimos con el resto del outfit de hoy. El equipamiento lo recogemos en una zona a modo de vestidor ubicada estratégicamente junto a los vestuarios. El traje de neopreno puede ser largo o corto o bien un chaleco. El equipo de snorkel viene a ser gafas de buceo y tubo, las gafas se devuelven, el tubo no. Las toallas las proporcionan en el vestuario.

Elegimos el traje de neopreno corto, el agua de la laguna de los delfines está especialmente fría pero somos conscientes de que con el neopreno largo no vamos a estar cómodos. Cogemos el kit de snorkel que para los más grandes es la bolsa de red de color azul y para los más pequeños es la de color amarillo. Cuando nos vayamos tenemos que devolverlo todo excepto el tubo del equipo de buceo, esto ya lo sabíamos así que lo guardamos cuidadosamente ya que lo utilizaremos para hacer snorkel en Castaway Cay dentro de una semana.

Tras un rato en los vestuarios conseguimos ataviarnos con el trajecito no sin cierto esfuerzo y eso que es el corto. Salimos equipados hasta el último detalle y lo primero que hacemos es aplicar crema solar. Esto es más importante si cabe aquí que en cualquier otro lugar. Hoy sigue habiendo ola de calor. No leeréis mucha queja porque estoy casi todo el día en remojo pero durante el poco rato que estoy fuera, acordaos de todos los improperios que he ido relatando durante esta crónica. Hoy vamos a estar horas y horas bajo el sol abrasador y, a pesar de ser las 9:30 horas, empiezo a ver zonas corporales bicolor. Este protector solar lo encontramos en dispensadores repartidos por todo el complejo junto a los baños. Es muy importante utilizar el que nos proporcionan aquí porque es animal friendly, apto para el uso en este hábitat. Otro aspecto importante sobre este protector es que es muy blanco y, a veces, no nos damos cuenta.

El siguiente paso es ir a las taquillas para dejar nuestras pertenencias. El funcionamiento es tan simple como localizar una que todavía tenga la llave colgando, aquí no hay modernidades como en otros parques. Las taquillas se ubican en tres puntos diferentes (la imagen del candado en el mapa). Nosotros elegimos la que hay más próxima a la entrada, la primera que vemos. Ni siquiera nos planteamos otra opción, tenemos ganas de disfrutar de este resort ya, ir paseando con el neopreno bajo el sol tres minutos ya nos hace sudar, además de no querer pasear cargando con todas nuestras pertenencias de hoy. Cuando tengamos que dejarlo todo en las taquillas para el encuentro con los delfines, utilizaremos las que hay frente a Dolphin Lagoon. No tienen coste (empezamos a venerar el todo incluido), podemos usar varias sin abusar siempre que haya disponibilidad.

No hemos avanzado ni 100 metros cuando Juan Pedro decide que se muere de calor con el traje de neopreno corto y tiene la necesidad imperiosa de cambiarlo por un chaleco. Le advierto, por un lado, de la temperatura de ciertas piscinas necesaria para el confort de los animales y, por otro lado, de los peligros del sol. Nada, echamos otro ratito con el cambio. Os reiréis, seguramente, pero desde que entramos al vestuario por primera vez ya han pasado 40 minutos. Estoy empezando a convencerme de que en Orlando estamos en otra dimensión temporal.

Ahora sí, unas con el traje de neopreno, otro con el chaleco, todos con el equipo de snorkel y con los bártulos en las taquillas empezamos a descubrir lo que Discovery Cove nos ofrece. Vamos a Serenity Bay, una zona relajante con aguas cálidas y tranquilas. Aquí hay poco que ver y hacer pero lo interesante es que nos da entrada a Wind-Away River, el río lento que pasa junto al aviario y que tiene desniveles que se duplican en cuestión de segundos. Afortunadamente hay avisos de estos cambios de profundidad en rocas.

Serenity Bay

Conocedores de los desniveles, siendo yo poco acuática como soy, antes de adentrarnos en el río buscamos los churros, patatas o como llamemos a estos salvavidas en forma de prisma rectangular. También podemos optar por colocarnos los chalecos salvavidas. Será que está todo el mundo dentro del río o que felizmente dejan estos flotadores desperdigados por doquier y vaya usted a saber dónde, nos cuesta una vida conseguir tres. Juan Pedro se encarga de tal tarea, Pequeviajera y yo estamos muertas de calor y sólo nos va a salvar estar en el agua. Vuelve al cabo de 10 minutos, sí, sí, 10 minutos buscando algo que debería estar cerca y localizado. Como sospechábamos la gente los coge y los deja donde le parece oportuno, algunos en las hamacas para el resto del día. Se hubiera ahorrado un buen paseo poniéndonos los chalecos.

Wind-Away River es un río de agua dulce con corrientes lentas y cambios repentinos de profundidad. Hay zonas del recorrido que pasan por el aviario. Este río es un remanso de paz y pese a parecer discordante nos resulta divertidísimo. Os aviso que hay montículos rasposos por todas partes y probablemente mi falta de pericia desenvolviéndome en este lugar, hace que me lleve de recuerdo una buena rascada en la rodilla. Por si fuera poco, pasamos bajo una cascada que casi hace que pierda una lentilla, qué mal rato paso… ¿A quién se le ocurre llevar las gafas de buceo cual gorra? A mí… Este río me da un buen repaso hoy. Aún así, es realmente agradable dejarse llevar por él, toda la vegetación que lo rodea, las aves observando desde los árboles, es idílico. Y como en todo río de este estilo que se precie, el tráfico está en hora punta todo el día y debemos intentar sortear los obstáculos en forma de personas despistadas y lidiar, en ocasiones, contra la corriente para no ser nosotros el obstáculo. Parece fácil y sencillo pero sobre el terreno de juego no lo es tanto, al menos para mí. En aproximadamente media hora hemos recorrido todo el río, es bien largo y lleva su tiempo.

Ahora ponemos rumbo hacia la joya de la corona de este resort (de las incluidas con la entrada básica) que es The Grand Reef para poder estar junto a muchísimos animales. Pues va a ser que no. Nosotros seguimos en nuestra línea y pese a no estar en uno de los parques de Walt Disney World, nos desviamos de la ruta. Nos desviamos sólo un poquito, a un lugar un poco escondido, donde podemos ver a los delfines en acción bien cerca.

Antes de llegar a The Grand Reef, hacemos una paradita en Hibiscus Hideaway. Son las 11:45 y estar en el agua nos ha abierto el apetito. Además, estamos en un todo incluido para qué nos vamos a engañar, amorticemos el precio de la entrada. Elegimos dos trozos de pizza que no son ninguna maravilla pero no están mal del todo, se pueden comer, una bolsa de papas, una de chips de banana y agua para todos. He de decir que yo me pongo un slushy de mango para probarlo pero no me gusta especialmente. La pizza está pasable, los chips de banana no me gustan nada. Hoy no estoy acertando con la elección de la comida.

Ahora sí llegamos al lugar que más reparo me provoca, no sé cómo voy a gestionar estar rodeada de tantísimos animales de un lado a otro sin importarles tropezar conmigo o yo con ellos. Yo, que sólo el roce de un alga en el mar me provoca dar un saltito. En fin, vamos a ello.

Esta zona podría decir que se divide en dos, la gran parte de ella es de poca profundidad, y al fondo ya nos encontramos con una área más pequeña pero mucho más profunda, donde se encuentra mayor diversidad marina. En esta zona, desde un lateral podemos ver tiburones, calma, no os asustéis, se ven a través de un cristal, no nos hemos vuelto locos.

En este momento estamos en la zona poco profunda, veo rayas de varios tamaños y tantos peces que soy incapaz de seguirlos a todos e identificarlos. Bastante trabajo tengo con mirar 360º a mi alrededor para intentar no tropezar con ellos. Me pasan las rayas rozando la pierna, temo chocar con ellas y lastimarlas, qué estrés me provoca todo esto. Tengo un flashback y me viene a la mente la estación de metro de Shinjuku, qué curioso. Estos animalitos parecen estar más que acostumbrados a tanto intruso, yo no me acostumbro a tener tantos peces alrededor continuamente.

Juan Pedro está disfrutando como nunca pero… ¿Qué hace Pequeviajera? Os lo diré: huye despavorida de todo esto. No quiere estar dentro del agua, o va en brazos para que sus piernas no rocen ni un sólo pez o se queda fuera. Venga, que aquí hemos venido por ti… Sí, me hago cargo, el sueño es nadar con delfines no rodearse de tanto pececito con tráfico de hora punta… Vamos a hacer un intento para calmarla, a ver si entra… Si yo he podido, tú también podrás, verás como no es para tanto… Esto es un déjà vu, ya lo hemos vivido en las playas de Mikonos… ¿Cómo hemos podido pasar esto por alto?

Madre mía, ¿qué hora es? Faltan 30 minutos para nuestra cita con los delfines, no estamos lejos pero tenemos que llegar a la cabaña asignada como punto de encuentro y dejar todo en las taquillas. Allá que vamos. No somos los últimos pero casi. Nuestra Cabaña es Starfish. Junto al resto del grupo, una de las entrenadoras de delfines nos da una pequeña explicación apoyada por un vídeo de unos 10 minutos aproximadamente sobre lo que vamos a vivir en breve. De todos los que estamos aquí saldrán cuatro grupos de unas 8 a 12 personas. En función de la letra asignada en el checkin nos corresponde una ubicación u otra dentro de la zona Starfish de la laguna. Nuestra letra es la B y nos toca justo en la zona que se ve desde el rincón escondido que os he enseñado antes.

Para esta experiencia se debe tener en cuenta que tiene una duración de 30 minutos aproximadamente; que hay puntos que resbalan e incluso rocas por lo que es recomendable llevar escarpines, no está permitido llevar chanclas; que se permite llevar gafas de sol en esta actividad pero no se pueden poner en la cabeza ni quitarlas para las fotografías, deben estar siempre puestas y que no se permite entrar cámaras pero sí hacen un reportaje de vídeo y fotografía que se puede comprar aparte.

Ahora ya vamos a la laguna para comenzar con la experiencia, ésta se divide en tres zonas, Sand Dollar, Seahorse y Starfish. Según nos explica la entrenadora, nuestra ubicación es la mejor porque cuenta con la interacción de dos delfines diferentes. Uno de ellos es el famoso Lester, el mayor del lugar con nada más y nada menos que 55 años y, llegado al modo cotilla, nos cuenta que tiene doce hijos.

La experiencia es increíble, hay dos entrenadoras a quienes aprecio su pasión y vocación. He de confesar que tenía muchísimas dudas respecto a este tipo de lugares y el trato que pudieran recibir los animales. Sin embargo, aquí sólo he visto a personal que se desvive por ellos y que los trata con un cariño y una sensibilidad admirable. Sé que es un tema muy polémico.

Todas las explicaciones son en inglés aunque se esfuerzan por hablar despacio si alguna persona no las entiende. No me parece necesitar un nivel de inglés elevado para poder seguir el ritmo, es bastante intuitivo. En cualquier caso nos toca hacer todo los penúltimos así que ante la duda sólo debemos seguir lo que hacen los primeros.

Seguimos las instrucciones que nos dan las entrenadoras para que el delfín haga ciertos movimientos en función de ello. Interactuamos, podemos tocar su piel, es una sensación curiosa, tiene una textura suave y tersa al mismo tiempo. Es muy suave y delicada, palabras de Pequeviajera. El broche final supone nadar con el delfín unos metros, para ello debemos cogernos fuertemente de la aleta y la aleta dorsal. Me da bastante apuro porque siempre estoy pensando que los voy a dañar, ignorante de mí. Creedme cuando os digo que debéis agarraros con fuerza, si no queréis quedar a mitad camino, el delfín toma buena velocidad. ¿Qué os puedo decir? Es una experiencia maravillosa. El contacto con este animal es indescriptible, es mágico, nos invade pura felicidad y satisfacción. Pequeviajera vuelve a ser la niña más feliz del universo. Ha cumplido un sueño, esto lo recordará siempre y yo no olvidaré las caritas de felicidad.

Antes de terminar el encuentro, nos acercamos hacia la orilla para que nos tomen unas cuantas fotografías. Nos dicen cómo posar, una de la familia, otra individual en la que el delfín hace gesto de darnos un beso y después cuando ya nadamos junto a él también nos toman fotografías. Este punto tiene su miga ya que está prohibido grabar o fotografiar en este encuentro. Desde fuera sí se puede hacer pero nosotros estamos todos en esta experiencia, no tenemos a nadie que colabore. Así que, toca comprar el pack fotográfico. Esto es algo que ya tenía presupuestado, ya lo sabía de antemano y aunque el precio me parece desorbitado para lo que es, lo asumimos, digamos que toca pasar por el aro. No nos vamos a quedar sin este recuerdo precisamente. Para ver las fotos iremos más tarde, el fotógrafo nos dice que tardarán aproximadamente media hora en estar disponibles. Tampoco teníamos intención de ir ya que por la hora que es me espera otro cometido.

Se acabó el ratito tan agradable con los delfines y ahora son poco más de las 14:00 que, en España son las 20:00 y como todos los domingos me conecto a Instagram para ver el directo de NuestroNeverland pero hoy lo veo desde el otro lado, hoy formo parte de él. Así, mientras Juan Pedro y Pequeviajera le dan otra oportunidad a tener pececitos alrededor de las piernas, yo me conecto en directo para enseñar un poquito de este resort y contar un poco de la experiencia que estamos teniendo hasta ahora. Si tenéis curiosidad y queréis verme en el lugar de los hechos (a partir del minuto nueve y durante la media horita que me permite el móvil sin sobrecalentarse) aquí podéis ver el vídeo.

Como os decía, he tenido que cortar el directo tras media hora aproximadamente porque algo que me sucede con cierta frecuencia es que el móvil se sobrecalienta y decide que apaga la cámara, entre otras aplicaciones. En otro momento he tenido donde resguardarlo del calor pero aquí, me encuentro a la intemperie todo el día enfundada en un traje de neopreno, no hay forma posible.

Pasadas las 14:30 nos encontramos todos para comer en el restaurante Laguna Grill y ¿sabéis de qué me doy cuenta? De que Juan Pedro ya ha ingresado en el club de los bicolor. Se ha quemado los hombros y no es poca cosa. Suerte que hemos traído de casa un bote de after sun que nos va muy bien, sin embargo, no hemos sido lo suficientemente previsores para ponerlo hoy en la mochila. Otro aprendizaje. Os diré que esto le ha ocurrido por llevar el chaleco, de haber llevado el traje de neopreno, al menos los hombros no los tendría quemados. Durante el nado con delfines, el sol nos ha dado de pleno, pese a habernos embadurnado de crema justo antes. Para lo que sí ha sido altamente eficaz es para salir con la cara blanca en todas las fotos.

La comida también es tipo bufet, a simple vista parece que va a volver a estar por debajo de mis expectativas, tanto es así que Juan Pedro me dice que le ha recomendado qué comer una chica malagueña que trabaja en el restaurante. Allá voy yo en busca de la malagueña para que me recomiende también, actuaré con el mismo modus operandi que en los restaurantes de servicio de mesa de Walt Disney World, solo que aquí no me he estudiado el menú previamente.

El personal que me encuentro es muy agradable y graciosísimo. Hay varias personas que hablan español. Localizo a la chica, es un encanto y su compañero también, además de muy gracioso. Os aseguro que echamos unas buenas risas y no es para menos, he activado el modo reportera con la comida, voy con el traje de neopreno a mitad porque fuera del agua es insoportable, sigo en mi línea quejándome del calor, ahí se ríe hasta el apuntador. En serio, esto hay que vivirlo. Por más que yo os lo cuente con toda la efusividad del mundo, es algo que no se conoce hasta que se sufre, según me dicen ni siquiera ellos se acostumbran a este infierno.

Mi consejera me cuenta que antes trabajó en Seaworld y que aquí en Discovery Cove la comida es mejor. Sin embargo, sólo puede recomendarme dos platos de todo el bufet que supuestamente son mejores. Estos son el salmón con la salsa de piña que veis en el vaso (Coconut crusted salmon) y la carne (Jamaican pepper steak). Hago caso de la recomendación y añado algún plato más, en poca cantidad para probar más variedad.

Cuando vuelvo a la mesa, veo una cerveza en ella. Yo no he visto dónde sirven las bebidas alcohólicas pero tengo claro que hoy pruebo el vino de por aquí, no nos iremos de aquí sin aprovechar el todo incluido, hoy sí lo pruebo, así que Juan Pedro que ya lo tiene localizado, va a por la copa de vino. No es una copa, obviamente, es un vaso de plástico que le quita todo el glamur, si cabe, sin embargo, es lo que corresponde con el lugar donde nos encontramos. Quizá soy yo un poco quisquillosa con la comida pero el salmón no me entusiasma y la carne no está mal pero me resulta más picante de lo esperado. Desde nuestra llegada he comprobado lo mucho que les gusta el picante por estas tierras floridanas. La ensalada está pasable, la fruta sí, vuelve a ser opción ganadora.

Con el estómago contento, más o menos, nos vamos a Guest Services para hacer una petición especial que había conocido por alguna que otra mención en páginas web y que me ha parecido de diez en la gestión de este resort. Para aquellas personas que llevan gafas existe la posibilidad de pedir unas gafas de buceo «graduadas». Juan Pedro lleva todo el día con las gafas de buceo que nos han facilitado de buena mañana, no son graduadas y en el arrecife no ha podido disfrutar al máximo así que ya va siendo hora de cambiarlas a ver qué tal funcionan.

Tienen gafas de diferentes graduaciones y con bastante exactitud. Para ello debemos proporcionar los datos optométricos pero no los sabemos exactamente con tanto detalle ya que los de Juan Pedro no son fáciles de memorizar y esto es algo que no sabíamos. El chico que nos atiende, con una pericia impresionante, coge las gafas de vista y va probando él mismo una a una las gafas de buceo graduadas hasta que da con la que le parece más similar. Juan Pedro se las prueba, ¡oye el tipo ha dado en el clavo! Estamos asombradísimos. Lo que sí nos recalcan bastante es que tenemos que devolverlas como máximo a las 16:30 (hoy cierra el complejo a las 17:00).

Ya vemos todos más o menos bien para volver al gran arrecife. Pequeviajera sigue con su pánico. Tenemos un pequeño hándicap porque Juan Pedro quiere ir a las profundidades para observar todo con detalle y quiere que lo grabe. No vamos a conseguir ni de casualidad que ella entre y menos tan al fondo. ¿Solución? Pequeviajera se queda fuera, en la arena, tumbada en una hamaca.

¿Os acordáis de que en las zonas menos profundas ya me inquieta el ir y venir de las rayas y demás habitantes del lugar? Pues ahora tengo que vérmelas con un número superior en decenas. No sé cómo saldré de esta, lo que se llega a hacer por la family… Me coloco en un montículo a fin de tener cierta estabilidad porque aquello es bien profundo y no llevo nada que me haga flotar. No quiero que la grabación sea inestable. Ja, este montículo es lo más resbaladizo que me he topado. Os pongo en situación: yo subida en ese montículo pero resbalándome hacia el agua continuamente. Tal y como voy cayendo veo los peces que parece me están esperando… ¿Os hacéis una idea? Imaginad la situación tan esperpéntica. Lo importante de todo esto es que finalmente encuentro un hueco donde en posición que nada tiene que envidiar a un contorsionista y gracias a los escarpines, consigo grabar a Juan Pedro buceando junto a todos estos peces. Otro más en la family que es súper feliz hoy.

Al salir del arrecife… ¡Terror! ¿Dónde está la niña? No hemos estado tanto tiempo dentro… Nos cuesta largo y tendido poder identificarla (o eso nos parece porque en momentos así los minutos parecen horas). Con el traje de neopreno, todos se ven iguales y ninguno de los dos tenemos vista de lince (recordemos que las gafas Juan Pedro están en la taquilla). No gano para sustos hoy.

Entre unas cosas y otras se nos han hecho ya las 16:15 de modo que vamos a devolver las gafas de buceo graduadas y, de paso, vamos a ver qué tal hemos salido en la sesión fotográfica del encuentro con delfines. Para ello tenemos que ir justo al lado de Guest Services a Adventure Photo. Aquí podemos ver en una pantalla las fotografías que nos han hecho y llega la ardua tarea de elegir cuatro. Sí, sólo cuatro porque es el paquete de fotos que vamos a pagar, el más barato, el de cuatro fotos impresas a 99$. Tras la indecisión familiar y la paciencia del personal que ya estará acostumbrado, conseguimos elegir las fotos. Acto seguido, nos pide poner unos datos en la pantalla para crear una cuenta en una web de fotos. No me queda muy clara la finalidad de este proceso pero tampoco tengo ganas de emplear más tiempo, ya se nos ha ido bastante en este asunto.

Ya venía mentalizada de que voy a pagar una cantidad estratosférica por cuatro fotos pero cuando veo las fotografías impresas, me convenzo de que no hay relación calidad-precio posible, no hay justificación de ningún tipo para ese precio. Es indignante. Por favor, moléstense al menos en imprimir decentemente y sin marcas alfanuméricas en los laterales. Me pasan por la cabeza pensamientos tales como que es una forma bastante ruin de ganar dinero. Juegan con las emociones, ¿cómo no voy a comprar la instantánea del momento más feliz de Pequeviajera? Libero la mente, asumimos el coste de la pésima calidad de impresión. No me queda otra que engañar a mi mente tergiversando la realidad, lo que viene a ser quitar inmediatamente de mi vista esas fotos, será que soy muy exigente en este aspecto. Tal vez en otro momento no me parezcan tan mal.

Si queréis tener un amago de microinfarto, podéis ver los precios de los packs fotográficos en este link. Como os había dicho, nosotros hemos comprado el más barato (Island Photo Package) al módico precio de 99$, más TAX que no se os olvide. Además de todo esto, que no es poco, en el ticket hay un concepto que se me escapa, con todo lo que he leído, en ningún sitio he visto nada de un cargo extra. Pues sí, tenemos un 5% añadido como sobrecoste, según reza el papelito, para cubrir los incrementos de los costes operacionales, What? El tipo que nos atiende nos suelta una retahíla que no estoy segura ni de que él mismo entienda. En fin… ya estamos vencidos, esto sí que es pasar por el aro con todas las letras en mayúsculas. El pack de 99$ termina siendo de 110,71$, tenedlo presente, el 5% forma parte de la base imponible así que son 4,95$ más TAX, esto es de locos, suerte que el dólar está más débil que el euro y algo rascamos.

Respecto a los packs de fotografías os voy a contar unas cuantas cositas. Discovery Cove guarda las imágenes y vídeos durante 30 días, de modo que si compras un pack de fotos pero después piensas que quieres otro puedes cambiarlo durante el tiempo que conserven las fotografías y vídeos. Vamos que si crees que no has pagado suficiente tienes un periodo de gracia de esos 30 días para empobrecerte un poco más y comprar un pack más caro.

El universo ha debido decidir que hemos sido muy pero que muy buenos y nos devuelve el favor. ¿Recordáis que al solicitar las fotos hemos creado una cuenta? Pues resulta que accediendo a este enlace, poniendo nuestro usuario y contraseña… voilà! Están todas y cada unas de las fotografías que nos han hecho, TODAS. Eso sí, con marca de agua pero aplicando la picaresca hay programas que la quitan de forma gratuita. Pruebo uno. Madre del amor hermoso, están bastante decentes. No me lo puedo creer, vamos a tener todas las fotos digitales sin tener que desembolsar los más de 200$ que cuesta. ¿Cómo es esto posible? Pues sí… porque desde esa página web puedes pedir más fotos y lo que aparentemente es para sacar más dinero a nosotros nos ha parecido un regalo.

Dejamos las fotos en la taquilla, no vaya a ser que encima de lo que han costado se mojen o se llenen de arena. De aquí nos vamos a otra cosa que quiero hacer sin falta desde que lo vi en un vídeo: tomarme una bebida en los bancos de Freshwater Oasis. Esta zona se encuentra a un lado del camino de Serenity Bay. Está permitido sentarse en estos bancos bajos y disfrutar de los aperitivos y bebidas. Cogemos un par de slushy que sirven en Blue Bamboo Bar ya que es el que está próximo.

Para llegar a esta zona podemos hacerlo por dos sitios, una entrada a través de una especie de pasarela y la otra atravesando una pequeña piscina de poca altura , tras unos pocos escalones.

Nos encanta estar aquí de relax total y absoluto pero quedan 10 minutos para las 17:00, hora de cierre del complejo y eso significa que tenemos que ir a devolver el equipo, a recoger nuestras cosas en la taquilla y a los vestuarios para ducharnos y arreglarnos un poco que de aquí nos vamos a Disney Springs.

Devolvemos la máscara y la red donde venía guardada, nos quedamos el tubo. El traje de neopreno nos lo quitaremos en el vestuario y lo devolveremos después, no vayamos a dar un traspié y fastidiar el día, estamos en modo zen. Qué día tan agradable hemos tenido hoy, ideal para descansar de la vorágine de parques.

El vestuario femenino está poco concurrido y es que siendo la hora que es… me alegra no hacer cola para ducharnos. Tenemos la zona de vestuario individual con un banco a un lado del pasillo y la zona de ducha al otro. No os preocupéis, está todo pensado para no tener que ir cruzando el pasillo en paños menores. Antes de llegar a la ducha hay otra zona con cortina donde poder dejar las toallas y algo de ropa, eso sí, de pie, aquí no hay nada para sentarse. Algo interesante es que hay disponibles bolsas de plástico para poder guardar la ropa mojada (el rollo que veis en la imagen). Nos van la mar de bien porque las bolsas zip que hemos traído resultan insuficientes ya que no contamos con guardar los escarpines en ellas y éstas tienen muy buen tamaño.

Terminadas las duchas, voy en busca del secador de pelo. He visto y leído en bastantes sitios que hay pero por más que miro por todas partes soy incapaz de localizarlo. No es el vestuario tan grande como para no conseguir encontrar un simple secador. Afortunadamente veo a una chica que se ocupa de estos vestuarios y le pregunto. La pobre busca por todas partes incluso dentro, no hay rastro del secador. Ella misma no se lo explica porque debe estar. Os lo cuento porque aunque nosotras nos quedamos sin poder secar el pelo sabed que debería estar en su sitio.

Son casi las 18:00 cuando terminamos. Aquí no puedo decir que haya la misma parsimonia que en Walt Disney World con el horario de cierre y salida de los visitantes.

En mi planificación que ahora sí se cumple, decidí que hoy es el día apropiado para ir a Disney Springs. En primer lugar porque el complejo cierra pronto y me pareció muy buena opción después del día de relax, pero la razón más importante es que Discovery Cove se encuentra cerca de Universal y la zona de Walt Disney World más próxima es Disney Springs por lo que nos ahorramos algo en el transporte. Al menos eso calculé yo con las simulaciones que hice en la aplicación.

En Disney Springs queremos intentar cumplir una misión, disfrutar del ambiente, cenar y recoger nuestra gift card, ya que el lunes no pudimos ir. Pedimos un Uber. Estoy absolutamente alucinada con lo rápido que llegan.

Durante el trayecto, me entretengo copiando archivos del teléfono móvil en las tarjetas que llevo. Hace un par de días que tengo problemas de almacenamiento. Para este viaje tuve muy en cuenta el espacio que ocupan las imágenes y vídeos tanto de la cámara réflex como de la cámara acuática pero no he prestado especial atención en este aspecto ni a la cámara deportiva, ni al móvil y mucho menos recordar la existencia de la nube. Otro aprendizaje para futuros viajes. No os aburriré contando el sinvivir que he tenido con el teléfono móvil en particular que entre la falta de espacio continua durante varios días y el bloqueo debido al calor abrumador hay momentos que no he podido inmortalizar como me hubiera gustado.

En 17 minutos llegamos a Disney Springs. Este trayecto nos cuesta 16,93$ propina incluida. Lo primero de lo que somos conscientes al bajar es que el móvil de Juan Pedro, efectivamente, se ha mojado. No era broma, no. ¿Qué es lo primero que hay que hacer cuando un móvil se moja? Apagarlo. Otro aprendizaje. Nosotros en nuestra ignorancia y pensando que no le habría entrado apenas agua o que sería un fallo puntual trasteamos el teléfono hasta que en un momento dado la pantalla se torna completamente negra. Tenemos un móvil mojado y con batería que no hay forma humana de apagar. Tenemos que quitar la batería cogida con tornillos. Lo damos por perdido.

En esta ocasión hemos pedido un Uber, vamos consultando la aplicación de Uber y Lyft porque dan precios diferentes y elegimos el más barato en ese momento. Sin embargo, con Lyft tienes la oportunidad de invitar a amigos y ganar crédito de viajes. Algo que gustosamente haría de no ser porque tenemos un terminal inválido y no hemos sido tan previsores como para traer alguno viejo por si ocurría algo así. Otro aprendizaje. Que nadie diga que viajando no se aprende. A nosotros nos van a convalidar un curso.

Ahora sí, nos adentramos en Disney Springs. Es la primera vez que lo vemos y me sorprende muy gratamente. No me gusta nada ir de tiendas, Juan Pedro y Pequeviajera lo adoran ¿os acordáis? Pues eso. Pensaba que iba a ser un lugar estresante y nada más lejos de la realidad. Está concurrido, no os voy a engañar pero es que hoy es domingo por la tarde, imagino es lo normal por aquí. El ambiente es estupendo, hay todo tipo de locales.

Entramos en la tienda de Navidad, pura fantasía todo, nos encanta pero nos contenemos y debemos hacerlo porque seguimos sin la maleta extra. Pasamos delante de Rainforest Café, no puedo evitar pensar en el postre Volcano y aunque no lo haya probado nunca empiezo a salivar. Pasamos delante de Rainforest Café , de Goofy Candy Co. para finalmente entrar en World of Disney.

En Worl of Disney tenemos que recoger la gift card cortesía de Disney Irlanda, 200$ para gastar. Hay un mostrador a la derecha de una de las entradas específicamente para hacer esto. Esta tarea es la más importante del día si cabe. Mañana la empezaremos a gastar ya que el martes nos vamos a Universal y después de crucero. Creedme cuando os digo que fundir esos 200$ en un día no será complicado.

Para obtener la gift card, entregamos el documento que recibí por correo electrónico y mi documento de identidad. Tras la oportuna comprobación nos hace entrega de una tarjeta con un código. La podemos redimir entregando la tarjeta o introduciendo el código en la aplicación de My Disney Experience para pagar con ella.

Ahora llega el turno de Gideon’s Bakehouse, ¿será la fila más larga vista hasta ahora? ¿Conseguiremos comprar esas galletas que tantísima fama tienen? Y lo más importante ¿conseguiré entrar y admirar la tienda que me recuerda a Tim Burton que tanto me entusiasma? Allá vamos.

Queridos lectores, sí, como no podía ser de otra manera, hay cola y a primera vista parece infinita. Una trabajadora nos da la bienvenida con la tarjeta del mes. Nos informa que la cola es de media hora. Ciertamente falta más de media hora para nuestra reserva en el restaurante T-REX así que con las ganas que tenemos, hacemos la fila. Durante este rato conocemos a una familia encantadora, volvemos a socializar en las filas, parecía que habíamos perdido esta costumbre. Se nos hace bien corta la espera gracias a esta charla tan agradable, son poseedores de pase anual de Walt Disney World. No puedo envidiarles más, envidia sana por supuesto, soy realista y consciente de que ellos no viven a más de 7.000 km como yo, ellos pueden llegar en coche en unas horas. ¿A que es maravilloso? Con tanta charla, ya nos toca, finalmente han sido 25 minutos. ¿Quién hace una fila de 25 minutos por unas galletas? ¿Os habéis vuelto locos? Como diría un buen amigo de Alicia, no estoy loco, sólo que mi realidad es distinta a la tuya.

No sé cómo serán las galletas que tanta fama tienen pero el lugar es un museo, me fascina la decoración. Por más veces que la haya visto en vídeos (que son unas cuantas) me sorprende cómo un lugar tan pequeño puede albergar filas con tanta gente sin distorsionar demasiado el conjunto.

No hay una grandísima variedad de galletas para elegir pero por pocas que haya no resulta fácil. Yo tengo claro cristalino que quiero la edición limitada de este mes (Peanut Butter Cold Brew Cookie), Juan Pedro elige la de plátano y chocolate (Banana Bread Chocolate Chip) y Pequeviajera la de chocolate (Original Chocolate Chip Cookie). Las vemos en un mostrador y después en la caja las pedimos. Cada galleta cuesta 6$ (más TAX, sí) pero lo que me resulta sorprendente es que cuando voy a pagar, aparece en la pantalla, en un tamaño enorme, la solicitud de propina. No me lo esperaba para nada y no le encuentro sentido, no cuadra con las situaciones en las que se deja propina que había estudiado. No le presto atención porque de veras que se me escapa esta situación del entendimiento, sin embargo, la chica no me deja pagar si no selecciono un importe aunque sea cero. Sigo en shock, señalo el tip de 20%. Aquí sí, aquí sí podéis decir que estoy loca. Las tres galletas cuestan 18$, más 1,17$ de las tasas y una generosa propina de 3,83$. El montante de las tres galletas asciende a 23$, sin duda este viaje está nublando mi visión económica. Ya pueden estar buenas.

Bolsa de Gideon en mano para la posteridad, vamos caminando sin pausa pero sin prisa por el entramado de calles de Disney Springs, con el ambientazo que hay, nos encanta. Tras cruzar el puente nos espera el restaurante.

El restaurante T-REX, se incluye en la lista de restaurantes de Landry con los beneficios asociados al Club (Landry’s Select Club). En este post te cuento más información sobre este club y sus beneficios.

La fila para hacer el checkin es bien larga, no sé si tienen reserva o no pero llegados a este punto, en mi mente no hay lugar a dudas de que con mi tarjeta Landry pasaré sin hacer fila así como si tuviera una alfombra roja bajo mis pies al caminar. Me acerco a la chica que hay en la entrada y le explico que hemos hecho reserva (aunque con la tarjeta Landry no es necesario) y que tenemos la tarjeta Landry con la intención de saltarme toda esa fila (uno de los beneficios es no necesitar reserva y evitar la fila). Pues fijaos que ser poseedora de esta tarjeta no me sirve de nada ahora mismo, me dice la chica que me vaya a hacer la fila como todo el mundo. Esta chica no sabe lo que dice, hay una fila de entre 20 y 30 minutos, tenemos a Pequeviajera cansadísima, tanta agua hoy nos ha dejado exhaustos. Mi primera experiencia con la tarjeta Landry y ocurre esto. Estoy indignada. Indignada es poco.

Derrotados nos vamos a hacer la fila mientras intento pensar con claridad. Esto no puede ser, no vamos a conseguir hacer una fila de 20 minutos sin morir en el intento, ¿de qué sirve aquí la tarjeta entonces?, vuelvo a estar indignada. Hasta tal punto estoy indignada que me dejo a la family en la fila y me dirijo a la chica del mostrador exterior de nuevo. Le explico nuevamente los beneficios de la tarjeta Landry y como sigue en sus trece le digo que me cancele la reserva que yo no lo puedo hacer, falta menos de media hora y quiero evitar el cargo por cancelación. Avisa a una supervisora para esto, le explico que quiero cancelar la reserva para evitar la penalización y que me voy porque pese a tener la tarjeta Landry debo hacer una fila de media hora. Cuando va a proceder a la cancelación se le enciende la bombilla y me pregunta si el motivo de la cancelación es porque no puedo entrar en este instante. Por supuesto, ¡qué duda cabe! Me mira, mira hacia un lado, me vuelve a mirar. Con cierta sorpresa me pregunta si nos quedaríamos a cenar en el caso de tener mesa ya. Sigo asombrada, no lo he debido expresar con claridad. ¡TENEMOS MESA! Me pide mil disculpas y mientras gestiona no sé bien qué voy a buscar a aquellos que siguen en la fila abatidos. No se han movido un metro, si te descuidas la fila no hubiera sido media hora sino una eternidad. ¡Vamos chicos! ¡Tenemos mesa!

Conforme avanzamos ya nos tratan como Landry’s, empieza la cortesía rozando la adulación. Nos dan una mesa redonda enorme, con bancos acolchados pegados a la pared bien cómodos. Eso sí, la luz no es el fuerte de esta ubicación pero es prácticamente todo el restaurante así, hemos pasado sin esperas finalmente y nuestra camarera habla español, es muy agradable y le gusta la charla tanto como a Pequeviajera, estamos de categoría. Empezamos con mal pie y estaba dispuesta a cancelar la reserva pero finalmente se ha dado la vuelta y lo estamos disfrutando, qué maravilla.

El restaurante es un lugar un tanto peculiar, merece la pena sólo por verlo. La temática alrededor de los dinosaurios y la prehistoria es inmersiva cual museo. De tanto en tanto se oye la tormenta y hay cambio de luces. El ambiente del restaurante ya es de por sí muy cromático pero cuando se oye el rugido de la tormenta, todavía más.

Sabemos que este restaurante es famoso especialmente por el postre, el Chocolate Extinction, cuatro porciones de brownie relleno de crema de caramelo con helado de vainilla y chantilly. No os podéis imaginar las ganas que tenemos de probar ese postre pero, una vez más actúo racionalmente y no lo pido porque algo me dice que no vamos a poder con todo.

Para cenar pedimos Supersaurus Sampler (por recomendación de Valizan) un combinado para cuatro personas (aquí parece estar todo hecho para party of four). El plato para compartir incluye cuatro de cada: nachos con salsa de queso; sticks de mozzarella; flatbread con tomate, queso, rúcula y salsa balsámica; tostas con ajo y queso; alitas y albóndigas con salsa picante (para variar). Aunque no lo parezca con este plato cenamos los tres, sólo nos sobra un poco de las alitas y albóndigas que pican lo suyo.

La cena cuesta 32,99$ pero antes de sumarle las TAX le descontamos los 25$ de la tarjeta Landry (en esta ocasión no es un descuento propiamente dicho porque es el precio de la membresía que devuelven a la tarjeta como regalo de bienvenida). A los 7,99$ que resultan sí debemos sumarle las TAX y la propina. Finalmente pago 14,51$. Aquí he dejado una propina de 6$ y no un porcentaje dado el escaso importe de la cena. Se nos ha quedado el postre que tantísimas ganas tenía de probar, Disney suma otra excusa para volver.

Hemos tardado poco en cenar, son las 21:00 horas, así que damos una vuelta por Disney Springs, ahora ya de noche. Vemos la tienda de Lego, sólo por fuera porque tiene una fila para entrar que pocas atracciones de Walt Disney World envidiarían. Fuera hay construcciones de Lego de Star Wars, de nuestro adorado Mickey el Mago, de Frozen, etc. No salimos de nuestro asombro, son increíbles. Grandísimo trabajo.

De aquí ya tomamos el autobús de vuelta al hotel. Estos trayectos de autobús nocturnos, donde se duerme todo el mundo menos yo, son un bonito momento de reflexión pero hoy no, el autobús no va sobrado de espacio ni mucho menos y unos cuantos vamos de pie ¡qué manera de llenar autobuses! Afortunadamente hay personas infinitamente amables que ceden su asiento a Pequeviajera.

Hacemos una parada en recepción, Juan Pedro quiere preguntar si tuvieran algún destornillador o utensilio que pudiera ayudarle a desconectar la batería. Tenemos un móvil mojado que no conseguimos apagar. Pues nuevamente Disney consigue asombrarnos a la máxima potencia. La cast member que nos atiende saca un estuche extensible con una variedad de destornilladores y demás útiles que nos deja boquiabiertos. Yo que pensaba que nos mirarían con cara de espanto y dirían que lo sienten mucho pero que cómo iban a tener ellos algo así… Convertimos el mostrador de atención al cliente en un taller de bricolaje. Con la linterna de mi móvil conseguimos quitar los tropecientos mil tornillos de tamaño microscópico. Vemos un tutorial de Youtube que nos explique cómo demonios desenganchar la batería porque no hay manera. Se caen la mitad de los tornillos por el suelo. Estoy segura de que a estas alturas ya estáis visualizando esta situación tan rocambolesca.

Llevamos un buen rato en el mostrador y cuando digo un buen rato es con todas las letras. Tanto rato estamos que tenemos la sensación de estar bloqueando las atenciones (aunque a estas horas pocos quedamos ya por recepción) y así se lo hago saber a la chica. Sin embargo, para mi sorpresa, nos dice que no pasa nada, que sigamos ahí hasta que terminemos, sin ningún problema, sin prisa. Estoy fascinada con la atención al cliente que hacen aquí. No sé si alguien nos maldice en silencio porque estamos bastante atareados con desvalijar el móvil y perder tornillos diminutos por el suelo. Intuyo que no es la tónica habitual, aquí la gente es mucho más paciente.

Ya que estamos, aprovecho para pedirle las tarjetas físicas para entrar en la habitación. Tenemos y utilizamos Magic Band pero esto es un recuerdo que me hace mucha ilusión. Deben estar acostumbradísimos a estas peticiones.

Oye ¿qué hace Pequeviajera mientras vosotros ponéis todos los sentidos en esta tarea? Estaréis pensando. No somos unos padres descuidados. Está todo controlado. Ella se queda investigando el lobby del hotel, no tarda ni un minuto en aposentarse en los sillones que hay y dormirse allí. Hoy ha sido un día largo.

¿Pensáis que el día acaba aquí? Desafortunadamente para nosotros, no… Tenemos que hacer la colada de nuevo. ¿Cómo es posible eso si hace dos días de vuestra última colada? Os preguntaréis con toda la razón del mundo. Pues sí, es posible, hace un calor infernal que nos obliga a mudar más de lo habitual, tengo cierta tendencia a mancharme en las comidas y tenemos los trajes de baño para lavar. Mañana cambiamos de casa al hotel Animal Kingdom Lodge por una noche, con el poco tiempo que estaremos no vamos a invertir ni un minuto en hacer la colada allí.

Ya os conté el funcionamiento de la lavadora y la secadora en el relato del día 6 así que no os volveré a aburrir con tal menester. Sólo os diré que todavía no ha habido un día que nos hayamos levantado y acostado por la noche, en este orden, dentro de la misma jornada.

Cómo he organizado nuestro viaje de 20 días a Orlando

Personalmente pensaba que organizar un viaje a Walt Disney World era algo digno de astronautas, por lo que no entraba en mis planes viajeros a corto plazo. Sin embargo, Disney es una de mis pasiones así que, tras varias visitas a Disneyland París y un intento frustrado de visita a Tokyo Disneyland, Orlando estaba en mi recámara.

Un buen día vi un vídeo del paso de Moremagic por Orlando donde nombraba y agradecía la ayuda de un foro en concreto. Empecé a bucear por internet, sin expectativas de lo que iba a venir. Así conocí Foroparques Disney, un foro donde leí reviews de familias que, no sólo habían ido por su cuenta de viaje a Orlando una vez, sino que incluso repetían. Para mi sorpresa descubrí que Orlando es mucho más que Walt Disney World. La información que encontré y que sigo encontrando da para un doctorado y si os adentráis en ello no podréis sino darme la razón. Para amantes de la planificación, como yo, esto es el paraíso a la par que la perdición.

Generalmente (o al menos eso creía yo), asociamos Orlando a Walt Disney World, pues nada más lejos de la realidad, me atrevería a decir que Orlando ha dejado de ser una ciudad para convertirse en dominios de diversión y entretenimiento. ¡Qué de parques hay por allí! Empiezas pensando que con 15 días es suficiente para terminar convenciéndote de que ni con tres semanas estarás satisfecho.

Ahora sí, sin más dilación, aquí os voy a contar cómo he organizado nuestro viaje de 20 días por Orlando. Teniendo en cuenta que lo primero en la lista ya lo tenemos, las ganas y la ilusión, lo siguiente es empaparse de información cada cual en la medida que elija.


A mí me gusta viajar sabiendo lo máximo que pueda, en este caso la información es infinita, así que además de la información de Foroparques Disney, consulté de forma periódica las siguientes webs (también sus redes sociales): WDW Prep School; WDW News Today; Disney Food Blog (DFB) (un MUST para los amantes del comercio y bebercio); Orlando Informer; WDW info; Touringplans (tienen una app de pago Lines que muestra los tiempos de espera mucho más acertadamente que Disney); Allears; Kennythepirate, entre otros.

Lo primero que hicimos Pequeviajera y yo fue algo a lo que no estábamos acostumbradas: consumir contenido televisivo (léase, ver Youtube en la tele), vaya afición o adicción, si es que casi estábamos esperando la hora en punto del fin de semana para ver los vídeos nuevos. Aquí sí, aquí sí pasas de ver una pantalla a caminar por Main Street con la chapa de First Visit y la maravillosa estampa de fondo, a montar en las atracciones, a abrazar a los personajes, la inmersión es tal que ya tienes un pie allí. Convertimos en una tradición familiar ver vídeos en Youtube con información de los parques, canales de magicfreaktv, lamaletadeferylau, chemagic, hachedisney, thefestivecouple, parejaconorejas y Cristiancorom, están en español y además de contarnos el día a día en los parques nos dan muchísimos consejos que pueden marcar la diferencia en el viaje. Además de todo esto, empecé a ver los directos de los domingos en el canal de Instagram de NuestroNeverland y lo he convertido en hábito. El foro de NuestroNeverland es, además, un pozo de sabiduría de Disneyland París.

A todo lo anterior le sumo escuchar podcast de Unlocking The Magic, wdwprepschool con mucha información actual, WDW Radio para que mi oído se vuelva a acostumbrar al idioma y el de Foroparques Disney donde, además, cuentan muchos datos curiosos de los que me gustan a mí.

Como solemos hacer en nuestros viajes a Disney, revisamos las películas que nos pueden orientar y hacen el viaje más inmersivo, si cabe, para verlas de nuevo o por primera vez, en su caso. Y, bueno, como no todo es Disney, también tenemos Universal Studios. Pequeviajera empezó a leer los libros de Harry Potter por pura afición lectora que tiene. Con cada libro leído veíamos la película correspondiente, se convirtió en fan a la máxima potencia. Lo mismo nos ocurrió con Star Wars, incluso en mayor nivel. Nos ha servido para descubrir un universo desconocido y que nos fascina.

El presupuesto es lo que todos queremos saber de antemano para hacernos una idea de cuánto nos puede costar este viaje. Será un ítem que fluctúe como lo hará la planificación del viaje a lo largo del tiempo que empleemos en ello. El término «ya que estamos allí» resonará continuamente porque pensamos que no volveremos nunca, planificamos este viaje como si fuera el primero y el último y añadimos unos pocos «ya que estamos allí». Ya me lo contaréis.

Para establecer un presupuesto, viendo la inmensidad de todo lo que venía, me serví de hojas de cálculo para:

Todo el detalle de nuestro presupuesto una vez hecho el viaje lo podéis ver en el post específico:

Presupuesto de nuestro viaje durante 20 días a Orlando en agosto

Este ha sido un viaje planificado a largo plazo, no os voy a engañar, no es como cuando decidíamos ir a París un fin de semana porque teníamos pase anual y encontrábamos vuelos a buen precio. Aquí los vuelos se han llevado una buena parte del presupuesto y los famosos «ya que estamos allí» otra…

Lo siguiente que valoramos es la elección de fechas de viaje. Para nosotros, tres semanas de vacaciones sólo pueden ser durante el mes de agosto y sí, es el mes de colas, precio elevado, temporada de huracanes, muchísimo calor pero también de fiestas de Halloween (sí, es temporada Halloween en agosto), festival Food & Wine en Epcot. Para quienes dispongan de flexibilidad en la elección de las fechas de viaje, se pueden consultar webs con orientaciones que incluyen calendarios de afluencia mensuales (Wdwprepschool, Touringplans, Kenny The Pirate, Undercovertourist, Viajero Mágico).

También valoraría consultar precios del alojamiento y de los vuelos en diferentes fechas. Por ejemplo la segunda mitad de agosto baja la afluencia y el precio de vuelos y alojamiento respecto a la primera quincena. Por su parte, septiembre suele ser más económico. Esto es algo que también hago para decidir el orden de los hoteles en el caso de cambiar de hotel.

Elegidas las fechas tenemos varias tareas a tratar simultáneamente en función de cuánta antelación tengamos respecto a nuestro viaje, entre ellas, los vuelos y el alojamiento (o paquete hotel + entradas). Mi antelación era de un año y medio por lo que no podía reservar los vuelos ni el paquete de alojamiento y entradas para Disney en oferta en ese momento.

Para el año 2023, ya sabiendo que seguiría sin haber plan de comidas gratuito como antaño, el punto de mira estaba en la web oficial de Disney pero en la versión irlandesa. Aquí es importante prestar atención porque por defecto al entrar en la web dirige a la versión europea que no tiene las mismas ventajas. Aquí te explico cómo llegar a la versión irlandesa para acceder a las ofertas. La versión irlandesa, entre otras ventajas, tiene la oferta de entradas de 14 días a precio de 7.

La oferta de la web de Disney irlandesa es la que nos pareció económicamente más favorable. En 2023, el paquete hotel + entradas incluyó 200$ en una tarjeta regalo y una cantidad fija por noche en función de la categoría de hotel seleccionado (en nuestro caso 36$ por noche por alojarnos en el Pop Century, hotel de categoría Value) en una tarjeta para gastar en comida y/o compras. Además, algo interesante de esta oferta es que las entradas son válidas para 14 días a precio de 7 (estos 14 días de entrada son a elegir entre los 18 siguientes al primer día de reserva de hotel) pero por si fuera poco, también está incluido el Memory Maker donde se almacenan las fotografías y vídeos que hacen en los parques y que cuesta 199$ si lo tuviera que comprar aparte. El mínimo de noches de reserva para aplicar esta oferta fue 5 noches así que nosotros, para empezar, elegimos 6 noches en el POP porque el Skyliner lo hace realmente interesante y es un hotel que nos pareció bueno en su relación calidad-precio. Al ser la web irlandesa, el coste se paga en euros, para la reserva se paga un depósito de 65€ por persona o la totalidad y se pueden hacer pagos parciales (cómo se hacen estos pagos parciales online y no telefónicamente lo explico aquí).

La oferta de Disney para el año 2024 mantiene la gift card de hasta 200$, el Memory Maker, las entradas de 14 días a precio de 7 pero aumenta el importe fijo por noche en tarjeta para gastar en comida y/o compras, en el caso expuesto, en hotel de categoría Value pasa de 36$ a 50$.

Para saber las operaciones que hemos realizado y el saldo restante de las gift card los podemos consultar aquí.

Lo primero que se suele recomendar reservar es este paquete de hotel + entradas (WDW) ya que es flexible y podemos modificarlo después en función de los vuelos, podemos añadir noches o quitarlas sin embargo, se debe tener en cuenta que la modificación se hará al precio actual en que se realice. Si yo reservo el hotel a 197$ la noche pero cuando yo añada una noche, ésta cuesta 201$, ése es el precio que me aplicarán. En el caso de modificaciones no hay penalización pero para el caso de cancelación sí se pierde el depósito pagado.

En 2023 ha sido un verdadero quebradero de cabeza este tema y quienes lo hemos vivido lo sabemos bien. Combinaciones hay muchísimas, en función del aeropuerto de origen y destino, que podemos seguir en buscadores como skyscanner, kayak, momondo, etc y poner alertas para los precios que estemos dispuestos a pagar.

Para nosotros era muy importante salir del aeropuerto de Valencia y llegar al aeropuerto de Orlando y, además haciendo una única escala en Europa, de modo que las opciones se reducían. Los aeropuertos a día de hoy en Europa que tienen vuelos directos a Orlando son Frankfurt (FRA), Ámsterdam (AMS), Dublín (DUB), Londres (LGW y LHR) y Reikiavik (KEF).

Estando a más de un año vista lo que hice fue simulaciones para mis fechas pero en el año en curso, por un lado, para hacerme una idea de los horarios aproximados y, por otro lado, de los precios que oscilaban. Mis únicas opciones eran desde Frankfurt o desde Londres que finalmente se redujeron a Frankfurt porque los horarios de Londres me obligaban a pasar algún día en la City, que no está nada mal pero la intención era invertir el máximo de las vacaciones en Orlando y no había prácticamente diferencia de precio en ese momento.

En algunas páginas web de las aerolíneas aparecen los vuelos con anterioridad a los buscadores (como es el caso de Lufthansa) por lo que en cuanto pude reservar los vuelos de ida y vuelta en Lufthansa así lo hice. El precio, 850€ por persona, elevado para lo que había sido en años anteriores pero regular para ser el mes de agosto y vuelo a Orlando con una única escala en Europa. Una semana después de que comprara los vuelos subieron 300€ por persona y de ahí sólo subieron y subieron durante los siguientes meses. Con otro tipo de combinaciones sí podría haber ahorrado dinero en los vuelos pero cada familia tiene unas prioridades y la nuestra era primar la comodidad.

Junto a los vuelos, otro factor a tener en cuenta es si queremos añadir equipaje, si queremos elegir los asientos, etc. En cuanto al equipaje, yo añadí una maleta facturada en los vuelos de vuelta (consciente de que íbamos a necesitar más espacio de almacenaje), al hacerlo en la propia aerolínea fueron 30€ finalmente pero tened en cuenta que si la reserva del vuelo la hacéis a través de páginas como trip, booking o similares el precio del equipaje añadido puede variar e incluso desorbitarse, fijaos siempre en este detalle antes de reservar con una web externa.

Respecto a la elección de asientos, me pareció un atraco a mano armada por lo que no pagué por ello. Hay tarifas que lo incluyen, no fue nuestro caso, sin embargo durante el checkin me asignaron unos asientos pero yo pude modificarlos sin coste alguno y fue así como elegí asientos More Legroom (más espaciosos en la misma categoría). Nuestra tarifa fue la Economy Ligth, sin embargo en Lufthansa sí creo que la Economy Premium merece la pena si la diferencia es asumible económicamente, el espacio de los asientos en mucho más amplio. Para ver la clasificación de los asientos para una posible mejor elección se puede consultar la página web de seatguru.

Además de Skyscanner me gusta utilizar la herramienta de buscador de vuelos Matrix te permite jugar con muchas posibilidades pero no te da opción de compra, simplemente te muestra los vuelos según tu selección y así poder localizarlos pero después para comprarlos debes acudir a la aerolínea o a páginas web correspondientes.

El seguro de viaje es algo también a tener en cuenta en el momento de reservar los vuelos ya que si se pretende tener cobertura por anulación, se debe contratar dentro de los 7 días siguientes a la reserva del viaje, en la gran mayoría de aseguradoras (Mondo sí tiene opción de contratarlo con posterioridad pero con sobrecoste, Iati tiene un seguro de anulación aparte para estos casos pero lo veo de precio elevado este seguro en concreto). Para la elección, comparé los seguros de IATI y de MONDO, finalmente me decanté por Mondo porque la cobertura era mayor a menor precio y las críticas que había leído eran realmente buenas. No obstante, como leeréis en la review pese a no haber tenido que utilizar el seguro durante la estancia, sí lo tuve que hacer después del viaje para reclamar varias cosas y realmente me ha decepcionado bastante la comunicación e irresolución del caso con la aseguradora que me asignó Mondo, Iris Global.

En Estados Unidos se recomienda una cobertura de al menos 1.000.000$ pero en nuestro caso que incluíamos crucero, todavía mayor. Quienes hayan tenido que acudir a un médico en un crucero lo sabrán bien. Otro aspecto a tener en cuenta es si hay adelanto del coste de las facturas médicas o no, imaginad tener que pagar de nuestro bolsillo una operación médica en EEUU. Además, si viajamos con niños que tenga cobertura para acompañamiento de menores en caso de accidente, por ejemplo, me parece vital.

El seguro para 21 días de viaje (la vuelta es un día más por la diferencia horaria) y crucero con seguro de anulación nos costó inicialmente 491€ para los tres, sin embargo, meses después modificaron las coberturas y nos salía mejor otro tipo de seguro en Mondo pero con casi idénticas condiciones por el que pagamos 276,01 €, en este sentido he de decir que Mondo me devolvió el dinero de la primera contratación y gestionó la segunda contratación. Es conveniente poner algún día más de la fecha de vuelta por si hubiera algún imprevisto en el vuelo, por ejemplo. Aquí tened en cuenta también que incluir un crucero en el viaje es algo que suele ser opcional y se debe marcar expresamente en la reserva del seguro (comprobadlo ya que en algunos sí está incluido) y que no todos los seguros permiten esta opción. Lo mismo ocurre con la opción de anulación.

En cuanto al alojamiento en Walt Disney World, teníamos claro que para nuestra primera visita iba a ser en hoteles Disney, con el reciente Skyliner, nos decantamos por el Pop Century Resort, hotel value (categoría económica) que contratamos con Disney Irlanda junto con las entradas. Esto para las 6 primeras noches (como lo reservé en mayo, hice las modificaciones pertinentes cuando compré los billetes de avión con una llamada por skype al número gratuito +448001690730).

Para el resto de la estancia, os voy a contar la planificación definitiva después de unas cuantas modificaciones de hoteles, ya que incluimos un crucero de por medio y unas noches en hoteles Disney Deluxe a través de alquiler de puntos DVC. Por ello resulta importante reservar el alojamiento con cancelación gratuita, a veces los planes cambian e incluso hay oscilación de precios a nuestro favor.

Las páginas web que suelo consultar para los hoteles (si no lo reservo directamente con Disney o Universal) son: Central de reservas, Quehoteles y Booking. Tened en cuenta que estas páginas, en ocasiones, dan precio diferente si se consulta desde PC o desde móvil/tablet.

Tenía ya reservada una noche en el hotel Royal Pacific así que después reservé dos noches en el Cabana Bay Beach Resort, una habitación con vistas a Volcano Bay a través de central de reservas por 421€ aunque unos meses antes del viaje lo cancelé y reservé una suite en el mismo hotel por 419,9€ a través de la web Quehoteles y con un código descuento del 5%. Elegimos este hotel porque nos enamoró su estilo vintage, sus piscinas y su acceso a Volcano Bay, un parque acuático del que no podíamos prescindir.

Entre Disney y Universal me quedaban tres noches, de las que para una de ellas pude conseguir reserva en el hotel Deluxe Animal Kingdom Lodge por 233,40€ a través del alquiler de puntos DVC y las dos restantes reservé el All Star Music con una oferta a unos meses de viajar de Disney Irlanda, al precio de 260€ las dos noches. De esta forma, alojados en hoteles Disney, aprovecharíamos el servicio Split Stay que ofrece para que trasladen nuestro equipaje entre hoteles.

Para el final del viaje, tenía cuatro noches que cubrir así que reservé dos noches en el hotel All Star Movies por 294 € en central de reservas en habitación preferente, sin embargo, tiempo después desde Disney USA ofertaron un 25%, de modo que lo cancelé y reservé por 246,07 $ que, además con el tipo de cambio del momento aún fue más beneficioso. La diferencia de precio entre alojarnos aquí no era sustancial respecto a alojarnos fuera del Resort Disney a precio más económico pero sumando el coste de los trayectos. Además, valoramos la comodidad que supone alojarnos en un hotel Disney el día que iríamos a la fiesta Mickey not so Scary Halloween Party, me pareció más cómodo poder descansar en un hotel Disney y utilizar el transporte de los parques Disney.

Las otras dos noches las reservé en Old Key West Resort, hotel del que se enamoró Pequeviajera, como veis tiene buen gusto. Éste es otro hotel Deluxe que reservé a través del alquiler de puntos DVC por 535$ las dos noches en habitación cerca de las instalaciones principales ya que este resort es inmenso (tiene cinco paradas de autobús internas), y teníamos la intención de disfrutarlo los últimos días de viaje en los que no contaríamos con entradas a los parques Disney.

Esta aventura hotelera no es habitual pero después de dar muchas vueltas nos quedó así y a nosotros cambiar de hotel no nos supone ningún inconveniente, más bien al contrario. Ha sido un trasiego de equipaje importante pero nos ha encantado disfrutar de varios hoteles y poder compararlos aunque en algunos una noche de estancia se nos ha quedado corta si sumamos pasar el día en el parque.

Visitar Universal Studios Orlando estaba en nuestras prioridades porque estamos en Orlando, somos fans de Harry Potter, de los Simpsons y de 10.000 cosas más, no nos planteamos no ir. Así que contando con que teníamos dos días de pase exprés ilimitado por alojarnos en un hotel Premier, dedicaríamos tres días para los tres parques y el Citywalk. Además nos quedaría algunas horas en la mañana del último día antes de dirigirnos a Cabo Cañaveral.

Para las entradas de Universal (sólo necesitábamos las entradas porque hoteles ya los tenía reservado aparte) esperé a las ofertas que promocionan para Black Friday. La web de Attraction tickets parecía tener los mejores precios pero la diferencia no era demasiada en nuestro caso, así que fui revisando ofertas en la web de Universal Studios por si me convencía alguna oferta 3+2 o similar. No obstante, las entradas de Attraction tickets son muy interesantes porque son válidas para 14 días, de modo que el precio está fenomenal si las utilizas todos esos días y sólo con utilizarlas aproximadamente 3 días ya está amortizado. 

En Attraction tickets tenemos la versión inglesa (se paga en libras) y la irlandesa (pago en €), entre otras, siempre viene bien compararlas porque a veces hay diferencia de precio aún con el cambio de divisa. Con la oferta de Black Friday salían las entradas de adulto a precio de niño, no es gran cosa pero desde la web inglesa, además, aplicaban un código descuento del 10%, así sí. Nos costaron 317 libras cada uno. Para la reserva se paga un depósito de 25 euros o libras por persona o la totalidad. Se pueden hacer pagos parciales. Otra web que me han descubierto recientemente pero todavía no he podido probar personalmente es TravelRepublic, sin embargo en ésta no hay posibilidad de pagar depósito sino que se debe pagar íntegramente el precio total de las entradas.

Dado que nuestro viaje fue en agosto y en Walt Disney World Halloween comienza sus celebraciones a mediados de agosto, siendo tan fans como somos de esta fiesta, añadimos un «ya que estamos allí». Las entradas las compré el día que se pusieron a la venta desde la web de Disney con VPN (aquí te cuento cómo es el proceso). Psteriormente salieron a la venta en Attraction tickets, sin embargo, a mí me salieron bien de precio por el cambio de euro a dólar, si el cambio no está muy boyante es conveniente esperar y comparar. Sin esperar demasiado porque son entradas que se agotan.

Respecto a la VPN yo utilizo Windscrabe aunque hay muchísimas como Melon, Tunnelbear o el navegador Opera.

Con la misma oferta de Black Friday en la web de Attraction tickets inglesa reservé las entradas a Discovery Cove, otro parque al que queríamos ir por petición expresa de nuestra pequeviajera, otro «ya que estamos allí». En la web de Discovery Cove periódicamente ofertan paquetes o descuentos en las entradas, esperé pacientemente hasta Black Friday que hicieron descuento de 40%. No obstante, también lo tenían en la versión inglesa pero con el 10% extra. 184,50 libras por persona. Estas entradas incluían los parques Seaworld, Busch Gardens y Aquiatica. No obstante, tiempo después me avisaron de una oferta en Attraction Tickets para entradas de Discovery Cove únicamente y me ahorraba 150€ respecto al precio que tenía que ya era oferta, de modo que renunciamos a los otros tres parques y cogí esos tickets. Para la cancelación de los tickets que ya había comprado en Attraction Tickets no tuve problema alguno porque había pagado el seguro de flex plus por 8 libras por persona. En cualquier caso, los podía cancelar por plazo y no perdí el depósito porque tenía en la misma reserva las entradas de Universal.

Otra visita obligada incluida en el grupo de «ya que estamos allí». Las entradas las pensaba comprar en taquilla cuando llegáramos por si se torcía la planificación ya que la visita al Kennedy Space Center sería al desembarcar del crucero y al llevar maletas con nosotros dependíamos de otros factores como llevar coche de alquiler. Sin embargo, poco después del Black Friday ofertaron las entradas de adulto a precio de niños y añadían un vale de 15$ por persona para comer allí, eso ya resultó interesante ya que por horario teníamos que comer allí.

Esta visita no es obligada pero es otro «ya que estamos allí», hay muchísimos outlets en los alrededores, donde pueden encontrarse auténticas gangas. Nosotros fuimos a Vineland por proximidad y por tener ese día coche de alquiler pero en este post puedes leer todo lo que hicimos la mañana que dedicamos a este menester y localizar las ubicaciones de otros outlets con buenos precios.

DÍA 2.- Shopping y Magic Kingdom

7 de agosto de 2023. Pensaba yo que hoy nos despertaríamos muy temprano gracias al jet lag y aprovecharíamos el día, ilusa de mí… ni un sólo día sería así. Ayer nos acostamos pasada medianoche lo que vendría a ser las 6 de la mañana para nuestro cuerpo español y esta mañana tenemos que dar…

En este viaje de tantos días, un tema importante y que para nosotros lo es especialmente es comer y beber. Seleccionar los restaurantes no es tarea fácil y se lleva gran parte de nuestro presupuesto. Sin embargo, comer en restaurantes de mesa para nosotros es una atracción más y el momento de relax en familia, además de una huida del calor.

Lo primero que hice para elegir restaurantes fue informarme sobre menús, reviews y especialmente fotos de los platos que, al menos para mí, son importantes. Para ello, las siguientes webs y sus redes sociales (para estar al día de las novedades gastronómicas y de los snacks especialmente) me ayudaron mucho: Disneyfoodblog, Wdwinfo, Allears.

Ante la inexistencia en 2023 del DDP y mucho menos gratuito, la elección de restaurantes no resultó fácil ya que, como digo, es una partida económica importante del viaje y con lo que nos gusta a nosotros disfrutar de la comida y bebida sumado a la maravillosa tematización de los restaurantes, podría ser una ruina, además, hay tanta oferta gastronómica que no dan los días de vacaciones para todo y es necesario descartar.

La posibilidad de reservar restaurantes empieza 60 días antes y si te alojas en hotel Disney puedes reservar hasta 10 días posteriores a tu estancia, de modo que ya no sólo nos encontramos con la tarea de elegir los restaurantes sino que, además, tengamos disponibilidad en ellos. En este post te explico paso a paso el proceso de reserva y algunos trucos para que éste sea más eficiente.

El 14 de julio de 2022 zarpa el primer crucero Disney Wish, aparece su bautizo ante nuestros ojos y, ¡qué decir de este barco! fue amor a primera vista, sencillamente una fantasía. Desde que reservé el viaje a Orlando, un crucero por las Bahamas rondaba mi mente así que la noche antes de mi cumpleaños se alinearon los astros y de perdidos al río, reservé el crucero en la web de Disney Cruise Line. Me dio varios errores al realizar el pago con tarjeta hasta el punto de que dupliqué la reserva, sin embargo, con una llamada telefónica se solucionó al instante (el teléfono gratuito para llamar a Disney Cruise Line es 0018553257526).

El crucero de 3 noches/4 días en camarote con terraza (Verandah) nos costó inicialmente 3216€ para los tres todo incluido. Sí, así de pronto es una cantidad considerable en poco tiempo pero teniendo en cuenta todo lo que incluye considero que vale cada dólar que cuesta. Para la reserva se paga un depósito del 20% (salvo alguna promoción) y se puede pagar el resto cómodamente hasta una fecha máxima. En la web y en la app (Disney Navigator) se pueden hacer pagos parciales también con muchísima facilidad.

En la elección de camarote sí tuve en cuenta que estuviera más o menos alejado de los ascensores, de la zona de lavandería y que no estuviera comunicado con otros camarotes. Pero especialmente me fijé en que había unas cuantas terrazas de tamaño algo superior dentro de la misma categoría y al mismo precio. Así que esa elegí pero lo que no tuve en cuenta es que las terrazas que dan a estribor (derecha del barco) son las que gozan de mejores vistas cuando el barco atraca en Castaway Cay (la isla privada de Disney). Aún así, estuve chequeando la app por si hubiera opción de cambio pero ese tipo de camarotes debe ser de los primeros en reservarse y yo me di cuenta tarde (de veras que el otro lado de la isla no es tan guay). Para cuando llegué a esta conclusión y para mantener el mismo tamaño de terraza que ya tenía y en las mismas condiciones (ya sabéis, lejos de la lavandería, de ascensores, que no esté comunicada…) sólo quedaba un camarote disponible. Os diré que cabe la posibilidad de que el barco atraque en sentido contrario y toda esta peripecia sea en balde pero es la poco común excepción.

Si pretendía hacer la modificación desde la app de DCL resultaba posible pero al mismo precio. No obstante si hacía la simulación de una nueva reserva el precio era 110€ inferior. Tras varios emails con DCL no conseguí aclarar nada, imagino que porque a ellos le saldría el precio en dólares y a mí al cambio me resultaba favorable (total y absoluta suposición). Finalmente por teléfono con una maravillosa atención conseguí el resultado.

Lo que hice y fue la única opción que me dieron en DCL fue cancelar la reserva existente (sin cargos) y reservar nuevamente el camarote que quería a precio inferior. Aquí se debe ser paciente porque tarda un minuto en cancelarse pero si vas rápido te dice que no puedes reservar porque aún tienes una reserva existente para las mismas fechas y grupo. Pasados los nervios de pensar que había cancelado mi crucero y no lo podía reservar de nuevo pagué el depósito de la nueva reserva y llamé a Disney Cruise Line (excelente atención de nuevo) para que transfirieran el importe ya abonado del crucero cancelado a la nueva reserva. Yo lo hice así porque había pagado con varias tarjetas y una de ellas estaba a punto de caducar y así lo tenía en su sitio más rápidamente ya que no había pagado el total de la reserva pero también pueden devolver el dinero a la tarjeta con la que se pagó.

Normalmente, a cierto tiempo de la salida del barco Disney Cruise Line ofrece la opción de reservar camarotes garantizados, es una buena opción para ahorrar en algunos casos bastante dinero ya que el precio es menor pero no eliges el camarote sino que lo asignan como una semana antes del inicio del crucero aproximadamente, lo que sí está garantizado es la categoría del camarote que reservas. En mi caso, la opción de camarote garantizado sólo tuvo una diferencia de 5€ que no es lo habitual y desde luego no merece lo más mínimo la pena, quizá fuera un error pero estuvo así siempre. No obstante, hay cruceros que con esta opción han bajado incluso 1000€.

Teníamos claro que la empresa de alquiler de vehículo tenía que ser Álamo, al menos en lo que a USA se refiere. El precio del alquiler varía en función de si se reserva directamente en ALAMO USA que en otros mediadores, por ejemplo, en USA no incluye todos los seguros que necesitábamos. Por varias recomendaciones hicimos las dos reservas de vehículo con Discount Florida Car Hire. En esta página web aparecen varias compañías con los precios que incluye y los seguros incluidos son suficientes para nosotros y más de lo que incluye Alamo USA.

Lo que sí hice y recomiendo es ir revisando periódicamente el precio de las reservas (igual que en los hoteles) ya que en mi caso el primer alquiler lo llegué a cancelar y volver a reservar varias veces ya que el ahorro resultaba importante en cada vez.

Para poder conducir en Florida se necesita el carnet de conducir habiutal, no es obligatorio el carnet de conducir internacional, sin embargo sí recomendable. El coste es de menos de 11 euros por lo que para este viaje nosotros sí lo solicitamos, lo único a tener en cuenta es que la validez de este carnet es de un año y no la de nuestro permiso de conducción español. Yo lo tramité electrónicamente aquí aunque sí lo tuve que recoger presencialmente.

Respecto a viajar con niños en coche, en nuestro caso no resultó obligatorio el uso de sistema de retención infantil. No obstante, sí es obligatorio para ciertos grupos de edad, puedes consultar los requisitos aquí.

Con tanto pago en divisa distinta al euro, para este viaje necesitamos unas tarjetas bancarias que no cobren comisión por cambio de divisa (o sea mínima) y que el tipo de cambio sea lo más favorable posible. En este viaje hemos utilizado Revolut y la tarjeta del Bank Norwegian.

La tarjeta Revolut es una tarjeta de débito que tiene muchas ventajas, entre ellas, la facilidad para cambiar divisas y las pequeñas o nulas comisiones en el cambio de divisa. Según el plan que se tenga varían este tipo de ventajas. En el gratuito, el estándar, puedes hacer reintegros en cajeros hasta 200 $, en el caso de ser ésta la divisa, al mes.

En nuestro caso, tenemos tres tarjetas Revolut, una a mi nombre, otra a nombre de Juan Pedro con las mismas condiciones y otra para Pequeviajera que está más restringida, no tiene la opción de cambio de divisa, obviamente porque es para menores de 18 años pero sí puede pagar en cualquier divisa y le aplican el tipo de cambio del momento y hacer reintegros de hasta 40 euros, dólares, libras o la divisa que sea. Nosotros pagamos por la tarjeta física pero con el alta de esta tarjeta se incluye gratuitamente la tarjeta virtual y la virtual desechable. Aquí puedes consultar la información actual relativa a esta tarjeta.

El inconveniente que tiene es que, al ser de débito, si algún alojamiento o la empresa de alquiler de vehículo, por ejemplo, hace una retención es saldo que minora y que no se puede utilizar, como me ocurrió a mí en una gasolinera al repostar (aquí lo puedes leer).

La tarjeta del Bank Norwegian para mí es a día de hoy ganadora, es una tarjeta de crédito, por lo que ya no tenemos el inconveniente de que nos retengan dinero y minore el saldo efectivo. La liquidación de los gastos se hace desde el día 16 de un mes hasta el 15 del siguiente y el pago (antes se podía hacer únicamente mediante transferencia pero ahora admite domiciliación) se debe hacer como máximo el día 1 del mes posterior al vencimiento. Es decir, los pagos realizados del 16 de octubre al 15 de noviembre, se pagarán como máximo el 1 de diciembre. En nuestro viaje nos ha funcionado de maravilla, además el tipo de cambio que realiza es el de Visa y no cobra comisión por este tipo de cambio.

El inconveniente de esta tarjeta es que a fecha de redacción de este post no admite nuevas solicitudes, sin embargo, puedes consultarlo en su página web por si lo reactivan ya que me parece una tarjeta que funciona estupendamente.

Otra tarjeta interesante es la tarjeta Air Europa, ya que cumpliendo con tres compras consigues puntos suficientes para acceder al estatus silver, lo que te garantiza maletas facturadas en los vuelos sin coste y algún que otro beneficio que puedes consultar aquí. Nosotros no la tenemos (todavía) porque no hemos volado con compañías de esta alianza pero me parece interesante y de volar con ellos en un futuro sí la tendré en cuenta.

Dos de los documentos más importantes y vitales para poder viajar a Estados Unidos son, sin duda, el pasaporte y el Esta (o visado si es el caso).

PASAPORTE. Este lo tenemos todos más o menos claro. Si no sois como nosotros que siempre lo tenemos en vigor, recordad pedir cita para ello con antelación y revisad los requisitos que se precisa cumplir aquí.

Una duda que surge respecto al pasaporte para la entrada en Estados Unidos es si debe tener una vigencia de al menos 6 meses posteriores a la fecha del viaje. En este sentido, antes sí había esta limitación, sin embargo, España es uno de los países que está exento por tener firmado un acuerdo con Estados Unidos. Puedes comprobarlo en este listado y la información en este enlace.


ESTA (Electronic system for travel authorization). Este documento se solicita a través de esta web y siempre aseguraos de que es la oficial (https://esta.cbp.dhs.gov) ya que hay muchas webs que ofrecen este servicio a cambio de una suma desorbitada de dinero. El coste actual de la tramitación de este documento es de 21$ por persona, al menos hasta 2027 será ese precio, y no lo digo yo, lo dice el Gobierno de los Estados unidos de América aquí.

Consciente de que solicitar este documento puede suponer un quebradero de cabeza, he elaborado una guía paso a paso con imágenes de todo el proceso.

CÓMO TRAMITAR LA SOLICITUD DE ESTA PASO A PASO

Para viajar a Estados Unidos es requisito indispensable contar con el ESTA (Electronic System for Travel Authorization) aprobada o, en su caso, con visado. SOLICITUD DE ESTA PASO A PASO Lo primero de todo es asegurarse de que nos encontramos en la página web oficial ya que existen muchas empresas que realizan este trámite a…

Además de esos dos documentos, nosotros también llevamos la tarjeta sanitaria europea porque aunque sólo hacemos escala en Frankurt unas horas y con el seguro de viaje que llevamos no sería necesario, es un trámite que no cuesta nada y no está de más por lo que pudiera pasar. Nosotros las tenemos siempre actualizadas, un trámite menos.

Ahora viene el grueso de la documentación para el viaje, de la que llevé una copia impresa y digitalizado en la nube, además de descargado en el teléfono. En teoría no debía tener problemas de cobertura ni de batería pero prefiero ser previsora, así que llevé toda esta lista de documentos en una carpeta (especialmente por si en el trámite de inmigración me pedían justificar nuestra estancia).

  • Documentación de los vuelos: tarjetas de embarque, justificante del pago de la maleta facturada (no aparecía en algunos documentos).
  • Documentación del seguro de viaje: condiciones del seguro y documento de la aseguradora con el resumen, teléfonos, pago, etc.
  • Reservas de hoteles y de entradas. No llevé impresas las reservas de restaurantes ni de parques, no fue necesario.
  • Reserva de los traslados: en nuestro caso contratamos la vuelta de Disney hacia el aeropuerto con Sunshine Flyer (actual fusión con Mears).
  • Documentación del crucero: el documento de reserva y pago del crucero así como el documento de checkin (y las etiquetas de las maletas si no hubieran llegado meses después de nuestra vuelta).
  • Reservas de coche de alquiler: documento de reserva y pago así como el documento de checkin, no llevé el contrato porque no me dejó hacerlo ya que reservé el coche a través de un tercero.

DÍA 7.- Hollywood Studios y Epcot. Round Trip

12 de agosto de 2023. Hoy tenemos un día de lo más ajetreado. Cambiamos de hotel haciendo uso del servicio Split Stay que ofrece Disney. Tenemos reserva en nada más y nada menos que tres restaurantes: 50’s Prime Time Café, Space 220 y Sci-Fi Dine-In Theater. Hoy el día promete.

Comenzamos el día con el cansancio llamando a nuestra puerta, llevamos casi una semana sin descanso, todo llegará, el día de relax en Discovery Cove es mañana, hoy todavía nos queda darlo todo un poquito más. El hopper va a echar humo y todo por una reserva de restaurante, el codiciadísimo Lounge del Space 220.


Os pongo en antecedentes. El 7 de junio de 2023, fecha en que se abrió mi ventana de reserva de restaurantes (60 días antes de la fecha de nuestro checkin en el hotel Disney, a las 12:00 horario peninsular, como os explico paso a paso aquí), con toda la preparación, planificación y organización posible, me dispuse a reservar uno tras otro la buena y larga lista de restaurantes que llevaba.

El primer restaurante a reservar fue el Lounge del Space 220 pero pese a tener una ventana de 7 días no encontré disponibilidad donde yo quería (y eso que tenía plan A, B y C). Estaba perdiendo bastante tiempo con ello así que me dispuse a reservar todos los demás restaurantes y dejé éste para el final, ERROR. Uno de los restaurantes me dio fallo técnico en el proceso de reserva (finalmente lo reservé a través del chat de My Disney Experience) y también se llevó parte de mi tiempo. Por si fuera poco, desconfiguró bastante mi ordenado método, ya sabéis, una pestaña por cada uno con su horario y fecha ya seleccionado. Para cuando le llegó el turno al Lounge del Space 220, no quedaba ni una sola mesa disponible para tres personas. NADA, NOTHING, RIEN, NIENTE, NICHTS.

¿Qué hice para conseguir reserva? Os preguntaréis. Después de dar una y mil vueltas al asunto, hice una reserva para dos personas desde mi cuenta de My Disney Experience. Pequeviajera y yo. Ya rezaríamos y suplicaríamos llegado el momento. Seguí probando suerte y curiosamente había disponibilidad para una persona con cinco minutos de diferencia por lo que desde la cuenta de My Disney Experience de Juan Pedro, reservé para él. De nuevo, os preguntaréis ¿es esto una trampa? ¿Es posible? Pues como me sentía una delincuente en potencia y me remordía la conciencia a más no poder, contacté inmediatamente con Disney a través del chat de la aplicación para comentarles el caso. Según me respondieron no había el más mínimo problema en ello, sólo debía mostrar las dos reservas en el restaurante, especialmente para que no me cobraran la penalización por no show de una de ellas y nos sentarían juntos. En los próximos párrafos descubriréis qué ocurrió finalmente.


Como hoy cambiamos de hotel (esta noche dormiremos en el All Star Music) tenemos el equipaje listo y, en esta ocasión, lo llevamos nosotros directamente a Bell Services para no perder tiempo esperando al personal que lo recoja en la habitación (eso pensamos) y no me apetece lo más mínimo, me pica todo ya por llegar a los parques, otro día veremos cómo funciona.

Antes de llegar a Bell Services, hacemos una parada técnica en el cajero, necesitamos dinero efectivo para pagar la correspondiente propina por el traslado del equipaje. Aunque parezca mentira no hemos tenido tiempo ni nos hemos acordado de sacar dinero, no nos ha hecho falta. Hasta ahora no hemos tenido necesidad de pagar propinas en efectivo, comprenderéis que en limpieza no hemos dejado propina alguna y si no, id a ver el post del primer día.

Junto a recepción se encuentra el cajero (en todos los hoteles Disney hay uno), ya sabemos que nos va a cobrar una comisión por reintegro de 2$, lo tenemos asumido desde el principio y nos parece razonable frente a tener que buscar un cajero que no cobre vaya usted a saber dónde. ¿Qué son 2$ ante la inmensidad económica de este viaje? Disney ya lo tiene más que estudiado.

Esto respecto a la comisión por realizar un reintegro en el cajero pero otro tema aparte que da para estudio es qué tarjeta bancaria utilizar ya que nos encontramos ante un cambio de divisa. Para esta operación utilicé la tarjeta de débito Revolut donde ya tenemos dólares cambiados (en este post os cuento con detalle las dos tarjetas que utilizamos para viajar).

Dinero y maletas en mano, llegamos a Bell Services, el mismo lugar donde custodian el equipaje y la compra de Wallmart. Les entregamos las maletas, cuentan los bultos ¡son 7! Si habéis prestado atención al relato os sorprenderá que hayamos viajado con equipaje de mano y éste se haya duplicado cuanto menos. Pues sí, los cojines cervicales no pueden ir enganchados a la maleta así que los ponen en una bolsa; Juan Pedro ha hecho de las suyas en los outlets además de algunos productos que hemos comprado en Walmart, por lo que añadimos con esto la bolsa de playa que habíamos llevado plegada. ¿Recordáis que compramos un droide? Está camuflado en una de las maletas por lo que el equipo de snorkel que iba en ella, se ha trasladado a otra bolsa plegable que traje de casa, todo un acierto traerla. ¿Y el séptimo bulto? No me engañes, he contado seis. La Loungefly también se queda hoy aquí y no cabe en ningún sitio, rezaremos para que llegue sana y salva, no tiene protección alguna.

Así va a viajar nuestro equipaje hasta llegar al hotel Cabana Bay

El servicio Split Stay que ofrece Disney consiste en que personal del hotel se ocupa de llevar el equipaje entre hoteles Disney independientemente de la categoría de los mismos. Hoy lo llevarán del Pop Century al All Star Music. Tal y como me había informado, dejamos un dólar por bulto, pues oye al cast member en cuestión no le hace ninguna gracia, sus facciones cambian y de pronto pone cara de pocos amigos, creo que nos está maldiciendo en silencio. ¡Qué desagradable es este chico! Doblando la esquina, Juan Pedro se reblandece, se acerca y le da unos dólares más. Éste es el comienzo de lo que vendrá para esta nuestra espléndida y arruinada familia en propinas.

A modo orientativo y como mínimo, el máximo es el infinito que cada uno considere, se dejan estas propinas para este servicio:

  • En el hotel donde dejamos las maletas:
    • Si las dejamos en Bell Services: 1$ por maleta
    • Si las recogen en nuestra habitación: 2$ por maleta
  • En el hotel donde recogemos las maletas:
    • Si las recogemos en Bell Services: 1$ por maleta
    • Si las tenemos en nuestra habitación: 2$ por maleta

Ligeros de equipaje nos vamos caminito hacia el skyliner, ahora sí está más lejos, la habitación que dejamos se encuentra a mitad camino entre éste y el patio de comidas pero Bell Services está al otro lado de recepción, junto a los autobuses así que en lugar de bordear el lago damos un poco de rodeo para ver algunas zonas del hotel y despedirnos del lugar que ha sido nuestra casa durante casi una semana.

Son las 8:50 cuando llegamos a la estación del skyliner, sí 8:50, ¿sabéis que en mi planificación a 7.000 km de distancia subimos al skyliner sobre las 7:30? Voy caminando con esa risa silenciosa que me abstrae de la sensación de pérdida de tiempo pensando que cada día lo hacemos mejor ¿o peor? Con un poco de nostalgia nos encontramos ante las góndolas pensando en los poquísimos viajes que nos quedan en este transporte al que le hemos tomado el gusto. Nos gusta especialmente cuando éstas cogen impulso. Se ha convertido en una atracción más.

Llegamos al parque casi a las 09:15, ya nos conocéis, empezad a preocuparos si algún día os digo que llegamos pronto. ¿Qué es lo primero que vamos a hacer? Sin duda alguna, vamos a ir directos a la atracción The Twilight Zone Tower of Terror (la TOT, para entendernos). Veo en mi aplicación amiga que la fila es bastante asequible y aunque no lo sea da igual, es un MUST para Pequeviajera, hoy es un sí o sí. Antes de llegar a la TOT no puedo evitar pararme un momento ante tal despliegue de motos preguntándome si las alquilarán todas, ¿será que hay tanta gente que todavía llega más tarde que nosotros?

De camino a la atracción, atravesando Sunset Boulevard nos encontramos con nuestros amigos los Fotopaseros, el Memory Maker va a echar humo, lo presiento. Nos paramos en uno pero aquí sucede como en Main Street, hay cada 50 metros, no exagero. Así que pese a las reticencias de Pequeviajera, les terminará por tener manía, paramos en dos. Como veis las mejores fotos son aquellas que pretenden un magic shot y no lo consigue ¿dónde están los globos?

Ahora sí, llegamos a la fila de la TOT, el marcador de la atracción indica un tiempo de espera de 30 minutos. A estas alturas ya sabemos que cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. Conforme avanzamos se oyen muchísimos gritos ¡qué barbaridad! Ni que estuvieran entrando en otra dimensión. Aquí Disney intenta crear ambiente de histeria colectiva pero nosotros sabemos que es una grabación.

Esta fila es de las que me gustan porque dispone de aire acondicionado y sí ya estamos muertos de calor. Con suerte podemos encontrar a Goofy y/o a Max en el balcón, no es nuestro caso. Llegamos al vestíbulo del hotel, realmente en este hotel no limpian nada, pero no puedo quejarme porque no me alojo aquí y, bueno, le da el aspecto que la atracción merece. Nos fijamos en que los relojes marcan las 20:05, la hora a la que cayó el rayo. No nos preocupa, son las 09:30 pasadas ¿Qué nos puede pasar? En 10 minutos hemos llegado al How Many, ¡qué duda cabe! El día que coincida el tiempo de espera con la realidad voy a ir a quejarme.

Hemos probado esta atracción en París donde el recorrido es en una torre, aquí es diferente, aquí el recorrido discurre en las dos torres atravesando la quinta dimensión entre una y otra. El ascensor consta de tres filas de siete personas cada una, las dos primeras filas están separadas por un pasillo por lo que hay cuatro personas en un lado y tres en el otro. Nos toca primera fila ¡bien! Es más floja que la de París, de esto estoy segura pero me da la sensación de que los movimientos desafiando la gravedad son más intensos o más bruscos. Mi pelo vuela arriba y abajo, arriba y abajo, debí haberlo recogido.

Esta atracción tiene bonus, además de la fotografía también hay vídeo, en mi opinión uno de los mejores. Atravesamos la tienda antes de pisar la calle, Disney hila fino, ¿recordáis? Pues aquí ha dado de pleno porque a Pequeviajera se le van los ojos con todo, se llevaría toda la tienda pero son casi las 10:00 no queremos cargar con nada ni arruinarnos en la primera tienda que vemos. Finalmente compra un llavero, miniatura del gorro que llevan los simpáticos cast member de esta atracción (15,96$ TAX incluida) y por supuesto, no nos vamos sin tocar el timbre, tenemos que asegurarnos de volver.

Al salir de la TOT, tenemos hambre. A Juan Pedro esto de atravesar dimensiones le ha abierto el apetito y mientras nosotras estamos en la tienda, se compra en el puesto de Joffrey’s que hay frente a la salida, un café y un donut que bien podría ser el de Homer Simpson. Este break nos cuesta 14,54$. Ya os adelanto que en este viaje nuestra nutrición saludable habitual pasa a segundo y tercer plano.

Yo quiero ir a la atracción Rock ‘n’ Roller Coaster Starring Aerosmith que, además, está justo al lado de la TOT. Sin embargo, el destino tiene algo preparado para mí y es que comienza en este momento el sinvivir de las larguísimas esperas que tiene cada vez que lo miro, la postergaremos eternamente.

Decidimos dirigirnos hacia Animation Courtyard porque nos encanta interactuar con los personajes y sabemos que en esa zona hay más personajes por metro cuadrado que tiendas. Llegamos a la zona donde se encuentran los personajes de Disney Junior, son las 10:30 horas, tenedlo muy presente para contar cuántos encuentros con personajes haremos en dos horas, prácticamente todos ellos con foto (adoramos el Memory Maker) y qué malas (malísimas) son las comparaciones con Disneyland París.

En la zona exterior de Disney Junior Dance Party nos encontramos con Nancy, Vampirina, Doctora Juguetes y Pluto. Los cuatro en 10 minutos y no creáis que el encuentro es breve, nada de eso, Pequeviajera tiene mucho que contar y está un buen rato hablando con ellos, nos hacemos fotos y más fotos, siempre empieza Pequeviajera sola y yo siempre pido hacerme fotos también, a veces nos olvidamos que los adultos seguimos siendo un poco niños, luego foto familiar. Me encanta que aquí todo fluya, nadie tiene prisa.

Este encuentro con nuestras amigas de Disney Junior es chulísimo, Nancy, tiene vocación de bailarina, le enseña a Pequeviajera los movimientos plié, demi-plié y gran-plié. Vampirina es muy curiosa y conecta estupendamente con Pequeviajera, quien le cuenta que es también un poco vampira y le enseña la posición de sus colmillos. Doctora Juguetes y Pluto son muy juguetones, cariñosos y tienen ganas de charla, fantástico, hemos dado en el clavo.

Justo al lado se encuentra Star Wars Launch Bay, donde podemos interactuar con Darth Vader, Chewbacca y BB-8. Como no podía ser de otra manera, nos vamos directos a nuestro querido droide, es un encuentro atípico y si le apetece se comunica con nosotros. Debemos caerle bien porque no deja de relatarnos sus peripecias cuando huyó protegiendo con su vida el mapa con la ubicación de Luke. Este encuentro no cuenta con Fotopasero, ojalá, sería fantástico. En cualquier caso la cast member no nos ha dado prisa y nos ha permitido inmortalizar el momento con calma y paz.

Tras ver a BB-8 nos dirigimos a saludar a nuestro amigo Chewi que está justo al lado dentro del mismo recinto. Lo vimos hace un par de días, pero él y Rey tenían cierta prisa de modo que ya que está aquí para recibirnos como se merece no podemos hacerle un feo semejante. Chewbacca es tan adorable y tan achuchable que tiene cola para verlo, 20 minutos se demora el encuentro. Ahora bien, os voy a decir que el cast member que regula la entrada al encuentro es un auténtico Rebelde, como no podía ser de otra manera, mientras estamos cerca nos ameniza la espera muchísimo, qué grande es.

En Star Wars Launch Bay todavía podemos interactuar con uno más, el mismísimo Darth Vader pero como ya hemos tenido ocasión de discutir con él en París y tiene una fila verdaderamente larga, nos vamos a ver más y más personajes, nos apetece más que esta oscura espera. Aquí, además de personajes, nos encontramos galerías con una buena colección de réplicas de accesorios, murales con escenas de la saga y hasta un teatro donde ver un corto vídeo con entrevistas al equipo de creación de la saga. Además, encontramos un Fotopasero que nos propone poses bien extrañas aunque luego cuando ves las fotos se comprende. A Pequeviajera le hace un reportaje. Algunos Fotopaseros nos echan del escenario para hacerle sesiones fotográficas a la niña, ¡oiga, que quien está siempre detrás del objetivo soy yo! Para una vez que puedo salir en las fotos dignamente… No me digáis que no os ha pasado una y mil veces.

Con todo esto son las 11:30, fijaos que llevamos una hora de paseo y ya hemos saludado y charlado con 6 personajes. Ahora nos dirigimos a una calle de apenas 100 metros donde la concentración de personajes es grandiosa. Pixar Plaza, saliendo de Animation Courtyard, todo recto pasando detrás del teatro chino.

Hay tantos personajes que perdemos el norte, no sabemos por quién comenzar y es que están prácticamente solos. Únicamente Sully tiene una familia esperando. Si os digo la verdad, no doy crédito. Empezamos al fondo a la derecha con la pareja más increíble de Pixar, son realmente divertidos

Justo a la izquierda, se encuentra nuestro amigo azul más peludito y achuchable de Pixar. Sí, Sully, lo adoramos, esa expresión de bonachón nos encanta, además se marca un buen baile final súper divertido (lo puedes ver en el vídeo al final de este relato de encuentros), qué marchoso es. A modo de despedida nos premia con una tarjeta de recuerdo.

Tras este encuentro, vamos al otro lado de esta calle para ver a Froozone, alucinamos con este personaje, no lo hemos visto (ni lo veremos) en París jamás. Pero la joya de la corona es sin duda el personaje que está más escondido y para su encuentro debes inmiscuirte en las entrañas de su estudio. No puede ser otra que la mismísima Edna Mode. Apenas hace tres meses que ha vuelto a su casa, así que es un auténtico lujo poder visitarla. Mientras recorremos la fila vemos la exposición de sus creaciones. Al llegar a su ubicación, es Edna quien se dirige a nuestro encuentro (no hago spoiler), ella es fabulosa y lo sabe. Pequeviajera también es creativa en la moda, tienen una buena conversación, increíblemente secreta, ya sabéis. Terminado el encuentro nos vamos y no miramos atrás, nos distrae del presente.

Fijaos cómo evoluciona nuestro paspartú

Después de ver a nuestra encantadora y fabulosa Edna, damos media vuelta y volvemos sobre nuestros pasos, ilógico, I know, no queda otra, es un callejón sin salida. Nuestro destino está justo al lado y es el encuentro con La Sirenita (live action) y a esta Sirenita sí que sí vamos a verla antes de que se vaya, no van a haber dos sirenitas especiales en estos parques y perdernos ambos encuentros.

Desde que nos adentramos hacia el encuentro de esta Sirenita atravesamos zonas cual galería de arte, The Art of Disney The Little Mermaid, donde Juan Pedro se para a cada centímetro para curiosear y descubrir un poco de arte e historia Disney. Yo me desmarco, voy rauda y veloz a la fila no vaya a ser que en este rato se duplique o triplique el tiempo de espera, pienso que ya nos detendremos a ver la galería en la salida. Durante la fila también hay exposición de obras de arte sobre la película.

Hacemos una fila de 15 minutos. El encuentro tiene lugar en una estancia que me parece un híbrido entre la habitación de Ariel y la biblioteca de Eric. Aquí también contamos con Fotopasero, ya os he contado la importancia de tener Memory Maker aquí, bien sea incluido bien sea de pago, realmente merece los 199$ que cuesta, hay Fotopaseros por doquier.

Este encuentro no me termina de agradar, tengo la impresión de que esta Sirenita no es todo lo amable que yo espero que sea, mi sensación es que no le apetece interactuar con nosotros (o con nadie), será que mi cámara y mi intención de grabar los momentos mágicos de Pequeviajera la abruman ya que cuando finaliza el encuentro le comenta a la cast member que no entiende por qué la gente lo graba todo. Tal vez piensa que no la oigo, que no entiendo inglés o quizá le da lo mismo hacer este tipo de comentario. No le doy mayor importancia porque estamos aquí para disfrutar y sinceramente me da lo mismo la opinión de esta Sirenita, cada vez que quiera rememorar estos mágicos momentos acudiré a mis gigas y gigas de fotografías y grabaciones.

Desde donde nos encontramos (todavía nos queda una hora y media para comer) nos vamos hacia Echo Lake, sabemos que por ahí andan Pato Donald y Max, vamos en su búsqueda. Como no podía ser de otra manera, al atravesar Center Stage desde el teatro chino hacia Dockside Dinner nos topamos con un Fotopasero. Sinceramente he perdido la cuenta de si nos hemos hecho foto aquí o no y esto es algo que nos ocurrirá continuamente. Podemos comprobarlo en la aplicación pero ¿sabéis que os digo? No lo hacemos, ¡qué más da! Nos hace un auténtico reportaje (juega con la perspectiva, las distancias), con magic shot y vídeo, qué regalazo. ¡Cómo nos encanta! Yo estoy especialmente enganchada a esta adicción, ya no soy aquella que anda siempre detrás del objetivo.

Ahora que llegamos a Echo Lake, nuestro único e inigualable Number 1 se nos resiste, cuando vamos a su encuentro se ha ido un rato, seguramente a hidratarse, sabiendo cómo beben los patos, no sabemos cuándo volverá y os puedo asegurar que no podemos esperarle ni un sólo minuto a pleno sol sin morir en el intento. Así que hacemos lo propio y vamos a hidratarnos nosotros también.

En este momento en el que nos encontramos junto a Echo Lake, son las 12:30, seguramente una de las peores horas del día en cuanto a radiación ultravioleta, vamos como flechas a un Starbucks cercano (The Trolley Car Café) para coger agua con hielo decente en esos vasos tan cucos. No podemos con nuestra vida, si os digo que hace calor os va a entrar la risa floja, sé que no paro de quejarme pero este sol floridano no desiste, quema, deshidrata y todo lo que vuestra imaginación pueda concebir.

He aquí el cuco y gélido vaso de agua gratuito.

Estamos exhaustos hasta para beber el agua, está tan sumamente fría que si la bebemos de golpe, como nos pide nuestro derretido cuerpo, será nuestro estómago quien nos llame la atención y no queremos eso bajo ningún concepto. Vamos a descansar si es que eso es posible. Tomamos asiento junto a Dockside dinner, dispone de unas mesas y unos bancos con un parasol, un pequeño parasol que poco o nada hace así que duramos muy poco en esta ubicación, no resulta agradable ni soportable en estos momentos.

Seguimos en Echo Lake, vemos a Max con sólo una familia haciendo fila, allá vamos. Debe estar también muerto de calor porque el pobre parece ir a ralentí, con lo potente que parece en su versión Powerline, ¿será el atuendo? Me inclino a pensar que es el calor, sin duda, y no le culpo, debe estar asfixiado, es un deporte de riesgo la labor que hacen todos estos personajes a pleno sol. Max se ubica a la sombra de un árbol sin embargo, ya sabéis por todo lo que os relato que las sombras que he visto hasta ahora nada tienen que ver con el concepto que tengo de ese término.

Como remate de nuestros encuentros con personajes hoy en Hollywood Studios y por su proximidad a nuestra próxima parada, vamos a Celebrity Spotlight para dar un abrazo calentito a nuestro gélido amigo Olaf. Aquí sí hay Fotopasero pero está escondido en una máquina automática, así que estad siempre sonriendo, va lanzando flash cada poco, qué decir, nos encanta. Olaf nos recibe en su playa privada y nos invita a disfrutar un rato del sol junto a él. Le digo que buena suerte tiene de estar en su playa privada acondicionada, que si se le ocurre poner un pie fuera de estos dominios perderá toda ilusión y amor por el verano. Olaf también nos despide con una tarjeta de recuerdo monísima.

Pues sí, habéis contado bien, en dos horas hemos interactuado con 14 personajes diferentes y entre medio hemos asaltado a dos Fotopaseros. Y eso que Chewi y Ariel nos han hecho esperar un ratito. Además, hemos estado el tiempo que hemos querido (entre otras cosas porque en la mayoría de personajes no había espera), no hay prisa ni sensación de que alguien te está maldiciendo. En Disneyland París (sí, vuelvo a comparar, sorry, es inevitable) dos horas de colas para algunas princesas en el mejor de los casos o tres horas para Stitch (no daba crédito cuando me lo dijo el Cast Member). En pocos personajes hemos hecho menos de 15 minutos de fila allí, para que después si estás más de un nanosegundo, date la vuelta que oirás a alguien jurar en arameo.

Aquí o pulsando en la imagen puedes ver la interacción

Tras este maratón de personajes, nos dirigimos al restaurante 50’s Prime Time Café, tenemos reserva a las 13:15 y es un restaurante que nos apetece mucho probar. Sé que con todos digo lo mismo, os sorprendería saber que se puede comer realmente bien en Walt Disney World.

El procedimiento es el mismo de siempre, hacemos el checkin y esperamos a que nos avisen que nuestra mesa está lista. Este restaurante emula uno de los años 50 por lo que todo, absolutamente todo es realmente entrañable. Siento teletransportarme a un salón-comedor-cocina de la época.

En este restaurante (del que me he espoileado mucho, mucho) tengo entendido que los cast member que sirven la comida hacen un papel digno de estrellas de Hollywood. Riñen si no te lo comes todo, si tienes malos modales en la mesa, casi por cualquier cosa, a lo Rottenmeier y si no estás por la labor de comer, te ayudan con técnicas milenarias como el avión. Pues… en nuestro caso todo eso brilla por su ausencia, nuestra camarera no actúa en nada de nada. El camarero de las dos mesas que hay junto a la nuestra es todo un showman así que nos divertimos viendo a una familia pasar vergüenza máxima y a otra pasarlo pipa siguiéndole el juego.

Nos asignan la mesa icónica, la que tiene la televisión vintage que nos ameniza la comida con películas de hace varias décadas. En casa televisión y comida no van de la mano pero aquí es diferente, le da el toque óptimo a este ambiente tan peculiar y esta mesa no sería lo mismo sin la particular televisión. Estoy contentísima de que me hayan asignado esta mesa.

El menú de este restaurante es a la carta. Si estáis pensando que ya sé lo que voy a pedir porque lo tengo apuntado tras un estudio previo, habéis dado en el centro de la diana. A pesar de llevar los deberes hechos y tener claro qué voy a elegir siempre hago la consulta al personal que nos atiende, ya lo sabéis. Coincidimos en la elección así que no hay más que hablar, tiene que ser un acierto.

Los ganadores son Grandpa Jean’s Chicken Pot Pie (24$) para mí, A Sampling of Mom’s Favorite Recipes (28$) para Juan Pedro y Grandpa’s Grilled Chicken (13$) para Pequeviajera. De postre elegimos Traditional Warm Apple Crisp À la Mode (9,50$). Agua para todos excepto Juan Pedro que pide un refresco al módico precio de 4,59$ y recordad que a todos estos precios le sumaremos el duplo de las tres letras más pesadas de la historia de este viaje, TAX y TIP.

Mi elección del Pot Pie es sin duda la que lidera el pódium, está muy pero que muy bueno. El postre lo pedimos para compartir, tenemos que contenernos un poco que hoy es el día de triplete de restaurantes. Este postre está absolutamente increíble, pediría uno tras otro y aunque no lo creáis no soy amante del dulce. Hemos comido tan bien y tanto que nuestra camarera nos pone la medalla de plato limpio, una pegatina que sólo quienes no han dejado nada en el plato merecen ostentar. Somos unos cracks, no paramos de comer y beber, nos encanta y ya nos hemos dado cuenta de que aquí les encanta servir cantidades ingentes.

El total de la comida ya incluidas las tasas y las propinas (hemos vuelto a dejar un 22%) suma 101,63$ y comer nos ha llevado una hora y cuarto aproximadamente. Ni tan mal, son las 14:30 y todavía nos queda mucho que hacer, el ocio por aquí es inacabable.

Tenemos una prioridad máxima que no puede ser otra que ir a la atracción Rise of the Resistance, un MUST de lo más importante para nosotros que ya nos quedó pendiente en nuestro primer día en Hollywood Studios. Hoy, sin falta. Llegamos a la entrada y ¡sorpresa! Fallo técnico, no funciona, ¿en serio? Sí, es bastante frecuente, por eso no es una atracción para dejar a última hora del día con garantía. No sé qué pasa ni cuándo reabrirá (por más que pregunto nadie sabe nada de nada), la app de Touringplans (también avisa de cuando se prevé reabran las atracciones cerradas) dice un tiempo que no se va cumpliendo de modo que con todo nuestro pesar vamos a aprovechar para hacer alguna atracción próxima y monitorizaremos las aplicaciones para ver cuando reabre la atracción, no hace falta que os diga cuántas plegarias haremos, hoy vamos con el tiempo justo, en unas horas debemos cambiar de parque.

Mientras esperamos y rezamos para que reabra la atracción cunanto antes, nos acercamos a Endor y nos adentarmos en Star Tours, está literalmente al lado y Disney indica 5 minutos de espera así que debe ser que nos teletransportan hasta el simulador. Vemos a R2-D2 en el Starspeeder 1000 y a C-3PO durante la fila, poco paramos para saludarlos ya que parece que cuando no hay fila todo el mundo tiene prisa.

El simulador está bien y tiene diferentes experiencias, planetas diferentes, así que podríamos subir 50 veces y que todas fueran distintas aunque el resultado es el mismo, ya conocemos esta atracción de París. Hemos montado por hacer tiempo y por la proximidad confiando en que mientras tanto reabra de una vez ROR. Para rematar, la experiencia seguro que es mucho mejor en cualquier otro momento ya que tenemos a una familia que no para de gritar, es exagerado, no sé si están haciendo algo de espectáculo a los niños o es que están a punto de desfallecer de verdad, el caso es que la convivencia en esta nave ha sido una lotería y nos fastidia bastante, de hecho por las caras que veo diría que a todos los que allí estamos. Aquí voy a hacerle un guiño a Disneyland París y confesaros que nos gustó muchísimo más esta atracción allí. Venga que no todo van a ser críticas y agravios comparativos.

Salimos de Star Tours y… seguimos igual, ROR sigue sin reabrir, eso o las aplicaciones no están actualizadas, todo puede ser. Pasan unos minutos de las 15:00 así que pendientes de ROR nos quedaremos lo más cerca posible. Hace calor de modo que la única vía de escape ahora mismo es ir a Grand Avenue, a pocos metros de la atracción Rise of the Resistance, para ver Muppet Vision 3D, el show de los Muppets, vaya. No os podéis imaginar lo que nos gustan, he crecido con ellos. Tal vez os resulte increíble pero me muero de risa con sus actuaciones, Muppets Haunted Mansion me hizo llorar de tanto reír.

De camino, no hace falta que continúe, sobradamente sabéis con quien nos encontramos. Yes, un Fotopasero. Nos hacemos un montón de fotos en la fuente, magic shot incluido. En esta ubicación, se acerca una familia despistada probablemente fruto del calor y del cansancio, se sientan a nuestro lado en la fuente, es comprensible, es un lugar muy apropiado para descansar pero no queremos intrusos en nuestra foto, están literalmente pegados con la de espacio que hay. El Fotopasero está atento y tiene que llamarles la atención, no se han dado cuenta de que estamos en plena sesión fotográfica.

Esta fuente es un icono y me encanta, estaría un buen rato por aquí de no ser por un fenómeno meteorológico que no hace falta ni nombrar a estas alturas. Así que ahora sí vamos a ver el show y a disfrutar del frío interior, hay 10 metros desde donde estamos hasta la entrada, no hay distracción posible ¿o sí?

Sólo entrar nos reciben los simpatiquísimos Gustavo y Peggy. A la derecha está la taquilla, ni se os ocurra pensar que podéis comprar algún ticket aquí, esto de que vuelve en 5 minutos… La previsión es lo máximo en este lugar y nos advierte que la llave está bajo el felpudo, sírvase usted mismo.

En un minuto estamos en el pre-show y no es una forma de expresarlo, es un minuto real, lo que nos cuesta atravesar la fila hasta el lugar. El pre-show, con Gonzo y Sam haciendo de las suyas, había leído que era mucho más largo pero apenas dura 5 minutos. Después de este ratito algunos de pie, algunos sentados, otros en modo tiradísimo por el suelo, pasamos a ver el show propiamente dicho, éste sí dura alrededor de 15 minutos y qué risas, por favor. En el palco Statler y Waldorf están disfrutando del espectáculo, qué buenos son. No los perdamos de vista durante la proyección, llega un momento en que no sabes dónde mirar, derecha, delante, detrás… Tengo debilidad por estos adorables y graciosísimos teleñecos, entiendo perfectamente que haya gran parte de la población que discrepe pero yo me río muchísimo. Los efectos 3D hacen un buen papel aquí y nos llevamos muchas sorpresas (no hago spoiler).

Saliendo del show curioseamos un poco por los alrededores, vemos el restaurante Mama Melrose, el arte callejero Muppet, la tienda de navidad cerrada, el restaurante PizzeRizzo del que he leído buenas críticas, sin embargo, hoy no es el día de añadir más comida. No nos detenemos ni un segundo más porque vemos que ya está en marcha ROR, ¡correeeeeeeeeed! Pasa un poco de las 15:30 ya no nos da tiempo hoy de volver a esta zona, tendremos que retomar este paseo en algún momento para disfrutar todo esto con calma. Ahora nos vamos disparados como flechas, estamos a dos minutos, estamos de suerte.

Llegamos a ROR y no pone el tiempo de espera, debió reabrir hace poco, será que tiene poca fila ¡bieeeen! y en cualquier caso sabemos que Disney no indicará el correcto. Al poco de estar en la fila, Pequeviajera tiene una necesidad imperiosa de ir al baño, oh my godness, con lo estrecha que es esta fila y además interior. Mira que hemos pasado por sitios donde podríamos haber hecho una parada técnica… en fin, no hay más. Sé que si se queda uno de los dos en la fila podemos salir y reencontrarnos después, es una urgencia, aquí no nos van a fulminar con la mirada y posiblemente con el lenguaje por ello.

Marchamos fila hacia atrás, que no es poca, nos van dejando pasar como buenamente pueden, dos menos pensarán… Gracias a todo lo que os podáis imaginar enseguida encuentro a una cast member junto a una puerta de emergencias y le comento el caso. Es súper amable e increíblemente comprensiva, así que en lugar de salir de la atracción y buscar el primer restroom que viéramos, nos guía por el backstage hasta unos baños que seguramente sean para uso del personal. Qué maravillosas personas nos estamos encontrando por aquí. Ya que estamos allí, hago uso yo también y para cuando salgo, la cast member que nos había llevado hasta allí no está, hay otra que no sabe por dónde hemos venido y nos indica una puerta para volver. Yo tampoco me percato, la verdad, aquello me parece todo muy similar, es la primera vez que me encuentro en esta atracción aunque mi nivel de spoiler se eleve a la galaxia no he visto el backstage hasta ahora, ¿cómo voy a saber que hay dos puertas iguales?

Entramos por la primera puerta que vemos, seguimos la fila buscando a Juan Pedro, seguimos y seguimos pero es que no lo encontramos y realmente me emociono muchísimo pensando cuánto ha avanzado la fila mientras estábamos en el baño, es como si hubiéramos atravesado una dimensión temporal, estoy pletórica, tan pletórica que llegamos al How Many, OMG. Ni rastro de Juan Pedro, ¿qué ha ocurrido aquí? Ahora sí que empiezo a sudar literalmente, con lo que nos ha costado llegar hasta allí sorteando todas las personas de la fila imaginad la vuelta a contracorriente y sin saber dónde se encuentra.

La cast member del How Many, amable a la máxima potencia y con total resolución, me pide que llame por teléfono a mi partner para que me envíe una foto del lugar donde se encuentra ya que de este modo puedo llegar con más celeridad y menos inconvenientes a ese punto de la fila a través del backstage. Afortunadamente hay algo de cobertura aquí, me envía la foto y la cast member enseguida reconoce el lugar (la fila en sí es un museo) pero está en el quinto pino. ¿Conocéis la sensación de estar tan cerca y a la vez tan lejos? Pues así estoy. En esta fila también podemos interactuar con la app Play Disney Parks pero no nos acordamos, bastante faena tenemos con todo esto de entrar y salir fila hacia delante y hacia atrás, nos ha descolocado. Nos guían hasta el backstage de nuevo y hacia un lado más adelante… voilà, hay otra puerta. Ahora que lo pienso, la gente nos miraba como si nos estuviéramos colando tal cual avanzábamos la fila pero nada me hacía sospechar que habíamos entrado por otra puerta, si es que son iguales y están muy próximas una de la otra y la cast member que encontramos al salir del baño no sabía por qué puerta habíamos llegado.

Tras todo este trasiego de filas adelante y atrás, la familia al completo llegamos al How Many, en total han sido 30 minutos de espera, nada mal para lo que suele haber en esta atracción. El jueves me dijo una cast member de este parque que el sábado (hoy) habría poca gente, no sé por qué dijo eso pero la predicción se cumple en cierto modo. También es cierto que cuando una atracción cierra por fallo técnico si llegamos cuando reabre no le da tiempo al mundo de llegar en masa y suele haber menos fila, quienes estamos cerca y nos damos cuenta pronto tenemos cierta ventaja.

Entrar en esta atracción es algo insólito por mucho que haya visto, conozco la atracción casi de memoria (alguna cosa he dejado para sorprenderme) y aún así mi boca se abre como en cualquier dibujo animado llegando al suelo. Lo primero que vemos es el pre-show, ahí están Rey y BB-8 (le hemos dejado actuar por hoy, pero después del día de trabajo sabe que debe volver a casa, al hotel, con nosotros). En menos de 5 minutos Rey nos explica que debemos salir al exterior y subir en la nave donde nos esperan Nien Nunb y el teniente Bek. No nos debemos preocupar de nada ya que nos escoltará el escuadrón de alas X de Poe. Nuestro destino es Pacara donde nos está esperando Leia.

No conseguimos llegar a Pacara sin ser detectados por los oficiales de La Primera Orden. Nos van a interrogar, va a ser duro pero no debemos descubrir la ubicación de la base secreta bajo ningún concepto. Poe volverá y con refuerzos, estoy segura de ello.

Los soldados nos apuntan, debemos ser sigilosos, a cualquier movimiento en falso dispararán. Nos llevan a una sala donde nos vigilan las tropas de asalto mientras nos interrogan nada más y nada menos que el general Hux y Kylo Ren. Estamos perdidos, Ren va a conocer nuestros pensamientos y se acabó todo. De pronto, una luz láser, se abre un agujero en la pared, estamos más o menos salvados. Nos apresuramos a montar en el vehículo dirigido por un droide astromecánico R5, no me fío de que este vehículo sea seguro pero tenemos que huir y no será fácil. Finn nos informa que estos droides están reprogramados para llevarnos a Batuu, menos mal, me alivia muchísimo saber que está todo bajo control. Aún así, debemos ser discretos no nos vayan a descubrir y capturar, esto sería un drama, con lo muchísimo que nos ha costado conseguir reserva para hoy en el Lounge del restaurante Space 220.

Esta atracción es apoteósica, como poco. Para nosotros, puntúa un veinte sobre diez, sencillamente espectacular. Todo es impresionante, inmersiva hasta la enésima potencia. La nave es un simulador y estamos todos como si fuéramos en el metro en hora punta, esto es algo que no me gusta por ponerle una pequeña pega a la atracción pero es tan real, tan tan real. La inmersión es máxima desde que ponemos un pie en la fila. La atracción (tras salir de la nave) tiene dos niveles, una parte de la atracción discurre a través de un vehículo. Cada uno consta de dos filas en las que caben unas cuatro personas por fila. Hay un momento que me recuerda a la TOT, salvando las distancias, por supuesto (atención a las siguientes líneas que desvelan una parte «sorpresa» de la atracción). Había procurado no excederme en el spoiler de algunas partes para tener una grata sorpresa pero veo al hombre que tengo en la fila de delante levantar los brazos y eso sólo significa una cosa. Adiós factor sorpresa.

La atracción en sí ha durado cerca de 20 minutos, así que ponemos rumbo a Epcot, tenemos reserva en el Lounge en una hora. ¿Qué sería de nosotros sin una parada antes de llegar a destino? Vemos a Goofy con un atuendo que parece playero, es tan gracioso y nosotros tenemos debilidad por los personajes, lo sabéis. Este encuentro es de los mejores con diferencia, Goofy es un auténtico creador de risas. Pequeviajera y él charlan un buen rato, sobre su outfit y sobre mil cosas más porque están hablando efusivamente largo y tendido. Cuando Pequeviajera le da el paspartú para firmar, Goofy decide que le queda mejor colgado de la nariz, después lo coloca delante de Pequeviajera, la convierte en un cuadro. No podemos parar de reír.

Dejamos atrás Hollywood Studios, no sin antes hacer una paradita en el puesto de Ice Cold para comprarme una bebida refrescante porque he dejado de incidir en el tema pero el calor no se ha ido, no, que yo no lo nombre no significa que no esté, está y apretando muy fuerte todavía. La bebida elegida es Wild Cherry Slushy (muchos la conoceréis como Neneh Cherry) pero cuando la pido, el cast member me dice que no está lo suficientemente granizada, todavía no la puede vender, mi gozo en un pozo, again.

Tras un par de skyliner llegamos a Epcot, por la International Gateway y el restaurante está a la otra punta del parque. En marcha. Llegamos indemnes gracias al uso ininterrumpido del paraguas solar. Epcot es famoso por albergar la mayor extensión de parque sin sombra. Confirmo y corroboro la certeza de tal fama.

El restaurante se ubica en un lugar absolutamente reconocible, planetas a casi tamaño real, destaca a leguas de distancia. A la izquierda encontramos la atracción Mission Space y a la derecha se encuentra el restaurante.

Conforme entramos a la derecha vemos una mesita con una chica para proceder al checkin, ¿por qué no lo has hecho en la aplicación? Os preguntaréis, pues porque cuando me acuerdo, me dice que estoy muy lejos y que pruebe cuando esté más cerca, luego se me olvida y en la zona de checkin no hay nadie así que allá vamos. Además, le tengo que explicar que tenemos dos reservas que conforman un 2+1 para que nos pongan juntos y no me cobren el cargo de no presentación en una de ellas. Esa es toda mi preocupación. Hecha la explicación, para mi sorpresa, me dice la chica que no nos pueden sentar juntos, what? Esto ya está chateado con Disney y confirmado, ¿qué me está diciendo esta chica? Me explica que ellos son de una empresa externa ajena a Disney y que no pueden sentarnos en una misma mesa ya que no hay disponibilidad. Insisto un poco porque de veras que no doy crédito ¿qué es eso de que este restaurante no lo gestiona Disney directamente y no me he enterado hasta ahora? A ver si me está tomando el pelo… Finalmente, viendo que no hay mediación ni solución posible accedemos a sentarnos separados, muy a nuestro pesar y para nuestra decepción. Lo chulo de estar aquí es poder estar juntos y disfrutar de un rato bebiendo y picando algo pero con lo que ha costado conseguir esta reserva no vamos a cancelarla, allá vamos a disfrutar del comercio y bebercio juntos o separados, la experiencia de este restaurante no entiende de divisiones. Es la misma para todos.

Ahora viene lo bueno y lo sabemos, soy consciente de que la gran demanda que tiene este restaurante es por esto que nos espera ahora mismo y unos minutos después. Nos dan el ticket para la entrada en el ascensor estelar (Stellarvator) que nos llevará rápidamente (abrochaos los cinturones porque va a 10.000 mph) a través del espacio a la estación espacial Centauri.

Como dato curioso os diré que el recorrido de este Stellarvator es un piso, sin embargo, han conseguido lograr que parezca que es mucho más, es espectacular.

AVISO SPOILER

Si tienes curiosidad por ver esta experiencia, aquí o pulsando en la imagen puedes ver el vídeo completo del ascenso y descenso en el ascensor estelar, tanto desde Epcot a la estación espacial Centauri como a la inversa.

La entrada a este restaurante impacta, tras pasar el túnel galáctico llegamos a ver el cultivo de vegetales de los astronautas, la Grow Zone. Todo esto es un amago de lo que viene, sin duda una experiencia que impresiona, tengo el nivel de spoiler por las nubes, nunca mejor dicho.

La zona del restaurante se divide de la del Lounge simplemente por un desnivel, las mesas del Lounge se encuentran en el centro y las del restaurante tanto junto a los ventanales como a un lado, divididas por un pasillo. La diferencia entre ambos es la carta y el precio ya que en el restaurante es un precio cerrado de 55$ en la comida y 79$ en la cena, acordaos más TAX y más TIP. El menú del Lounge es distinto al del restaurante, obviamente, sin embargo hay una serie de entrantes que son iguales. Vistas estas pequeñas diferencias, la experiencia principal es la misma.

El camarero que se ocupa de nuestra mesa es un chico súper agradable, le damos mucha pena en esta situación separados y así nos lo hace saber, así que en un momento dado parece ser que queda una mesa libre más grande e inmediatamente gestiona el cambio. Si es que ya os he dicho unas cuantas veces que son pequeños detalles que marcan la diferencia.

Para pasar el rato hemos pedido una bebida para cada uno, Gamma Burst (19$) para mí, Illumination (18$) para Juan Pedro y Moon Rocks (12$) para Pequeviajera, no las tiene todas consigo pero la pedimos igualmente, tenemos que probar esta famosa bebida con petazeta que nos recuerda a nuestra infancia. Ella lo que quiere son calamares así que pese a que dentro de nada tenemos reserva en Sci-Fi, sabemos que no se quedará sin cenar, pedimos los Starry Calamari (19$). Conocedores de lo que gusta el picante por esta zona, pedimos expresamente que las salsas que acompañan a los calamares sean lo más suaves posibles ya que, entre otras cosas, a priori son para Pequeviajera.

Recordaréis que nos hemos puesto las botas en el restaurante 50’s Prime Time Café y sólo han pasado cuatro horas… Nuestro estómago se está amoldando a las costumbres americanas. Pues o es que están irresistibles o es que tenemos hambre. Calamares para compartir pese a las continuas reclamaciones de Pequeviajera sobre la propiedad de los mismos. Están muy buenos pero lo de la salsa suave… no quiero imaginar cómo será la original ¿será que han hecho caso omiso a la petición reiterada y expresa?

Con la bebida tenemos diferentes opiniones. A Pequeviajera no le gusta nada la suya pero a Juan Pedro le encanta y los petazetas forman parte de nuestra infancia, es inevitable la nostalgia. Yo voy servida con mi Gamma Burst en copa cargadita de licor de melón y de lo que bien os diría que son huevos de Banshee si estuviéramos en Animal Kingdom pero aquí no, aquí sólo pueden ser protones ¿o neutrones? Por su parte, Juan Pedro se ocupa de su Illumination también cargadito de Bacardí y Malibú (lo iba a pedir yo por sus ingredientes pero nos gusta probar de todo así que dos iguales no es una opción) aunque la mezcla de frutas que han elegido le resta dulzor y del Moon Rock que Pequeviajera no quiere y eso que está muy pero que muy dulce y es que claro, entre el coco y eso que se parece a algodón de azúcar que lleva… tiene que ser dulce y mucho. Como regalo, el «hielo» multicolor que va dentro del vaso, nos lo podemos llevar de recuerdo.

Salimos bien contentos y es que ha estado todo fantástico, la experiencia, el lugar, el ambiente, el servicio, la pena que hemos dado para que nos sienten juntos, la comida y la bebida (especialmente la que lleva misterio) aunque a Pequeviajera no le haya gustado la suya especialmente, no ha crecido con petazeta, es comprensible. El total en términos económicos de esta experiencia es de 87,38 $, TAX y TIP (22%) incluidas ya, lo que viene a ser con el cambio de hoy 79,88€. Ni tan mal para ser la misma experiencia (no culinaria) que en el restaurante, donde la factura no habría bajado de 200$ en el mejor de los casos.

Faltan 10 minutos para las 19:30, aquí nos hemos entretenido más que en el 50’s Prime Time Café, ¿quién lo diría? Para llegar al skyliner de vuelta a Hollywood Studios tenemos que cruzar el parque, más bien bordear gracias a (o por culpa de) las obras de la atracción Journey of Water que tan majo deja el parque lleno de vallas y tanto rodeo nos hace dar. Decidimos parar en el pabellón de México. ¿México? Ja, qué sería de nosotros si no nos desviáramos de la ruta continuamente… Pues eso, que Pequeviajera ve una zona de juegos y allá que se lanza, por más que le decimos que no podemos estar ahí eternamente no hay forma de que salga, tampoco es que sean muy especiales estos juegos pero ahí está la mar de divertida sin querer marchar.

De camino al pabellón de México veo un punto que tenía estudiado para poder ver el espectáculo de cierre del parque y cenar sentados disfrutando de buenas vistas. Está ocupadísimo y todavía falta una hora y media para el espectáculo Epcot Forever. Vemos una familia que habla español, allá vamos a socializar un poco que hoy vamos justos en esto. Estamos perdiendo facultades. Es una familia andaluza salerosísima que nos dice llevar casi una hora ahí, es un lugar muy codiciado, lo sé. En mi planificación sobre el papel a 7.000 km de distancia ése era el lugar y ésa era la hora. Hoy soy consciente de que ni si quiera me lo puedo plantear. Somos especialistas en llegar a punto y hora así que si finalmente vemos este espectáculo algún día, ya que tras llevarse Harmonius para poner Epcot Forever no me llama demasiado la atención, será sobre la marcha. Para vuestra tranquilidad os diré que en mis apuntes tengo varias localizaciones, simplemente soy realista y coherente con la semana que llevamos, no vamos a llegar con antelación ni de casualidad.

Estas son las vistas desde donde se ubican las mesas estilo picnic

En nuestro camino nos topamos con Fotopaseros, uno detrás de otro. El primero lo encontramos junto al lago, a pocos metros de donde dejamos nuestra conversación con la familia andaluza. Estas fotos me encantan, la Fotopasera nos proporciona un Pretzel gigante, qué fantasía, tenemos un juguete para nuestra sesión fotográfica, esta chica no sabe lo que ha hecho. El siguiente nos lo encontramos a unos pasos del Pabellón de México, está atardeciendo y las fotos tienen una luz muy bonita, además, lo mejor de todo es que aquí sí hay magic shot, es Héctor con su particular atuendo moribundo y su guitarra.

Ahora sí, ¡llegamos a México! Tengo especial interés en este Pabellón porque me encanta Coco, todo lo que se relaciona con los muertos me atrae especialmente, tengo muchísima curiosidad por ver la entrañable atracción de los tres caballeros y con todo los spoilers que llevo encima respecto al Pabellón, las expectativas están muy altas. Para sumar, es aquí donde encontramos la interacción más increíble de Donald, en su outfit mejicano que me maravilla, lástima que sobre las 16:30 desaparece, otro día será.

Os diré que Pequeviajera es digna hija de su madre, qué devoción le provoca este Pabellón y os diré que en cada Pabellón hablan el idioma del país así que en este precisamente nos van a dar las uvas de la próxima década. Sólo entrar nos dirigimos al punto Kidcot que se encuentra justo bajando las escaleras por el lado izquierdo. Repetimos la operación de hace unos días, pasaporte y Kidcot, Pequeviajera sigue con su misión. El cast member que se encuentra en este punto es infinitamente agradable y hablador, lo presiento, de aquí no salimos. Visto de otro modo es una forma de conocer diversas culturas y nos encanta, así largo y tendido hablamos de las costumbres mejicanas y españolas.

Atravesando esta zona interior del Pabellón se encuentra la atracción Gran Fiesta Tour Starring The Three Caballeros, un agradable paseo en barca en el que Panchito y José Carioca se lo pasarán buscando a Donald. Hay una parte de esta atracción que recuerda sin dudarlo y salvando las distancias a It’s Small World.

Al salir de la atracción y con intención de abandonar el Pabellón, Pequeviajera encuentra una máquina en la que puedes personalizar esqueletos cambiando la ropa, el pelo y un sinfín de accesorios. Para entretenerse un buen rato, vaya. Con lo que le gusta este tipo de juegos a Pequeviajera…

Salimos de este Pabellón no sin dificultad, a Pequeviajera le ha encantado y no tiene intención de irse. A ver… ya jugarás con eso otro día… tenemos reserva en el Sci-Fi a las 20:55 y aquí las distancias parecen crecer conforme pasan los minutos. Conseguimos irnos bajo juramento de volver antes de terminar el viaje aunque sólo sea para jugar a esto. Hollywood Studios cierra hoy a las 21:00 ¿os he dicho qué hora es? Son las 20:15 pasadas, nos queda llegar a la estación del skyliner que no está precisamente al lado, tomar una góndola hasta el hotel Caribbean Beach donde hacer trasbordo a otra góndola que nos lleva a Hollywood Studios. No es poca cosa.

Comenzamos ruta. ¿Alguna vez os ha ocurrido que cuando más prisa tienes parece que el mundo se mueve más despacio? El skyliner es el medio de transporte que más rápido nos debería llevar a nuestro destino. En un momento dado se para, seguramente será porque sube en una de las góndolas alguna persona que va en silla de ruedas o en moto y esto no conlleva más de dos minutos pero ahora mismo estamos condenados a pensar que algo falla o cualquier catástrofe, fijaos hasta dónde nos puede jugar una mala pasada la prisa y el desconocimiento. A todo esto le sumamos que cuando la góndola se para también lo hace el aire fresco y la góndola se convierte en una cápsula ¿quién sobrevive dos minutos en un horno?

Llegamos a la entrada del parque a punto de dar las 20:50, gracias a la indiferencia del personal del control de seguridad en ese momento pasamos directamente, a 10 minutos de cerrar el parque ¿qué vamos a llevar dentro que sea peligroso? Seguimos rapidito, pasamos las Magic Bands y respiramos, vaya si respiramos, estamos dentro ¡conseguido! Llegamos a la hora reservada al restaurante, great! Somos unos verdaderos cracks. Hay una mini sala de espera donde se hace el checkin, ¿app? No, comprenderéis que en esta ocasión con tanta prisa no me he acordado de su existencia. Pues veo aquí mucha gente esperando, mal asunto. Siendo la hora que es sólo puede significar que tendremos que esperar un buen rato. Pequeviajera empieza a encontrarse regular, le duele la garganta un poco, esta espera que no son más de 10 minutos no ayuda.

Al fin nos toca, todo es muy oscuro y la cast member nos conduce por un pasillo angosto pero al atravesar la puerta… WoW. Ver todos esos coches descapotables perfectamente aparcados, la gran pantalla proyectando fragmentos de películas de los años 50, es como haber retrocedido al pasado (a un pasado que conozco de las películas) y estar en ese mismo autocine.

Sci-Fi Dine-In Theater Restaurant, así se llama oficialmente el restaurante al que medio mundo y yo llamamos Sci-Fi para abreviar, representa un autocine de los años 50 y los coches descapotables hacen de mesa. La única pega que le podría poner a este maravilloso lugar es que la grandísima mayoría de los coches tienen las mesas en filas de dos personas por lo que una familia de más de dos comensales estará dividida.

El menú de este restaurante es a la carta. Nosotros tenemos claro que queremos una hamburguesa pero Pequeviajera no tiene la garganta especialmente bien. Nuestro camarero que es un chico extremadamente amable y empático, nos sugiere que tome una sopa, no estamos muy seguros de qué entenderán aquí por sopa y para este tipo de plato Pequeviajera es muy exigente. Confiamos en su criterio y en esta situación es lo mejor y lo que le resultará más fácil de comer.

Pedimos una Drive-In BBQ Burguer para mí, una Classic American Burguer para Juan Pedro, además de la sopa que nos trae para Pequeviajera que parece ser Chicken Noodle Soup. Las dos hamburguesas son similares, pan brioche, ternera, bacon, lechuga y tomate además de la salsa específica de cada una. Están riquísimas y Pequeviajera es la niña más feliz del universo con la sopa y es que de tamaño está absolutamente fenomenal, es bien grande. Me sorprende este restaurante muy gratamente. Os confieso que haber pedido una hamburguesa para compartir hubiera sido lo ideal, ya que no nos vemos con capacidad estomacal para pedir el batido (excusa para volver). Sí, ya sé que siempre hay que hacer un hueco al postre (aquí el batido no es el postre, sólo digo eso), es de primero de Foodie. Ya sabéis que no es la primera vez que nos ocurre… no aprendemos.

La cena nos cuesta 69,39$, hemos dejado el 22% de propina, como de costumbre y un cast compliment, sin duda este chico se lo ha ganado con creces. Ha sido mucho más amable de lo esperable y ha estado pendiente en todo momento de nosotros. Este restaurante está en la lista de los favoritos de Pequeviajera y a mí no me importaría repetir.

A las 22:00 hemos terminado de cenar y sin más dilación nos vamos a la parada de autobús de nuestra nueva casa por dos noches más, el All Star Music. Ya en el autobús, Pequeviajera se duerme, como de costumbre, Juan Pedro también, ¿soy yo la única en el universo que no puede dormir en ningún transporte? En este momento, con mi family en fase 1 del sueño no REM, me encuentro sola con mis pensamientos y me pregunto si pasadas las 21:00 nos hubieran dejado entrar en el parque para cenar aún teniendo la reserva del restaurante a las 20:55. Con las prisas no se me ha ocurrido preguntarlo, en un próximo viaje sin duda espero acordarme.

El bus llega al All Star Music pasadas las 22:30, luces encendidas, todo el mundo (excepto yo) a despertarse, fin del trayecto. Tenemos que bajar, atravesar recepción, llegar a la habitación… ni tan mal, hoy no se nos hará tarde para dormir. Al haber hecho el checkin en la aplicación de My Disney Experience (direct to room) ya tengo asignada la habitación así que nos podríamos ir directamente hacia allí. Sin embargo, hacemos una pequeña parada en recepción para preguntar por nuestro equipaje, teóricamente debe estar en Bell Services. La chica de recepción nos dice que no está en Bell Services, que comprobemos si está en la habitación, debe estar allí. Caray ya nos vamos con cierta angustia, la hora que es sólo falta que no tengamos equipaje y por ende nada de ropa.

Nos han asignado la número 4456 en el edificio 4 de la zona Rock Inn. Parece estar increíblemente lejos, sin embargo os diré que no tengo esa sensación, justo al contrario. Nuestra habitación se ubica en la esquina próxima a la piscina, nada mal pero muy lejos de la petición que hice. Solicité la zona de Broadway Hotel en honor a Pequeviajera, otro chasco, hasta el momento Disney ha hecho caso omiso a mis Room Request.

Ya en la habitación, ahí están nuestras maletas, intactas, menos mal, qué alivio. Aunque en el fondo me había autoconvencido de que Disney no puede errar de tal forma en algo así. Hacemos una revisión rápida de la habitación. Por favor, por favor, que esté todo en orden, no tengo ganas de volver a recepción. La habitación está limpia, está renovada, me gusta bastante. A priori, es idéntica a la del Pop (cambia el cabecero de la cama abatible) pero aquí me siento más a gusto, no sé por qué motivo.

Mañana será nuestro día de relax de esta primera semana de viaje en Discovery Cove. Tenemos que cumplir otro de los sueños de este viaje, esta vez es Pequeviajera, quien anhela nadar con delfines. Ya tendremos tiempo (o no) de curiosear la habitación, hoy ha sido un día agotador y estamos realmente cansados, caemos rendidos.

DÍA 6.- Magic Kingdom

11 de agosto de 2023. Hoy nos espera un gran día, vamos al parque Magic Kingdom, entre otras cosas a montar en la atracción Tron, tenemos reserva en el restaurante Liberty Tree Tavern y un ambicioso plan de actividades. Además, como hoy es la primera noche del evento Mickey Not So Scary Halloween Party, por la tarde aprovechamos las instalaciones del hotel que ya va siendo hora y hacemos algo muy necesario, la colada.

Hoy no tienen ganas de madrugar, cuesta levantarse, no sé yo muy bien por qué razón si sólo estamos llegando al hotel prácticamente a medianoche todos los días, resulta incomprensible. Voy a dar una tregua hoy y ya llegaremos al parque cuando sea, siendo hoy el primer día de la fiesta Mickey Not So Scary Halloween Party, espero poca afluencia (aquí te cuento la información práctica de este evento).

Mi primera y más importante acción del día de hoy es obtener fila virtual para la atracción Tron. Tengo entendido que no es tan fácil conseguir grupo de embarque como para Guardianes de la Galaxia, así que lo primero que hago es desactivar el wifi y activar los datos, aprendizaje realizado. A las 6:59 ya estoy más que preparada y dándole a refresh como si me hubieran poseído, ya sabéis, el método, como os conté hace unos días el paso a paso de cómo conseguimos fila virtual para la atracción Guardianes de la Galaxia, viene a ser lo mismo. No sé en qué fracción de segundo me uno a la fila virtual, ¡qué rapidez! Estoy orgullosa de haberlo conseguido, le tenemos unas ganas increíbles a esta atracción. He utilizado mis datos móviles y conseguido unirme a la fila virtual rápidamente pero también creo que influye que hoy sea la primera de las fiestas de Halloween y la gente vaya más tarde al parque o esté en otros parques ya que cierran a las 18:00 para quienes tenemos sólo la entrada regular. Sí, habéis leído bien, fiesta de Halloween en agosto, ¿sorprendido, verdad? Eso es normal.

Miro bien, vuelvo a mirar, miro de nuevo con más detenimiento ¡Grupo de embarque 1! What? Oh my God! Venga va, en Guardianes me dieron el tropecientos mil y ahora en Tron el 1, caprichos del destino.

No puede ser verdad, justo en esta atracción que supuestamente es más difícil, justo hoy que queremos ir al parque con calma. Son las 7:00 y el parque hoy abre a las 8:00 y por si fuera poco es el parque que se encuentra más alejado. Por aquí todos en los brazos de Morfeo, empiezo a tener sudores, no llegamos ni teletransportándonos. Mucho más tardé sabré que si no acudo a la fila para la que he obtenido grupo de embarque a las 7:00, puedo obtener nuevamente fila virtual a las 13:00 horas, aunque no lo he podido probar personalmente. El periodo de gracia suele ser una hora de modo que tenemos que llegar antes de las 09:00. ¡En marcha! Ya podemos correr…

A las 08:00 salimos de la habitación y nos vamos a desayunar, hoy rapidito que no podemos emplear más tiempo, ya vamos contrarreloj. Nos vamos veloces a tomar el autobús que nos deja en Magic Kingdom y menos mal que vamos en autobús ya que nos deja casi en la puerta de entrada. De haber ido en cualquier otro medio de transporte, llegaríamos al Transportation and Ticket Center donde hubiéramos tenido que tomar, además, bien el monorraíl bien el barco para llegar a la entrada del parque.

Llegamos al control de mochilas, no nos paran ¡bien! o es que no se han dado cuenta porque diría que es la primera vez que pasamos sin parar en todo este tiempo. Atravesamos los tornos de entrada y empieza la carrera, adiós a la tranquila, pacífica y mágica entrada atravesando Main Street que había dibujado en mi mente. Afortunadamente sólo tenemos que cruzar medio parque para llegar a Tron, vamos haciendo marcha atlética, correr no merece la pena y no está bien visto, en algún momento hacemos alguna carrerilla, jugando pero controlando. No queremos llegar a la atracción con el ritmo cardíaco por las nubes y tener taquicardia encima de la moto, no sabemos qué intensidad tiene.

Llegamos a la entrada de Tron a las 09:00, o’clock, ¡menudos cracks somos, no nos supera nadie, high five! Sin embargo, en este momento pienso que es más tarde, vaya usted a saber por qué. Estoy convencida de que son las 09:15, un cuarto de hora más de lo supuestamente permitido y empiezo a ponerme nerviosa porque temo no nos dejen entrar después del estresante camino que hemos hecho para llegar hasta aquí. Le comento a la cast member que nos excedemos en una hora y cuarto, me mira con indiferencia (debe pensar que estoy bromeando o trastornada), pasamos la Magic Band ¡oye! Aquí nadie nos deniega la entrada, nadie nos llama la atención por llegar tarde, todos tan tranquilos como si fueran las 8:15… parece que la única preocupada soy yo. Avanzo lentamente estupefacta ante tal situación aunque enseguida vuelvo en mí y aligero no vaya a ser que cambien de opinión. Hago unas cuantas fotografías, estamos dentro, ya me puedo relajar. Viendo las fotografías que estoy haciendo durante la fila es cuando me doy cuenta de que habíamos llegado en hora. Una hora más tarde de que llamaran a nuestro grupo de embarque, sí, pero dentro de esa hora de cortesía que parece tener. Qué malo es el estrés, nubla la vista.

En esta atracción, durante la fila y poco antes de llegar al How Many, debemos dejar nuestras pertenencias en los lockers que han habilitado para ello. El funcionamiento es muy sencillo. Elegimos uno de los casilleros que tienen luz (tal y como se distingue en la imagen), pasamos la Magic Band (o lo que hagas servir de entrada), depositamos nuestras pertenencias dentro y listo. Yo llevo el móvil conmigo, en la atracción hay un compartimento para poner cosas de ese tamaño. Cuando salgamos de la atracción el proceso es el mismo, pero si hemos olvidado el número del casillero, sólo debemos pasar la Magic Band por el lector y aparecerá como por arte de magia.

En esta ocasión hacemos 10 minutos de fila hasta llegar a montar en la moto. Hay seis filas con dos motos cada una y una última fila con dos asientos para quienes no puedan montar en la moto (a la entrada de la atracción hay una moto para poder probar la sujeción). El acceso a las motos puede despistar, eso o es que sigo estresada con la carrera matutina y no me entero de nada. En el How Many te asignan un número de fila y después se bifurca en A y B. Quien está en el A se situará en la moto de la derecha dando un pequeño rodeo cruzando a través del espacio entre filas de motos y quien está en el B montará directamente en la moto de la izquierda. Aunque está perfectamente indicado a mí me costó un poco entender cómo llegar a mi sitio.

Pequeviajera monta con papi y yo con el padre de otra familia que también son tres y queda descolgado. ¿Qué os voy a decir de la atracción? Es rápida, sí, tiene una salida muy buena pero cuanto termina no doy crédito, ¿Ya? Pero, ¿cómo puede ser? ¡Me ha costado más subir a la moto que el trayecto en sí! Estoy tan desilusionada que, mientras circulamos lentamente para posicionarnos y bajar, le pregunto a mi compañero de fila si ya ha acabado, me dice que es la primera vez que monta pero todo apunta a que sí. La atracción es muy chula y no sé ya si es por haber montado primero en Guardianes pero me parece más floja. Insisto, es muy chula la atracción, la velocidad que alcanza y esa salida es muy buena, es una pasada pero una pasada de corta también, todo hay que decirlo. En esta atracción hay bonus, además de la fotografía incluye un vídeo en cámara lenta del momento. Bendito Memory Maker.

Juan Pedro sale encantado de la atracción, no ve el momento de repetirla, sólo me parece corta a mí… En fin… Recogemos nuestras cosas de los casilleros y nos vamos a Fantasyland. Estoy pensando que tampoco ha sido un drama tener grupo de embarque 1, imaginad a qué hora hubiéramos llegado al parque de no ser por este condicionante. Nota mental para el próximo viaje: reservar desayunos o lo que sea temprano en los parques.

Nos vamos a la atracción de Peter Pan’s Flight que, según la app de TouringPlans, tiene 30 minutos (Disney indica 45 minutos) y es una atracción con filas larguísimas. Es idéntica a la de Disneyland París así que no me preguntéis por qué razón decidimos echar 30 minutos para ver a Peter en acción y no hacer primero otras atracciones diferentes. Pues os lo voy a decir, porque la estrategia de hoy es que hemos destrozado la estrategia, desde 07:00 de la mañana dejó de haberla así que vamos fluyendo y haciendo las atracciones que tienen poca fila y generalmente suele ser considerable así como las que tiene poco tiempo de espera siguiendo un poco de orden en los Lands (ya veréis, me río desde ya). Peeero lo que mi biblioteca mental de Walt Disney World no me advierte en este momento es que justo la atracción de Peter Pan’s Flight carga mucho más de la fila Ligthning Lane que de la regular, puede ser eterno. ¿Cuánto tiempo más me va a tener despistada el estrés matutino?

La fila de esta atracción resulta, para mi gusto, algo asfixiante en cuanto a gente y no sé si es mi percepción porque hay mucha o es que la fila es de espacio reducido, quizá ambas. La fila está tematizada con diversas escenas de la película. Además, es una de las filas en la que podemos interactuar con los elementos a través de la aplicación Play Disney Parks. En el cuarto de los niños, por ejemplo, consigues ver los destellos de campanilla en el baúl y cómo sale de él. Más adelante vemos las sombras de unas campanitas en la pared y, conforme nos acercamos, las nuestras que se mueven en función de nuestros movimientos (si hacemos el gesto de tocar la campana ésta se mueve y suena). Una forma muy curiosa de tocar las campanas.

Es algo divertido y está muy bien, especialmente para entretenernos pero hubiera estado mucho mejor con 30 minutos que era nuestra idea inicial, da tiempo de sobra para jugar y que no nos dé un colapso. Os diré que las filas se llevan peor cuando crees que es un tiempo y luego éste se duplica. Os preguntaréis por qué no nos salimos de la fila. Pues porque inocentemente piensas que ya llegas al How Many y entonces… es cuando detrás de una pared ves que la fila continúa y así eternamente. Es de carga muy lenta y eso sin contar con fallos técnicos y entradas por la fila Ligthning Lane por lo que la espera se puede demorar más allá de la hora un día cualquiera en Magic Kingdom. Y es que la atracción es taaaan bonita…

Pues de 30 minutos nada, hemos entrado a falta de cinco minutos para las diez y salimos de la atracción a las 11:00 horas, ¡perdón! ¿Qué atraco de tiempo es éste? Y en esta fila no estamos hablando con nadie. Vuelve el ladrón de tiempo, viejo conocido que me persigue por todos los parques Disney a los que voy. El parque cierra hoy a las 18:00, sinceramente no ha sido la mejor estrategia, para una próxima visita dejaría esta atracción (y otras que os iré contando) para las Extended Evening Hours. Sabía que por cada persona de la fila regular entran al menos cinco de la fila de Ligthning Lane de modo que probablemente eso haya ocurrido, quizá ha podido haber un fallo técnico que no hemos advertido, tal vez, aunque suelen avisarlo por megafonía. En cualquier caso, algo ocurre porque cuando salimos, la fila de Peter Pan en la calle llega hasta Philarmagic, me inclino a pensar que es cosa de la gestión que hacen con los Ligthning Lanes.

Voy comprobando los tiempos en la app de Disney y en la de TouringPlans pero hoy parece que no están siendo muy adecuados, quizá sea algo puntual. Había estado monitorizando tiempos de espera los días que en Magic Kingdom había fiesta de Halloween durante algunos días en 2022 y parecía mucho más despejado.

Seguimos en Fantasyland, frente a Peter Pan’s Flight tenemos la atracción It’s a Small World con apenas 5 minutos de espera, aquí sí tengo ganas de montar, tengo la necesidad imperiosa de ver a las polinésicas epilépticas de Chemagic, tantas veces vistas en sus vídeos, no puedo pasar de largo sin el pertinente bailoteo.

Esta atracción ya la conocemos de Disneyland París pero aquí sí tiene elementos diferentes, al menos del It’s Small World que conocemos antes de la reforma. El paseo en barca dura 10 minutos y bueno… ya sabéis qué ocurre cuando terminas… la canción resonará durante un tiempo en nuestras cabezas.

Seguimos por el tramo más congestionado de Fantasyland, no sé si será por la arquitectura de los edificios que conforman las atracciones, por la infinidad de carros aparcados a ambos lados o por qué motivo pero por pocas personas que haya caminando da la sensación de estar abarrotado. ¿Lo veis en la foto? Es así de asfixiante o más.

Superado esto, llegamos a una de las zonas que me parecen más bonitas, inspirada en la película de Rapunzel. El lugar está lleno de los farolillos que tanto me gustan y que, cuando cae la noche resulta realmente precioso, además de contar con uno de los Fotopaseros más demandados. Toda esta maravillosa decoración, culmina con la torre en la que madre Gothel tiene oculta a Rapunzel durante años y el único interior que se puede visitar en esta zona viene a estar aquí representado por Restrooms. Habéis leído bien, esta pequeña torre que veis en la imagen alberga los baños más bonitos de Walt Disney World. ¿Cómo os habéis quedado? ¿Esperabais… una atracción, una tienda, quizá cualquier cosa excepto un baño? Por supuesto, aprovechamos para hacer una parada técnica y de paso verlos. ¿Os habéis fijado en la armadura y en la sartén?

Cambiamos de Land y entramos en territorio fronterizo. Tenemos hambre y unas ganas insuperables de probar el Mickey-shaped Waffle with Strawberries and Powdered Sugar, una especie de gofre con Nutella y porciones de fresas, plátanos y arándanos, así que nos vamos a Sleepy Hollow Refreshments. De camino vemos The Haunted Mansion, mira que me atrae este tipo de atracciones tenebrosas. Damos un poco de rodeo, correcto, os habéis dado cuenta. Desde fuera debe dar la impresión de que no paramos en todo el día de ir de un lado a otro sin orden ni concierto pero como Fantasyland ya lo hemos visto y Liberty Square todavía es un misterio para nosotros decidimos tomar este camino. Parece una excusa barata para no decir que vamos sin rumbo, lo sé, pero es así y, sinceramente me agobia tanto la callejuela esta de Fantasyland (la que en los mapas parece más espaciosa) que prefiero evitarla. Como ya estamos entre amigos, os voy a decir una cosa que puede no os guste, si el calor de Orlando es una verdadera angustia vital, imaginad lo que es el roce con otras personas y su transpiración, necesitamos espacio para deambular.

Vuelvo al momento actual, que me desvío. El edificio que alberga Sleepy Hollow Refreshments, es realmente bonito, aunque a primera vista parece simple, su arquitectura no pasa desapercibida y viene a ser una recreación de la casa de Washington Irvin que, sinceramente está muy lograda. De nuevo, felicidades Imageneers.

Para tomarnos esta delicia sentaditos y a la sombra nos dirigimos a la zona que hay junto a la ventanilla de recogida de pedidos.

Es una zona muy buena para tomar este Waffle que no imagino cómo comerlo de pie sin que suceda una catástrofe. Estamos sentados y se nos está cayendo todo por todas partes… No hace falta que os diga cómo está la Nutella, el sol la derrite, estamos todos salibando ¿vosotros también? Este sí es un snack que me gusta y mucho. Hemos comprado uno para compartir (9,04$, TAX incluida) porque no queremos llenarnos antes de la copiosa comida que nos espera. Pues qué rico está este snack, de no tener esa reserva os aseguro que voy a por otro.

Cuando terminamos el snack nos dirigimos sin rumbo a… ¡os lo habéis creído! Tenemos intención de quedarnos en Frontierland y los lands colindantes sin alejarnos demasiado ya que en poco más de una hora tenemos reserva en el restaurante Liberty Tree Tavern. Parece que no pero con este calor lo mejor es no recorrer distancias de más sin necesidad. ¿Habéis notado que aún no me he quejado del calor hoy? No se ha ido, no, Magic Kingdom nos recibe durante todo el día con su sol más abrasador, un día más muertos de calor.

Desde la zona donde hemos comido el snack tenemos vistas privilegiadas del castillo, ¡qué bonito emplazamiento! En las inmediaciones del castillo ¿a quén creéis que nos encontraremos? Por supuesto, habéis aprendido la lección, buen trabajo. Vemos un Fotopasero cerca y atacamos. Fijaos cómo se está desarrollando el día hoy que son casi las 12:00 y es el primero que hacemos. ¿Qué nos está pasando?

De camino a Frontierland vemos la zona acotada y acordonada de Liberty Square y eso significa… ¡Festival of Fantasy Parade! Allá que vamos. Quiero ubicarme en una zona con sombra y en principio buena visibilidad que tengo anotado en mis apuntes de viaje pero claro estamos llegando a falta de menos de 5 minutos para que empiece. Encontramos buen lugar en primera fila, a pleno sol, normal que lo encontremos… ¿Qué insensatos se quedarían ahí? Nosotros somos los insensatos, nos resignamos porque no hay un centímetro de sombra libre y para eso deberíamos haber llegado antes. A lo largo de este relato veréis como somos también especialistas en llegar a los espectáculos, shows, cabalgatas y demás Disney parties a punto y hora. En mi planificación sobre papel a 7.000 km de distancia nos hubiéramos ubicado para ver el Festival of Fantasy Parade entre Country Bears Jamboree y el restaurante Pecos Bill como veis en la imagen.

Por el camino y junto a la atracción que lleva su nombre nos encontramos a Big Al quien se acerca a Pequeviajera, nos encanta esta banda pero yo es verlo y me pongo a sudar por duplicado, solidaridad ante todo. ¿Qué harán estos simpatiquísimos osos para soportar el calor floridano? Necesito que alguien me explique la fórmula mágica y antes de que acabe mi viaje, si es posible.

A las 12:00 empieza el desfile, en dos minutos empiezo a ver la abanderada carroza de La Bella y la Bestia. Seguidamente aparece Ulf, el rufián Vikingo en su versión de mímico introduciendo la carroza de Rapunzel, me encanta. Entre cada carroza veremos personajes y bailarines amenizando el desfile. Tras ella, la carroza de La Sirenita, Peter Pan, el dragón de Maléfica, Pinocho y la carroza que alberga a Mickey y a Minnie como colofón final. La música, el ambiente y la performance es mágica, lo pasamos muy bien. Estamos como recién salidos de una tostadora pero lo ha valido, me ha gustado mucho, ha sido muy dinámico, dan ganas de colarse en él y ponerse a bailar. No lo intentéis, hay cast members para impediroslo amablemente por doquier.

Cerca de las 15:15 termina el desfile (en el punto en el que nos encontramos puesto que continúa por Main Street hasta Town Square, la estación de tren es otro buen punto para verlo) y nos vamos a Big Thunder Mountain pasando por las obras de Tiana sin poder evitar la tristeza de no poder conocer Splash Mountain. Espero que la nueva atracción quede grandiosa, su predecesora ha dejado el listón muy alto, Imagineers a prueba.

Hacemos unos 20 minutos de fila en Big Thunder Mountain, montamos y… ¡menudo chasco nos llevamos! Es mucho más floja en intensidad que la de Disneyland París. Realmente sabíamos que era más floja por los comentarios de otros viajeros pero es aún más de lo que esperaba. ¡Qué día de decepciones llevo hoy! Me consuelo con las vistas del castillo que nos regala esta atracción.

Nos queda una hora para nuestra reserva así que continuamos el camino recto hacia Adventureland y nos paramos en A Pirate’s Adventure ~ Treasures of the Seven Seas para coger el mapa del tesoro. Se ubica en una casita que hay pasando Golden Oak Outpost, justo antes del cartel de entrada a Adventureland. Me llama poderosamente la atención que este lugar se encuentre en los dominios de Frontierland.

De nuevo, Pequeviajera y sus misiones. La búsqueda del tesoro es otro juego interactivo muy interesante (hay tres diferentes) que consiste en seguir las pistas que indica el mapa para conseguir ayudar al mismísimo Jack Sparrow a localizar los tesoros de los siete mares y luchar contra el capitán Barbosa, utilizando para ello el mapa y un talismán mágico (nuestra Magic Band +).

Pues bien, os he de confesar y adelantar que completamos la primera pista y abortamos la misión. Hace un sol de justicia y es absolutamente imprescindible resguardarnos en un ambiente fresco. ¡Nos vamos a Piratas del Caribe!

La entrada a la atracción nos resulta curiosa, a ambos lados leemos Castillo del Morro y como somos unos ávidos curiosos, acudimos a San Google que lo sabe todo, para descubrir que esta edificación está inspirada en la fortaleza de San Felipe del Morro en San Juan de Puerto Rico y de ahí la referencia. Nos quedamos un poco igual que antes de enviar esta información al hipocampo.

La fila regular marca 35 minutos de espera. Aunque fuera cierto (ya sabemos que Disney en esto nos cuenta bastantes mentirijillas) precisamos disminuir aunque sea mínimamente nuestra temperatura corporal con urgencia. Aquí dentro se está fresquito y, siendo realistas, cualquier lugar es más fresco que el infernal exterior, seguimos bombardeados con las notificaciones de Accuweather alertando el calor extremo. No son necesarias, lo notamos y lo sufrimos, imposible no darse cuenta.

La fila está tematizada con elementos propios de la vida pirata, personalmente me parece muy lograda y bonita, me gusta este ambiente. Así, casi sin darnos cuenta, en 20 minutos ya estamos en el How Many, era de esperar. Las barcas tienen seis filas cada una en las que caben unas cuatro personas. Esta atracción es algo diferente a la que hay en Disneyland París, para empezar tiene sólo una caída y me parece más floja aunque con el día que llevo hoy ya no sé si es mi percepción que está distorsionada o necesito más adrenalina. Lo primero que vemos al subir en la barca es la playa del cofre del tesoro, desde aquí el agradable paseo en barca se desarrolla en una serie de escenas que representan una búsqueda del Capitán Jack Sparrow. En esta atracción lo veremos en más de una ocasión (atención al barril). ¡Mirad! Ahí está Marisa La Piratisa, ya tenía yo ganas de verla en persona. Y ¿qué nos viene inevitablemente a la mente cuando pensamos en esta atracción? Yo, Ho! Yo, Ho! A pirate’s life for me.

En esta atracción también hay bonus fotográfico y os diré que poséis justo cuando veáis a la calavera pirata que os habla, tras pasar la playa del cofre del tesoro y antes de llegar al enorme barco pirata. Si veis ese barco y no habéis posado ya habéis hecho tarde, el destino determinará cómo salís en la foto.

Salimos de la atracción a punto de ser las 13:30 horas así que nos vamos directamente (sí esta vez sí, hoy estamos cumplidores) al restaurante Liberty Tree Tavern. Para ello, desde donde nos encontramos en Adventureland tomamos un atajo (entre Aloha Isle y el Bazar saliendo junto a la atracción Country Bear Jamboree). Como veis en la imagen, tenemos varios atajos en Magic Kingdom, aunque el del castillo sólo lo he visto abierto en una ocasión cuando ya estaba cerrado el parque.

Llegamos a Liberty Tree Tavern poco después de las 13:30 horas, nos sientan enseguida. Tenemos muchas ganas de probar este restaurante, sí éste también, ya sé que digo lo mismo con todos, no tenemos remedio, el comercio y el bebercio es nuestra debilidad. El local es súper especial con un ambiente muy hogareño donde podemos degustar el menú típico del día de Acción de Gracias.

El restaurante tiene seis comedores diferentes dedicados a un personaje de la historia de Estados Unidos: Thomas Jefferson, Benjamin Franklin, John Paul Jones, Paul Revere, Betsy Ross, George Washington.

Aquí sí nos preguntan la edad de Pequeviajera, a nosotros y a ella directamente, es el único restaurante donde lo hacen, con el fin de cobrar el menú de adulto o el infantil. Los platos que sirven en este menú son los mismos tanto para adultos como para niños.

El menú es Family Style, ya lo conocemos de otros restaurantes y viene a ser que sirven los platos en la mesa y puedes repetir tantas veces como quieras o puedas. Las bebidas están incluidas y también las rellenan tantas veces como quieras. Lo primero que traen es la bebida que hemos pedido y los panecillos, están tiernos y calientes, muy ricos, nos consideramos devoradores de pan así que quizá no sea nuestra opinión muy crítica. Seguidamente traen la ensalada «Declaration Salad» con lechuga, manzana, rábano, queso y una vinagreta realmente deliciosa. El plato principal es Patriot’s platter que está formado por tres platos: un plato de judías con puré de patatas, un plato de mac & Cheese y un plato de carne (pavo, estofado y cerdo asado) con salsa Gravy. Por favor, qué bueno está todo pero éste último especialmente. Todo está increíblemente bueno, por poner una pega, las judías, no soy muy fan de este plato pero está todo en su punto. Finalmente llega el postre Oooey Gooey Toffee Cake, bueno mejor remate imposible, bizcocho con helado de vainilla y salsa de chocolate, tiene una textura realmente agradable y está muy pero que muy rico, me encanta, nos peleamos por comer el postre aunque no nos cabe nada más en el estómago. Cualquiera que nos vea con tal ansia pensará que llevamos meses con la operación bikini. Ahora que lo pienso bien podríamos haber pedido uno más y dejar de comportarnos como si fuera el último postre de nuestra vida.

Este restaurante me parece absolutamente recomendable y de precio está fenomenal para lo que viene siendo Walt Disney World. Nos cuesta 105,44$ más 21,78$ que dejamos en concepto de propina que, al cambio hace un total de 116,02€.


Os voy a contar por aquí, permitiéndome este inciso, que en su día y dentro de esa planificación de órdago que me ha llevado este viaje, hice una hoja de cálculo con el presupuesto para restaurantes. Realmente hice varias porque con tantas reservas en diferentes webs y distintos plazos o hacía eso o no conseguiría aclararme de cuándo y a quién debía pagar. El caso es que para los restaurantes hice una columna con el precio del menú adulto y otra con el del menú infantil si es precio cerrado, si no, el precio de los platos que íbamos a probar. En otra columna figura el 6,5% que son las TAX y en las siguientes columnas se calcula mediante fórmula el precio total en función de variantes como el porcentaje de propina (calculé entre 18% y 20% pero terminamos dejando el 22% en prácticamente todos los restaurantes) así como el coste del menú según contaran a Pequeviajera como adulta o como niña. Si esto último os sorprende, os diré que a efectos de Disney y de algunos más, con 10 años son adultos. Me permito una opinión y es que en lo que a entradas respecta lo puedo comprender perfectamente incluso en el hotel pero en los restaurantes no lo puedo concebir, incluso a nosotros adultos nos cuesta a veces terminar la comida. ¿Será que los niños a partir de 10 años allí comen tanto?


Volviendo al momento actual, terminamos de comer a falta de 10 minutos para las 15:00 horas. Junto al restaurante se encuentra la atracción Jungle Cruise, una de mis imprescindibles de hoy porque me encanta la película (somos fans de The Rock desde tiempos inmemoriales). Además, esta atracción también suele estar con unos tiempos de espera largos y ahora tiene 30 minutos según Disney, vamos a ello. Tengo apuntado que de noche la atracción tiene otra cara y es una experiencia única además de tener poca afluencia pero, tendrá que esperar, hoy el parque cierra a las 18:00, hora en la que todavía domina Ra. Pues nada, tardamos 15 minutos en subir a la atracción, a Disney le va a crecer la nariz como a Pinocho. Otra de mis teorías conspiranoicas es que inflan el tiempo de espera marcado en las atracciones con la finalidad de crear pánico y vender más Genie +, ahí lo dejo.

Esta atracción es como la película, un recorrido de alrededor de 10 minutos en barco a través de la jungla donde el patrón cuenta chistes malísimos durante todo el recorrido. El único problema de esta atracción es que todo esto es en inglés, de modo que si no tienes unas nociones de la lengua, no consigues captar la chispa. Aún así da lo mismo, siempre hay compañeros de viaje que se mueren de risa bien porque lo entienden (y porque les hace gracia) bien porque si se ríen todos es el momento del chiste y toca reírse. Algunos chistes sí entendí y son realmente malos pero es que son tan malos que si el cast member lo hace bien no puedes evitar reírte. En esta atracción los cast member se merecen un grandísimo aplauso, qué gran trabajo hacen, no vale cualquiera. Lo más divertido de todo es que tenemos unas compis de barca que, o son muy alegres o han debido tomar alguna bebida con misterio, menuda fiesta llevan. Nos reímos muchísimo toda la atracción del espectáculo que montan, buenísimas ¡qué gran ratito nos hacen pasar!

Después de este ratito de carcajadas, nos vamos a la atracción Magic Carpets of Aladdin. ¡Estamos locos! ¿Qué pintamos en esa atracción? Pues oye que la tenemos delante y veo que no tiene espera así que me pongo en modo hoy se hace el máximo que se pueda, hoy toca amortizar parque, al menos aquí no ocurre como en Peter Pan, subimos directamente. También he pensado que como va por las alturas, a lo mejor nos refrescamos un poco.

En estos vehículos en forma de alfombras voladoras hay dos filas de asientos donde caben dos personas en cada uno. Nos sentamos los tres en un vehículo a disfrutar del airecito caliente en las alturas. Fuera de la atracción, el camello nos observa, está esperando el momento oportuno. No lo consigue, ¡ja! además de que hay un charco visible en el suelo que, si bien es cierto, puede pasar desapercibido, yo ya sé qué clase de camello es y lo que hace con los viandantes despistados. A mí no me mojas, camello.

Son las 16:00, estamos en racha haciendo check a la lista de atracciones, así que ahora toca otra que es un MUST para mí y que ya estamos tardando en hacerla, somos muy fans. Además, ha estado unos días cerrada por reformas, ¡abrió de nuevo ayer! Imaginad la emoción. Estoy segura de que ya sabéis a qué atracción me refiero, no puede ser otra que The Haunted Mansion. Disney marca que tiene 35 minutos de fila, estoy segura de que será menos.

La atracción nos recibe con el cordial saludo «board a Doom Buggy to tour the happy haunt of 999 ghouls and ghosts who are «dying» to meet you». Con esto como ya sabéis, hay 999 felices almas en esta mansión y hay lugar para 1.000 ¿Quién será el siguiente?

La fila está tematizada y no sólo eso sino que a cada paso hay detalles que pasan desapercibidos a simple vista, fijaos bien en la lápida del Capitán, cerca de la valla ¿encontraremos el «anillo de la novia»? Esto también tiene su historia.

El Doom Buggy es el vehículo que nos transporta a lo largo de este fantasmal recorrido. Me gusta tanto esta atracción, siempre he sido bastante fan de lo tenebroso y aunque esta atracción es muy familiar, nos encanta. Mención aparte para el gran trabajo de nuevo del equipo de Imagineers. Cómo me fascina ver a Madame Leota y ponerle nombre a la cabeza (os recomiendo muchísimo la serie de Disney + detrás de las atracciones que, por cierto estrena nueva temporada, ganas máximas). Hatbox ghost es de mis preferidos pero esta vez, se hace de rogar. Esta atracción también viene con bonus fotográfico y os diré que cuando os veais en el espejo con los fantasmas deambulando, sonreíd. Toman una fotografía pero después cargan dos ya que una es en color y otra en blanco y negro, estas fotografías son muy especiales ya que en ellas no estamos solos, nos acompañarán unos simpáticos habitantes del lugar.

Efectivamente hemos hecho 15 minutos de fila pero entre el pre-show y la atracción en sí misma, se nos está haciendo la hora del té. Y… ¿Qué sucede en Magic Kingdom a esta hora? Flag Retreat, así que cuando salimos de la Haunted nos dirigimos hacia Town Square, y no, esta vez no nos desviamos del rumbo, simplemente nos paramos porque vemos a un Fotopasero a la salida de la mansión, ¡emoción máxima! ¿Recuperamos el ritmo de Fotoasalto? Yes, allá vamos, si es que además les hacemos un favor porque pobre Fotopasero está aburrido y a pleno sol, nosotros le daremos vida con un poco de tertulia durante un rato. ¡Tiene Magic Shot! No lo sabemos hasta un rato después porque la mayoría de Fotopaseros se guardan para sí el secreto de los Magic Shots. Nos hace foto con nuestros amigos los «hitchhiking ghosts» aunque no están los tres, sólo está Phineas y su maletita de viaje.

Ahora sí ponemos rumbo a Town Square. Juan Pedro tiene muchísimas ganas de ver la bajada de bandera que se hace a las 17:00 horas. Realmente no nos viene nada bien en el plan de hoy y mucho menos desde donde estamos pero insiste en querer verla pese a que intento persuadirlo. Allá que vamos, destrozamos la planificación y los daños colaterales será que sacrificaremos algo pero ciertamente no sabemos si podremos verlo en otro momento y sólo lo hacen a esta hora una vez al día.

Lo vemos desde la esquina de Emporium ¿sabéis por qué razón? Porque hay sombra, sí, una grandísima sombra que no es eficaz… es que ni en la sombra se puede estar, no sé si me he quejado del calor lo suficiente durante este relato para que os podáis hacer una idea de lo que es. Empieza a faltarme vocabulario para describirlo.

El acto de retirada de bandera, Flag retreat, resulta un acto patriótico solemne como los americanos saben hacer. Empieza a sonar «O say can you see, by the dawn’s early light…» himno conocido donde los haya pero aquí no lo entona Chris Stapleton sino el adorable cuarteto de los Dapper Dans. Al mismo tiempo vemos bajar la bandera lentamente, al ritmo.

Siento interrumpir este momento tan emocionante, seguro que ya caen lágrimas pero no perdamos de vista que estos hombres están ataviados para la ocasión, de eso no cabe duda, van tapados de pies a cabeza, llevan guantes, por supuesto, sólo tienen descubierta la cara. ¿Os acordáis que me hallo muerta de calor en la sombra? Ahí en el centro de Town Square donde se ubica la bandera están ¡a pleno sol! Nos gusta mucho esta actuación pero estoy deseando que termine, si pasa un minuto más me tendrán que recoger del suelo con fregona, no soporto más este calor y no me alcanza el aire acondicionado de la tienda Emporium.

¿Veis al señor con la camiseta verde fosforito? Pues no lo conozco ni llegué a preguntarle pero para estar ahí debe ser un veterano de guerra. Después de bajar la bandera… alucinaréis si os digo que dura menos de 5 minutos aunque por mis quejas habréis deducido, con total acierto, que me han parecido horas de sauna. Como decía, después de esto, doblan la enorme bandera con gran pericia mientras los Dapper Dans cantan God Bless America. Acto seguido van todos en procesión por Main Street, liderados por los Dapper Dans, el señor de la camiseta verde, bandera en mano. Emotivo y muy bonito, sin duda, no os negaré que tenemos un momento patriótico y la emoción se convierte en algo que nos ha entrado en los ojos. ¿Por qué? No tenemos ningún vínculo de tal calibre con Estados Unidos pero nos ha llegado al alma.

Bueno, ahora sí, ya hemos cumplido con la ilusión de un tercio de la family así que nos vamos a hacer el maratón de atracciones que nos permita esta última media hora de parque abierto para nosotros. Sí, fatal, lo sé, vamos fatal de tiempo pero es que no podemos estar danzando de un lado al otro del parque, menos aún después de las 16:00 horas en un día de fiesta de Halloween sin pagar las consecuencias. Perdemos el oremus.

Decidimos (más bien, decido) que tenemos que ir a ver a la Sirenita. ¿Para qué si ya la hemos visto en París? No, a ésta no la hemos visto en ninguna parte, ¡ésta tiene cola de sirena! Mi gozo en un pozo. Este encuentro termina a las 17:30 horas ¿sabéis qué hora es? Son las 17:32 horas cuando llegamos a la entrada de la gruta que es donde se encuentra. Nos hemos parado a rellenar agua, a reaplicar protección solar, a ver cómo baja el tren de los siete enanitos, nos encanta ver esto, paramos cada vez que pasamos, no podemos ir en contra del destino. Me pregunto cómo es posible que no recuerde que los personajes se van a hacer la siesta, a la piscina, a hacer sus cosas de Disneypeople o donde quiera que vayan que por la tarde parecen esfumarse todos.

En fin, ya que estamos aquí, vamos a la atracción Under The Sea – Journey of the Little Mermaid, la atracción de La Sirenita para entendernos. En la entrada nos recibe el barco con la sirenita como mascarón de proa. La fila discurre en el castillo del príncipe Eric y así viendo los muros de la fortaleza y el interior tan fresquito, qué gusto, en dos minutos, voilà, estamos en el How Many. Aquí nos montamos en unos vehículos en forma de almejas con un sistema giratorio igual que el utilizado en The Haunted Mansion. A lo largo de esta atracción nos sumergimos a través de los escenarios de la película al ritmo de la música. Es una atracción de lo más familiar pero los animatronic de la sirenita asustan y si no ya me lo diréis.

Salimos de la atracción y ahora sí tenemos que elegir una única atracción. Son las 17:45 y sólo tenemos tiempo de una antes de que amablemente nos inviten a salir del parque. Deliberamos un momento, tiene que ser alrededor de donde nos encontramos, no muy lejos o nos quedaremos por el camino. Podríamos haber ido a 7 Dwarfs Mine Train, sí pero sin embargo, elegimos Tomorrowland Speedway, la Autopia de Disneyland París, hoy estamos sembrados.

De camino a Tomorrowland Speedway damos una vuelta importante, es entrar en Tomorrowland y perder el sentido de la orientación, deberíamos guiarnos por el olor a gasolina sería más eficaz. Vemos un Fotopasero junto al imponente muro de la atracción Tron. Vamos justos de tiempo, faltan 5 minutos para que no podamos entrar en la fila de la última atracción del día y nos entretenemos con un Fotopasero, no puedo parar de reír.

Aceleramos el paso para llegar a tiempo a Tomorrowland Speedway. Empiezo a pensar en White Rabbit y lo mucho que nos estamos pareciendo, nos falta el reloj de bolsillo, ni siquiera llevamos reloj… ¡Conseguido! Llegamos justo antes de las 18:00 y no hacemos nada de fila, así que 10 minutos después ya estamos fuera. ¿Ha sido hoy un día de buenas o malas elecciones?

En este momento ya estamos en horario de Mickey Not So Scary Halloween Party exclusivamente y sin entrada para el evento hoy. Como no estamos en ninguna fila de ninguna atracción sino deambulando por el parque, es cuestión de segundos que nos vayan dirigiendo hacia la salida.

Justo pasamos por la zona donde se colocan los cast members formando un pasillo (frente a Monsters, INC Laugh Floor) hay un recuadro en un lado, un niño disfrazado de futbolista se coloca cerca, hace el pino y va caminando hacia ese recuadro. En cuanto lo vemos… Wow! Todos estamos pendientes de él, todos aplaudimos, se respira el buen rollo, la alegría y el buen humor en el ambiente ¡Good Vibes!

Hay un ambientazo increíble, tengo unas ganas tremendas de quedarme aquí y bien podríamos haberlo hecho pero decidí en su momento comprar las entradas para el evento para otro día porque el primer día de este evento van todos en tropel para tener la información en primicia y quiero evitar aglomeraciones, además leí que los martes es día de menor afluencia que los viernes.

Los cast member nos siguen dirigiendo amablemente a la salida, ya son las 18:30 y no podemos continuar en el parque. Así que, con ganas de parque pero sin poder estar en él nos vamos a la zona de autobuses de Disney para tomar el que nos llevará de vuelta al hotel. Tenemos entradas hopper por lo que podríamos haber ido a otro parque, Hollywood Studios está en el punto de mira, quiero ver Fantasmic de nuevo pero, mañana cambiamos de hotel, tenemos la colada por hacer y no lo podemos postergar ni un día más así que somos responsables y nos retiramos.


Antes de contaros cómo hacemos la colada mientras dedicamos unas horas a sumergirnos en las piscinas del hotel os he de decir que justo en este punto y en mi planificación sobre papel hecha a 7.000 km de distancia (¡Ay, ya os avisé de esta conocida y reiterada frase!) nuestro rumbo se dirigiría hacia The Campsites at Disney’s Fort Wilderness Resort para quemar unos malvaviscos mientras cantamos y bailamos junto a Chip y Chop (CHIP ‘N’ DALE’S CAMPFIRE SING-A-LONG).

Así, nuestro día hubiera quedado del siguiente modo: llegaríamos al hotel en barco desde Magic Kingdom y después podíamos optar por el bus interno del Resort o un paseo de unos 10’ como podéis ver en el mapa.

A las 19:30 empiezaría el momento de quemar malvaviscos, toda una experiencia que viviremos en otro momento, hoy esto no sucede. A las 20:00 comenzaría el sing-a-long, me quedo con las ganas de cantar y bailar junto al Cowboy y Chip y Chop canciones como “She’ll Be Coming Round the Mountain When She Comes,” “(Ghost) Riders in the Sky,” o “Take Me Home, Country Roads”. Finalmente, sobre las 20:45 se puede ver una película «Movies under the stars». Aquí ya no nos hubiéramos quedado porque la idea era cenar en Geyser Point y de vuelta al hotel, continuar con la colada (si llegamos con ganas y si no, para el día siguiente) y seguir con la tradición de dormir pasada la medianoche. Pues bien esta actividad no puede tener lugar porque el calor asfixiante, sofocante y mortal que vivimos nos hace mudar de ropa con muchísima más frecuencia de lo que habíamos calculado por lo que la colada se vuelve una actividad de primera necesidad, imperiosa necesidad.


Volviendo al minuto en que lo dejé, tomamos el autobús de regreso al hotel y durante el trayecto no puedo evitar pensar que nos ha faltado algo importantísimo para mí, probar el Cinnamon Roll y Le Fou Brew en la Taberna de Gastón. Es más, cómo se ha desarrollado el día hoy que ni siquiera hemos llegado a la Taberna aunque sea para verla por fuera. Vuelvo al momento, al aquí y al ahora porque vamos a remojarnos en los ya conocidos baños termales en forma de piscinas que tenemos a nuestra disposición.

A las 18:50 llegamos al hotel y nos vamos directos a la habitación para ponernos la ropa de baño y coger la ropa que necesitamos lavar. Fijaos que con todo lo que me he quejado de la ubicación de nuestra habitación, conforme pasan los días, pienso que no está tan mal. Además de la cercanía a los buses y a recepción, estamos a dos pasos de la piscina y de la lavandería, lo que facilita la importantísima tarea de hacer la colada, os recuerdo que hemos venido hasta aquí únicamente con equipaje de mano.

Lo primero que hacemos con nuestro trolley en mano es ir a la piscina, coger las toallas y asentar campamento en las hamacas. Pequeviajera se queda buceando en la piscina mientras nosotros vamos a la lavandería para poner la lavadora.

Hemos traído nuestro detergente y suavizante habitual desde casa en botes de 100ml pero si no tenéis, aquí venden tanto detergente como suavizante en máquinas como si fueras a comprar un refresco a 1$ cada uno. Además, he cogido también las toallitas anti-transferencia que utilizamos en casa porque aquí no vamos a estar separando demasiado la ropa y fijaos que esto es algo en lo que no había caído yo en la cuenta de necesitarlo hasta que, de nuevo, lo vi en los vídeos de MagicFreak TV. Son estos pequeños detalles que pueden pasar desapercibidos pero que a mí me resultan de gran utilidad.

Antes de poner la lavadora me descargo la aplicación CSC GO para utilizar las máquinas. Es la aplicación que se usa para gestionar los pagos y controlar el tiempo de la colada. Con el primer registro me dan 5$ para utilizar por lo que la primera lavadora sale gratis pero, atención que aquí viene un tip de ahorro importante, envío una invitación a mi marido con la opción de «Referred a friend» por lo que a él le dan 5$ y cuando ponga la primera lavadora a mí me darán otros 5$ y así hasta la eternidad tantas cuentas crees. En resumidas cuentas, cada lavadora o secadora que ponemos cuesta 3,25$ (con las tasas incluidas, sí, aquí también, ya os dije que no nos olvidáramos, son inseparables, excepto en un lugar que disfrutaremos más adelante). De modo que poniendo una lavadora con mi aplicación y la secadora con la de él tenemos la primera colada gratis y nos sobra algo para la siguiente. En este momento no caigo pero mi hija también tiene móvil, podía haberme salido otra colada gratis. Mame de Nuestro Neverland sí ha sido perspicaz y así lo hace pero para cuando me entero ya no tengo coladas que hacer… En este viaje, ya llegará el momento de volver.

El funcionamiento de la aplicación es muy sencillo, si te encuentras en la lavandería únicamente es necesario escanear los códigos QR que hay en las máquinas pero si, como yo, eres una persona curiosa, necesitas el código postal del hotel para poder fijar la ubicación (32830 en este caso) y tras ello, seleccionas el hotel y eliges la piscina (generalmente hay una lavandería junto a cada piscina). La aplicación es verdaderamente útil

Ponemos la lavadora y pese a que tenemos mucha ropa para lavar cabe todo perfectamente, son grandes. Hay varios programas, sin embargo, no tenemos muy claro cómo tratará la ropa así que utilizamos el programa delicado.

El programa que hemos puesto dura 28 minutos por lo que nos quedamos en la piscina que está junto a la lavandería, tenemos intención de visitar otras piscinas del hotel pero en poco tiempo tendríamos que volver y, además, tendríamos que ir con la maleta para arriba y para abajo. No es práctico.

Llegó la hora y, además de que lo vamos controlando con el reloj, la aplicación también avisa. Tras poner la lavadora se activa la cuenta atrás en la pantalla de inicio de la aplicación. Ahora le toca el turno a la secadora, el funcionamiento es exactamente igual que en la lavadora con la única salvedad de que tenemos que fijarnos en qué máquina ponemos la ropa ya que los botones de cada dos secadoras están juntos con la distinción de arriba y abajo. Le hemos puesto el secado delicado por si acaso. Dura 60 minutos de modo que ahora sí nos podemos ir tranquilamente a explorar piscinas.

Nos vamos a la piscina principal Hippy Dippy, la que está junto al bar Petals y al lado del edificio principal. De camino vamos viendo las inmensas figuras que decoran este hotel, es de noche ya, entre unas cosas y otras se nos han hecho las 21:00 horas, seguro que con más luz es más bonito todo.

Esta piscina no es muy grande pero tiene un chorro de agua que nos divierte un rato, un tres en raya gigante y una zona con una pantalla bien grande donde algunas personas están viendo ahora mismo el libro de la selva.

A la que nos descuidamos ya es hora de recoger la ropa de la lavandería ¿cómo es posible que haya pasado una hora ya? Muy a nuestro pesar nos vamos de esta piscina y sin llegar a probar la otra que está más alejada, aunque sin estrés, nos da igual que se arrugue, estamos muy a gusto aunque esté el agua para hacer caldo.

Llegamos a la lavandería de la otra piscina y al sacar la ropa de la secadora, chasco, está húmeda. ¡Pero bueno, qué timo es éste! Quizá haya sido porque hay mucha ropa o porque la secadora no funciona bien ya que me encuentro con un hombre que le ha ocurrido exactamente lo mismo con la secadora que yo he puesto. Pues nada, cambio de máquina por si acaso, otros 3,25$ y ponemos de nuevo la secadora, sigue saliéndome la colada gratis porque entre Juan Pedro y yo tenemos 15$ y hemos gastado hoy 9,75$ entre una lavadora y dos secadoras, todavía nos llega para otra colada más o menos. Esto nos descuadra porque debemos esperar una hora más y no podemos hacer la maleta todavía. Desde luego, cuantísimo tiempo me hace perder Disney.

Vuelvo a la habitación con las manos vacías, por aquí ya han empezado las duchas así que nos vamos turnando. Con todo esto se nos ha hecho bien tarde y todavía no estamos todos listos. La idea era cenar en el Food Court pero como somos tan tardones se nos ha echado el tiempo encima y van a cerrar en breve de modo que va Juan Pedro a por una pizza, take away, nos la comeremos en la habitación.

Vuelve con una pizza entera, de tamaño está fenomenal para tres personas, no tenemos demasiada hambre así que nos va bien. En un principio iba a comprar porciones sueltas que también tienen buen tamaño pero es que sale más caro comprar tres porciones que una pizza entera. Cada porción cuesta cerca de 10$ y la pizza nos ha costado 21,29$ con TAX incluida. Son las 22:57 cuando la paga, cierran a las 23:00, in extremis. La pizza es de pepperoni, no os vayáis a pensar que tiene mucha más variedad, y os diré que sorprendentemente está rica, viniendo de mí es todo un honor para quien las haga.

Ahora ya es casi medianoche y vamos a recoger la ropa rezando para que esta vez esté seca, hoy hemos perdido mucho tiempo con la secadora y tenemos sueño, los días de parques se empiezan a notar en el cuerpo y, por una cosa u otra, se nos hace tarde todos los días. Como ya pasan de las 23:00 la piscina está cerrada y doy un poco de rodeo, recojo la ropa y terminamos las maletas, qué agotador el día de hoy. Mañana tenemos un día bien ajetreado gracias a (o por culpa de) la reserva que tenemos en el Lounge del Space 220.